El materialismo —la idea de que la conciencia es producida o equivale al cerebro— es una creencia que ya se ha probado falsa a través de la ciencia.
Neal Grossman, Historia y Filosofía
¿Es la conciencia un sistema inherente al cuerpo y al cerebro? Si no hay vida cerebral, ¿entonces se extingue la conciencia?
La respuesta es: NO; la conciencia perdura más allá del cuerpo y del cerebro.
Existe un estado de conciencia durante los cortos momentos entre la muerte clínica (detención de ritmo cardíaco y respiración) y la resucitación artificial. En otras palabras, la conciencia permanece incluso después de la muerte.
Estas conclusiones nacieron de un estudio llevado a cabo por el equipo del doctor Sam Parnia (Reino Unido), involucrando a más de 2 mil personas que sufrieron un paro cardíaco y respondieron exitosamente a la resucitación, en 15 diferentes hospitales del Reino Unido, Estados Unidos y Austria. Hasta ahora, este estudio es el más importante dentro del campo, debido a la rigurosidad de la metodología empleada y por el análisis de los datos puramente físicos.
“Este estudio merece reconocimiento por abrir puertas dentro de la investigación acerca de lo que sucede cuando morimos”, expresó el editor de la revista científica Resuscitation Journal.
En realidad, el estudio comenzó con la idea de entender por qué los sobrevivientes resucitados después de un paro cardíaco muestran déficits cognitivos y estrés postraumático, y esto con el fin de definir qué sucede biológicamente durante la resucitación cardiopulmonar (RCP).
Los pacientes fueron seguidos durante 4 años después de su accidente de paro cardíaco y fueron entrevistados acerca de su estado de conciencia antes y durante la resucitación, haciendo uso de tests específicos.
El estudio concluyó que 40% de las personas que sobreviven a un paro cardíaco están conscientes durante el corto tiempo entre el estado de muerte clínica y la resucitación, lo cual supone que la conciencia no se evapora durante la muerte clínica, dejando claro que “tampoco sabemos si se evapora después”, como explica el doctor Parnia.
La conciencia ha sido atribuida al órgano cerebral por la corriente dominante en el pensamiento moderno, por lo tanto pensaríamos que si el cerebro no funciona, entonces, no debe existir conciencia alguna. Inesperadamente el estudio afirma que, aunque el cerebro deja de tener actividad desde los 30 segundos posteriores a la falla cardíaca, el estado de conciencia perdura por más de 3 minutos. Por ende, la conciencia es independiente de la función cerebral.
A continuación, los datos crudos del estudio:
Se estudiaron 2 mil 60 pacientes con paro cardíaco.
330 sobrevivieron.
De los 330 sobrevivientes, 140 aseguraron estar parcialmente conscientes en el momento mientras eran resucitados.
De estos 140, 39% describió estar consciente pero no tener ningún recuerdo específico.
Durante la muerte cerebral, uno de cada cinco pacientes sintieron: