lunes, 31 de julio de 2017

¿Hasta dónde llega mi responsabilidad?



¿Hasta dónde puedo hacer yo? ¿Cuándo es el momento para dejar de actuar? ¿Qué fantasmas hay detrás de la responsabilidad? ¿Cuál es mi papel en los problemas ajenos? La responsabilidad, como casi todo lo que nos rodea, en su justa medida es adecuada y funcional. Sin embargo, ¿qué pasa cuando supera los límites que son tolerables para nosotros o cuando nos exige más de lo que podemos dar? Cuando esto ocurre surge en nosotros la culpa, la ansiedad, los debería, los tengo que y es aquí cuando nos toca actuar.

Yo soy responsable de lo que puedo hacer y de lo que puedo controlar. En el momento en el que intente hacer algo que no está en mi mano será cuando empiecen a aflorar estas emociones desagradables. Si me diera cuenta de que mi responsabilidad llega hasta dónde puedo abarcar no sería esclavo de la ansiedad. Si me diera cuenta de que yo soy la persona con la que voy a convivir toda la vida y es a ella a quien le tengo que ser fiel y por quien debo sentirme responsable, no me comería el demonio de la culpa.


“Quien es auténtico asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es”
-Jean Paul Sartre-


Si no todo está en mi mano, ¿por qué me afecta entonces?

En nuestra cultura la responsabilidad es muy valorada. Alguien que es comprometido, organizado, leal etc. es bien visto y casi inconscientemente premiado por la sociedad, tanto para los trabajos, para realizar labores, para amistades etc. Por ello nos sentimos mal cuando no asumimos la parte de responsabilidad que entendemos que nos corresponde. Podemos pensar que sintiéndonos responsables, a veces incluso de acciones que no son nuestras o no nos incumben, nos sentiremos mejor.



La cargas que esto conlleva nos duelen y nos hacen daño. Entonces aparece la culpa por no haber actuado antes o la ansiedad por haber dejado que se fuera solo a casa o el pensamiento de que si hubiera actuado de otra manera ahora no estaría. Así podríamos crear una lista interminable.

Somos responsables de nuestros actos y solo hasta ahí podemos y debemos hacer. Tendremos que aprender a colocar nuestros límites y a dejar que las situaciones de los demás nos afecten hasta un punto. Cuando superemos estas líneas ya no estarán dentro de los límites que marcan el espacio de nuestra responsabilidad las acciones de los demás y podremos sentirnos libres y en paz, por haber hecho hasta donde podíamos y teníamos que hacer, habremos dado todo lo que está en nuestras manos.

Aprender a soltar y sentirme libre con responsabilidad

Razones por las que hay que ejecutar, posiblemente, cambios en la psique colectiva


A raíz del último artículo, han surgido varias inquietudes respecto a cuales serían las posibles consecuencias de estos posibles revolcones energéticos que pueden darse, según avance o no la situación de nuestro inconsciente colectivo, y según se consiga avanzar hacia la masa crítica a tiempo o no.

¿Qué puede hacer cualquiera de nosotros, el común de los mortales, ante todo esto? ¿Qué tipo de procesos nos esperan para que podamos avanzar hacia la nueva matrix/realidad, o al menos salir de la realidad del vagón de cola? ¿Cuál es el efecto práctico en la vida de una persona que se vea arrastrada por el revolcón energético?

Intentemos responder a eso de nuevo con otras analogías, y luego intentemos ponerlo en términos más prácticos. ¿Qué sucede cuando te pasa algo en la vida que te deja traspuesto, en shock, cuando algo te desmonta parcialmente tu forma de entender el mundo y se caen viejos sistemas de creencias que, de repente, han perdido toda credibilidad y validez? En general, uno entra en una espiral de confusión que puede ser bastante profunda y durar algún tiempo. ¿Qué sucede cuando todo lo que has creído que era de una forma ahora ves con una claridad aplastante que no era así, porque unas fuerzas mayores han eliminado, de un plumazo, los velos y filtros que tenías y coloreaban esa percepción?


Cuando ves el show de Truman

Ese es el primer efecto de este “revolcón” energético que se puede dar, no sabemos si va a ser así aún, para sacar a la masa de las personas del último vagón y tratar de moverlas adelante a un estado algo más alineado con la octava general del planeta. Es como si te abren los ojos de golpe y sin anestesia para que te des cuenta del show de Truman en el que estamos metidos. Como ahora simplemente es pura información teórica que leemos en algún que otro blog pero luego queda relegada, filtrada o eliminada con más o menos rapidez, no tiene mayor impacto en nuestra vida. Si aquellos que rigen los procesos evolutivos por los que tenemos que atravesar no vieran otra salida, ya que nosotros no somos capaces de quitarnos nuestros propios velos, entonces posiblemente, repito, no sabemos aun,  nos los quitarán de golpe. Si queréis repasar las razones de todo esto, aquí podéis volver a leer el artículo sobre “¿porque no vemos esa otra realidad?”.

Luego, el segundo efecto es que la confusión que se apodera de las personas, induce a cambios en el plano físico, pero, mientras tanto, las cosas se tambalean un poco porque uno no sabe bien bien por donde tirar con su vida terrenal cuando parte de lo que la sostenía te das cuenta que era falso. Al tambalearse la vida física, muchas cosas se paran, se dejan de hacer, las prioridades cambian, lo que era importante ahora es un sinsentido, etc., pues al habernos sacado parte de las estructuras que nos mantienen “en sueño permanente”, no puedes ya pretender seguir con un estilo de vida que en ese momento ya no tendrá sentido: trabajos que no nos hacen felices, actividades que no nos aportan nada, conocimientos que son falsos o manipulados, sistemas de gestión social, política, salud, económica y financiera que bloquean nuestro desarrollo en vez de ayudarnos con el mismo, etc. Se instaura la desconfianza en aquello que antes eran unas instituciones claramente por y para el pueblo (nunca lo fueron) y puede que, en nuestro interior, entremos en caos.

Ahora, dicho esto, en nuestras manos está que no tenga que suceder. En nuestras manos está que aquellos que puedan, que estén dispuestos, simplemente se pidan a ellos mismos, a su Yo Superior, a su ser, a su parte “divina”, las herramientas y oportunidades para avanzar y salir de este último vagón sin tener que esperar a que se produzca el choque mental para sacarnos a todos de golpe, cuando no haya más remedio que ejecutarlo. Y si no terminamos de creernos que esto vaya a ocurrir, pensad en lo siguiente, que os servirá como analogía para entender lo que le sucede al cuerpo planetario en el que viajamos.


Cuando nos convertimos en adolescentes

Si vuestro cuerpo fuera la madre Tierra, que no para de crecer, regenerarse, cambiar, evolucionar etc., y la humanidad fuéramos las pequeñas bacterias y microbios que habitamos la piel, ¿que pasaría si llega el momento en el que el cuerpo va a sufrir un cambio total y brusco, por ejemplo, en la pubertad, donde prácticamente no hay parte del organismo que no cambie por su propio crecimiento y necesidades evolutivas?

Si nosotros fuéramos la Tierra, y nuestras bacterias los humanos, ¿hasta cuando aguantaríamos los cambios que necesitamos que sucedan en nosotros por ley evolutiva para que esas bacterias se pongan al ritmo y al nivel adecuado para poder habitar el nuevo cuerpo salido del cambio de niño a adolescente?

Por muy burda que sea la analogía, ya que no somos bacterias en el cuerpo terrestre, el planeta en el que vamos no va a retrasar sus cambios porque sus habitantes no estén listos, pero los ralentiza, hasta que las propias leyes naturales le impidan hacerlo más.

Como eso está a punto de suceder, pero en términos humanos no es un proceso que dure un día, sino ciclos de más o menos larga duración, ya cada vez queda menos margen para que esos cambios vayan a darse, de ahí que haya otras fuerzas trabajando en coordinación con la esfera planetaria y su consciencia, para que lo que va dentro se prepare para la sacudida, o se ajuste antes de la misma y no sufra demasiadas consecuencias.

Simplemente, creamos en ello o no, son cosas que sucederán, de la misma forma que nuestros niños se convierten en adolescentes por mucho que los pequeños microbios que hay en nosotros se enteren de que va el cambio o no lo hagan.


¿Porqué la Tierra tiene que seguir adelante, ajustarse y cambiar?

viernes, 28 de julio de 2017

PRESENTACIÓN Y PROYECTOS THEISMAVISION


Con este Vídeo queremos darnos a conocer a todos vosotros y también queremos compartir los nuevos retos y proyectos que tenemos.

En una segunda parte queremos compartir con vosotros una buenísima noticia; ha visto la Luz un proyecto maravilloso, y es que ya hay una escuela para el desarrollo del SER y de la Consciencia.

Gracias por vuestra atención.



SI QUIERES SUSCRIBIRTE, PINCHA EL SIGUIENTE ENLACE:
https://www.youtube.com/user/TheIsmavision

SI QUIERES RECIBIR NOTIFICACIÓN CUANDO SUBAMOS UN NUEVO VÍDEO,
HAZ CLIC EN LA CAMPANA QUE SALE  A LA DERECHA DEBAJO DE CADA VÍDEO

jueves, 27 de julio de 2017

Sonreír ante las desgracias puede convertirse en la mejor terapia para superarlas


Una sonrisa se asoma en nuestro rostro cuando algo es capaz de despertar emociones o sensaciones positivas. Evidentemente esto es sencillo cuando las experiencias son positivas, pero resulta altamente beneficioso aprender a sonreír, inclusive ante lo que podemos llamar desgracias.

Cuando somos capaces de sonreír a pesar de atravesar un mal momento, estamos pasando un interruptor en la manera en la cual estamos afrontando alguna adversidad, estamos siendo capaces de encontrar algo positivo en medio de algo que pudiese ser muy trágico y esto tiene el potencial de desencadenar en nosotros una serie de respuestas favorables que podrían ser el inicio de la mejor terapia que podamos aplicar si queremos ver las desgracias de otra manera.



La mayoría de las calamidades se forman en la mente de quien las vive y les da fuerza, lo que para uno representa un problema, para otro es un cambio natural, lo que para algunos demanda demasiada energía, para otros es una oportunidad de fluir con la vivencia. Quizás hayamos escuchado en algún momento que no es lo que nos ocurra, sino cómo reaccionamos ante ello, o bien que la vida es 10% lo que nos sucede y el restante 90% es cómo reaccionamos ante ello.

Nuestra mente genera tormentas ante ciertas situaciones, que podrían ser mucho más llevaderas, cuando aprendemos a mantener la calma, no a fingirla, sino a sentirla realmente, le restamos poder de acción y de creación cuando nuestro esquema de pensamiento se alinea en positivo.



Algunas cosas que favorecen una buena actitud, son sin duda, la fe y la esperanza, el encontrar un para qué en cada una de las cosas que atravesamos, y evidentemente el sentirnos preparados y confiados en nosotros mismos y en el proceso de la vida para afrontar cada uno de los escenarios en los cuales nos podemos ubicar.

Lo peor de todo ocurrirá solo en nuestra mente, porque inclusive aquello que creemos terrible e inmanejable, si cambiamos el enfoque, terminamos por digerirlo, asimilarlo y aceptarlo. La aceptación es el punto deseado en cualquier proceso de sanación, en cualquier terapia, a través de ella, dejamos de resistirnos, dejamos de tensar las cosas y a partir de este punto nos es posible superar realmente una adversidad.


Amo las miradas que delatan sentimientos


Alguna vez habremos escuchado que la mirada es el reflejo del alma, a través de ella logramos transmitir lo que nuestro interior contiene, así como percibir en el otro lo más profundo, lo que nada tiene que ver con posturas o fachadas. Lo que es esencial se refleja en las miradas y aunque ellas son capaces de adaptarse a los deseos de nuestra mente para inclusive mentir y manipular, también son las primeras en escapar de las cadenas y asomarse para mostrar en esencia lo que se siente, sin miedo a ser descubiertas.

Podemos escuchar palabras, algunas de ellas fundamentadas con verdades, que tomen fuerza con ese lenguaje sublime que utiliza ojos para expresarse, pero muchas veces escucharemos otras que no tendrán que ver con lo que la mirada de quien las pronuncia refleja. Las miradas delatan sentimientos, no es sencillo amaestrar a la mirada, no es sencillo esconder en ella lo que muchas veces no nos atrevemos a pronunciar.



“No sé ni tu nombre, sólo sé la mirada con que me lo dices. -Mario Benedetti-“


Las miradas difícilmente ocultan la tristeza, la alegría, la pena y especialmente el amor. Son capaces de apagarse, hasta presentarse casi imperceptibles, cuando pasamos por malos momentos, cuando nuestra energía está baja, esa llama apagada se refleja en una mirada perdida, opaca, en la mirada de quien no halla interés especial por la vida…



Así mismo, una simple mirada puede reflejar erotismo, puede ser un estimulante para quien la recibe. Las miradas pueden hablarnos de la honestidad de las emociones de alguien, si una sonrisa es sincera, si un te amo es honesto, si una despedida es sentida… Los ojos se acoplan con facilidad a las necesidades de nuestra mirada, dilatan sus pupilas, brillan, lagrimean…

“El alma que hablar puede con los ojos también puede besar con la mirada. -Gustavo Adolfo Béquer-“


Hay personas muy astutas que son capaces de hacer que sus miradas los soporten, pero en la mayoría de los casos no es posible mantener la mirada mientras se miente, mientras se engaña, especialmente para los que no dominan, ni tiene cómo hábito el arte de la traición o la mentira.

miércoles, 26 de julio de 2017

Despejando el camino para dar lugar al SER CREATIVO


El objetivo de este texto es propiciar llaves para crear una dinámica de acercamiento a la Autorrealización.


La individualidad del SER dentro del círculo de pertenencia.

Venimos solos al mundo y nos iremos solos.
Somos por nosotros mismos, la identidad es propia.
Solo podrás activar tu sentido de manada cuando te reconozcas como individuo y sanes como individuo.
Sanar la célula individual.


LA CELULA INDIVIDUAL.

Este concepto nos figura un fractal de lo micro a lo macro, donde se reconoce a lo individual como UNO en sí.

Vinimos a sanar la célula individual.
Reconociendo la individualidad del ser, obrando con autenticidad.
Una vez comenzado este sendero…

El ser individual podrá integrarse al todo que es uno.
 UNA UNIDAD.
Una sola misma unidad… como lo es él.

Se  es una célula individual siendo uno consigo.
Se  es una célula individual dentro de otra célula individual.

El conjunto de  individualidades hace al  todo UNA misma gran célula.



Autoconocimiento.

Trabaja para alcanzar una desidentificación con lo que nos ofrece el ego artificial, de lo contrario convertirás la sensación de seguridad y pertenencia que te da la cultura en dependencia.

La identificación con la cultura es el equivalente a la identificación con la personalidad, es aquello que da forma externa a lo que somos, un nombre, una apariencia, un carácter. El problema es tomarlo como determinante y que de esta forma haga a quien somos. Cuando en verdad esto conlleva un grado de impermanencia, ligado al estado de la materia y su proceso temporal de: nacimiento, degradación y muerte…  Por lo tanto, podemos deducir que  lo que hace a la esencia es algo más abarcativo y no tan puntal ni efímero. Hay que posicionarse para  mirar el panorama desde afuera.



Nos acercamos al Verdadero sentido de pertenencia.

Sacando un poco la mirada de lo micro, de aquello que nos define en lo personal y cultural, y lo satisfactorio y seguro que puedes sentirte  en tu círculo de pertenencia delimitado por tu zona de confort. Debemos alejar la mirada con los ojos de la despersonificación y trascender el estado de abismo, que nos produce el sentirnos entidades únicas, aisladas y solitarias; entendiendo que en verdad sí lo somos, pero hay algo más allá de lo que vemos que nos hace parte de una misma totalidad, que es la creación completa que nos aúna en un mismo todo, esa es nuestra verdadera pertenencia.

Podemos trascender esto, sabiendo que en realidad no es la cultura donde arraigamos nuestras raíces, este sentido pertenece al mundo de los hombres; si puedes deconstruir  la cultura… Verás que no es necesario llegar al estado de desasosiego sintiéndote impertinente a una identidad colectiva; ya que nos abarca y contiene el propio UNIVERSO, el mismo que da vida a la integridad de la creación, aunándola  bajo las leyes que hacen vibrar al todo en armonía.

Encontrar otro lugar desde donde percibir esta realidad, nos hace entrar en la sintonía de una vibración diferente. Nos situamos rodeados de creencias que construyen la VERDAD, que sostienen todos los acuerdos determinantes del paradigma que se esté atravesando, el cual cabe destacar,  será siempre acorde a nuestro entendimiento y en pos de nuestra evolución tanto: Espiritual, Individual, como Especie y Energía.


El Ser Supremo en manifestación.

Cuando la persona logra evidenciar la construcción ficticia/ilusoria a cerca de quien ES, puede alejar este ruido de su mente y lograr ver en lo profundo para encontrarse con su Ser Supremo.
Vibrar en la voluntad del Ser Supremo nos hará conectarnos con nuestra esencia, donde radica el espíritu y donde se encuentra el valor específico que poseemos, para realizar acciones vinculadas a nuestra verdadera misión de ser, dando un sentido profundo a nuestra existencia y transición por esta vida.
Para poner en marcha la acción de dicho plan, entramos en conexión con nuestro Ser Creativo a través de la voluntad de nuestro Ser Supremo.
El Ser Creativo es quien contiene, la autenticidad del yo soy…. Su manifestación propone poner en práctica ese valor que te hace único, brillando en tu ARTE.

Disponer del ego como herramienta.

Podrán pasar muchas cosas fuera, pero al fin y al cabo el universo está en ti


La felicidad no viene dada como la vida, sino que hay que conquistarla. El principal requisito que necesitamos para ello se encuentra en lo que realmente necesitamos para conseguirla y lo podemos encontrar dentro de nuestro propio universo.

Partimos de la base de que el ser humano está hecho para sobrevivir, no para ser feliz. Para lo primero estamos programados; para lo segundo hay que hacer un pequeño “hackeo”. Quién quiera entrar en el desafío de la felicidad, debe asumir que lo más importante está en la creación de un sentido vital.


Ya lo decía José Luis Sampedro, escritor, humanista y economista español, estamos vivos para vivir, para hacernos, para realizarnos. La mayoría de nosotros, alguna vez en la vida nos hemos preguntado para qué estamos vivos. Saber contestar a esta pregunta nos dará un sentido a nuestra existencia. Un sentido propio y genuino.

Todo lo que vemos fuera es solo un reflejo de nuestro interior, de lo que pensamos y sentimos. Los defectos y las virtudes que vemos en los demás, de alguna manera los llevamos dentro. Por muchas dudas y preguntas que tengamos, la mayoría de las respuestas están ya en nuestro interior, porque el universo que habita dentro de nosotros ya es realmente interesante.

¿Qué intentarías hacer si supieras que no puedes fracasar?


Cuidarnos aporta paz a nuestro universo

Puede sonar un tanto irónico, pero nosotros somos los únicos capaces de perturbarnos a nosotros mismos, de consentir terremotos emocionales. La causa de nuestro sufrimiento no está fuera, sino dentro, en cómo afrontamos el dolor.


Los demás pueden matarnos físicamente, pero en un plano espiritual, solo nosotros tenemos el poder de hacernos daño y de imponer un orden. A pesar de librarse en nuestra propia mente, esta guerra ilusoria genera una serie de lastres emocionales, como la culpabilidad, el rencor, el resentimiento, el odio, el castigo y el deseo de venganza.


Nuestras interpretaciones ligadas a nuestras reacciones emocionales son las que nos llevan a sufrir y a entrar en conflicto con nosotros mismos. En última instancia nosotros somos los causantes de nuestro propio daño. Por eso, enfocarnos en nosotros y hacernos cargos de nuestras emociones nos acerca a un conocimiento más profundo de nuestro universo interior.

Al fin y al cabo, lo único que podemos cambiar en nuestra vida es a nosotros mismos. Todo lo demás, son conceptos ilusorios. Podemos perturbarnos por querer un mundo mejor, donde haya menos injusticias y más igualdad, pero todo eso escapa de nuestras manos. En cambio, cambiar y mejorar nuestro interior es solo trabajo nuestro, por eso alcanzarlo nos da una paz ilimitada y un nuevo concepto de afrontar las situaciones.

“Lo mejor que puedes hacer por la humanidad es ser feliz y aprender a estar en paz contigo mismo”
-Séneca-


Para construir un universo propio necesitamos ser valientes

La generalización es una amenaza para nosotros, que nos perdemos en ciudades de grandes edificios y con reglas que pocas veces se dicen, pero se imponen. En muchas ocasiones, sacrificamos actuar en coherencia con nuestros valores por proyectar una imagen mejor: esta es una de las formas que el sistema tiene para dominarnos, la recompensa que nos ofrece a cambio. Haz esto y hazlo de esta forma y te tendré en cuenta.

Así es como terminamos ocupándonos de todo menos de nosotros, del coche, de la moto, de lo otro y de lo de más allá; nos pasamos el día haciendo cosas automáticas, cuando sencillamente podríamos vivir mejor.