martes, 13 de junio de 2017

7 Grandes Características de las Personas Auténticas



“Muchos viajes de autosuperación y autodescubrimiento implican esfuerzos por vivir una vida más auténtica”, explica el psicólogo norteamericano Guy Winch. En ese sentido, el especialista elaboró un artículo para ‘Psychology today’ en el que recomienda la adopción de los siguientes siete hábitos para ayudarte a ser una persona más auténtica.

No obstante, Winch recuerda que el equilibrio es importante, “ten en cuenta que la exageración de cualquiera de estos hábitos podría hacerte más daño que bien, así que asegúrate de ser moderado, no extremo”.

1. Hablan lo que hay en su mente sin timidez

autoLas personas auténticas se toman un tiempo para averiguar sus propias opiniones y puntos de vista sobre las cosas, y no son tímidas a la hora de compartir sus opiniones con el resto. Además, la manera en que comparten sus opiniones también importa, pues ellas se sienten cómodas al presentar sus ideas sin la expectativa de convencer a los demás de que tienen razón.

2. Responden a expectativas internas, no externas

expectLas personas auténticas pasan tiempo pensando y explorando sobre sus propias creencias, ideales y expectativas, pues se basan en las respuestas a estas preguntas para darle una dirección y propósito a sus vidas. Desde luego que identificar tus propias ideas y creencias no es necesariamente fácil, ya que pueden entrar en conflicto con las creencias y normas de la familia, comunidades y/o cultura en la que creciste.

3. Encuentran y forjan su propio camino

propio caminoSer auténtico no solo se trata de lo que dices o piensas, sino también de lo que haces y cómo estás en el mundo. Ser guiado por una brújula interna significa no tener que seguir las rutas convencionales que los otros toman para alcanzar sus metas. La gente genuina busca y descubre su propia manera de perseguir sus objetivos, aunque esto represente un riesgo de que no todos sus esfuerzos tendrán éxito necesariamente.

4. No se sienten amenazadas por el fracaso, lo consideran parte del viaje

personas autenticasLa razón por la que la mayoría de personas siguen rutas convencionales es porque son supuestamente “probadas y más seguras”, y por lo tanto es más probable que lleven al éxito. Por otro lado, ir por rutas menos concurridas es más riesgoso y pueden conducir al fracaso. Sin embargo, las personas genuinas tienden a seguirlas porque no se sienten amenazados por la idea de fracasar. De hecho, consideran al fracaso como una parte integral de su viaje, una fuente de aprendizaje y una experiencia enriquecedora que les puede servir para crecer. Para ellos el fracaso es más instructivo que amenazante.

5. Admiten sus fallas y asumen responsabilidad por sus acciones

lunes, 12 de junio de 2017

Todo lo que no puedes controlar, te está enseñando a soltar


¡En la vida nos pasará de todo! Y dentro de ese sin fin de posibilidades, viviremos experiencias inolvidables, positivas y negativas, tendremos vivencias un tanto más triviales, que luego valoraremos por su importancia, pero sobre todo creceremos, aprenderemos a hacer uso de nuestras herramientas, reconoceremos nuestros recursos internos y en el mejor de los casos aprenderemos a manejar las situaciones que nos generen sufrimiento.

Cuando atravesamos una experiencia sobre la cual no tenemos control, al menos no de la manera que nos gustaría, tendremos varias opciones para abordar esa situación, intentando tomar el control y sintiéndonos frustrados por los resultados, resistiéndonos a lo que está pasando, con tanta rigidez en nuestro ser, que terminamos por quebrarnos, negando la experiencia, evadiéndola o huyendo de ella, sin aceptar que está ocurriendo y debemos hacerle frente o en el mejor de los casos aceptando y soltando la necesidad de controlar.



Y es justamente a aceptar y soltar lo principal que debemos aprender, porque es esto lo que nos libera del sufrimiento, es esto lo que nos hace transitar un camino complicado con la mejor actitud, confiando en que si estamos haciendo lo que está a nuestro alcance de la mejor manera, pronto nos ubicaremos en una posición privilegiada que nos permita mirar atrás y ver lo conveniente de haber soltado aquello que no nos hacía bien, haber dejado de procurar tener el control sobre lo que no era posible y ahorrándonos cualquier cantidad de energía que pudimos canalizar en otra dirección.

Para quienes tenemos un locus de control interno y nos cuesta delegar, dejar responsabilidades en alguien más o aceptar que no tenemos alcance para resolver alguna situación, nos resulta un tanto más complicado soltar. Obtener resultados distintos a los que nos gustaría se puede tornar un verdadero castigo, impuesto por nosotros mismo y el asumir que no podemos hacer nada, nos llena de frustración, ya que nos sabemos creadores de nuestras vidas y sus experiencias, incluyendo aquellas que no nos dejan un sabor amargo en la boca.

Las relaciones importantes son planeadas por las almas mucho antes de que los cuerpos se encuentren


Cada persona que se cruza en nuestro camino a lo largo de la vida lleva consigo un propósito, nadie transita por nuestra vida por azar, algunas con mayor o menor impacto, pero todas ellas hacen posible parte de nuestras lecciones de vida.

Quizás en el momento no logramos percatarnos de la importancia de alguien en nuestro desarrollo, pero con el tiempo todo va encajando perfectamente y nos damos cuenta de que como en un rompecabezas, una pieza puede estar totalmente en blanco, pero ser exactamente la necesaria para la unión del resto de las piezas.



Todo lo que para nosotros no es demostrable, es un misterio, sin embargo existen muchas hipótesis en cuanto a nuestro tránsito por este plano, teniendo mucho sentido que las personas que juegan roles trascendentales en nuestras vidas, corresponden con almas con las que tenemos acuerdos previos a encarnar y que serán piezas claves en las acciones que debemos ejecutar y las lecciones que debemos aprender.

Debido a esto, se dice que a pesar de no haber un destino escrito, las almas programan sus encuentros y muchas veces seleccionan sus nexos principales antes de llegar a este plano. Es por ello que siempre debemos bendecir cada una de nuestras relaciones, porque aunque no lo tengamos claro y pensemos que nacimos en la familia equivocada, o nos relacionamos con la pareja incorrecta, de acuerdo a esta teoría, esto dista mucho de la realidad.



Cada persona nos aporta algo, de cada quien aprendemos algo o bien le aportamos o enseñamos algo a quienes se relacionan con nosotros. Todos jugamos en una especie de red donde cada pieza está interconectada y de no estar no podríamos quizás terminar nuestras misiones.

Siempre se cruzará en nuestro camino esa persona que necesitamos en ese preciso momento, algunas

viernes, 9 de junio de 2017

En la vida puedes perder muchas cosas, pero perder la paz nunca es opción


Muchas cosas se quedan en el camino tras nuestro paso, cosas que deseamos dejar y otras que quisiéramos no perder jamás, es parte del aprendizaje, de la experiencia, del progreso en la vida, sin embargo, hay algo que nadie puede robarte jamás, tu paz interior.

No hay camino para la paz, la paz es el camino. Mahatma Gandhi


Básicamente nos pasa aquello que permitimos nos pase, evidentemente hay cosas por fatalidad, causa y efecto que la mayoría de las veces no vemos venir, pero sigue existiendo una diferencia en como vivimos lo que enfrentamos, y es nuestro equilibrio interno, nuestra esencia, esa armonía que debemos mantener con nosotros mismos.



Nuestro entorno, indudablemente suele tener influencia en nuestra vida, positiva o negativa, genera y estimula, muchos sucesos en nuestro camino, pero nos toca a cada uno de nosotros decidir si permitimos o no que nos desestabilice, que nos afecte y que llegue a alterar nuestro estado mental y por ende nuestra paz.

Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz.
 Albert Einstein


Sabemos que el concepto de paz es muy relativo, cada quien tiene nada percepción distinta de lo que representa su paz, pero algo si es seguro, y es que la paz es un estado de consciencia, es la mirada clara y serena, sin juicios, sin razones necesarias, simplemente es sentirse pleno y conforme con lo que se tiene, se hace y se es.

Las cinco reglas de la felicidad, de acuerdo al Budismo Tibetano


El Budismo, como muchos conocen, más allá de ser una religión, es una filosofía, que cualquier persona interesarse en explorar o sumergirse en el mundo espiritual, puede tomar de guía.

Las reglas de la felicidad están asociadas con los llamados venenos del budismo, todas ellas se entrelazan entre sí y nos hablan especialmente de las cosas de las cuales debemos liberarnos y cuales debemos hacer parte de nuestras vidas.


Libera tu corazón del odio:

 El odio es uno de los peores sentimientos que podemos albergar en nuestro corazón, nos hace daño a nosotros mismos, además de impulsarnos a dañar a otros. El odio no nos permite avanzar, nos limita y nos nubla el buen criterio que podamos tener al momento de toar decisiones.



Libera tu mente de preocupaciones: 

Nada ganamos con preocuparnos, pero en el proceso perdemos lo más importante: nuestra paz, el hecho de agobiarnos planteándonos escenarios que no van a ocurrir, nos coloca en una posición de debilidad, donde la claridad no estará presente y los mecanismos de resolución de conflictos se distanciarán de nosotros. Cada momento de tu vida que le dediques a preocuparte le estará dando más fuerzas a aquello que justamente te preocupa, seguirás manifestando en tu vida más de lo mismo, porque justamente a lo que te resistes persiste. Mientras menos mente esté sobre lo que roba tu paz, más pronto las cosas cambiarán para mejor.

jueves, 8 de junio de 2017

Auto-respeto y humildad


El auto-respeto y la humildad se comportan como nuestro escudo de protección espiritual. Nos liberan de las influencias sutiles del ego limitado.

A medida que recorremos la senda del progreso espiritual, es muy importante tomar conciencia de la presencia de la arrogancia sutil.

La arrogancia sutil puede detectarse especialmente en la inhabilidad de aceptar la crítica, ni siquiera si es constructiva. Internamente hay sentimientos de reacción y rechazo. Hay trastorno en la actitud y la visión hacia la persona que ha emitido esos comentarios.

En la consciencia del alma, podemos aceptar la corrección y las señales que otros nos den como un medio para progresar y somos capaces de tolerar y aceptar la crítica. A la vez, no nos dejamos influenciar por la alabanza.

La clave es generar un estado de consciencia en el que nuestros pensamientos estén llenos de auto-respeto. Y en las palabras y las acciones, mantener un estado de humildad. Entonces la arrogancia terminará. Estas dos virtudes son la base para ser una personificación del éxito en cada pensamiento y cada acción.

El Origen del Miedo


El estado de miedo psicológico está divorciado de cualquier peligro real e inmediato. Puede adoptar diversas formas: desazón, preocupación, ansiedad, nervios, tensión, temor, fobia, etc. El miedo psicológico del que hablamos siempre se refiere a algo que podría ocurrir, no a algo que ya está ocurriendo. Tú estás en el aquí y ahora, mientras que tu mente está en el futuro. Esto crea una brecha de ansiedad. Y si te has identificado con tu mente y has perdido el poder y la simplicidad del ahora, esa brecha de ansiedad será tu constante compañera.

Siempre puedes afrontar el momento presente, pero no puedes afrontar algo que sólo es una proyección mental; no puedes afrontar el futuro.

Además, mientras sigas identificándote con tu mente, el ego dirigirá tu vida. Debido a su naturaleza fantasmal, y a pesar de sus elaborados mecanismos de defensa, el ego es muy vulnerable e inseguro, y se siente amenazado constantemente. Por cierto, esto sigue siendo verdadero aunque externamente esté muy seguro. Ahora bien, recuerda que una emoción es la reacción del cuerpo a la mente. ¿Qué mensaje recibe continuamente el cuerpo desde el ego, desde ese falso yo fabricado por la mente?: peligro, estoy amenazado. ¿Y qué emoción genera este mensaje continuo?: miedo, por supuesto.

El miedo parece tener muchas causas: miedo a la pérdida, miedo al fracaso, miedo a que nos hieran, y así sucesivamente; pero, en definitiva, todos los miedos pueden resumirse en el miedo del ego a la muerte, a la aniquilación. Para el ego, la muerte siempre está a la vuelta de la esquina. En este estado de identificación con la mente, el miedo a la muerte afecta a todos los aspectos de tu vida.

Por ejemplo, algo tan aparentemente trivial y «normal» como la necesidad compulsiva de tener razón en una discusión y demostrar que el otro está equivocado —defender la posición mental con la que te has identificado— se debe al miedo a la muerte. Si te identificas con una posición mental y resulta que estás equivocado, tu sentido de identidad, basado en la mente, se sentirá bajo una seria amenaza de aniquilación. Por tanto, tú, como ego, no puedes permitirte estar equivocado. Equivocarse es morir. Esto ha motivado muchas guerras y ha causado la ruptura de innumerables relaciones.

Cuando dejas de identificarte con la mente, el hecho de tener razón o estar equivocado es indiferente para tu sentido de identidad; de modo que esa necesidad compulsiva, apremiante y profundamente inconsciente de tener razón, que es una forma de violencia, deja de estar presente. Puedes expresar cómo te sientes y lo que piensas con claridad y firmeza, pero tal expresión no estará teñida de agresividad ni actitud defensiva. Tu sentido de identidad deriva entonces de un lugar más profundo y verdadero dentro de ti, no de la mente.



OBSERVA CUALQUIER ACTITUD DEFENSIVA

que surja en ti. ¿Qué estás defendiendo?: una identidad ilusoria, una imagen mental, una entidad ficticia. Haciendo consciente este patrón y observándolo, puedes romper la identificación con él. El patrón inconsciente comenzará a disolverse rápidamente a la luz de tu conciencia.

Este es el final de todas las discusiones y juegos de poder, que son tan corrosivos para las relaciones. El poder sobre los demás es debilidad disfrazada de fuerza. El verdadero poder está dentro, y está a tu disposición ahora.

La mente siempre trata de negar el ahora y de escapar de él. En otras palabras: cuanto más te identificas con tu mente, más sufres. O puedes decirlo de este otro modo: cuanto más capaz seas de valorar y aceptar el ahora, más libre estarás del dolor y del sufrimiento, más libre de la mente egotista.

Si no deseas crear más dolor para ti mismo ni para los demás, si no quieres añadir más dolor al residuo del pasado que aún vive en ti, no crees más tiempo, o crea el imprescindible para gestionar los aspectos prácticos de la vida. ¿Cómo dejar de crear tiempo?
DATE CUENTA INEQUÍVOCAMENTE DE QUE EL MOMENTO PRESENTE es lo único que tienes. Haz del ahora el centro fundamental de tu vida. Si antes vivías en el tiempo y hacías breves visitas al ahora, establece tu residencia habitual en el ahora y haz breves visitas al pasado y al futuro cuando tengas que resolver los asuntos prácticos de tu vida.

Di siempre «sí» al momento presente.


ACABA CON LA ILUSIÓN DEL TIEMPO 

La clave es ésta: acaba con la ilusión del tiempo. Tiempo y mente son inseparables. Retira el tiempo de la mente y ésta se para, a menos que elijas usarla.

Estar identificado con la mente es estar atrapado en el tiempo: vives de forma compulsiva y, casi exclusivamente, mediante el recuerdo y la anticipación. Esto produce una preocupación interminable por el pasado y el futuro, y una falta de disposición a honrar y reconocer el momento presente y permitir que sea. La compulsión surge porque el pasado te da una identidad y el futuro contiene una promesa de salvación, de una realización de algún tipo. Ambas son ilusiones.

Cuanto más te enfocas en el tiempo —pasado y futuro— más pierdes el ahora, lo más precioso que hay.

¿Por qué es lo más precioso? En primer lugar, porque es lo único que hay. Es todo lo que hay. El eterno presente es el espacio dentro del que se despliega tu vida, el único factor que permanece constante. La vida es ahora. No ha habido nunca un momento en que tu vida no fuera ahora, ni lo habrá jamás. En segundo lugar, el ahora es el único punto que puede llevarte más allá de los limitados confines de la mente. Es tu único punto de acceso al reino informe e intemporal del Ser.

¿Has experimentado, hecho, pensado o sentido algo fuera del momento presente? ¿Piensas que lo harás alguna vez? ¿Es posible que algo ocurra o sea fuera del ahora? La respuesta es evidente, ¿no es cierto?

Nada ocurrió nunca en el pasado; ocurrió en el ahora. Nada ocurrirá nunca en el futuro; ocurrirá en el ahora.

La esencia de lo que estoy diciendo aquí no puede entenderse mentalmente. En el momento que lo entiendes, se produce un cambio de conciencia de la mente al Ser, del tiempo a la presencia. De repente, todo se vivifica, irradia energía, emana Ser.

(Autor: Eckhart Tolle)