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jueves, 30 de junio de 2016

“Pacificar y unificar”


“Aprended a movilizar vuestros pensamientos, vuestros deseos e incluso todas las tendencias de vuestra naturaleza inferior, para la realización de un ideal sublime. 

Este trabajo de unificación, de armonización, el Sol también puede ayudaros a realizarlo. 

Al mirarlo cuando se eleva, por la mañana, pensad que vuestra conciencia se aproxima a vuestro propio Sol, vuestro espíritu, vuestro Yo superior, para fusionarse con él. 

Cuando hayáis logrado pacificar y unificar todas las fuerzas contrarias que os molestan para dirigirlas hacia una sola dirección luminosa, divina, os convertiréis en un foco tan potente que seréis capaces de irradiar en todas direcciones, como el Sol.


Un ser que ha conseguido arreglar sus propios problemas es libre y puede empezar a pensar en los demás. 

Gracias a la libertad que ha adquirido, extiende el campo de su conciencia a todo el género humano, y como el Sol, envía la superabundancia de luz y de amor que desborda de él… 

“La enfermedad a la luz de la Ley del Amor”



Has mencionado en diversas ocasiones que hay enfermedades físicas que tienen que ver con determinados sentimientos o con su represión. Me gustaría profundizar ahora en ello.

Sí. Existe mucha gente enferma del espíritu precisamente porque han anulado sus sentimientos y cuando el espíritu enferma también lo hace el cuerpo, ya que está íntimamente ligado a él.

¿Quieres decir entonces que una enfermedad física puede tener un origen emocional?

Efectivamente. La represión de los sentimientos es la mayor causa de enfermedad en vuestro mundo, tanto de enfermedad psicológica como física.

Esto lo puedo aceptar respecto a las enfermedades mentales… Pero, ¿y el cáncer? ¿Acaso no ha demostrado la ciencia que el cáncer se produce debido a alteraciones genéticas?

Las alteraciones genéticas están en todos los casos, pero en muchos de ellos no son la causa primera.

¿Y cuál es la causa primera?

Como te he dicho, la causa es anímica y tiene que ver con la represión del interior espiritual. Ocurre que cuando la persona no actúa ni vive de acuerdo con sus sentimientos, se produce un malestar interno profundo en la persona que lo padece. Eso genera egosentimientos psíquicamente dañinos como miedo, rabia, odio, tristeza etc, que son los causantes de la enfermedad. Este malestar puede ser estimulado por una causa externa, algún tipo de circunstancia en la vida que a la persona le resulte realmente difícil de afrontar. Llamémosle a esta circunstancia conflicto emocional.

¿Y cómo se transmite el malestar emocional al cuerpo físico para acabar generando una enfermedad?

Cuando la persona se encuentra mal emocionalmente, existe un cortocircuito entre los niveles espiritual y mental que se transmite al cuerpo energético o astral, de modo que éste sufre una alteración en su configuración, un descenso en el nivel vibratorio, una “bajada de energía”, que afectará a una región concreta del cuerpo astral, como una especie de apagón que afectará a una parte del tendido eléctrico, la cual deja de vitalizar correctamente la zona del cuerpo a la que está conectada. La falta de energía vital provoca una desconexión de la región desvitalizada respecto al resto del cuerpo y, como consecuencia de ello, el tejido desvitalizado deja de actuar en armonía con el resto. Al perder su patrón energético, el funcionamiento normal de las células se ve afectado y comienzan a aparecer alteraciones genéticas que pueden, o bien destruirlas, provocando así una enfermedad degenerativa, o bien hacer que empiecen a crecer descontroladamente, provocando así un cáncer.

Todo esto me recuerda a lo que dice la Dra. en Física Barbara Ann Brenan en sus libros Manos que curan y Hágase la luz respecto a la enfermedad, y que me recomendaste cuando hablamos sobre el cuerpo astral. Según ella, los problemas psicológicos y emocionales se manifiestan en el cuerpo astral como zonas oscuras o de diversos tonos turbios, cuyo origen radica en las ideas negativas que mantiene una persona en un momento dado. Si éstas persisten en el cuerpo astral sin resolverse, tarde o temprano ocasionan una manifestación en el cuerpo físico de la persona y causan una enfermedad.

Entonces, ¿está en lo cierto?

Efectivamente, así es.

También me recuerda a los postulados de la Nueva Medicina, que enunció el médico alemán Ryke Geerd Hamer. Según el Dr. Hamer, todo cáncer o enfermedad equivalente al cáncer empieza por un conflicto emocional extremadamente brutal, vivido en soledad. Dependiendo del tipo de conflicto, el cáncer se desarrollará en un órgano u otro. Además, dice que el conflicto emocional afecta primero al cerebro, provocando una especie de cortocircuito, y que la región del cuerpo que está conectada con esa parte del cerebro es la que sufre posteriormente la enfermedad. Postula también que la curación de la enfermedad pasa por la solución del conflicto emocional que la origina. ¿Está en lo cierto este médico?

Lo que dice es bastante correcto, aunque no al cien por cien, porque no todas las enfermedades se originan por conflictos emocionales. Pero sí la mayoría.

¿Y es cierto que si se soluciona el conflicto emocional se puede lograr la curación de la enfermedad?

Sí. Pero para resolver el conflicto debe haber en la persona un cambio bastante profundo, porque si la persona persiste en aferrarse a sus egosentimientos y reprimir sus sentimientos, detrás de una enfermedad vendrá otra, porque aún cuando ciertos conflictos se hayan podido resolver, aparecerán otros que activarán los mismos egosentimientos. Por tanto, llegamos a la raíz del problema: lo que es realmente patogénico y causante de la enfermedad es el egoísmo y sus manifestaciones, y lo que es curativo y saludable es el amor y su expresión. Y esto se cumple siempre.

¿Pero acaso no nos pasa eso a todos en mayor o menor medida? Quiero decir, ¿no nos ocurren a casi todos cosas en la vida que nos generan disgustos de todo tipo y que nos despiertan rabia, tristeza y agresividad? Porque yo me identifico bastante con la descripción que has hecho respecto a la represión de los sentimientos y sin embargo no tengo cáncer.

Cierto, y por eso casi todos enfermáis de vez en cuando. Pero para que se produzca una enfermedad realmente grave, como el cáncer, debe ocurrir que la persona quede emocionalmente “atrapada” por el malestar emocional, en el sentido de que éste se convierta en una obsesión permanente, que se deje dominar por los egosentimientos y persista en esta actitud durante un tiempo relativamente largo, hasta el punto de que le impida conciliar el sueño durante un periodo prolongado. Se debe dar además que la persona reprima toda forma de desahogo y exteriorización de estos egosentimientos.

¿Entonces existe una personalidad susceptible al cáncer?

Sí. La de aquellas personas que se dejan arrastrar por los egosentimientos (rabia, odio, tristeza, miedo) y/o las que se sienten reprimidas en la percepción y/o manifestación de los sentimientos.

¿Entonces debo llegar a la conclusión de que la enfermedad es un castigo por no hacer bien las cosas?

Un castigo, no. Es una consecuencia del dolor emocional interno. Es la misma persona la que se lo provoca y también la que puede remediarlo, haciendo un cambio en sí misma, del egoísmo hacia el amor, de la represión hacia la exteriorización de su auténtica personalidad espiritual.

¿Y qué sentido tiene que a una persona que está sufriendo ya tanto le venga una enfermedad tan fuerte como ésa? ¿Acaso no tenía bastante con lo primero?

Ten en cuenta que el malestar físico es consecuencia del malestar interior. En este caso la enfermedad física actúa como señal de alarma para que la persona se dé cuenta de la enfermedad del interior que padece y la motive a cambiar.

Ya, pero si una persona no asocia que la enfermedad física tiene que ver con la enfermedad del interior ¿cómo la puede ayudar esto a cambiar?

La enfermedad física debilita las barreras mentales que aprisionan la manifestación del interior espiritual y, por tanto, ayuda a adquirir mayor grado de sensibilidad, tanto respecto a nuestros propios sentimientos como respecto a los sentimientos y sufrimientos de los demás. Esto es lo que puede motivar a la persona a cambiar.

Y si cambia, ¿acabaría curándose?

La mayoría sí, pero no en todos los casos. Hay daños a nivel físico que no se pueden reparar.

¿Y los que no se curan pueden llegar a morir?

Sí.

¿Entonces qué sentido tiene la enfermedad, si aunque hagas el cambio no te curas y puedes morir igualmente?

“Ritmo de vida: del culto a la velocidad al equilibrio y la armonía”



La sociedad actual y la visión que en ella impera ensalzan el exceso como ninguna otra cultura lo había hecho antes. Se trata de una percepción productivita, consumista y aferrada a lo material. Es más, como si fuera lo más normal, en torno al exceso se ha configurado una retórica amplificada por la publicidad y los medios de comunicación. El exceso –sea en acumular riqueza o en ganar medallas olímpicas- se ha elevado prácticamente a la categoría de heroicidad. Y la televisión, la radio o la prensa no destacan el quehacer de los verdaderos héroes –que hay muchos, multitud de hombres y mujeres, por todo el planeta y en los más diversos contextos-, sino el “éxito” del “triunfador”, que suele ser un señor o señora que se aporta mucho a sí mismo y casi nada a los demás.

La Economía-Mundo lo contamina todo con su aroma mercantilista y sus reglas del comercio sin alma: poco importa el verdadero valor de las cosas –su valor intrínseco o de uso- y todo se reduce a su precio –su valor de cambio y especulativo-. Es una auténtica subversión del orden natural. Y para conseguir que las personas la asuman, se promueve un modelo de vida que mira siempre al mañana, jamás al presente. El objetivo es claro: que al colocar la mirada en un futuro virtual y frecuentemente quimérico, no se observe la realidad tal cual es. Todo alienta a plantear constantemente metas y retos para el mañana, sin capacidad de crítica, sin saber de verdad si son propios o impuestos por otros, sin atender nunca al aquí-ahora, a lo real. Igualmente, se anima a transgredir límites y fronteras en un contexto de culto a la velocidad. Y a esto se le llama disfrutar la vida. A costa de lo que sea, incluso de uno mismo y la auténtica identidad; y sin conocer por qué y para qué. De este modo, se llena la mente de ruido, del ajetreo incesante provocado por un mundo “en progreso”, “en avance”, aunque nadie sepa bien hacia dónde.

Y casi nadie se sorprende por tanto dislate, aunque, paradójicamente, muchas personas se escandalicen ante los nocivos efectos e impactos, individuales y colectivos, de tanta proclama aparentemente rompedora. La gente se ha acostumbrado al cómodo ejercicio de seguir la corriente, transitando por la vía rápida de los extremos y renunciando a lo que Aristóteles definió como el “justo medio”, “in media virtus”, lugar de excelencia, según él, para la ética y la razón. De esta forma, el equilibrio queda fuera del alcance de cada ser humano y de la sociedad.

En última instancia, la elección no es entre felicidad o no. Todo el mundo, sin excepción, quiere ser feliz. La clave radica en lo que se entiende por felicidad. Y aquí sí que hay que optar: entre un modelo de felicidad ajeno a uno mismo, impuesto por la visión y sistema dominantes; y la felicidad tal como la vemos y percibimos honesta, sincera y conscientemente desde nuestro interior. La experiencia de los triunfadores, de los rompedores y de los se aplican un modelo de felicidad ajeno a ellos mismos indica con rotundidad lo que espera al final de ese camino: frustración, insatisfacción, estrés, depresión, vacío. Y la de los que han optado por el “in media virtus” también es contundente: felicidad equilibrada, duradera y armoniosa.

Ciertamente, no es preciso ser un genio para percatarse que hacer las cosas más despacio significa hacerlas mejor. Y ofrece la oportunidad de gozar con la acción de hacerlas, lo que se sitúa estrictamente en el presente y no con los teóricos resultados de la acción, que pertenecen al ámbito de un futuro que es mera ficción mental… Todo mejora, hasta la salud, cuando se prescinde del apresuramiento.
Las palabras “rápido” y “lento” representan dos filosofías de vida muy distintas.
Rápido equivale a atareado, controlador, agresivo, superficial, estresado e impaciente, es decir, todo aquello en lo que la cantidad prima sobre la calidad. En cambio, lento está asociado a sereno, cuidadoso, receptivo, silencioso, intuitivo, pausado, paciente y reflexivo, esto es donde la calidad prevalece sobre la cantidad
Por ello, la filosofía de vida de la lentitud puede resumirse en dos cualidades: equilibrio interior y armonía exterior.

¿Qué hacer para dejar atrás tanto culto a la velocidad y vivir en ese equilibrio y la armonía?

miércoles, 29 de junio de 2016

“El amor divino”


“El Maestro Peter Deunov decía: 

«Si alimentáis en vosotros la idea del amor en su forma más sublime, obtendréis la ayuda de miles y miles de almas amantes, porque el amor sobreentiende el trabajo colectivo de una multitud de almas unidas entre sí, por esta idea del amor. 

El amor divino es la mayor fuerza que existe. 

No dudéis nunca de esta verdad, para que las almas que trabajan en su nombre habiten siempre cerca de vosotros.»

Estas palabras merecen ser meditadas, masticadas, digeridas, porque nos abren horizontes extraordinarios. 

Cuando consigamos esta concepción divina del amor, atraeremos de arriba miles de almas que vendrán a ayudarnos, a sostenernos. 

“¿Qué te espera cuando vivas eso que llamas muerte?” Emilio Carrillo



En su primera parte, se profundiza en la práctica del Yo Soy desde la percepción de la dimensión subyacente del momento presente.

Conferencia realizada el 21 de mayo de 2016, en Valencia y organizada por la revista Tú Mismo.



25 Lecciones que aprender de Buda


La filosofía budista es para mí una de las más claras y esenciales existentes, os presento 25 lecciones que cambian una vida.

1 – El Amor Cura todo mal
Es la más alta energía que podemos experimentar, por encima de la gratitud

2 – Te definen tus actos, no tus palabras
Igual que un perro no es buen perro por ladrar mucho, el hombre no es buen hombre por ser buen orador

3 – El secreto de la buena salud es vivir el ahora
No eres dueño del pasado, no sueñes con el futuro, solo el presente te pertenece

4 – Quien mira dentro despierta
Si quieres alcanzar el cielo mira en tu corazón

5 – La palabra tiene el poder de dar dolor y de sanar
La palabra puede cambiar el mundo y solo las buenas palabras las que debemos albergar en nuestro corazón

6 – Déjalo ir y será tuyo para siempre
Solo perdemos aquello a lo que nos aferramos

7 – Nadie puede cambiar su camino por ti
Solo tú puedes recorrer tu camino, nadie puede andar tus pasos

8 – La felicidad no es menor por querer a mucha gente
Una vela puede encender miles de ellas y no pierde su esplendor

9 – Sea amable con todos
Ten compasión por todos los seres, ricos y pobres por igual; cada uno tiene su sufrimiento. Algunos sufren demasiado, otros demasiado poco.

10 – No creas todo lo que te dicen que debes creer
Solo la experiencia te entrega el conocimiento

11 – Según piensas así eres
Si tu pensamiento sufre, eres un mártir, si tu pensamiento no sufre, eres feliz, controla tus pensamientos

12 – Aleja los miedos
Haz que el miedo te tema, al igual que el fuego al agua.

13 – La verdad siempre sale a la luz
Tres cosas no pueden ser ocultadas por mucho tiempo, El sol, La Luna y la Verdad

14 – Controla tu mente
La mente no es un enemigo, solo el descontrol lo es.

15 – La Duda Separa, La Confianza Une
No hay nada más terrible que el hábito de la duda. La duda separa a las personas. Es un veneno que desintegra amistades y rompe relaciones placenteras. Es una espina que irrita y daña; es una espada que mata.

16 – Eres merecedor de todo el amor que te puedas dar
El amor empieza por uno mismo

17 – Conocer a los demás es sabiduría, conocerse a sí mismo es iluminación.
Es mejor conquistarse a uno mismo que vencer mil batallas

18 – La espiritualidad no es un lujo, es una necesidad.
Igual que la vela necesita la llama para iluminar, el hombre necesita la espiritualidad para ser iluminado.

19 – Reemplace los celos por la admiración
La envidia te colma de pobreza, la admiración te llena de riquezas

20 – Busca la paz en tu interior
La paz solo puede estar en el centro de nuestro corazón, no busques fuera aquello que mantienes dentro

martes, 28 de junio de 2016

“Llaves y cerraduras”


“Automáticamente, distraídamente, introducís todos los días llaves en las cerraduras sin daros cuenta que así repetís, simbólicamente, el trabajo del espíritu (la llave) en la materia (la cerradura). 

Pero estudiad lo que son una llave y una cerradura y tendréis entonces las llaves para abrir las cerraduras en las que nunca habéis pensado. 

Sí, las orejas, la boca, la nariz, los ojos, esto son cerraduras; y el mismo cerebro es un cerradura. 

Cuando hayáis tomado conciencia de ello, estaréis en posesión de las llaves que abren las puertas de la naturaleza, pero también puertas en vosotros mismos.

Y ¿qué son el intelecto, el corazón y la voluntad?
Puertas por las que circulan nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestras energías.

Y las llaves para abrir estas puertas son la sabiduría, el amor y la verdad.

La sabiduría abre el intelecto, el amor abre el corazón y la verdad abre la voluntad.

Cada vez que tengáis un problema a resolver, probad estas llaves.

¿No lo conseguís con la primera? Probad la segunda ¿La segunda tampoco abre?

Preceptos de Thich Nhat Hanh


1. No seas idólatra ni te ates a ninguna doctrina, teoría o ideología, incluso a las Budistas. Todos los sistemas de pensamiento son medios de guía; no son la verdad absoluta.

2. No creas que el conocimiento que tienes en este momento es la verdad inmutable, absoluta. Evita ser de mentalidad estrecha y atarte a los puntos de vista presentes. Aprende y practica el desapego de los puntos de vista para estar abierto a recibir los puntos de vista de los demás. La verdad se encuentra en la vida y no meramente en el conocimiento conceptual. Prepárate para aprender a través de toda la vida y a observar la realidad en ti mismo y en el mundo en todo momento.

3. No fuerces a los demás, ni siquiera a los niños, por ningún medio en absoluto, a adoptar tus puntos de vista, ya sea por autoridad, amenaza, dinero, propaganda o incluso educación. Sin embargo, por medio del diálogo compasivo, ayuda a los demás a renunciar al fanatismo y la estrechez.

4. No evites el contacto con el sufrimiento ni cierres tus ojos ante el sufrimiento. No pierdas la conciencia de la existencia del sufrimiento en la vida del mundo. Encuentra maneras para estar con aquellos que están sufriendo por todos los medios, incluyendo el contacto personal y las visitas, imágenes, sonido. Por tales medios, despierta tú mismo y a los demás a la realidad del sufrimiento en el mundo.

5. No acumules riqueza mientras millones están hambrientos. No tomes como el objetivo de tu vida a la fama, el provecho, la riqueza o el placer sensual. Vive simplemente y comparte el tiempo, la energía y los recursos materiales con quienes están en necesidad.

6. No mantengas ira u odio. Tan pronto como surgen la ira y el odio, practica la meditación sobre la compasión para comprender profundamente a las personas que han causado ira y odio. Aprende a ver a los otros seres con los ojos de la compasión.

7. No te pierdas en la dispersión y en el ambiente que te rodea. Aprende a practicar la respiración para recuperar la compostura del cuerpo y la mente, para practicar la atención, y para desarrollar la concentración y la comprensión.

8. No pronuncies palabras que puedan crear discordia y causar ruptura en la comunidad. Haz todos los esfuerzos para reconciliar y resolver todos los conflictos, aunque sean pequeños.

9. No digas cosas falsas por el bien del interés personal o para impresionar a las personas. No pronuncies palabras que causen desviación y odio. No difundas noticias que no sabes si son ciertas. No critiques o condenes cosas de las que no estás seguro. Habla siempre verdadera y constructivamente. Ten el valor de hablar sobre situaciones de injusticia, aun cuando hacerlo pueda amenazar tu propia seguridad.

Mantente en el aquí-ahora, en la observación, en la atención


Mantente en el aquí-ahora, en la observación, en la atención (Recordando lo que Es: 48)

La vida es el aquí-ahora, lo real; el aquí-ahora es la vida, lo real. Si percibes algo -lo que sea- fuera del aquí-ahora o de lo que en conexión con él corresponde, es sólo la mente generando una ficción. El pasado y el futuro son frutos de la imaginación. 

Ni siquiera existe el presente, pues si no hay pasado ni futuro, ¿dónde está el presente? 

Date cuenta: el aquí-ahora no puede ser pensado ni intelectualizado, pues en cuanto lo hagas ya te habrás situado en el pasado; el aquí-ahora sólo puede ser ¡vivido! Esto es lo único que existe: Vivir Viviendo. Por tanto, mantente en el aquí-ahora. Esto significa:

1º. Rompe con el hábito de abandonar la realidad viajando mentalmente por el tiempo.

2º. Observa lo que experiencias de instante en instante, estando atento a ello.

3º. No reacciones ante nada, no te dejes llevar ni arrastrar por los estímulos e impulsos externos.

4º. Percibe la frecuencia vibracional de las actitudes que creas en el aquí-ahora al vivir esas experiencias y modula tal frecuencia para que sea coherente contigo mismo, con lo que realmente eres.

5º. Permite que esas actitudes se plasmen en acciones, comportándote en consonancia con lo que en tu corazón e interior sientes en el preciso momento -ni antes ni después- en el que estás viviendo la experiencia que sea.

6º. Unido a ello, libérate de los sistemas de creencias instalados en tu cabeza que te dicen, de manera predeterminada y estereotipada, qué hacer y cómo comportarte.

Es una práctica simple. Y te reconecta contigo mismo: con lo que auténticamente siempre has sido, eres y serás; con tu estado original ajeno al tiempo y al espacio; con tu naturaleza divina, infinita, eterna; con la Sabiduría innata que posees en tu ser; con la Felicidad que no tiene causa porque es tu Estado Natural… 

lunes, 27 de junio de 2016

Yo Soy, el Yo Soy (Yo Soy, la Magna presencia de Dios en ti) 1ª parte



Hemos resubido este video que ha sido eliminado por copyright

EL VIERNES SUBIREMOS LA SEGUNDA PARTE DE

Yo Soy, el Yo Soy (Yo Soy es la Abundancia Divina) 


Hay que esforzarse por mantener tranquila en todo momento la expresión exterior; así sea entre amigos, parientes, socios o lo que sea, de cualquier condición o edad, pues cada vez que surge el impulso de discutir, criticar o resistir, es la señal de que la conciencia carnal se está entrometiendo para llamar la atención sobre ella. Ese es el momento de darle la orden de observar obediencia y silencio. Lo importante es conservarse en calma, en Gracia de Amor, Luz y Obediencia.




SI QUIERES SUSCRIBIRTE PINCHA EL SIGUIENTE ENLACE: 
https://www.youtube.com/user/TheIsmavision

Muestra siempre lo mejor de ti


En la calle, en las tiendas, en el metro o en las estaciones, no vemos más que semblantes apagados, herméticos, inexpresivos. ¿Es normal que los humanos manifiesten tan poca alegría al verse, y que se mortifiquen unos a otros con un espectáculo tan prosaico? ¿Por qué no se muestran más cálidos, más expresivos, más sonrientes, más vivos? y aún sin tener motivos para estar tristes o desdichados, solamente viéndoles, recibimos esas influencias y entonces llegamos al trabajo, o regresamos a casa, de mal humor, deprimidos, y transmitimos este estado a nuestros compañeros o a nuestra familia. Esta es la vida deplorable que continuamente los humanos se están creando entre sí.

¿Creéis que no es importante mostrar a todos aquellos con los que os relacionáis un rostro abierto, amigable, fraternal?

Esto es la verdadera poesía. Para ser verdaderamente poeta, no basta con escribir versos. El verdadero poeta es aquél que crea la poesía en su propia vida, esforzándose en introducir en ella la pureza, la luz, el amor, la alegría. Algunos dirán: “Pero, ¿cómo se puede sonreír, como se puede estar contento, si se piensa en todas las tragedias que agobian a la humanidad? ¡Y todas las desgracias que se encuentran en la calle!…”

¡Ah! ¿Creéis que se sentirán mejor si os ven con la cara larga?

Es evidente que hay que hacer algo para ayudar a los desgraciados. Pero si vosotros, que no sufrís privaciones, ni enfermedades, ni persecuciones, os paseáis con un semblante lamentable, ¿qué esperáis obtener de ello? Para ayudar a los demás, hay que empezar por presentarles, por lo menos, un rostro abierto, sonriente.

Gracias a la poesía, amamos a los seres y buscamos en ellos algo sutil, luminoso porque necesitamos mirar, sentir, respirar algo que nos apacigüe, que nos armonice, que nos inspire, ¿por qué los humanos nunca se preocupan de la penosa impresión que producen en los demás? Siguen ahí, apagados, gruñones, con los labios apretados, las cejas fruncidas, y aunque intentan mejorar su apariencia exterior con toda clase de trucos, su vida interior, prosaica, corriente, no deja de transparentarse.

El mayor secreto, el método más eficaz, es el amor, el amor que armoniza, que ilumina vuestro rostro y todo vuestro ser interior. Al salir, por la mañana, de vuestra casa, pensad en saludar a todas las criaturas del mundo visible e invisible. Y ya veréis como después, a lo largo del día, os sentiréis vivir en la poesía porque habréis enviado vuestro amor, y desde todas las regiones del espacio el amor retornará a vosotros multiplicado.

¡Cuántas cosas se pueden hacer para aportar a la vida belleza y poesía! No hay que dejarse acaparar por las preocupaciones y los asuntos materiales, sino reservar un poco de tiempo para consagrar las energías a todas esas actividades que darán sentido a vuestra existencia. Los humanos aún no lo han comprendido; hablan de amor, quieren ser amados, pero permanecen cerrados, apagados… ¡prosaicos, en una palabra! No saben cómo vivir esta vida poética gracias a la cual les amarán.

Si fueran más inteligentes, comprenderían hasta qué punto esta actitud es deplorable para ellos y para los demás.

23 frases de Buda


1- “Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado. Si un hombre habla o actúa con astucia, le sigue el dolor. Si lo hace con un pensamiento puro, la felicidad lo sigue como una sombra que nunca lo abandona.”

2- “Todos los actos incorrectos vienen de la mente. Si la mente cambia, ¿cómo podrían permanecer esos actos?”

3- “Mejor que mil palabras vacías, una palabra que traiga paz.”

4- “No vivas en el pasado, no imagines el futuro, concentra la mente en el momento presente.”

5- “No sobreestimes lo que has recibido, ni envidies a otros, el que envidia no tiene paz.

6- “La muerte no se teme, si se ha vivido sabiamente.”

7-“El odio no se termina con odio, se termina con amor, es la regla eterna”

8- “Guardar rencor es como sujetar un carbón caliente con la intención de lanzárselo a alguien más; es uno el que se quema.”

9- “Yo no creo en un destino para los hombres independiente a cómo actúen; creo que les alcanzará el destino a menos que actúen.”

10- “Es la mente de un hombre, no sus amigos o enemigos, la que lo lleva por los caminos del mal.”

11- “Así como una vela no brilla sin fuego, el hombre no puede existir sin una vida espiritual.”

12- “La paz viene de adentro, no la busques afuera.”

13- “La mente lo es todo. Lo que pienses, en eso te conviertes.”

14- “Solo hay dos errores que se cometen en el camino a la verdad: No empezar, y no llegar hasta el final.”



15- “Hay tres cosas que no se pueden ocultar por mucho tiempo: El sol, la luna y la verdad.”

16- “Para tener buena salud, encontrar la felicidad verdadera en la familia y traer paz a todos, el hombre debe primero controlar su propia mente. Si lo logra, habrá llegado a la iluminación, y toda la sabiduría y virtud vendrán naturalmente a él.”

17- “Nos moldean nuestros pensamientos. Aquellos con mentes libres de pensamientos egoístas producen alegría cuando hablan o actúan. La felicidad los sigue como una sombra.”

18- “Somos lo que pensamos, todo lo que somos se levanta con nuestros pensamientos. Con ellos, creamos el mundo.”

domingo, 26 de junio de 2016

“La inmovilidad y el silencio”


“Liberados de las tareas materiales más penosas, gracias al invento de máquinas y de aparatos cada vez más perfeccionados, los humanos deberían tener todas las condiciones para su desarrollo. 

En vez de esto, vemos cómo se desviven, se agotan como si se creyesen obligados a adoptar el mismo ritmo que sus máquinas. 

Es necesario para la economía del país, según dicen… Y así es cómo la economía prospera, mientras que ellos se van a los hospitales y a los cementerios.

Que dejen las máquinas funcionar, pero ellos que aprendan a detenerse para recargarse con energías puras. 

Sí, de vez en cuando, a lo largo del día, hay que pensar en hacer una pausa, dejar de moverse, de hablar e incluso de pensar. 

Si no, es cómo si dejásemos abiertos todos los grifos del agua, del gas y de la electricidad: pronto ya no quedaría nada, toda la energía se habría ido, los depósitos se vaciarían. 

La inmovilidad y el silencio sirven para llenar los depósitos. 

Más allá del silencio interior


Hay una técnica de meditación muy importante y que a menudo ejecutamos en las clases de yoga mental que doy y que se llama la meditación del silencio o la meditación en el ser. 

Es por excelencia una valiosa técnica de introspección para crear un espacio interior de silencio y desarrollar la sensación o presencia de ser. 


A través del silencio va uno abstrayéndose en la sensación de sí para cultivar la consciencia pura y desnuda de ser. Para llevar a cabo esta técnica nos basamos en principio en tres requisitos:

Desconectar durante unos minutos de los afanes, ocupaciones y preocupaciones de la vida diaria (por eso el mundo no se para).
Ignorar los pensamientos, sin ni siquiera oponernos a ellos, tomándolos como nubes que vienen y parten pero que no nos arrastran.

Poner toda la atención, energía e interés hacia uno mismo, para interiorizarse, hacer un espacio de silencio interior y conectarse con uno mismo.

No se trata de desarrollar el pensamiento de ser, sino la sensación del soy-vivo-existo. Cada vez que la mente se exteriorice, hay que tomarla y volcarla hacia adentro, para ir sumergiéndose más y más en el silencio interior y zambullirse en la sensación de ser. Así uno paulatinamente va consiguiendo la detención del cuerpo y de la mente y se va dando, como dicen los yoguis de la India, “un baño de sí mismo”. Este ensimismamiento resulta tranquilizante y gozoso, inhibe los pensamientos y nos permite trasladarnos a la mente quieta.

Otra técnica muy antigua de interiorización y abstracción es la denominada “hallar refugio en el propio corazón”. No nos referimos al corazón como órgano fisiológico, sino a esa zona del pecho que todos sentimos tan cercana e íntima. Ramana Maharshi hablaba del “corazón espiritual”, centro de energía y sede del Sí-mismo que está al lado del corazón. 

El ejercicio consiste en tratar de interiorizarse en esa zona, colocando la atención mental en la misma y tratando de zambullirse en uno, retrayendo los sentidos y haciendo caso omiso de cualquier actividad mental. Como reza la antigua instrucción yóguica: “Cuando los pensamientos cesan, se revela la luz del Ser”. De hecho la primera definición de yoga por escrito es: “La supresión de los pensamientos”, pues de esa manera el meditador se va estableciendo en su naturaleza original.

Pero, con ser importante, esa inmersión en el silencio interior y la presencia de ser, resulta insuficiente. Es un método más de investigación de sí y autodesarrollo, pero tiene que estar necesariamente complementado por un trabajo más amplio y definitivo, como el establecimiento de la atención en la vida diaria, la ética genuina, el trabajo sobre las reacciones emocionales, la autovigilancia en el devenir diario, el control sobre las palabras y actos, el autoconocimiento, el mejoramiento de la relación con los demás, el cultivo de la compasión y la lucidez. 

En suma, todo un trabajo sobre uno mismo que va mutando la consciencia. Hay además otras técnicas de meditación más allá de las del silencio interior que también es necesario practicar y que ayudan a desenvolver el entendimiento correcto o Sabiduría.

Pedir ayuda no es sinónimo de debilidad


Pedir ayuda no es sinónimo de debilidad o de vulnerabilidad. De hecho, más bien, pedir ayuda es un acto de valentía a través del que conocemos la importancia asumir nuestras limitaciones y reconocer el papel que los demás representan en nuestrocrecimiento.
En este sentido podemos afirmar que pedir ayuda es un acto de humildad y de valentía, pues a través de la petición de apoyo reconocemos el valor de las demás personas y luchamos contra la habitual presión hacia la idea de ser autosuficientes.
Así, como hemos comentado en otras ocasiones, el ser humano y su complejo sistema psicológico está diseñado para la cooperación y la relación con su entorno en pro del desarrollo colectivo.
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La confianza, un pilar básico

Cuando pedimos ayuda también estamos dando un voto de confianza a los demás, pues mostramos una parte importante de nuestro ser para que “otro la trate”. Con este simple acto fortalecemos nuestros vínculos. Somos honestos y consideramos a los que nos rodean cuando creemos que pueden hacer algo por nosotros.
Tendemos a pensar en la petición de apoyo socioemocional como un arma de doble filo que ayudará a que otros se aprovechen de nosotros o que dañará nuestra independencia, amenazando gravemente nuestra capacidad de hacer las cosas por nosotros mismos.
Muchas veces son las malas experiencias (una conjunción de decepciones y de expectativas), las que nos hacen pensar así y mostrarnos reticentes a la hora de pedir ayuda y de mostrar nuestras necesidades a otras personas.
No nos falta razón, pero lo cierto es que no podemos vivir desconfiando de que “una maceta se nos va a caer en la cabeza según caminamos por la calle”. Con esto queremos transmitir la idea de que las barreras que nos autoimponemos son útiles cuando la situación requiere amurallarse, no después.
Manos pidiendo ayuda
Pedir ayuda también es una buena forma de comenzar a relacionarnos con alguien, además de unahabilidad social básica indispensable para nuestro bienestar. Así, al igual que a nosotros nos gusta ayudar, a los demás también les hace sentir bien.
Así, lejos de egoísmos, ayudar a los demás es una manera de contemplar la belleza de las relaciones humanos y los vínculos que se establecen alrededor de nuestras actuaciones.
Por eso, dejar atrás la necesidad de orgullo y de sentirse infalible, así como las reservas excesivas de compartir lo que acontece en nuestro interior. Por otro lado, la vergüenza tampoco tiene sentido en ciertos momentos.

viernes, 24 de junio de 2016

“El sufrimiento y el gozo”


“Para que el gozo no os abandone, esforzaos por elevaros lo más a menudo posible hasta las regiones del alma y del espíritu. 

Sólo el alma y el espíritu tienen el poder de haceros vivir en el espacio infinito y en la eternidad. Entonces, aunque os sacuda alguna desgracia, aunque sufráis, seguiréis sintiendo el gozo.

El sufrimiento y el gozo… Diréis que no es posible vivir a la vez dos estados tan contradictorios. 

Sí, es posible. ¿Por qué? 

Porque estamos hechos de dos naturalezas: una naturaleza puramente humana, que es débil, vulnerable y que siente siempre de forma dolorosa la menor contrariedad, el menor obstáculo, la menor pérdida; y otra naturaleza superior a la que ningún mal puede alcanzar, porque vive en una eterna luz, en una eterna felicidad. 

“Escucha con tu corazón” Preceptos Cherokees.


Cuando despiertes por la mañana, agradécele al Creador, a las cuatro direcciones, a la Madre Tierra, al Padre Cielo y a todas nuestras relaciones, por la vida dentro de ti y por toda la vida a tu alrededor.

Recuerda que todas las cosas están conectadas.
Todas las cosas tienen propósito.
Considera rendir un “obsequio” distribuyendo tus posesiones a otros que están en necesidad.
Estás atado a tus palabras, las cuales no pueden romperse a no ser con el permiso de aquellos a los que se les prometió.
Busca armonía y equilibrio en todas las cosas.
Siempre es importante recordar dónde estás en relación a todo lo demás y contribuir al Círculo de cualquier manera que puedas, siendo un “ayudante” y protector de la vida.
Compartir es la mejor parte de recibir.

Ejerce silencio y paciencia en todas las cosas, como un reflejo de auto-control, resistencia, dignidad, reverencia y calma interna.
Ejerce modestia en todas las cosas, evitando fanfarroneo y comportamiento llamativo que atraiga atención hacia ti mismo.
Conoce las cosas que contribuyen a tu bienestar y aquellas cosas que conducen a tu destrucción.
Siempre pide permiso y da algo por todo lo que es recibido, incluyendo agradecer y honrar todas las cosas vivientes.

Sé consciente de lo que está a tu alrededor, de lo que está dentro de ti y siempre muestra respeto.
Trata con respeto a cada persona, desde el niño más pequeño hasta el anciano más viejo.
No mires fijamente a otros; baja tu mirada como una señal de respeto, especialmente en presencia de Ancianos, maestros u otras personas honradas.
Siempre da una señal de bienvenida cuando pase un amigo o un extraño.
Nunca critiques o hables sobre alguien de una forma negativa perjudicial.

Nunca toques sin permiso algo que le pertenezca a alguien más.
Respeta la privacidad de cada persona, asegurándote de nunca inmiscuirte en los momentos tranquilos o en el espacio personal de alguien.
Nunca interfieras en los asuntos de otro haciendo preguntas u ofreciendo consejos. Nunca interrumpas a otros.
En el hogar de otras personas, sigue sus costumbres más que las tuyas.
Trata con respeto a todas las cosas sagradas de otros, ya sea si las entiendas o no.

jueves, 23 de junio de 2016

“La verdadera poesía”


“¿Por qué dejar la poesía a aquéllos que la escriben? 

Ser poeta es, en primer lugar, crear la poesía en nuestra propia vida esforzándonos por introducir en ella la pureza, la luz, el amor, el gozo… 

Es esta poesía la que tenemos necesidad de sentir, de respirar en las criaturas, algo que armoniza, que vivifica…

La verdadera poesía es algo inseparable de la vida. Así pues, procurad estar cada día más vivos. 

¡Es tan agradable encontrar a criaturas en las que se siente que todo está vivo, cálido, luminoso! 

Amamos al árbol porque da frutos, amamos la fuente porque el agua brota de ella cantando, amamos las flores por sus colores y sus perfumes… 

De la misma manera, amamos las criaturas que se abren para dar algo claro, luminoso, perfumado, melodioso…

“El Campo Fértil”, “Lo importante es ser luz”, “Un Cuento Sufí”


Un Maestro dejó a uno de sus discípulos un arrozal para que lo cuidara durante tres años. Cuando el primer año llegó a su término, el Maestro fue a ver el campo y la cosecha había sido muy buena, puesto que el discípulo había provisto a la tierra del agua que necesitaba. 

Transcurrió otro año, y resultó que la cosecha fue más abundante que la anterior, puesto que el joven había abonado convenientemente el campo. 

Cuando el tercer año finalizó, el Maestro se dirigió al arrozal para ver los resultados obtenidos. Pero resulta que el discípulo, entusiasmado con lo producido en el año anterior, abonó demasiado la tierra que dio muchísimo arroz pero tan pequeño y frágil que no servía para comerciar con él. En realidad, fue una cosecha inútil, y  el trabajo realizado no dio ningún fruto.

Entonces el Maestro dijo a su discípulo: “Así pasa con las personas. Fortaleces a alguien cuando le ayudas un poco. Pero si le ayudas demasiado, lo debilitas. ”

Lo importante es ser luz



Una estrella recién nacida tomó entre sus manitas de luz a una luciérnaga que volaba en el espacioso jardín de la noche. Eres tan pequeñita -le dijo- y tu luz es tan débil.

La luciérnaga se detuvo sobre la hoja de un ciruelo bajando la cabeza para que su hermana no supiera de su tristeza.

Eres tan llena de luz -le dijo entonces con un hilo de voz- y agregó: …y sin embargo, hermana mía, tan ciega. 

El tamaño de las cosas, ¿pertenece al reino del espacio o al reino de la Esencia? 

No importa que tan grande seas tú, y cuán pequeña parezca yo, lo que sí es importante es que ambas somos portadoras de luz. Deja tus huellas gigantescas en el inconmensurable cielo; a mí  me basta con iluminar el sendero de los pequeños insectos voladores para que en sus viajes nocturnos no sean atrapados por telarañas y otros peligros. 

Cada uno ayuda según la luz que posee, no interesa la magnitud o pequeñez del servicio. Lo que sí es importante es que éste sea el producto de la luz que cada uno tiene en su corazón. La fuente es la misma.


Un Cuento Sufí


Le preguntaron a un  sabio: ¿quién te guió en el Camino?

COMO SABER QUE VIBRACIÓN EMITO


Si tenemos un pensamiento, éste emite una vibración.  Cuando ese pensamiento desencadena una emoción, emitimos otra vibración.  Nuestros pensamientos y emociones están íntimamente conectados y uno desencadena el otro y viceversa.

Pensemos por ejemplo en algo.  Si yo digo: Perro!  Cualquiera de nosotros emite una vibración con sólo evocar un perro, ya sea que nuestra experiencia sea positiva o negativa.

Si yo digo: Chocolate!

Si digo: Mamá!

Es inevitable emitir una vibración!  Aunque no estemos conscientes de ello, así es.   Lo que sea!

Si yo digo: Relación de Pareja! Inmediatamente vamos a emitir una vibración que emana de nuestro recuerdo de la experiencia de relación de pareja que tengamos!  Ese recuerdo inmediatamente se liga a una emoción provocada por esa experiencia.  Es más, si en ese momento yo escucho una canción que me evoca algo alegre con mi pareja, la vibración que emito es positiva!


Yo podría hablar con alguien sobre el matrimonio, por ejemplo.  Es posible que sea una mujer joven que ni siquiera se ha casado y no tiene experiencia propia de estar casada, pero si sus padres tuvieron una experiencia feliz, cuando ella piensa en matrimonio, la vibración que emite es positiva, y se siente optimista sobre la posibilidad de casarse.  Todavía más, cuando piense en matrimonio, pensará en que ella tiene todas las posibilidades de que le vaya bien cuando se case.  En su campo vibratorio, la emanación de su vibración es ésa.  No hay conflicto en ese tema.  En su vibración no hay dolor o lo que llamaríamos Resistencia.

Cuando hablamos con alguien así, si estamos entrenados para sentir la vibración de la persona, podemos sentir que sus palabras coinciden con lo que emana de ella. Lo dice con facilidad, con naturalidad!  Muy a menudo, aunque no estemos acostumbrados a fijarnos en lo que emana de la persona, podemos sentirla.

Cuando por ejemplo, estamos con una persona que está muy contenta o muy triste, no necesita ni hablar, lo que sentimos de ella, es la vibración que emana de su campo vibratorio.  Si pudiéramos verlo, sería una energía que rodea a la persona y que con frecuencia es como una esfera redonda a su alrededor.

Cuando decimos de una persona, por ejemplo, una novia en el día de su boda, o un joven que acaba de recibirse de la universidad, o alguien que está muy enamorada, que está “radiante”, efectivamente, desde su campo vibratorio irradia una energía positiva que tiene una fuerza que es evidente para los demás.  No importa que no la veamos, la podemos sentir.

Por la sencilla razón, de que nuestra vibración, respecto a cualquier tema, es nuestro punto de atracción.  Cualquier cosa en el universo, está vibrando y ni siquiera vamos a decir que algo sea bueno o malo.  Simplemente es nuestro punto de atracción.  Si todo en el universo vibra, dependiendo de la frecuencia que sea predominante en mi, la que emana de mis pensamientos y de mis emociones, es lo que va a empatarse conmigo.  Así de simple.  Generalmente, si no sabemos esto, o no estamos conscientes de lo que esto significa, nuestros pensamientos atraen una vibración igual y lo hacemos por de fault!

Si hacemos conciencia de esto y podemos entender mucho de nuestra experiencia y de porqué algunas cosas no cambian para nosotros.   Pensemos cada quien en cualquier tema que se complica en nuestra vida, o en lo que nos sentimos que no avanzamos, que estamos estancadas(os).  Si decimos la palabra:           Relaciones… trabajo…. dinero…. salud…. familia..

Para cada una(o) de nosotros es algo distinto y pueden ser una o más cosas.  Hagamos el ejercicio, pensemos en uno de éstos conceptos, el que sea, y aprendamos a observar lo que sentimos sobre cada uno de ellos.   Con toda seguridad, en el que estamos atoradas(os) es aquel en el que nuestra frecuencia baja.  Es decir, nos evoca preocupación, dolor, coraje, enojo, frustración,  desesperación, falta de claridad…. una de éstas emociones o todas juntas…

Entendiendo ésta explicación, cómo entonces, si nuestra vibración es baja con relación a este asunto, vamos a poder realizar cambios?  se puede?

martes, 21 de junio de 2016

“La Divinidad”


“¿Cuál es el único Dios verdadero? ¿Cuál, de entre todas las religiones, es superior a las demás? 

No os planteéis este tipo de preguntas y no esperéis tampoco que una religión os presente del exterior un Dios a adorar. 

A Dios debéis buscarlo en vosotros mismos.

 Mientras le busquéis en el exterior, en el cielo o en otra parte, siempre habrá una distancia, una separación entre Él y vosotros y no Le encontraréis.


Y lo que es más grave todavía, es que buscando a Dios en el exterior de vosotros, os separáis de vuestro verdadero Yo. 

Por eso no conseguís reencontraros y pasáis por toda clase de estados contradictorios: durante un momento os sentís en paz, el sentido de la vida se os aparece claramente y después de repente os sentís angustiados, turbados y todo se oscurece.

¿Donde esta la Luz?


La luz es un símbolo que ha definido una de la polaridades dentro de nuestra dualidad. La luz unida a un ser consciente nos ha hecho que lo identifiquemos automáticamente con ese lado positivo o del bien, en el cual creemos que todos los seres que emiten esa luz automáticamente pertenecen a esa polaridad. Por el contrario la ausencia de luz u oscuridad se ha definido por sistema a el polo negativo o al mal. Por esta regla basada en la apariencia, nosotros mismo que no emitimos luz, podríamos ser considerados como seres oscuros o negativos, pero sin embargo nadie (salvo ridículas excepciones) se identificaría jamas, como un ser oscuro o puramente negativo.

Si tomamos esta lógica, el lado del bien o de la Luz, tampoco puede ser juzgado con este rasero tan simple, porque hay muchas formas de simular esa luz y aparentar lo que no se es. Se que muchos repudian términos como Falsa Luz, porque no se ajusta a sus creencias metafísicas, y creen infantilmente que la luz va ligada a la sabiduría, a una consciencia elevada y a una intención respetuosa o de bien. Evidentemente no es así, y como siempre sucede, creer en algo te impide comprender y tener la referencia y la perspectiva adecuada.

Si no sujetamos a las leyes físicas, es sencillo entender como un ser puede ser de Luz real y no tener una intención positiva ¿Como? Sencillo, nuestra estructura mental, nuestra programación y nuestras creencias, nos impiden ver el bosque y solo vemos arboles. Las leyes naturales y el principio de frecuencia y vibración, nos da la respuesta de forma básica y elemental. Los rangos de frecuencias distintos a los que un ser humano corriente suele portar o tener, definen el punto cero o neutro, en el que no hay luz física, ni oscuridad. Por lo tanto los seres de oscuridad, partirán de una frecuencia inferior a la nuestra, por lo tanto, nosotros estaríamos en un rango superior al suyo y los veríamos oscuros, pero ese ser oscuro, jamas se vería así mismo como un ser de oscuridad, simplemente seria un nivel de percepción distinto y no podría llegar a entender porque nosotros lo definimos como oscura, si el así mismo no se percibe de igual forma.


De igual manera pasa con la Luz, todo lo que este por encima de nuestro rango normal de frecuencia, sera Luz, pero a pesar de que a nosotros nos parezca un ser luminoso, esa Luz simplemente nos esta causando engaño, ya que ese ser de “Luz” no se ve a si mismo como un ser luminoso y su percepcion de ello, le llega por culpa nuestra, al rendirnos ante su luz, cuando en realidad solo esta minimamente por encima de nuestro rango. Nuestra mentalidad sujeta a patrones jerarquicos autometicamente lo asimila como alguien superior, pero en realidad sus intenciones siguen siendo igual de egoístas que las de cualquiera. Evidentemente todas las frecuencias, que estén por encima de su escala, él los vera como seres de Luz, y así sucesivamente.

Que estén en escalas de frecuencias superiores o inferiores no quiere decir que sean seres superiores o seres inferiores, esto sucede por nuestra programación, y nuestra estructura mental, también son defectos de lenguaje, ya que hablar de superiores o inferiores nos hacen caer en ese programa de “arriba o abajo / bueno o malo”. Una forma sencilla de entenderlo seria usar la escala musical, donde las siete notas musicales partirían de una situación neutra, una escala básica de frecuencia desde la cual, se subirían o bajarían octavas o subtonos, La nota seria la misma ni superior ni inferior, solo que al subir su frecuencia se vuelve mas aguda y al bajarla se vuelve mas grave. Misma nota distinta frecuencia distinto resultado, pero mismo tono.

Por lo tanto es defecto de percepción el que al estar ante un ser con una frecuencia minimamente superior (ojo, su frecuencia no su intención) lo percibamos con luz, por eso caemos en ciertos engaños y automáticamente los colocamos en roles positivos, si siquiera conocer sus verdaderas intenciones. Por eso en movimientos como la nueva era o distintas disciplinas espirituales o metafísicas, han caído repetidamente en este error y se han dejado guiar por seres de luz, con intenciones muy egoístas y negativas, seres que han tomado la voluntad de unos adeptos y los han manipulado como arcilla húmeda.

Seres negativos toman tú energía para subir su frecuencia.



Lo que conocemos como Falsa Luz, no es otra cosa que un principio de transferencia. Un ser que no tiene luz o que tiene una frecuencia inferior, puede subir su frecuencia artificialmente y parecer un ser de luz, cuando en realidad es un ser de frecuencia muy baja, muy oscura. ¿Como lo hacen? Sencillo, te roban tu energía y logran elevar su frecuencia y emitir esa luz, pero cómo esa frecuencia no ha sido elevada de forma natural, a partir de una toma de conciencia, o a través de una expansión consciente, sino que ha creado lazos con seres vivo que le reportan una constante transferencia de energía, elevandole su frecuencia lo suficiente como para aparentar ser luminoso. Esto es la Falsa Luz, falsa porque no ha logrado su luz a través de la concienciacion, la comprensión o la expansión de su conciencia, sino a través de vulnerar el libre albedrío de seres vivos a través del engaño, transferiendole su energía voluntariamente, ayudandole a mostrarse como lo que no son, básicamente gracias a nuestra propia Luz, ciertamente es ingenioso el engaño, esa luz que muestra es la Luz que te roba en tus narices. Es como darle limosna a un ladrón.

No debemos pensar que únicamente nos quitan la energía para alimentarse, aunque así sea, no tienen tanta necesidad de alimento como nosotros, pero si necesitan mucha energía, cuanto mas nos roban, mas energía logran concentrar y mas suben su frecuencia, pudiendo así crear mas lazos con mas seres vivos y aumentar su poder. Como podrás imaginar entre ellos si existe una jerarquía, cuanto mas incautos engañen, mas energía acumulan, mas alta es su frecuencia y por supuesto mas Luz emiten, con lo cual podrán engañar a mas y mas. Pero no creáis que al elevar sus frecuencias artificialmente pueden llegar a ciertos planos donde la conciencia si es elevada, su limite físico, lo impone su conciencia, egoísta, mezquina y predadora.

Es una forma artificiosa de intentar lograr una ascensión, esta es la estúpida ascensión que persiguen muchos, en la que es necesario mostrar una faz, positivista y de aparente amor, forzados a negar lo negativo y creyéndose dioses o adoptando roles mesiánicos o angelicales, para empezar a crear lazos (contratos) con seres vivos a los cuales quedar ligados energeticamente e incluso implantados etericamente, para comenzar a robarles energías y elevar su posición jerárquica, dentro de esta progenie oscura.

Por supuesto todo esto tiene un limite, aunque consigan crear lazos con millones de humanos a través de cultos o religiones, existe un tope de frecuencia, que esta marcado por leyes físicas en los que ese ser no podrá cambiar su densidad a pasar de estar absorbiendo gran cantidad de energía, por que el estado de su conciencia debe ir paralelo a su estado físico, por lo tanto por mucha luz que emita, por mucha energía que robe, su conciencia no estará acorde y no variara de densidad, por lo tanto su ascensión es ilusoria, solo asciende dentro de una jerarquía muy limitada y cerrada, una jerarquía que no existe en un entorno natural.

Ni que decir que estos seres de luz necesitan estar constantemente atando contratos con seres vivos, ya que les va su posición en ello. Por eso están constantemente filtrando credos y terapias energéticas, tomad en cuenta que todo lo que nos ofrecen son manzanas envenenadas, formas de que quedemos atados a ellos, es mas algunos trataran de crear lazos tan férreos que trataran de impedir que tu, les des tu energía a otros, con lo cual ya no seras dueño de tu voluntad, esto pasa mucho con los guías, los guías ejercen un control tan férreo, creando una dependencia tal, que lograran que esa persona, no pueda ir a mear sin consultarle antes a su guía.

Existen distintos tipos de lazos a los que atarse a estos seres de aparente luz, unos crean muchos lazos con millones de personas a través de credos como las religiones, pero son lazos mas débiles, que otros que los crean con guías o seres ascendidos que contraen una relación mas cercana y mas absorbente, mas difícil de diluir, sin una toma de conciencia de por medio. Puedes abandonar un credo y romper ese lazo que te ata a ciertos seres o deidades, como santos, vírgenes o dioses como Jehova, por ejemplo (pon el que quieras da igual). En realidad esos roles son tomados para amoldarlos a nuestras creencias, es muy difícil saber si son quien dicen que son, no se puede confiar en ninguno de ello, son todos mentirosos compulsivos y si pensabas que un santo o una virgen te protegía, en realidad hacia todo lo contrario.

La clásicas peticiones, las promesas, las intercesiones y todas estos ritos clásicos de petición de ayuda, no son mas que lazos que atamos y contratamos con estos entes, no solo nos enlazamos con un ente en concreto, podemos tener múltiples exprimiendonos a la vez, cuanto mas creyente y fervoroso seas en cualquier credo, mas atrapado y parasitado estarás.

La moraleja es la misma de siempre, no creer a nadie, ni poner a nadie fuera de nosotros en ningún pedestal. Desde nuestra estructura social y mental actual no podemos saber si son lo que dicen que son así que es mejor omitir. Muchos aun tienen en figuras como Jesús o Buda, a unas muletas en las que creer, o en las que confiar “algo seguro” para mi no son una opción a tener en cuenta. Son roles que están muy contaminados y es mas prudente omitirlos que abrazarlos, pero tengo en cuenta que en según que ambientes o lugares, esto es casi imposible. Solo tener en cuenta que es muy sencillo crear un lazo (acuerdo, contrato, implante) que no necesitamos estar conscientes de ello, que nuestro libre albedrío esta constantemente violado, que un pensamiento o un momento de bajón moral les basta para agarrase a nosotros y que esas figuras que pensabas que estaban ahí para auxiliarte, en realidad hacen todo lo contrario.

¿Es qué no hay buenos?

Paciencia: El secreto para lograr y atraer lo grandioso


Decía un escritor famoso: Quiero paciencia… ¡Y la quiero ya!

Realmente la paciencia no tiene que ver con aguantar, negar o disfrazar las cosas que no queremos. No significa que tengamos que fingir que estamos bien cuando no lo sentimos, ni que tengamos que decir las cosas que no queremos. La paciencia es un estado de ser muy poderoso, un ingrediente creativo para lograr todo aquello que nos propongamos.

¿Qué significa la palabra paciencia? ¿Tolerar? ¿Aguantar lo que no nos gusta o queremos? Si intentas lograr algo en la vida y no estás bien seguro de que significa esta palabra, entonces quizá te desesperes a menudo cuando las cosas que anhelas no suceden rápido.

De nada sirve que soñemos con atraer la pareja ideal, un buen trabajo o una buena suma de dinero si no tenemos paciencia. ¿Cuántas veces hemos soñado cosas y al ver que no suceden dejamos de enfocarnos en ellas o nos conformamos con cosas menores?

La paciencia significa tener confianza. La confianza es algo que se va desarrollando poco a poco en los seres humanos. La confianza significa que uno sabe (y no cree), que lo que quiere va a llegar. No es lo mismo saber y creer. El creer tiene que ver con una conjetura.

Tú puedes creer que hay un gato blanco afuera de tu casa porque alguien te lo dijo. Pero no lo sabrás hasta que realmente salgas y veas al gato.

Si tú crees que va a llegar lo que quieres, entonces la duda y los sentimientos de que quizá no llegue lo que buscas, por cualquier razón, podrían rondarte a menudo por la cabeza. Tú intentaras negarlos o sobreponerte a ellos, y entonces lo que sueñas se convertirá en una lucha entre tu incredulidad y lo que quieres.

Saber significa que tú has comprobado algo, y lo has asumido como verdad. Creer es una conjetura. Una conjetura significa que algo podría o no podría ser, que sólo lo tienes como información intelectual, pero no lo has experimentado como tal.

La paciencia es un estado donde tu sabes que lo que sueñas sucederá. Cuando tienes paciencia, simplemente fluyes con lo que quieres, actúas como si ya lo tuvieras, hablas en torno a esa verdad. Cuando te sientes impaciente, estas dudando de ti mismo, y mientras haya duda hay dualidad, y si hay dualidad no sucede nada.

Desconfiar significa que estás actuando de acuerdo a juicios previos o que crees lo que piensa la mayoría en lugar de confiar en ti. Por ejemplo: quieres encontrar un mejor trabajo pero no renuncias al que tienes porque te has dejado llevar por lo que dicen los periódicos o las noticias acerca de los desempleados. Además, en tu oficina te han dicho que la cosa está difícil y que será mejor que aguantes. Tú admites esto como verdad y entonces desconfías de ti y de las condiciones externas, no confías en que encontrarás un trabajo mejor. Así que te vuelves tolerante con el trabajo que tienes, aunque no te guste.

Por otro lado, podemos nosotros atrevernos a dejar el trabajo que no nos gusta, pero si vemos que después de un determinado tiempo no llega el trabajo que queremos, quizá nos desesperamos, es decir, empezamos a creer que en verdad la situación está difícil, que no hay empleos y que se nos han juntado cuentas por pagar. Puede ser que empiece la queja con los demás, la protesta, el enojo. Nos volvemos intolerantes y poco pacientes porque estamos dejando ese estado de saber, de sentirnos conscientes de nuestras habilidades creativas, dudamos de que lo que queremos llegará, y volvemos a aceptar cosas que no queremos o nos gustan porque “es lo que hay”.

lunes, 20 de junio de 2016

“Sensibilidad”


“De aquél que se siente herido, ofendido, con facilidad se dice que es sensible. 

No, la verdadera sensibilidad es una total apertura a la belleza y a la luz del mundo divino y un cierre a todas las fealdades y absurdidades del mundo humano. 

Así pues, lo que se llama generalmente sensibilidad, es decir la capacidad de sentir dolorosamente la indiferencia, el desprecio, las críticas y las ofensas, no es en realidad más que susceptibilidad, sensiblería. 

Entonces, ¿qué queda para estos pobres desgraciados, para quienes no existe ni el Cielo ni los ángeles ni los amigos ni la belleza, sino sólo la gente injusta, malvada y malintencionada?

No debemos confundir sensibilidad con sensiblería. 

La sensiblería es la manifestación enfermiza de un «yo» pobre, mezquino, estrecho y neurálgico. 

El título más valioso que puedes conseguir es el de buena persona


El título más valioso que puedes conseguir es el de buena persona. Este título, por supuesto, no se concede en la escuela o en la universidad, sino en nuestro caminar por la vida. Así, sea este el que sea, si nuestros valores son buenos, lo reflejaremos en nuestras actuaciones.
No obstante a este respecto cabe destacar que si creemos que siempre debemos “dar lo bueno”, entraremos en un bucle del que es complicado salir, pues no siempre podemos sembrar bondad y hacer lo correcto ya que las características psicológicas difícilmente pueden conceptualizarse de manera polarizada.
Lo que quiero decir es que hay veces que lo correcto a través de nuestros valores implica algún tipo de sufrimiento que no deseamos y que, por supuesto, no es bueno. Pero con todo ello ser buena persona requiere minimizar el daño en pro de lo considerado cuando este sea inevitable.
brezo

La capacidad de amar y de trabajar refleja nuestra madurez

Como en una ocasión diría Sigmund Freud a su discípulo Erik Erikson, la capacidad de trabajar y de amar son dos maravillosos indicadores del logro de la madurez plena. El buen desempeño en estas dos parcelas vitales se construye fielmente de la mano de nuestra inteligencia emocional.
Por eso no es de extrañar que, como dijo Howard Gardnerd, “una mala persona no puede llegar a ser un excelente profesional”. Realmente la bondad personal se observa en la confluencia de una serie de valores que nos ayudan a ser mejores con nosotros y con los que nos rodean.
No obstante, para evitar caer en el mero sentimentalismo carente de autocrítica, debemos tener claro que nuestra balanza no debe inclinarse a pensar que todo se resuelve a través del diálogo, de la tolerancia y de la solidaridad. Sin embargo, tampoco es adecuado creer que la fuerza y la intolerancia es la vía más adecuada para resolver los problemas.
Lo bueno y lo malo, el ying y el yang, lo blanco y lo negro coexisten y estructuran nuestro mundo y en nuestra personalidad. Así, ser buena persona debería entenderse como un equilibrio de fuerzas basadas en buenos valores y, por ende, en el respeto mutuo.
No ganamos nada creyendo que somos unos santos y los demás unos diablos. No ganamos nada cayendo en el victimismo crónico que hace que el resto de la gente sean verdugos de nuestros males.
Es más inteligente emocionalmente hablando que no confundamos tolerancia conbuenismo, pues estaríamos equiparándolo a términos como la resignación y otros conceptos derivados de la palabrería que caracteriza la autoayuda. Esto no redunda en beneficio directo sino que, como hemos dicho, nos envuelve en un bucle insano.
Cuando hago referencia a “ser buena persona” me refiero a ser una persona con dignidad y buenos valores, no a dejarse aplastar porque “debemos poner la otra mejilla”. Tenemos una serie de derechos asertivos que debemos mantener siempre presentes para hacernos valer a nosotros y a los demás: