Páginas

jueves, 25 de enero de 2018

¿Qué es lo que experimentamos?


¿Qué es la experiencia de un objeto?

Tomemos un árbol por ejemplo. Al mirar un árbol experimentamos una percepción visual. La percepción nunca es solamente de un árbol. El aparente árbol es siempre parte de una percepción más amplia que incluye el campo, el cielo, otros árboles, etc. Y esta experiencia en sí está incluida también en una experiencia más grande que puede contener pensamientos, imágenes y sensaciones.

Así que la idea de un "árbol" se refiere a "algo" que nunca es experimentado como tal. Nunca experimentamos el árbol tal como es concebido.

El concepto "árbol" es una abstracción que se superpone sobre la realidad de la experiencia en sí, sea lo que sea esa realidad.

No tenemos ninguna duda de que "algo", que es referido como "árbol", está siendo experimentado, pero el concepto "árbol" no describe ese "algo".

Despojada de la interpretación que la mente superpone sobre la experiencia en sí, sólo nos queda una percepción visual.

Lo que no es tan obvio es que esta misma percepción visual también se superpone sobre ese "algo" por las facultades de percepción, los sentidos, aunque está, en cierto sentido, "más cerca" de ello.

¿Se ve el "árbol" a sí mismo? ¿Sabe el árbol que es un árbol? ¿Acaso el árbol reclama que es un árbol? ¿Quién dice que es un árbol? Es sólo la mente la que hace esta afirmación.

¿Tiene el árbol en sí algunas cualidades visuales inherentes que sean independientes de los sentidos? No.

El ver pertenece a los sentidos, no al árbol. Cada uno de los sentidos imparte sus propias características sobre el objeto experimentado.

Sabemos esto por nuestra propia experiencia porque el ver persiste o continúa cuando el árbol está ausente, por ejemplo cuando vemos un coche, pero la percepción visual del árbol no persiste cuando el ver está ausente.

En realidad, la cualidades visuales del árbol pertenecen a los sentidos.

El ver por lo tanto existe en aquello que ve, sea lo que sea, no en lo que es visto.

Lo visto existe en el ver.

Sin embargo no tenemos ninguna duda de que hay "algo" en nuestra experiencia del árbol. ¿Qué es ese "algo"?

¿Cuál es la Realidad del árbol cuando ha sido despojado de la superposición conceptual de la mente y de la superposición de percepción de los sentidos?


Sea lo que sea, está sin duda presente y sin embargo no tiene cualidades objetivas.

Sea lo que sea, también está siendo sin duda experimentado.

¿Qué es eso, en nuestra propia experiencia, que está sin duda presente y sin embargo no tiene cualidades objetivas?

Es la Consciencia, nuestro Sí mismo o Ser.

Por lo tanto, es nuestra experiencia directa e íntima que la Realidad del árbol es idéntica a la Realidad de nuestro ser, la Consciencia.

No hay dos cosas, un veedor y un visto en nuestra experiencia real. La Realidad del veedor y la realidad de lo visto son una sola sustancia y esa sustancia es nuestro ser, la Consciencia.

De esta forma traemos al objeto, por así decirlo, de nuevo a nuestro ser. De hecho, el objeto nunca ha dejado nuestro ser.

Vemos que es nuestro ser, la Consciencia, la que toma la forma del ver para convertirse en el mundo visual, la que toma la forma del oír para convertirse en un sonido, la que toma la forma del gustar para convertirse en un sabor, la que toma la forma del oler para convertirse en un olor y la que toma la forma del tocar para convertirse en una textura.

Y sin embargo, al hacerlo, nunca se convierte en ninguna otra cosa que sí misma.

Rupert Spira

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por tu comentario.