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sábado, 7 de marzo de 2015

Gestionar el No Hacer



Hablar más sobre el No Hacer se me antoja necesario. Así, pues, voy a bajar un poco más al ruedo y proponer una nueva forma de Hacer el No Hacer, desde el Ser.

Esto del No Hacer no quiere decir que dejes de hacer cosas, como es el aseo diario, tu labor acostumbrada, colaborar con las responsabilidades propias del ámbito donde vives, sea el familiar donde cada cual se encarga de ciertos aspectos de la convivencia en común…. Tampoco se trata de que dejes de atender el cuidado de tus bienes, como por ejemplo el mantenimiento del vehículo, su puesta en marcha, arreglar un enchufe… Y así podríamos poner otros muchos ejemplos ¿se entiende esto que es muy material y nada etérico o espiritual?

Por un lado de trata de que ese No Hacer que es el hacer de antes, sea gestionado (palabra clave) desde un paradigma distinto que a la vez constituye una nueva visión de triple enfoque.

-         (1) Por un lado es seguir haciendo lo que tengas que hacer pero sin que ese hacer tenga un sentido encaminado al regodeo del Ego. Regodeo que se puede localizar en esa búsqueda de algo como encontrar desde lo que se hace, en lo que se hace y desde lo externo en ese hacer: reconocimiento, éxito, fama, admiración, veneración, aplausos… Es decir, haz lo que tengas que hacer sin la búsqueda de medallas. Es un Hacer  desde un No Hacer  embarcado en una búsqueda para que te coloquen el galardón. Pero si llega, que no sea eso lo que te impulse; tan solo se acepta y listo, pero que el ego no se recree en eso de “qué bueno soy” y “qué bien lo hago todo”. Por tanto, el Nuevo Hacer es un No Hacer buscando algo, esperando algo, sólo un hacer porque es lo que en ese momento toca hacer, pero sin que el hacer sea confundido con que eso que se hace es lo que eres. Porque si el hacer es para tener, dejas de ser y te conviertes en ese tener algo externo con lo que le encanta comulgar el ego.



-         (2) Ese cambio en el No Hacer incluye un nuevo punto de vista muy distinto al de antes. Si bien en el pasado el hacer se hacía por que era lo que se debía, insisto: por un DEBE hacerse de esta o de otra manera, ahora lo que toca es que ese hacer sea un No Hacer acorde a aquel viejo parámetro del DEBE hacerse según dicen que se DEBE HACER, pues si se hacía así, se hacía sin libertad, se hace (o se hacia) mediante las normas, siempre cuestionables, del costumbrismo social en el que se vivía o se había educado. Y hacías de una manera en un lugar y de otra en otro, lo que obedecía, evidentemente, a un hacer el mismo quehacer de dos formas distintas ante ambientes distintos; y eso, obviamente, llevaba a un distorsión en un@ que se palpaba en ofrecer personalidades distintas a la propia, o lo que es lo mismo: un@ tenía comportamientos dispares ante la misma realidad dependiendo de con quien se estuviera o dónde se realizara tal quehacer, que era un hacer condicionado y no libre. Y si no era libre (tal hacer), eras esclavo de un quehacer (hacer) no propio. Por tanto, ahora con el No Hacer, aquello, sale el nuevo hacer desde un No Hacer para agradar o porque se DEBE hacer según  se diga (por quien o quienes) de una u otra manera. Y sí tú nuevo No Hacer es espontáneo, propio y exclusivo, y dejas de imitar patrones viejos, caducos y estériles que le son propios al ego. Y al hacer eso, Eres en un No Hacer propio, no en un hacer desde el punto de vista externo.

-         (3) Una vez que se dan los dos puntos anteriores, sea cual sea el primero, el otro sale instantáneamente, y este tercero sale al poco. Pues cuando el No Hacer como antes se esfuma, salta tú verdadera esencia, tu Ser. Y al Ser tú en verdad, tu nuevo hacer NO tiene que HACER nada en especial, sino lo que le place hacer por el hecho de Ser. Al llegar aquí, los dos puntos anteriores se fusionan en uno solo, y éste le conforta y conforma desde la confianza plena en Un@ al Ser Quien se Es sin necesidad de Hacer en función de patrones externos o buscando premios. Y cuando ni se pretenden halagos en tu nuevo No Hacer,  ni se hace porque así se debe hacer, sino que lo haces porque quieres hacerlo en un puro placer, obtienes fe en Ti, seguridad en Ti y confianza en Ti. Y teniendo todo esto, ¿qué vas a hacer? Te lo digo: No Hacer lo que no sea de plena voluntad, con total libertad y desde una confianza sin igual, pues ya te tienes en Ti, no en el Ego que busca tener y tener en el hacer si parar y si acierto o concierto para ser algo sin dejarte Ser.

Finalizando, pues esto está más que claro, ¡digo yo ¿no?!: el No Hacer o el Hacer Nuevo, lo puedes sustituir, conceptualmente hablando, en cómo gestionar tu Ser cuando quiere Hacer e incluso No Hacer.

 

Se trata, obviamente, que a partir de ahora GESTIONES tu Hacer y No Hacer desde tu Ser, o que GESTIONES desde tu Ser lo que quiere Hacer y No (Hacer). O mejor: que te Gestiones en tu Ser sobre lo que quieres Hacer o No Hacer, y así todo es una NUEVA GESTIÓN DE TU SER, sin más tener que hacer o no hacer.

Y si esto se cambia, la Gestión del No Hacer ya está en Gestión gestionado desde tu Ser.

Conclusión, si se quiere: no es ya si Haces o No, sino cómo Gestionas tu Ser desde Ti en tu nuevo experimentarte para Hacer o No Hacer, pero desde la Gestión en voluntad, libertad y confianza en tu Ser sin un tener nada especial que Hacer o No (Hacer).


Autor: Deéelij

fuente es la pagina de  Emilio Carrillo

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