Una de las expresiones que más se escuchan en el camino hacia la realización del Ser es "libérate del ego". ¿Qué significa exactamente esto?
No se refiere, por supuesto, a la forma habitual del ego que todo el mundo reconoce como egoidad o egoísmo, porque está claro que el egoísmo es, de hecho, rechazado por todos, incluso aquellos que no están siguiendo un camino espiritual. Liberarse de este tipo "burdo" de ego no es suficiente en el camino de la liberación.
El ego, que es mencionado por los maestros de las vías de liberación como el principal obstáculo, es una actividad del pensamiento, en la que uno se identifica con un objeto o figura externa que consecuentemente puede ser vista y juzgada. Una figura que podría ser imaginada como "superior" o "inferior" a otras figuras.
Este ego, en realidad, consiste en actos de comparación. También se le llama "auto-consciencia" con toda su inhibición implícita de la espontaneidad o vitalidad. Se refiere a la función de dividir, una ranura habitual que mira a otra parte del mismo ego desde un punto de vista crítico, y lo bombardea con opiniones encontradas. La principal característica del ego es el apego a las opiniones sobre uno mismo. Es decir, se construye una imagen de sí mismo, que no quiere que se disuelva y prefiere seguir como está. Esto es lo que llamamos la "persona"; es el mantenimiento de una imagen de sí mismo. Cuando procede de la "persona", cada actividad consciente del cuerpo-mente implica la suposición de que hay un "yo" haciendo algo, y que ese "yo" es una entidad permanente, perdurable.
Yo prefiero llamarlo "el yo", en lugar de "ego", porque así es más fácil reconocerlo como algo más sutil que el "burdo ego" mencionado anteriormente, a pesar de que los dos fluyen entre sí. La principal diferencia, se podría decir, es que en el caso del "burdo" ego son otros los que te molestan y son molestados por ti, mientras que en el caso de este sutil "yo", eres tú el que está molestándose a sí mismo.
Tanto los budistas como los vedantistas están de acuerdo en que este "yo" debe ser abandonado si quieres la liberación, pero no están de acuerdo en la terminología ni en cómo la creencia en este "yo" puede ser aniquilada. Los budistas dicen: "No hay una entidad en absoluto, no hay 'sí mismo' o 'yo', sólo una secuencia de procesos físicos y psíquicos causativamente condicionados". Por lo demás no hablan de un "yo". Incluso desaprueban hablar en términos de un "yo", por ejemplo, en una declaración como "Cuando consideramos la naturaleza de este conocimiento como 'yo' o 'mí', y nos aferramos a ese concepto — se trata de un punto de vista estrecho, y es confuso, erróneo". (1)
En contraste, mientras que los maestros del Vedanta Advaita están totalmente de acuerdo con los budistas en la no existencia del "yo-entidad", no obstante, siguen hablando en términos del "yo" y del "sí mismo", incluso cuando apuntan a niveles más altos de realidad. ¿Por qué es esto así?
Vamos a tratar de dar una respuesta a la luz de la "gran tríada" de maestros Advaita del siglo XX: Ramana Maharshi, Krishna Menon (Atmananda) y Nisargadatta Maharaj. Los tres utilizan la palabra "yo" para indicar el más alto (o casi más alto) principio, respectivamente como "Yo-Yo", "Yo-Principio" y "Yo Soidad". Esto puede, si se ve desde el punto de vista de su rechazo del "yo" como una realidad, causar fácilmente malos entendidos, debido a la insuficiencia del lenguaje.
Primero vamos a escuchar al más antiguo de los tres, Bhagavan Sri Ramana Maharshi. Él ha tenido la influencia más fuerte, y no en vano Ananda Mayi Ma le llama "el Sol" (2). Ha sido reconocido como la auténtica voz del Advaita y su mensaje de la posibilidad de ser liberado en esta vida.
Todo en su enseñanza versa sobre el verdadero sentido del "yo". Él invita al visitante o devoto que pide orientación a que se haga la pregunta "¿Quién soy yo?" Consideraba a ésta la verdadera forma de auto-indagación (vichara). Él reveló la poderosa naturaleza de la pregunta, que cuando es hecha apropiadamente, provoca la disolución de los pensamientos y las identificaciones. Bhagavan dejaba que el efecto de la pregunta fuera experimentado directamente por el devoto que solicitaba orientación.
Sin embargo, él también comprendía que para la mayoría de la gente la experiencia en sí misma requería también del correcto fundamento de la comprensión. La correcta interpretación de la experiencia es muy importante. Por lo tanto, él explicaba en varias ocasiones con gran detalle la relación entre "el yo" y lo que es realmente "yo", el "Ser" o "Sí mismo" último.
Indicaba que "el yo" (aham-kara), o el "pensamiento yo" (aham-vritti) como a menudo lo llamaba, tiene que ser matado, destruido. Siempre he pensado que este es un uso lingüístico muy engorroso, ya que parece invitar al conflicto. En general, una persona ya está ocupada con luchas internas y creo que esta terminología agresiva requiere una explicación. Si en última instancia la meta es la paz, entonces la escalada del conflicto interno no puede ser la intención.
El mismo Sri Ramana también hablaba de manera diferente. Si alguien preguntaba cómo este "yo" debería ser eliminado, decía por ejemplo: "Usted no necesita eliminar el 'yo' falso. ¿Cómo puede 'yo' eliminarse a sí mismo? Todo lo que necesita es encontrar su origen y permanecer ahí" (3). Y en otro momento decía acerca de matar el ego: "¿Puede el ego aceptar matarse a sí mismo nunca? ... Si usted busca el ego, encontrará que no existe. Esa es la manera de destruirle" (4). Y: "¿Cómo puede ser matado algo que no existe?" (5)
"Encontrarás que no existe". Esta es una y otra vez la esencia de su argumento. Sin embargo Ramana a menudo hablaba sobre el "yo", y lo describe como si existiera, así que uno comienza a preguntarse: "pero entonces ¿qué existe y qué no?" La siguiente cita viene al caso a este respecto.
"Hay el Sí mismo absoluto, del que procede una chispa como de fuego. La chispa es llamada el ego. En el caso de un hombre ignorante, el ego se identifica con un objeto simultáneamente con su surgimiento. El ego no puede permanecer independiente de esa asociación con los objetos. Esta asociación es ajnana o ignorancia, cuya destrucción es el objetivo de nuestros esfuerzos. Si su tendencia a objetivizarse es matada, el ego permanece puro, y también se sumerge en la fuente" (6). Si de nuevo ignoramos el uso de la palabra "matar" por un momento, la "asociación con los objetos" mencionada anteriormente es la frase clave — la tendencia del "yo" a identificarse con los objetos. Ese es exactamente el error.
¿Qué está asociado con qué? ¿Qué o quién está cometiendo este error?