sábado, 1 de agosto de 2015

Por qué a los 7 años de edad la mitad de tu experiencia de vida podría ya haber terminado


You are young and life is long and there is time to kill today..
And then one day you find ten years have got behind you…
Every year is getting shorter; never seem to find the time.
Pink Floyd, “Time”, The Dark Side of the Moon
Sabemos por la teoría de Einstein que el tiempo es relativo y se experimenta en función de la velocidad a la que nos movamos por el espacio. Viajar a la velocidad de la luz (que es absoluta en la teoría de Einstein) es lo más parecido a una forma de eternidad. Existe la famosa paradoja de unos hermanos gemelos: uno viaja a una velocidad cercana a la luz y regresa a su planeta para encontrarse a su hermano, pero difícilmente se reconocen, uno se mantiene joven, el otro tiene canas y se encuentra cerca de la muerte.
La relatividad del tiempo tiene otro factor más difícil de incluir en una ecuación, la percepción. Podríamos decir también que nuestra experiencia del tiempo es relativa a nuestra percepción. Existe la popular creencia de que al envejecer el tiempo pasa más rápido y que algunos momentos duran más que otros en función al aspecto cualitativo de nuestra percepción. Así por ejemplo, las experiencias místicas suelen describir instantes que de alguna manera penetran las bóvedas del cielo y del tiempo y acceden a una cantidad de información que sería imposible de asimilar en un modo de percepción ordinario. 

Ejemplos de esto pueden encontrarse entre las experiencias cercanas a la muerte, en algunas experiencias con drogas psicodélicas o en la literatura de ciencia ficción o fantasía (un buen ejemplo de esto es “El Aleph” de Borges, en el que si bien la percepción es de la superposición de todos los espacios en un único punto, ocurre también una asimultaneidad de momentos, recuerdos imposibles de enlistar en una sucesión temporal: el tiempo y el espacio son un continuum interdependiente). Más allá de que estas experiencias de eternidad sean solamente alucinaciones psicoquímicas o en realidad sean clarividencias, lo cierto es que la forma en la que experimentamos el tiempo varía según el estado mental en el que nos encontremos. Una intrigante forma de entender esto es pensar en cómo percibíamos el mundo cuando éramos niños.
Para explicar este efecto “psicocronométrico”, se suele citar la hipótesis de Paul Janet, que a la temprana edad de 21 años postuló la idea de que nuestra percepción del tiempo es logarítmica y no lineal como lo contamos. Percibimos los momentos comparándolos en proporción al tiempo que hemos vivido: cada período de tiempo es proporcional al tiempo que hemos vivido. Por ejemplo cuando tienes 2 años de edad 1 año es el 50% del total de tu vida; cuando tienes 4 años 1 año es el 25% del total de tu vida; cuando tienes 2 años 1 año es el 12.5% de tu vida; cuando tienes 16 1 año es el 12.5% de tu vida; cuando tienes 32 1 año es el 3.03% de tu vida y así cada año es un menor porcentaje de tu vida lo cual, según la teoría de Janet, también determina la cantidad de experiencia, el tiempo cualitativo que se percibe durante ese año.
El artista Maximilan Kiener ha realizado una visualización de esta paradoja de la percepción temporal, en la que sugiere que si nos basamos en el valor de tiempo percibido logarítmico y no en tiempo lineal, la mitad de la vida percibida de la persona promedio ya se ha acabado a los 7 años, con la peculiaridad de que no solemos recordar la mayoría de lo que ocurre en nuestros primeros 3 años, los cuales bajo esta lógica son equivalentes a más de 30 años de tiempo percibido. Si fuéramos a descontar esta variable de los primeros años –ya que no son experiencias que podamos recordar– entonces  la mitad de nuestra vida percibida acabaría a los 18 años.
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La hipótesis del tiempo logarítmico de Janet supone que nuestra mente de manera innata percibe porcentajes y no las cantidades absolutas. Es por esto que para una persona de 20 años 2 años serían exactamente iguales que 1 año para un niño de 10 años. La hipótesis de Janet es consistente con la la ley de Weber-Fechner que sostiene que nuestra capacidad de percibir un cambio se basa en “el valor relativo de la variación” con respecto al valor original. 
Por ejemplo, 

“Consejos para Prosperar en ‘La Matrix'”.


Puedes tener una vida increíble y abundante libre de la esclavitud en la Matrix una vez que, en el primer lugar, te das cuenta de cómo la Matrix llegó allí, así como también de la forma en que tus pensamientos y sentimientos crean tu realidad en cada momento.

Eres el Dueño de tu propia Manifestación y tus opciones tienen el poder para liberar o esclavizar, como tú elijas. A primera vista, la vida parece injusta y puedes pensar que estás atascado en un sistema que está afuera para consumirte. Por un lado, esto es cierto, pero ésta no es la única realidad que puedes experimentar.

El mundo es un laberinto de mentiras. Encontrar la verdad es un gran trabajo y no es tan fácil de discernir.

Todo el sistema ha sido creado para esclavizarte a una agenda basada en falsos ideales. Entender que todo el sistema es la ‘afirmación de la muerte’ y te destruirá si no tomas medidas para liberarte a ti mismo. Si quieres una vida de increíble abundancia, libre de la ‘Matrix’ tendrás que mantenerte por delante de las mentiras.

Cuestiónate todo lo que se te ha dicho. No tomes ningún tipo de mando sobre sandeces.

Diga a tu propia verdad y No a cualquier cosa externa que quiera tu servilismo al sistema.

Será complicado, ya que tendrás obligaciones fiscales y cosas semejantes que cumplir. Siempre tendrás alguna obligación con el sistema, la clave es estar en el mundo sin ser de él. No pierdas tu propia identidad por él ni le des poder a sus mentiras.

Si quieres experimentar libertad y prosperar dentro de la Matrix, aquí hay cinco cosas útiles a tener en cuenta:



 1- Tú eres responsable de tu vida
…y por lo tanto de tu relación con la Matrix.

La Matrix está allí porque tú ‘la pensaste’ hacia la realidad. Es la única respuesta lógica que ofrece una esperanza de libertad, ya que te da el poder para determinar tu propia realidad. Mientras pienses lo contrario, te encuentras atrapado en el sistema como una víctima y éste comenzará a consumirte hasta que te liberes o te resignes a permanecer infeliz en él para el resto de tu vida.

El Universo es en realidad totalmente justo y no te puede dar algo que no tiene relevancia para tu evolución. Si la Matrix es un problema, utilízala como un espejo para buscar algo en tu interior que está creando la experiencia repetida de atrapamiento, esclavitud y falta de poder.

La Matrix es una entidad en sí misma, creada por el material dentro del subconsciente colectivo que se genera con el miedo, la duda y la inseguridad. Al odiar el sistema simplemente le entregas tu propio poder, así como a los seres externos a ti dentro de él, que luego utilizarán esta energía para controlarte, profundizando aún más el estado de atrapamiento percibido.

A menudo escucho cómo ‘ellos hicieron esto’ o ‘ellos están controlando esto otro’.

Tómate algún tiempo para investigar quiénes son ‘ellos’ en realidad. Cuando entiendes que esto llamados “ellos” prosperan con tus propios miedos e inseguridades, tú puedes liberar tu mente y liberarte del drama de control asociado con la esclavitud a la Matrix.

Libera tu mente y tu cuerpo va a seguir su ejemplo!  No podrás escaparte del sistema si tu mente no está lista para ser libre. Tu mente crea tu realidad en cada momento.

Cambia tu mente y tu cuerpo va a seguirla, adaptándose.



2-Trabaja Con el Sistema en lugar de luchar contra él

Tú no puedes controlar la Matrix. Es mucho más grande que tú y te quemarás en el proceso.

Cuanto más te resistas y te molestas con el sistema, éste más te va atrapar. La realidad es maleable y responde a tus sistemas de pensamientos, sentimientos y creencias. No puedes combatir tu camino a través de la resistencia externa, pero puedes  re-programar tu mente para que tu conciencia desarrolle la capacidad de levantarse por encima de la sumisión al sistema.

Desarrollar una aceptación de lo que es y operar desde allí. Esto te ahorrará un montón de frustración, derroche de energía, pérdida de oportunidades y, en última instancia, tu cordura!

Cada vez que intentes controlar al sistema, perderás energía y, por lo tanto, tu capacidad de mantenerte en alto y abundante. Cuando trabajas con el sistema, tú utilizas ​a​l sistema para mejorar tu energía de vida (y por lo tanto tu abundancia) en lugar de permitir que te destruya.

La Matrix entonces puede convertirse en tu amiga en vez de ser vista como una entidad demoníaca externa que consume a la humanidad. Si ves a la Matrix como tu enemigo,  estás viendo tus propios demonios proyectados hacia el exterior. Tú tienes el libre albedrío para elegir tu propio camino.

¡La libertad es un trabajo interior! Esto puede significar la diferencia entre una vida de deuda y una vida de abundancia…

La deuda es un reflejo de la pérdida de energía y pérdida de potencia al sistema. La abundancia es indicativo de auto-empoderamiento, libertad y autodeterminación (la capacidad de decidir sobre el propio destino).



3-Se Ético

“¿Pueden los universos paralelos explicar el fenómeno de DéjàVu?”


¿Alguna vez has tenido una experiencia de déjà vu?

Es la sensación o impresión de que ya ha presenciado o experimentado una situación actual. El término déjà vu es francés y significa, literalmente, “ya visto“.

Es un fenómeno más bien común, pero es poco comprendido. La mayoría de nosotros hemos experimentado estar en un nuevo lugar y estar seguros de que hemos estado allí antes, pero tenemos dificultades para entender cómo es posible.

Durante mucho tiempo, esta sensación extraña ha sido atribuida a todo, desde las perturbaciones paranormales a trastornos neurológicos.

En los últimos años, a medida que los científicos comenzaron a estudiar este fenómeno, han surgido una serie de teorías acerca de déjà vu, lo que sugiere que no es simplemente un problema técnico en el sistema de memoria de nuestro cerebro. Los psicólogos han sugerido que el déjà vu puede ocurrir cuando aspectos concretos de una situación actual se asemejan a ciertos aspectos de las situaciones que han ocurrido previamente.

Si hay una gran cantidad de superposición entre los elementos de las situaciones nuevas y antiguas, tenemos un fuerte sentimiento de familiaridad.

Las explicaciones alternativas asocian el déjà vu con la profecía, los recuerdos de vidas pasadas, clarividencia o una señal mística que indica el cumplimiento de una condición predeterminada en el viaje de la vida.

Cualquiera que sea la explicación, el déjà vu es ciertamente un fenómeno que es universal a la condición humana y su causa fundamental sigue siendo un misterio.


¿Existe una copia de nosotros viviendo en un universo paralelo y es la razón por la cual se experimenta el déjà vu?

Otra posibilidad interesante es que hay una conexión oculta entre el déjà vu y la existencia de universos paralelos.

Como algunos ya saben, el multiverso es una teoría en la que nuestro universo no es el único, pero afirma que existen muchos universos paralelos entre sí. Estos universos diferentes dentro de la teoría del multiverso son llamados universos paralelos.

Según el Dr. Kaku, la física cuántica afirma que existe la posibilidad de que el déjà vu pueda ser causado por la capacidad de “dar la vuelta entre los diferentes universos”.

El Dr. Michio Kaku explica una teoría detrás del déjà vu y se pregunta:
“¿Es siempre posible a cualquier escala moverse entre universos diferentes?”



Steve Weinberg dice que hay un número infinito de realidades paralelas que coexisten con nosotros en la misma habitación.

viernes, 31 de julio de 2015

LOS CINCO ESPEJOS DE LAS RELACIONES


La Matriz Divina es un campo de energía que contiene todo lo que ocurre en el mundo, en nuestro interior y en el exterior de nuestro cuerpo. Es un puente entre nuestras creencias y la realidad que vivimos. De tal manera que esta es un espejo de aquellas.
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A través de nuestras relaciones con los demás, nos presenta los más claros ejemplos de lo que en realidad son esas creencias. Independientemente de lo que nos enseñan nuestros espejos, es pasando tiempo con los demás que se activan las emociones y los sentimientos apropiados, en el momento preciso de nuestras vidas, para ayudarnos a sanar nuestras mayores penas y nuestras heridas más profundas. Debido a que casi nunca nos quedamos “estancados” en la alegría, las relaciones puramente agradables generalmente no activan las lecciones más profundas de la vida.

Las relaciones son nuestra oportunidad de vernos en todas las formas imaginables. Desde las mayores traiciones a nuestra confianza, hasta los intentos más desesperados de llenar nuestro vacío, todas las personas nos muestran algo sobre nosotros mismos.

Si tenemos la sabiduría de reconocer los mensajes que nos están siendo reflejados, descubrimos las creencias que causan el sufrimiento en nuestras vidas. ¿Reconoces el mensaje que te estás enviando a ti mismos por medio de la Matriz Divina?
La Matriz Divina ofrece una superficie neutra que simplemente refleja lo que se proyecta en ella.

Vivir en un universo en donde lo que sentimos respecto a nosotros se refleja en el mundo que nos rodea, se convierte en algo importante a la hora de reconocer lo que nos están diciendo nuestras relaciones.

Los espejos de nuestras relaciones listados en el orden en que por lo general los aprendemos. Usualmente, los espejos más obvios son los que reconocemos primero, permitiendo que el poder de los más profundos y más sutiles, emerja y se aclare.
Los espejos de nuestras relaciones listados en el orden en que por lo general los aprendemos. Usualmente, los espejos más obvios son los que reconocemos primero, permitiendo que el poder de los más profundos y más sutiles, emerja y se aclare.

EL PRIMER ESPEJO:
REFLEJA EL MOMENTO

¿Sabes que existe una relación entre lo que hacemos y lo que pasa en el mundo? Si estás viendo tus creencias representadas a través de tus espejos, entonces están ocurriendo ahora mismo. ¿Qué estás viviendo ahora? ¡No es una casualidad, presta atención! Éste es el valor de nuestros espejos, su inmediatez nos ayuda a comprender las conexiones reales y subyacentes entre eventos en apariencia dispares.

Una vez que es reconocido un patrón negativo puede ser sanado. Cualquier reflejo que veamos nos brinda una oportunidad preciosa. Con mucha frecuencia descubrimos que los patrones negativos reflejados en nuestras vidas están enraizados en uno de los tres miedos universales: el miedo a la separación y al abandono, el miedo a no tener autoestima, y el miedo a entregarnos y confiar. (Exploremos cada uno de ellos en próximas entradas)
Los animales son grandes espejos para activar las emociones sutiles que llamamos “problemáticas.”

En la inocencia de ser lo que son, pueden encender poderosas emociones de control y juicio respecto a la forma en que las cosas deberían o no deberían ser. Los gatos son un ejemplo perfecto. Y, por la misma razón, salvando las distancias, yo añado a los niños, como pudimos comprobar en “Tu hijo, tu espejo”.

EL SEGUNDO ESPEJO:
REFLEJA DE LO QUE JUZGAMOS EN EL MOMENTO

Algunas veces, el reflejo del momento puede estar mostrándonos algo más sutil de lo que estamos haciendo en nuestras vidas; a veces nos revela lo que juzgamos en nuestras vidas. ¿Cuántas veces atraes a tu vida personas que hacen ostensibles cualidades que te molestan soberanamente? A mí me costó años verlo. No entendía que atrajera a personas poco comprometidas. ¿Por qué la vida no me devolvía el mismo compromiso con el que yo me entregaba en los diferentes proyectos? ¡Por fin lo comprendí! La falta de compromiso de estos individuos activaban una carga emocional en mí porque eso es precisamente lo que juzgaba constantemente.

El reconocimiento del juicio reflejado en una relación es un descubrimiento poderoso, que tiene repercusiones que tocan cada aspecto de la vida. Agradece a las personas que te ayudan a tomar conciencia de esta lección. Yo lo hago y vivo sin rencor.

EL TERCER ESPEJO:
REFLEJOS DE LO QUE HEMOS PERDIDO, ENTREGADO O NOS HAN DADO

Principios ocultos básicos en el análisis de problemas y situaciones “terrenales”


Todos tenemos tendencia a buscar rápidamente soluciones y explicaciones físicas para problemas o dificultades físicas. Es lo más racional e intuitivo, y es así como percibimos que debe hacerse, ya que nos parece la forma natural de contrarrestar o navegar por las vicisitudes de la vida. Sin embargo, no siempre tiene porqué ser la correcta, y, en la mayoría de los casos, no lo es.

La vida del ser humano se rige por diferentes capas o niveles sutiles, planos y dimensiones de existencia, donde la parte física, solo es la más densa de todas ellas, y es solo el plano de manifestación de los efectos de otras cosas.

Raramente el plano físico es el plano de las causas, del origen de algo, es decir, que raramente algo que se manifiesta en nuestra realidad como un evento físico, ha tenido un detonante o raíz física. De ahí que, todo aquel que intente entender como su vida se rige por las leyes naturales que mueven la manifestación de aquello que vemos en nuestro día a día,  debe ahondar en otros niveles más allá del físico a la hora de analizar, y buscar las raíces, de cualquier cosa que le suceda, sea a nivel de salud, material, social, profesional, etc., etc.

La cadena descendente de la manifestación de la realidad

El plano material, tal y como lo percibimos, es tan solo el resultado final de una larga cadena de procesos energéticos y evolutivos que tienen su inicio y lugar en los llamados planos “no físicos”: procesos que nacen desde los planos superiores “espirituales”, luego cayendo al plano mental, luego al emocional o astral, luego al etérico, y finalmente al plano sólido y físico. En consecuencia, cada problema que encontramos en el plano físico tiene una causa que puede ser una amalgama de factores de esos diferentes niveles, y de ahí la importancia de analizarlos, para ver o intuir la solución. Es inútil tratar un problema en el plano físico cuando tiene una causa profundamente espiritual (generada en planos por encima del mental), o profundamente emocional. Estaríamos tratando de poner parches sin quitar el clavo que causó el pinchazo.

Por otro lado, hemos de tener en cuenta que cada plano tiene sus propias leyes particulares, que no pueden ser obviadas ni eliminadas, en todo caso, solo dirigidas y usadas tras su comprensión. Puesto que cada plano actúa en forma “pasiva” respecto al plano superior y de forma “activa” respecto al inferior (un plano o energía de un cierto nivel es modificable por energías superiores, y, a su vez, puede manipular energías de niveles inferiores). Dirigiendo y usando correctamente estas energías encontramos la forma de erradicar de raíz cualquier situación a nivel físico. Esto no significa que vayamos a hacer milagros y borrar de un plumazo según que cosas, pero su solución, que en muchos casos depende de fuerzas mentales y emocionales en marcha, puede aparecer “de la nada”, y cancelar el efecto final en el plano de nuestra realidad cotidiana, que es lo que estamos buscando desde el principio.

Todo tiene sus limites y sus tiempos, sus procesos y sus canales, la combinación y la comprensión de todo ello es lo que nos permite solucionar en el plano del “efecto”, el nuestro, el resultado de las “causas”, que no nos están gustando o nos están causando aquello que tildamos como “problema”.

Todo problema es potencialmente cuádruple

Una persona que ha sufrido un accidente, o coge una pulmonía, por ejemplo, podría suponer que todo el problema radica exclusivamente en el plano físico, en la mala suerte, porque otro conductor se saltó el semáforo o porque el aire acondicionado estaba demasiado fuerte y cogió frío, cuando es todo lo contrario. Ambos eventos tienen sus causas en planos más sutiles de nuestra realidad, y su manifestación está condicionada al descenso de los procesos iniciados a nivel mental o emocional, hasta el plano físico, que dan como resultado un evento u otro. Además, otras leyes están en juego, como la ley de causa y efecto (llamada “karma”), de la que ya hemos hablado otras veces, y que no es otra cosa que los procesos energéticos que nosotros mismos hemos puesto en marcha en algún otro momento, y que ahora vuelven de forma natural e inequívoca a su origen, con su efecto visible en la realidad física.

La dificultad de mantenerse consciente


Estoy releyendo estos días algunos de los libros de P.D Ouspensky, especialmente “Conscience”, que es una recopilación de 5 lecturas que dio allá por la década de 1930 a sus alumnos, donde hace muchísimo hincapié en que, para el hombre normal, es prácticamente imposible mantenerse “consciente” de si mismo, impidiendo que sean sus facetas del carácter, ego, y sub-personalidades, o programas automáticos de comportamiento, como Gurdjieff los llamaba, los que tomaran el control.

De nuevo, el autómata

Y es cierto. Fue leer esto de nuevo, y darme cuenta que lo estaba haciendo en modo automático. Que otra vez, casi la mayor parte de mi día lo había pasado funcionando a nivel semi-inconsciente, simplemente haciendo cosas, actuando y trabajando sin estar “presente”, y sin que mi alma-conciencia se mantuviera siempre en control de la percepción del mundo exterior.

Entonces me acordé de que, en los libros de Carlos Castaneda, especialmente en “The Fire from Within”, creo, Carlos habla y habla de como Don Juan Matus le tiene que dar pequeñas collejas o pequeños golpes, para colocarlo en un estado de “alerta consciente” de forma que pueda asimilar y absorber sus enseñanzas de forma apropiada. Se ha dicho que Castaneda en realidad está explicando las mismas enseñanzas e ideas de Gurdjieff bajo un entorno y lenguaje chamánico y más “exótico”, porque si analizas ambas fuentes, en realidad están contando más o menos los mismos conceptos con diferentes palabras, lo cual tampoco es nada del otro mundo, teniendo en cuenta que todos aprendemos de múltiples corrientes y que solo comparando y experimentando somos luego capaces de transmitirlo con nuestras propias palabras. Si Castaneda estudió a Gurdjieff y luego lo explicó con la simbología que representan las enseñanzas de Don Juan es normal que veamos estos paralelismos entre ambos.

Pero volviendo al tema de estar presente, parece que está claro que uno no puede doblegar a la mente automática por si solo. Se necesitan las collejas de alguien que te guie para recordarte que hemos vuelto a caer bajo el control de la máquina autómata que llevamos y que, de nuevo, hemos dejado de percibir el entorno y vivir en el “presente”, para volver a dejarnos engullir por los procesos mentales que no descansan ni un solo segundo mientras estamos vivos.

La dificultad de mantenerse en el “ahora”

Definitivamente doy por cierto esa afirmación, a la mínima que te descuidas, la mente automática, las subpersonalidades del ser humano toman el 100% del control de la percepción del mundo. Quizás es correcto que sea así, pues en realidad estas personalidades pertenecen al cuerpo físico que ocupamos y el alma solo es un conductor temporal del mismo, pero esto seria el equivalente a pensar que es correcto que los coches o aviones viajen siempre en piloto automático porque tienen buenos sistemas de navegación, lo cual ya no me pinta tan bien. Y sin embargo, es lo que nos pasa en la mayoría de los casos a la mayoría de las personas.

Al haberme dado cuenta de que caigo en modo autómata a la mínima que me distraigo, y como no tengo un maestro al lado que me saque de mi automatismo cuando me descubro en él, he comprendido porque Gurdjieff, y en su Cuarto Camino, hacia tanto énfasis en desmontar esos programas automáticos para que tuvieran menos poder. Todo lo que Echkart Tolle afirma sobre mantenernos en el presente, en su libro “El Poder del Ahora”, es correcto, en el sentido de que es lo que habría que hacer, pero no es lo que sucede en la práctica, al menos no en mi experiencia, porque mientras no seas capaz de reducir el poder de las subpersonalidades que tenemos, estas hunden de nuevo a la conciencia a un estadio de mero acumulador de experiencias trabajando por debajo de los procesos mentales.

Descubrir tus programas automáticos

miércoles, 29 de julio de 2015

Mapa facial: lo que el rostro dice sobre tu salud


Máquinas modernas tales como de resonancia magnética y de Rayos X, hoy en día son muy sofisticadas y realmente no dejan mucho a nuestra imaginación. Sin embargo, no llevan mucho tiempo siendo lo último en tecnología. Los trastornos y enfermedades humanas, por otro lado, les ganan por milenios. Para eso, médicos de la antigüedad usaban diagnósticos de observación matizados para de manera inmediata, reducir los síntomas de los padecimientos específicos en el interior del cuerpo, cosa que ayudaba a prevenir o solventar futuras enfermedades.

Estas técnicas hoy en día pueden seguirse utilizando como por ejemplo, para “leer” lo que dice la piel de tu cara y ayudar a determinar las causas de brotes o manchas. Es así que, “El mapa facial”, es una práctica antigua que procede de la sabiduría ayurvédica, asocia un punto específico del rostro a cierto órgano o parte del cuerpo, que determinará qué se va a tratar internamente para arrojar resultados en la superficie.


Mapa facial: 10 áreas de tu rostro que dicen algo sobre tu salud

1. Frente

Puede significar: posibles problemas de la vesícula biliar e hígado.

Según el Ayurveda, la frente se relaciona con el sistema digestivo y el sistema nervioso, lo que significa posiblemente que el estrés y el estancamiento interno, están causando erupciones o brotes aquí. Se recomienda reducir la ingesta de alimentos industrializados y grasas saturadas. Reduce o elimina los alimentos procesados, al mismo tiempo que incorporas más alimentos vivos a tu dieta. Comeensaladas de vegetales diariamente, al igual que jugos verdes en ayunas. Hay decenas de recetas según sea tus necesidades. Busca en la web, o en su mejor caso, busca asesoría con tu nutricionista al tiempo que incorporas la meditación y el yoga para mantener el estrés bajo.


2. Entrecejo, del lado derecho

Podría significar: represión de emociones en el hígado.

Una ansiedad profunda causa que tu rostro adquiera arrugas, pero entender cuál es el patrón o la raíz de este asunto, puede ser de ayuda para entender en dónde estás cargando esa tensión o estrés, y qué órganos por lo tanto, podrían estar en riesgo. Según esta práctica aryuvédica, si tienes una línea vertical en el entrecejo orientado más del lado derecho, podría estar indicando represión de emociones – especialmente la ira – en el hígado.

Ver: Dieta para desintoxicarte emocional y físicamente por problemas de hígado

3. Entrecejo, del lado izquierdo

Podría significar: represión las emociones en el bazo

De lo contrario, una línea en el entrecejo, orientada hacia el lado izquierdo podría estar hablando de emociones encerradas en el bazo.

4. Ojos

Podría significar: complicaciones intestinales, de tiroides y/o de articulaciones.

Los ojos nos pueden revelar situaciones muy puntuales también: un iris pequeño señala problemas en los huesos como dolor en las articulaciones y el área blanca agrandada del iris puede significar que las articulaciones están en un estado degenerativo. Por otro lado, un iris con una apariencia irregular, puede estarnos hablando de una mala absorción de nutrientes en el intestino. Si observas como un anillo iluminado alrededor del iris, debes reducir el consumo de sal y azúcar. Esto indica que te estás excediendo con estos dos alimentos. Un hígado débil muestra ojos un tanto amarillentos.

5. Abajo de los ojos

Podría significar: insuficiencia renal

La inflamación de los párpados inferiores indica funciones del riñón deterioradas. Aumentar el consumo de agua va a ayudar al riñón, también lo hacen las especias que añades a tu comida ya que encienden el fuego digestivo del cuerpo. Asegúrate también de masticar bien los alimentos, se recomienda masticar cada bocado aproximadamente 30 veces antes de tragarlo).

6. Mejillas

La base del Ser y la Mente del hombre -entrevista a Krishnamurti

Krishnamurti

DAVID BOHM: Tal vez podríamos profundizar más en la naturaleza de la base, investigar si existe una posibilidad de llegar a ella y si ella tiene alguna relación con los seres humanos. Y también si es posible que haya un cambio en la conducta física del cerebro.

KRISHNAMURTI: ¿Podríamos abordar esta cuestión desde el punto de vista de por qué tenemos ideas? ¿Y es la base de todo lo que existe una idea? Eso es lo que debemos tener claro desde el principio. ¿Por qué las ideas se han vuelto tan importantes?

DB: Tal vez porque no esté clara la distinción entre las ideas y lo que se encuentra más allá de las ideas. A menudo consideramos que las ideas son algo más que ideas; sentimos que no son ideas sino una realidad.

K: Eso es lo que quiero descubrir. ¿Es la base una idea, es imaginación, es una ilusión, un concepto filosófico? ¿O es algo absoluto, en el sentido de que no hay nada más allá?
DB: ¿Cómo puede usted decir que más allá no hay nada?

K: Estoy llegando a eso. Quiero ver si miramos esa base, si la percibimos, o si tenemos un discernimiento de ella a partir de un concepto. Porque, después de todo, el mundo occidental, y tal vez también el mundo oriental, se basa en conceptos.

Toda la perspectiva religiosa y sus creencias se basan en eso. ¿Abordaremos, pues, la cuestión desde ese punto de vista o lo hacemos como una investigación filosófica, filosófica en el sentido de amor a la sabiduría, amor a la verdad, amor a la investigación, la labor de la mente? ¿Estamos haciendo eso cuando discutimos, cuando queremos investigar, explicar o descubrir qué es esa base?

DB: Bueno, tal vez no todos los filósofos hayan estado fundamentando sus enfoques en conceptos, aunque es cierto que la filosofía se enseña por medio de conceptos. Indudablemente, es muy difícil enseñarla salvo que sea a través de conceptos.

K: ¿Cuál es entonces la diferencia entre una mente religiosa y una mente filosófica? ¿Comprende lo que trato de comunicar? ¿Podemos investigar la base desde una mente disciplinada en el conocimiento?

DB: Nosotros decimos que fundamental, intrínsecamente la base es desconocida. Por lo tanto no podemos empezar con los conocimientos, y hemos insinuado que debemos partir de lo desconocido.

K: Sí. Digamos, por ejemplo, que x sostiene la existencia de tal base. Y todos nosotros, y y z, decimos: ¿Qué es esa base? Pruebe que existe, demuéstrelo, déjela que se manifieste. Cuándo hacemos ese tipo de preguntas, ¿lo hacemos con una mente que está buscando, o más bien con una mente que tiene esta pasión, este amor por la verdad? ¿O meramente decimos: Hablemos de ello?
DB: Creo que en esa mente está la exigencia de certeza, queremos estar seguros. Por lo tanto, no investigamos.

K: Supongamos que usted afirma que hay algo así, que la base existe, que es inamovible, etcétera. Y yo digo que quiero descubrirlo. Le pido que me lo demuestre, que me lo pruebe. ¿Cómo puede mi mente, que ha evolucionado a través del conocimiento, que se ha disciplinado muchísimo en el conocimiento, tan siquiera tocar aquello? Porque aquello no es conocimiento, no es un producto del pensar.

DB: Sí, tan pronto como decimos demuéstremelo, queremos convertirlo en conocimiento.

K: ¡Así es!

DB: Queremos estar absolutamente seguros, de manera que no haya lugar a dudas. Y no obstante, en la otra cara de la moneda, también está el peligro del autoengaño y la ilusión.

K: Por supuesto. la base no puede ser alcanzada en tanto haya cualquier forma de ilusión, que es una proyección del deseo, del placer o del miedo. Entonces, ¿cómo lo percibo? ¿Es una idea para ser investigada? ¿O es algo que no puede investigarse?

DB: Correcto.

K: Porque mi mente está adiestrada, disciplinada por la experiencia y el conocimiento, y solo puede funcionar en esa área. Y viene alguien y me dice que esta base no es una idea, que no es un concepto filosófico, que no es algo que pueda ser producido o percibido por el pensamiento.

DB: No puede experimentarse, percibirse o comprenderse mediante el pensamiento..

K: ¿Qué me queda entonces? ¿Qué he de hacer? Sólo dispongo de esta mente que ha sido condicionada por el conocimiento. ¿Cómo puedo alejarme de todo eso? ¿Cómo puedo yo, un hombre común, educado, ilustrado, experimentado, sentir esta cosa, tocarla, comprenderla?
Usted me dice que las palabras no me lo comunicaran. Me dice que debo tener una mente libre de todo conocimiento, excepto el tecnológico. Y usted me está pidiendo algo imposible para mí, ¿no es así? Y si yo digo que haré un esfuerzo, entonces también eso nace del deseo egocéntrico. ¿Qué haré entonces? Creo que es un interrogante muy serio. Es lo que toda persona seria se pregunta.

DB: Al menos implícitamente. Puede que no lo digan.

K: Sí, implícitamente. Entonces usted, que está en la otra orilla, por así decirlo, me dice que no hay barca para cruzar el río. Tampoco puedo salvarlo a nado. De hecho no puedo hacer nada. Básicamente en eso viene a parar la cosa. ¿Qué haré entonces? Usted me lo está preguntando, interroga a la mente, no a la mente general sino…

DB:…a la mente particular.

K: Usted le está pidiendo a esta mente particular que evite todo conocimiento. ¿Se ha dicho esto alguna vez en el mundo cristiano o judío?