CAPÍTULO 4.
LOS OBSTÁCULOS PARA CONECTARTE A LA INTENCIÓN:
Tienes que examinar tu discurso interior, tu nivel de energía y tu vanidad y crear la correspondencia con la Fuente creativa de toda la vida.
Tu discurso interior. ¿Se corresponde o no?
Hay cuatro maneras de pensar que pueden evitar que te conectes con la intención:
1. Pensar en lo que te falta en la vida. La correspondencia sería pensar en lo que tengo firme intención de atraer a mi vida y que se manifieste en ella. Ejemplos:
No correspondencia. No tengo suficiente dinero
Corresp.: Tengo intención de atraer una abundancia ilimitada a mi vida.
No corres.: Mi pareja es un cascarrabias y un aburrido.
Corres.: Tengo intención de centrar mis pensamientos en lo que me gusta de mi pareja.
No corres.: no tengo vitalidad y energía suficiente.
Corres.: Formo parte del flujo y reflujo de la ilimitada Fuente de la vida.
2. Pensar en las circunstancias de tu vida. Si no te gustan algunas circunstancias de tu vida, no pienses en ellas en ningún momento, entrena tu imaginación para pasar de lo que no quieres a lo que quieres.
No cor.: Detesto la casa en la que vivimos
Cor.: Veo mentalmente nuestra nueva casa y tengo intención de vivir en ella dentro de seis meses.
No cor.: Me desagrada el trabajo que hago y el hecho de que no me valoren
Cor.: Seguiré mis impulsos intuitivos internos para crear el trabajo o el empleo de mis sueños.
No cor.: detesto estar enfermo con tanta frecuencia y resfriarme continuamente.
Cor.. Soy la salud divina. Tengo intención de actuar saludablemente y atraer la fuerza que fortalezca mi sistema inmunológico de todas las maneras posibles.
3. Pensar en lo que siempre ha sido. Traslada tu discurso interior a lo que tienes intención de manifestar.
No cor.: Siempre he sido pobre, en mi infancia todo eran necesidades.
Cor.: Tengo intención de atraer la riqueza y la prosperidad con una abundancia ilimitada.
No cor. : Mis hijos nunca me han mostrado respeto.
Cor.: Tengo la intención de enseñar a mis hijos a respetar la vida entera, y yo les trataré de la misma manera.
4. Pensar en lo que “ellos” quieren para ti. Decide cambiar tu discurso interior hacia lo que te propones crear y atraer en tu vida.
No cor.: Estoy harto de mi familia, no me comprenden y nunca me han comprendido.
Cor.: Quiero a mi familia. No ven las cosas como yo, pero no espero que lo hagan. Estoy totalmente centrado en mis intenciones y les doy amor.
No cor.: Ya no se que hacer para complacer a todos.
Cor. : Tengo un propósito y hago lo que me comprometí a hacer en esta vida
Tu nivel de energía: ¿Hay correspondencia o no?
Todo en este universo es un movimiento de energía. Tú eres un sistema de energía compuesto no solo de huesos, fluidos, células, sino también, energía interior formada por pensamientos, sentimientos y emociones. Que pueden medirse y calibrarse según el impacto que tienen en tu cuerpo y tu entorno. Cuanta más alta es tu energía, más capaz eres de anular y transformar las energías inferiores que te debilitan,, y causar un impacto positivo en todos los de tu entorno inmediato o incluso lejano.
Cinco niveles de energía con los que funcionas, pasando desde las frecuencias más bajas y lentas a las más altas y rápidas:
1. El mundo material. El estado sólido es la energía desacelerada.
2. El mundo del sonido. Son ondas invisibles pero pueden sentirse.
3. El mundo de la luz. Se mueve a mayor velocidad que el material y el sonido, pero no existen partículas reales que formen la luz.
4. El mundo del pensamiento. Los pensamientos son pulsaciones de frecuencia extraordinariamente alta que se mueven a mayor velocidad que la del sonido e incluso de la luz. Las frecuencias más altas anulan las más bajas; las energías más rápidas transforman las más lentas.
5. El mundo del Espíritu. En él se encuentra la energía máxima. Estas frecuencias tienen una velocidad tan supersónicamente rápida que es imposible la presencia del desorden, la desarmonía, el desasosiego e incluso la enfermedad. Son las energías de la creación. Son las cualidades de la creatividad, la bondad, el amor, la belleza, la expansión, la abundancia y la receptividad, las más altas energías del Espíritu universal. Tú existes gracias a esta energía y puedes corresponderte con ella energéticamente al eliminar las pulsaciones de baja energía de tus pensamientos y sentimientos.
Elevar tu nivel de energía: