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domingo, 25 de octubre de 2015

Los apegos… entiende lo que significa esta expresión


En realidad no es una expresión sino todo un concepto que nos rodea. Desde mi pobre entender, los apegos son esa energía tan fuerte que uno no quiere soltar, que uno no quiere dejar ir, que te impulsa a seguir atado firmemente a un patrón que existe únicamente  en las fantasías de tu mente y que además las más de las veces te hace sufrir.

Dicen los Budistas en sus nobles cuatro verdades que el origen del sufrimiento es el apego y la principal razón para mantenernos apegados a lo que sea, radica en el miedo.
“Tienes  apego cuando tienes miedo de ser libre y volar. Tienes apego cuando pierdes tu poder interior. Tienes apego cuando te vuelves dependiente de una persona, de un evento o de una circunstancia; inclusive cuando fanatizas en una religión como una muleta exterior, no como un punto de apoyo en tu proceso interior.”

Tienes miedo a la libertad… Punto.

Ser libres, autónomos y completos es la condición natural del alma,  es el contacto de la personalidad con tu ser interior. Solamente cuando eres autónomo y completo, te aceptas, te reconoces y te atreves a ser tu mismo.

Sabes bien que el apego es un obstáculo que tendrás que superar algún día, en mayor o menor medida y en circunstancias diferentes, pero siempre habrá algo a lo que tengas que dejar marcharse.
El hecho de que te cueste tanto trabajo soltar y fluir, surge cuando no comprendes el lado interno de la vida, cuando no estás en contacto con la esencia de las cosas. Al carecer de ese contacto, te habitúas a la forma externa y te apegas a ella, que es tu área conocida o área de confort, sea agradable o no lo sea, ya que es lo que conoces y es lo que sabes aparentemente como atravesar.

En tu convivencia con los demás, es como si consideraras sólo el cuerpo, el rostro, la posición económica o simplemente la personalidad que la gente refleja, olvidándote que en su verdadera esencia son almas, y que como almas, están presentes en otras conexiones.

Sé que te gustaría ser más desapegado…. a todos nos gustaría. Pero, ¿cómo hacerlo? ¿Cómo encontrar la esencia de las cosas y cómo impedir ser atrapado por las apariencias?

Sucede que tienes muchos vicios de pensamiento y muchos hábitos de lenguaje, y llegas a decir cosas que si las pensaras mejor, verías que no corresponden a la realidad, tal como dice mi artículo de “Cerciórate de echar a andar tu cerebro antes de echar a andar tu lengua”.

Usas el lenguaje de maneras muy superficiales y la palabra muerte te aterroriza, cuando en realidad las cosas no se acaban ni se mueren, en realidad, es la esencia de las cosas que se “transforma”, dejando una forma y tomando otra.

Por lo tanto, nada se acaba cuando “ésta” deja de ser vista en el plano físico, y tampoco nada acabó cuando se dice impropiamente que una persona, una situación o una mascota murió.

Nada se pierde, todo evoluciona… “Aun cuando pierdes la batalla, no pierdes la lección”… Estar consciente de esto es el primer paso para desapegarnos de las formas externas y concretas.
En la vida siempre se necesitan cambios, lo has leído en otras ocasiones, lo has escuchado siempre, de seguro alguien ya te lo dijo…
La impermanencia de las cosas es algo absoluto y real con lo que debes de aprender a vivir tu  día a día.

Ahora bien, si consideras los cambios como hechos incómodos, las transformaciones pueden parecerte drásticas o muy dolorosas. Sin embargo, hay una gran diferencia entre las distintas actividades o hechos que te suceden cuando las enfrentas con el mismo espíritu… tu espíritu.
Lo importante es la actitud con la que “Tú” enfrentas las cosas, y no tanto aquello que tienes delante.
Debes de entender que el universo tiene un balance y que de manera natural conviven armoniosamente energías que construyen y energías que destruyen. Las primeras crean y alimentan formas. Las últimas posibilitan que la esencia abandone las formas que ya no corresponden a este momento presente para abrir espacios nuevos.*

Ambas energías son necesarias para que la vida prosiga su curso, como tantas veces lo he dicho: asunto binario, Ying Yang.



Desafortunadamente la tendencia es que como buen humano ” tienes apego a todo”… simplemente a seguir estando dormido, apegado a depender emocionalmente de otra persona. Estar bien si te dan, si te dicen, si te tocan, si te reconocen. Proyectándote las más de las veces hacia afuera. “Dependiendo del otro o de lo otro”, para coexistir…

Y a esto además puedes sumarle que  la moda o vibración colectiva nos ha llevado a vivir en la época de ” Vale más Quien tiene más en lugar de Vale más Quien es más”. Apegos, apegos y mas apegos !!!.

Pero yendo mas allá de lo material, ¿por qué los apegos que más  rehúsas a soltar suelen ser los apegos afectivos?
Tan sólo imagina, si es tan difícil dejar ir la ropa de tu armario que ya no usas, cuanto más trabajo cuesta dejar ir de tu vida a alguien que te ha dejado una profunda huella emocional,  ya sea por  amor o por heridas;  por increíble que parezca,  el resentimiento, el rencor, el odio, la culpa o la envidia también son  apegos sumamente comunes, de hecho mucho más comunes que los demás.
La razón es que los apegos siempre van enlazados a un sentimiento, de ahí que  resulte tan difícil poder manejarlos…

Así que ten muy en cuenta que los apegos no sólo pueden ser “algo” de origen material, pueden además ser energía del pensamiento aunada a una emoción en movimiento también, lo cual puede resultar ser bastante esclavizante.

Aunque te suene repetitivo, es importante que entiendas muy claramente que  Los apegos pueden ser de cualquier índole y darse en cualquier situación; en el terreno  físico ( apego a tu imagen, a tu cuerpo etc..), hacia las cosas materiales (ropa, coleccionar cosas, guardar trastos, etc…), así como en actitudes, reacciones, emociones, sentimientos y pensamientos.
Pero aun entendiendo intelectualmente todo esto… ¿por qué insistes en tener tantos apegos?
Las más de las veces es porque tus apegos están vinculados a diferentes facetas o etapas de tu existencia, a recuerdos o memorias celulares que se han quedado profundamente atesoradas en tu interior, y que en determinado momento, tarde o temprano, salen a la superficie al detonarse un gatillo en particular.

Cuando esto sucede, ésta es la gran oportunidad para sanar, limpiar el lugar ocupado, dejar ir lo que ya no necesitas en este aquí y ahora…
Debes de hacer espacio para lo nuevo y procurar estar en unidad contigo mismo, porque siempre que no puedes desapegarte de algo, inevitablemente tu ser se fragmenta, se separa, y, por ende, no puedes vivenciar la libertad.

En este apartado me gustaría hablar un poco más acerca de los apegos hacia las personas, ya sea tu pareja, tus amigos o tus hijos, por ejemplo… porque además de ser muy común, es un punto muy importante y clave  en las relaciones y la comunicación con todo lo que te rodea.
A LAS PERSONAS NO LAS PUEDES RETENER  A TU LADO POR LA FUERZA !!! CUANDO ALGO YA NO ESTÁ ALINEADO, SIMPLEMENTE YA NO ES SU TIEMPO, O CUANDO ES LA HORA DE QUE ALGO SE MARCHE, ES PORQUE DE LA MISMA MANERA LLEGÓ SU FECHA DE EXPIRACIÓN, Y AUNQUE ESTO DUELA… ESTÁ BIEN!!!.

Entiende pues, que puedes estar muy junto y muy cerca de alguien. Puedes besarle, abrazarlo, puede que ocupes el mismo techo, pero si tu relación se basa en el apego del otro o de la emociones del otro, estás profundamente separado de tu esencia, estás separado de ti.

Por favor lee lo que dicen los Budistas:

“Una relación es de apego si produce sufrimiento. La condición del sufrimiento es el apego. Tú puedes irte o puedes quedarte; pero si yo sufro es porque estoy apegado y si estoy apegado a ti es porque estoy inseguro de mí, porque necesito un punto de apoyo exterior. Si estoy apegado a ti, es porque estoy inseguro de mí. Si yo estoy apegado a ti estoy violando tu libertad, si tú estás apegado a mí, entonces también estás violando mi libertad.

Si yo te necesito a ti para llenar mis vacíos, pobre de ti y de mí, porque te voy a atrapar en la prisión de mi vacío. Si tú me necesitas sólo para compensar tus vacíos en la relación, no me vas a dar más que tu carencia, tu sombra y tu pobreza. No me vas a regalar lo mejor de ti mismo que es tu riqueza y todas aquellas cosas que ya has afirmado, aquello que traes para regalarle al mundo desde tu propio corazón”.

¡Qué impresionante! Pero si lees esto con detenimiento reflexionarás que en las relaciones entre los hombres, la mejor manera de unirse es paradójicamente liberarse. La mejor manera de encontrarse es desaparecerse. La mejor manera de no rechazarte es paradójicamente otra vez… aceptarte a tí mismo. Así se pueden ver las paradojas que se dan en una relación que tiene como punto de partida la REFLEXIÓN;  yo me miro y me observo en un espejo, pero yo me miro y me observo en un espejo que eres tú. Aquellas cosas a las que yo me apego son esas inseguridades o vacíos interiores que tengo. De manera que te estoy utilizando en la relación como un instrumento para compensar mis carencias.

QUE FUERTE !!!

La relación no es un instrumento para compensar carencias, sino es un instrumento de liberación, y para liberarse, solamente un camino es el adecuado: el desapego….

La cura de los apegos soluciona los más diversos problemas. Te permite encontrar respuesta a muchas preguntas: ¿Cómo hallar la esencia de las cosas? ¿Cómo hago para desapegarme de una idea? ¿Cómo hago para desapegarme de mi actual manera de ser? ¿Cómo hago para liberarme de lo que me aprisiona? ¿Cómo hago para trascender mis defectos? ¿Cómo hago con esa enfermedad que los médicos no saben tratar? ¿Cómo hago para llenar el vacío que siento en mi vida? ¿CÓMO HAGO, CÓMO HAGO, CÓMO CARAJOS LE HAGO???…

Sólo hay una respuesta para todas esas preguntas: ir al interior del corazón, dentro del propio ser. Allá la consciencia del alma, que es universal, nos aguarda desde siempre. Es en el corazón y con mucho amor donde se curan los apegos, porque allí está la esencia de todo. *

Reflexiona y Medita….

Un cuentito para reflexionar…
Una caravana de comerciantes llegó a un lugar de descanso, después de un arduo  y agotador viaje. Se dispusieron entonces a atar sus camellos.  Pero habían sólo diecinueve estacas para hacerlo, por lo que el dueño del camello veinte no sabía qué hacer.

Consultó entonces al jefe de la caravana y éste le dijo:

¿Por qué no haces los movimientos y el ademán como si estuvieras atando al animal? Y así lo hizo el comerciante.
Al amanecer, todos desataron y montaron sus respectivos  camellos. Pero el camello que no estaba atado… se negaba a moverse de su lugar.
¿Qué hacer? Simplemente hacer los movimientos de desatarlo…entonces de inmediato el animal siguió camino adelante con su amo y señor.

“Todos vivimos atados a algo o a alguien”. ¿Qué crees tú?




Tony de Mello Redescubrir la vida.

Roberto Aguiñiga

fuente:http://circuloabierto.es/leon/los-apegos-entiende-lo-que-significa-esta-expresion/

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