El miedo es la energía opuesta al amor.
Nos aliena y nos aleja de nosotros mismos, de nuestro presente y de nuestros auténticos potenciales.
El miedo, si elegimos darle espacio e importancia en nuestra mente y en nuestra vida, nos domina, nos limita, nos impide el avance y el éxito que tenemos derecho de experimentar.
Mientras vibramos en su energía, navegamos entre el pasado y el futuro, creando y reiterando las peores circunstancias posibles, pasando por alto el presente con los regalos que trae, e incapacitándonos para crear mejores siembras.
Hay que aprender a mirarlo de frente, hay que descubrir lo que esconde y hay que atreverse a elegir su opción opuesta: el Amor.