UNA ANALOGÍA SIMPLE

¿Por qué inicialmente te digo que dejes de pensar, entonces? Es debido a que hemos crecido muy acostumbrados a sólo interesarnos en nuestras formas de pensar, que perdemos lo esencial de lo que experimentamos.

Así que cuando dejamos de pensar por un momento, no hay nada a nuestro alrededor que nos distraiga, entonces, notamos la sutil presencia que sustenta todos los pensamientos y naturalmente nos percatamos de que somos en realidad la conciencia que queda.
 Sorpresa: No somos lo que pensamos.

Es algo así:

¿Alguna vez has mirado la televisión y de pronto la imagen se torna negra?, o ¿como cuando se pierde la señal? No hay contenido en la pantalla y de repente recuerdas que en realidad estabas mirando un aparato de televisión…

Cuando la pantalla estaba llena de historias que te interesaban, te mantenían distraído, nunca te habrías dado cuenta que estabas mirando una pantalla de televisión. Todo lo que reconocías eran las formas cambiantes que se mostraban y las historias que te estaban contando. Estabas perdiendo de vista el hecho obvio: que el televisor es la base de cada imagen que se muestra.

Y como cuando algo atrae tu atención que se refleja en un espejo al que estas mirando, por ejemplo tu rostro, todo lo que ves es tu rostro y la historia que parece evocar, quizá notas todas tus imperfecciones faciales o tus hermosas características, porque eso es en lo que estás interesado.

Pero si el espejo no refleja nada que atraiga tu atención, por ejemplo, un espacio vacío en tu habitación, naturalmente notarás que hay un espejo en tu habitación, pero no te distraerás con su reflejo. Por primera vez, ves el espejo en sí, lo que realmente es, en lugar de distraerte con la historia o lo que se refleja en él.

Del mismo modo, la Consciencia es la base de todas tus percepciones cambiantes y es más fácil notar que está presente cuando dejas de pensar en cualquier cosa por un momento. Pueden surgir pensamientos, pero simplemente dejas de pensar en exceso y notas que hay una cognición natural, que está ahí,  "además de"  los pensamientos que puedan surgir.

Pero como dije, es importante no obsesionarse con esta instrucción inicial.
Ahora que te has dado cuenta que todas las imágenes eran en realidad una pantalla en la televisión, cuando la imagen y las historias que te cuentan empiezan a llenar tu pantalla nuevamente, puedes comenzar a recordarte a ti mismo el hecho de que cada imagen no es más que pura pantalla. ¡Puedes ahora, en realidad, ver la pantalla de la televisión como una pantalla!

Sin importar lo elaborada, individual o real que parezca la historia de estas imágenes, no tienen ninguna base individual o poder, y nunca han sido nada más que pura pantalla. Todas las imágenes son ahora percibidas de igual manera, ¡Aún si sus etiquetas e historias te digan otra cosa!

Entonces, donde quizá hayas necesitado ese momento inicial de vacío para reconocer qué fue realmente cierto acerca de las historias, ahora que ya conoces este fundamento básico de las percepciones, en tu experiencia directa, puedes comenzar a reconocer la consciencia en cada percepción, en cada pensamiento.

Porque ese estado de alerta que está viendo naturalmente el momento de no-pensamiento, es exactamente el mismo estado de alerta que está atestiguando el torbellino de pensamientos y emociones.



Así que en lugar de reconocer sólo las imágenes de la vida, comprométete tú mismo, en este momento, a reconocer el hecho de que tú estas consciente de todas esas imágenes. No como una entidad separada, o un observador separado, sino sólo como un ver natural en donde todas las experiencias son percibidas.

TÚ siempre eres esa misma consciencia abierta, pacífica y espaciosa, y TÚ jamás podrías estar no-presente. Los pensamientos van y vienen como el viento, pero TÚ eres el espacio para ellos, para que estén o no estén. ¡Completamente inalterado, completamente libre ya!

(Un extracto traducido por Lucero Martínez Landázuri
del libro ‘Insights Into Awareness,’ de Bentinho Massaro)
visto en:http://presenciaconsciente.tumblr.com/post/131029855162/una-analog%C3%ADa-simple