Camino en soledad, no porque te rechace sino porque quiero que escuches lo más profundo de tu ser. Sin barreras entre tu mente y la mía, sin deseos entre tu corazón y el mío.
Te ofrezco mi mano. Puede que no la veas. Quizás percibas un viento caluroso rozar tu mano. No preguntes porqué, no lo hago para que comprendas nada, ya que es mi espíritu quien lo dicta y sus dictados van derechos al fuego que nos alumbra sin cesar.
Hablo en tu silencio porque eres tú quien ha decidido vivir en el presente y dejar, por fin, el pasado atrás.
No son mis huellas las que has de seguir, ni las de otros, pues ya es tiempo de que camines en la mar.
No te pido que tengas fe, ni siguiera esperanza: da. Da, sin esperar nada a cambio y descubrirás el gozo de la verdadera paz.
Nada temas por un futuro incierto pues es ahora cuando lo construyes. Que todo tu ser viva este instante con infinita generosidad.
Estoy, aunque no veas mi rostro. Eres como yo, soy como tú: cierra los ojos y me sentirás. ¿Te digo un secreto? Mi rostro es el de los demás.
Soy el cuenco y el agua. Soy quien tiene sed. Sin principio ni final, soy, somos, la Eternidad… Peregrin@s de la Paz.
¿Caminas en soledad? ¿Camino en soledad? ¡Nunca más!
Ángel Hache E