jueves, 17 de septiembre de 2015

Todos tenemos un Doble Cuántico - Dr en Física Jean Pierre Garnier Malet

Jean Pierre Garnier Malet 

JEAN PIERRE GARNIER MALET

Nuestro doble, no es el cuerpo astral o etérico del que algunos hablan. Es verdaderamente nuestro “yo”, en otra dimensión.
Teoría del desdoblamiento: el horizonte de una partícula se convierte en partícula de un horizonte más grande.

Alfa-omega….omega-ALFA…..OMEGA-ALFA…

La palabra griega oura = división del tiempo. Desconocida hasta ahora.
Los que habían creado el griego sabían a ciencia cierta que existía un desdoblamiento de los tiempos debido a “aceleraciones sucesivas” de su transcurrir y que para vivir había que utilizar: un pasado – un presente – un futuro – !!! al mismo tiempo !!!

Imaginemos dos mundos idénticos que transcurren a diferente velocidad, uno más lento y el otro más rápido, de tal forma que éste más rápido (imperceptible por tanto al otro) puede informar sobre lo que acontece a este más lento y así poderse beneficiar de esta información y tomar el camino más adecuado en el vivir cotidiano.

Imperceptible porque p. ej. cuando vamos al cine no somos capaces de captar los mensajes subliminales que nos pasan en medio de las películas, debido a su velocidad.
Así un desdoblamiento también puede ser imperceptible.

Ahora bien, ¿como se intercambia la información?
La información se intercambia mediante aperturas entre los distintos tiempos. Estas “aperturas temporales” imperceptibles, son aceleradores del transcurso del tiempo que nos arrastran hacia otros espacios a velocidad prodigiosa.

Todos nos desdoblamos, pero vamos a tal aceleración que es imposible que lo podamos percibir, también por nuestra interrupción periódica de la visión. P ej luces en discotecas (visión lenta al cambio de luz o rápida).

El desdoblamiento pone luz en la oscuridad. Los tiempos imperceptibles son siempre tiempos reales pero oscuros, en donde se fabrican futuros instantáneos. Sin estos potenciales, la vida es imposible.
Nuestro “doble” es verdaderamente otro “yo”. El cuerpo visible explora el espacio en nuestro tiempo, el otro, totalmente imperceptible, viaja en los diferentes tiempos de nuestro desdoblamiento.

De manera esquemática podemos decir que un cuerpo energético informa nuestro cuerpo físico. Toda partícula emite y recibe ondas. Todo organismo recibe informaciones para vivir y sobrevivir.

El presente actualiza futuros potenciales creados por el pasado. Un cambio de pensamiento de un segundo crea numerosos potenciales de equilibrio en un tiempo acelerado, cuya síntesis instantánea en nuestro tiempo, conllevaría una puesta en forma rápida de apariencia milagrosa.

Nuestro “doble” experimenta muy rápidamente nuestro futuro y, por aperturas imperceptibles entre los dos tiempos, intercambio permanentes de informaciones nos llevan por el buen camino.

Ahora bien, ¿cómo dejarnos guiar por esta parte de nosotros mismos que, desde pequeños, hemos aprendido a ignorar?

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Entrevista en español a Jean Pierre Garnier Malet:

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