viernes, 14 de noviembre de 2014

El campo Psíquico ¿Están nuestras mentes entrelazadas?



Cómo al vibrar o resonar con una misma frecuencia somos capaces de conectarnos al subconsciente colectivo. 
El Proyecto de Consciencia Global.

 Dean Radin, en sus trabajos “Conscious universe” (universo consciente) y “Entangled minds” (mentes entrelazadas), realizó varios experimentos sobre los fenómenos psíquicos. Dean Radin trabajó con Roger Nelson en la universidad de Princeton, en el efecto de la mente sobre un generador de eventos aleatorios (REGS). 

 En un experimento, constataron que los cuerpos de diferentes parejas (“enamorados”), respondían de forma similar (ondas cerebrales, frecuencia cardíaca), a las intenciones de curación que se enviaban entre ellos. ¡Se sincronizaron! Eran enviadas a intervalos aleatorios, para que no pudieran saberlo; no saber cuando recibían o no esos pensamientos. Y se realizaron con las parejas totalmente blindadas y separadas durante dichos experimentos. ¡Solo por el pensamiento! Al emitir esas intenciones de sanación, durante este experimento sus mediciones fisiológicas se sincronizaron. 

 Tras dos décadas de experimentos desde el laboratorio de investigación de Princeton, concluían, dijo Nelson, que los generadores de números aleatorios (RNG o REG, generadores de eventos aleatorios) parecen estar influenciados por la conciencia humana para llevar a cabo una secuencia de datos-menos-que al azar. Encontraron, además, que estos efectos eran más fuertes cuando parejas con una conexión fuerte trabajaban juntas. 



 El Proyecto de Consciencia Global (GCP, también llamado el Proyecto EGG), con Roger Nelson, es un experimento de parapsicología que comenzó en 1998 como un intento de detectar posibles interacciones de “conciencia global” con los sistemas físicos. 

 El proyecto monitoriza una red distribuida geográficamente de hardware de generadores de números aleatorios, en un intento de identificar salidas anómalas, que se correlacionan con las respuestas emocionales generalizadas a conjuntos de los acontecimientos del mundo, o los períodos de atención focalizada por un gran número de personas. El GCP es financiado de forma privada a través del Instituto de Ciencias Noetic y se describe a sí mismo como una colaboración internacional de cerca de 100 científicos investigadores e ingenieros. 

 Los escépticos, como Robert T. Carroll, Claus Larsen, y otros han cuestionado la metodología del Proyecto de Conciencia Global, en particular, cómo se seleccionan e interpretan los datos, diciendo que las anomalías de los datos reportados por el proyecto son el resultado de “coincidencia de patrones”. 

 Pusieron estos aparatos en eventos en los que la gente que asistía tenía un nexo en común por todo el mundo, donde la gente estaría más sincronizada. Los eventos de grupos estudiados incluyeron sesiones de psicoterapia, presentaciones de teatro, rituales religiosos, competiciones deportivas, como la Copa del Mundo de fútbol, y emisiones de televisión, tales como los Premios de la Academia de cine. El comportamiento de los REGS, de estas máquinas generadoras de aleatoriedad, se apartaban de la aleatoriedad formando determinados patrones.



 Colocaron estos REGS en 15 localizaciones en todo el mundo, tratando de ver cuándo existía coherencia entre estos aparatos, y vieron que aumentaba la coherencia cuando había eventos globales.


Durante el atentado de las torres gemelas en Nueva York, el 11 de setiembre del 2001, detectaron la mayor coherencia entre estos aparatos en todo el mundo. Pero lo realmente sorprendente es que ¡ocurrió dos horas antes de los atentados!. 

 No solo todo el mundo se encontraba en la misma “onda”, en ese momento, sino que ocurrió dos horas antes, lo que induce a pensar que la humanidad pudiera tener un sentido colectivo de precognición, sabiendo lo que estaba a punto de ocurrir. Es impresionante. 

 En los experimentos realizados previamente en el laboratorio, antes de expandirlos a un nivel global, las personas eran expuestas a imágenes en las que se asociaban también sonidos, mientras se les registraban diferentes valores corporales (ondas cerebrales, frecuencia cardíaca, ritmo respiratorio..). Se les mostraban imágenes desagradables asociadas a sonidos desagradables también, y imágenes carentes de emoción como podría ser una cuchara. Así median la respuesta a estas imágenes más agitadoras.

 Lo más interesante es que respondían antes de que les fueran mostradas, y, de echo, respondían incluso antes de que el ordenador hubiera elegido la imagen aleatoriamente. Tuvieron que asegurarse de que estos tiempos eran realmente correctos, porque eran diferencias de milisegundos. Y así eran. 

 Significa que estamos recogiendo información incluso antes de que ocurra. Si las vibraciones similares pueden afectar a las máquinas, de bien seguro que nos afectan a nosotros, porque realmente estamos conectados a este campo.

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