martes, 16 de junio de 2015

¿CÓMO PODEMOS ACEPTAR?


La aceptación es una de las cosas más difíciles, es todo un trabajo interior que requiere de mucha comprensión.

Cuando se da una situación concreta en la vida, la cual te produce malestar, como por ejemplo tener un trabajo que no disfrutas y no te sientes feliz con él; no te gusta y es algo que te ves obligado a vivir, pero no puedes de ninguna manera cambiar la negatividad y el rechazo que sientes con respecto a ello, suele surgir resignación en ti.

La resignación no es aceptación, la resignación es cuando algo no te gusta, no sientes alegría con ello, pero interiormente dices "no tengo más remedio que aguantar".

Llegar a este punto, es ir en contra de nosotros mismos, pues no podemos realizar ninguna actividad si no sentimos en lo más profundo de nuestro interior alegría alguna. De aquí surge el enojo, la ira, la depresión, la resignación, la esclavitud... Te sientes totalmente preso, sin alternativa alguna, y no eres feliz. Te ves "obligado" a vivir esa experiencia que la vida te ha puesto delante, sin otra solución.

Esto es un karma.

Cuando la vida te pone delante cualquier experiencia de la cual sientas sufrimiento y negatividad, es karmático.

Por tanto, la única manera que tenemos de transformar nuestra negatividad y resistencia interior ante la experiencia es con la ACEPTACIÓN.

¿Y cómo podemos aceptar?

Con comprensión... con sabiduría... con una visión superior.

Sabemos que la vida está regida por el karma, la ley de causa y efecto. También sabemos que todo es impermanente.

Somos conscientes de que en la vida venimos a experimentar lecciones para "aprender" de ellas (volvernos más sabios y conscientes), por tanto, lo único que debemos hacer para lograr aceptar es CAMBIAR NUESTRO ENFOQUE. Es decir, cambiar nuestra manera de ver las cosas... mirar desde otra perspectiva más elevada y superior, conscientemente, con sabiduría, sin identificarnos con la experiencia en sí, ya que es en la propia experiencia donde se esconde el aprendizaje, la lección.

Si cambiamos nuestra percepción de las cosas, podremos lograr más comprensión y por tanto, más aceptación.

En el ejemplo anterior sobre el tener un trabajo que no nos satisface, no nos produce alegría, hemos de ser conscientes de que en ese trabajo se esconde la gran lección que la vida nos ha traído. Hemos de observar en nuestro interior y discernir; buscando el "por qué y para qué tengo que vivir esto".
Cuando indagas en tu interior, descubres que ese trabajo es la gran oportunidad para ti de lograr un estado más elevado de consciencia.

"¿Qué es lo que tengo que aprender de este trabajo que no me gusta?"...
La respuesta puede ser "ser más paciente", "ser más tolerante", "adquirir más sabiduría", "volverme más consciente", etc...

No hay ninguna experiencia que no nos aporte más sabiduría, pues la vida no suele darte lo que quieres sino lo que necesitas para impulsar tu estado consciencial.

Por tanto, viendo la situación desde esta perspectiva más elevada (sin estar identificado, atrapado, en ella), es cuando podemos aceptar que todo lo que experimentamos en la vida es para nuestra propia evolución.

Una vez hayas aprendido lo que tenías que aprender de esa experiencia, automáticamente ésta desaparecerá; ese karma se disolverá... ya lo habrás liberado, trascendido.

Agradece por cada situación y vivencia, pues en ella se esconde el más grande de los tesoros "impulsar y expandir tu estado de consciencia y adquirir más sabiduría y comprensión."

Camino al Despertar

lunes, 15 de junio de 2015

ESTAS TENIENDO PROBLEMAS CON TU MEMORIA? PERCEPCIONES PENTA DIMENSIONALES


Muchos estáis teniendo problemas con vuestra memoria. Quizá no estéis seguros de por qué sean causados, si es porque os deslizáis cada vez más en el AHORA, o porque tenéis algún problema en vuestro vehículo terrenal. En muchos de vosotros ha surgido este “problema” porque estáis pensando multidimensionalmente con vuestro cerebro tridimensional.

Vuestro cerebro tridimensional no fue creado para pensar multidimensionalmente. Pero por causa de que vuestra consciencia se está expandiendo más allá de los límites del Mundo físico, necesitáis “cambiar de velocidad” al pensamiento multidimensional de vuestra Mente Multidimensional.

Vuestro cerebro físico está calibrado para percibir las realidades de las Dimensiones 3ª y 4ª, mientras que vuestra Mente Multidimensional está calibrada para percibir la 5ª Dimensión y más arriba. En otras palabras, para procesar lo que percibís en los bordes de vuestras percepciones tridimensionales, debéis calibrar vuestra consciencia con las ondas cerebrales superiores.

Vuestras percepciones tridimensionales han llegado al límite tratando de computar frecuencias de más allá de la 4ª Dimensión. De aquí que vuestras breves vislumbres de lo que está apenas más allá de la visión y la audición tri/tetradimensionales, sólo pueda llegar a un nivel subliminal de vuestro cerebro tridimensional.

Tu vehículo terrenal está sintiendo que hay algo muy diferente, pero no puede determinar qué es ese “algo”. Todos estos cambios de vuestra percepción son causados porque estáis haciendo la transición de las percepciones tri/tetradimensionales, a las percepciones Penta-Dimensionales y superiores.

Las percepciones tetradimensionales se presentan cuando estás soñando o cuando estás empeñado en una labor creativa o gozosa. Gradualmente, te estás acostumbrando a estas percepciones. Cuando te acostumbres a esta frecuencia de estímulos, se convertirá en tu nueva frecuencia “estándar”.

Luego pasarás a las percepciones Penta-Dimensionales. Nuestros arraigados están experimentando cada vez más algo que pasa velozmente por su consciencia, parpadea en el borde de su visión, susurra suavemente a su oído y/o pasa velozmente por su cuerpo.

Estas varias percepciones se están incrementando mientras os entrenáis en la realidad Penta-Dimensional que SIEMPRE os ha rodeado. Sí, la 5ª Dimensión siempre ha sido un componente de vuestra realidad, pues las frecuencias superiores de la realidad existen infinitamente dentro del AHORA del UNO.

La densidad del temor y la ira que han rodeado a la querida Gaia por más “tiempo” queMuchos estáis teniendo problemas con vuestra memoria. Quizá no estéis seguros de por qué sean causados, si es porque os deslizáis cada vez más en el AHORA, o porque tenéis algún problema en vuestro vehículo terrenal. En muchos de vosotros ha surgido este “problema” porque estáis pensando multidimensionalmente con vuestro cerebro tridimensional.

Vuestro cerebro tridimensional no fue creado para pensar multidimensionalmente. Pero por causa de que vuestra consciencia se está expandiendo más allá de los límites del Mundo físico, necesitáis “cambiar de velocidad” al pensamiento multidimensional de vuestra Mente Multidimensional.

Vuestro cerebro físico está calibrado para percibir las realidades de las Dimensiones 3ª y 4ª, mientras que vuestra Mente Multidimensional está calibrada para percibir la 5ª Dimensión y más arriba. En otras palabras, para procesar lo que percibís en los bordes de vuestras percepciones tridimensionales, debéis calibrar vuestra consciencia con las ondas cerebrales superiores.

Vuestras percepciones tridimensionales han llegado al límite tratando de computar frecuencias de más allá de la 4ª Dimensión. De aquí que vuestras breves vislumbres de lo que está apenas más allá de la visión y la audición tri/tetradimensionales, sólo pueda llegar a un nivel subliminal de vuestro cerebro tridimensional.

Tu vehículo terrenal está sintiendo que hay algo muy diferente, pero no puede determinar qué es ese “algo”. Todos estos cambios de vuestra percepción son causados porque estáis haciendo la transición de las percepciones tri/tetradimensionales, a las percepciones Penta-Dimensionales y superiores.

“Ni mundano, ni espiritual; ni lo exterior, ni lo interior; ni activo, ni pasivo” Emilio Carrillo.



Es la mente, al funcionar con base en los contrastes y al usarla para lo que no le corresponde ni está preparada, la que divide y distorsiona la realidad inventando un mundo ficticio lleno de opuestos, de extremos… Salta conscientemente por encima de ellos y no te etiquetes ni aprisiones con ninguno…

 No seas mundano… ni seas espiritual.

 La vida es la totalidad, vive toda ella sin rechazar nada porque la vida nada rechaza: ¿cómo iba a hacerlo si todo forma parte de ella misma y en ella existe y se integra? Lo mundano y lo espiritual tienen su sitio exacto en la vida, pero no como vivencias separadas y confrontadas, sino conectadas e interrelacionadas, interactuando y retroalimentándose siempre entre sí… En la existencia, lo mundano se encuentra con lo espiritual y lo espiritual con lo mundano…

No te clasifiques, no te autolimites, no optes por lo exterior ni por lo interior. Esas divisiones pertenecen a la mente. El interior y el exterior son uno: el exterior es solo la prolongación del interior; el interior, la penetración del exterior. Si optas por lo exterior, notarás que te falta algo, que tu vida no es completa porque te has volcado excesivamente en lo externo y no captas ni disfrutas experiencias interiores. Y si eliges lo interior, percibirás esa misma carencia de algo en tu vida porque le has prestado demasiada atención a lo interno y eso te ha lastrado y coartado para vivenciar el mundo exterior.

Ni mundano, ni espiritual; ni lo exterior, ni lo interior… Ni activo, ni pasivo… Recuerda lo ya compartido: la cristalización de la consciencia es la acción. No una acción al rebufo del lío de los pensamientos y el barullo de las emociones, sino una acción despierta y consecuente con lo eres y es… Y lo que hagas como fruto de esa acción, hazlo totalmente, con toda tu atención, con todo tu ser… ¿Qué sucederá? Que, tras la actividad, la pasividad llegará a ti: la pasividad te envolverá como consecuencia de la actividad desarrollada. Será una pasividad tan potente como la actividad desplegada. Vívela plenamente y… ¿qué pasará?

La pasividad consciente dará paso de manera natural a la actividad, a la acción que es plasmación de la consciencia… Actividad y pasividad no son opuestos, sino que configuran el fluir de idéntica energía, solo se diferencian en el ritmo. No elijas ni la una ni la otra. Si haces algo centrado en ello enteramente, disfrutando de la actividad con toda tu energía y sin que nada de ti se mantenga alejado de lo que estás haciendo, entonces el descanso vendrá a continuación automáticamente. Y al gozar el descanso completamente, sin que ninguna parte de ti sea ajeno a él, la actividad le seguirá de modo consustancial y espontáneo porque, al reposar, recuperas energía y emanará de ti el compartirla de nuevo.

Evita los extremos. No hagas ninguna distinción entre lo mundano y lo espiritual, lo exterior y lo interior, la pasividad y la actividad… Fluye, sé equilibrado. Esos hipotéticos opuestos son igual que los dos ojos: si elijes uno serás capaz de ver, pero tu visión perderá hondura. No dividas. La vida es una, tú eres uno. No te vayas a los extremos. Entonces los dos extremos se encontrarán, se equilibrarán. Y en ese equilibrio entre ambos, tú trascenderás los dos y ya no serás ni esto ni aquello: ni mundano, ni espiritual; ni exterior ni interior; ni activo, ni pasivo…

Buscándome


Quien lee esto se encuentra, seguramente, a las puertas de un descubrimiento que se reflejará en un cambio.

Te sugiero que pruebes a repetir lo siguiente: “No voy a hacer lo que hace todo el mundo; voy a emprender el solitario camino de averiguar quién soy yo”, y después decidiré. Voy a la búsqueda de la unión con lo mejor de lo humano y algo de lo divino. La búsqueda de eso que supongo, que intuyo, que espero, o que sé, que realmente soy.

”Hay varios momentos en la vida de cada persona en que ya no puede seguir como ha sido hasta entonces, porque una intranquilidad de nacimiento desconocido le recuerda su verdadera naturaleza, su único destino, lo que tiene de Dios o de distinto, su origen, su esencia… algo le grita constantemente “así no eres tú”… algo le recuerda “tiene que haber algo más, pero… ¿qué es?

Algo le desconforma y le hace un agujero por donde entran nuevas preguntas a sumarse a la cola de las no contestadas, y cada pregunta pare otras en un proceso reproductivo imparable…

De pronto, hay un momento en que uno se queda parado,mirando sin mirar, pensando sin pensar, viviendo sin vivir, y la posibilidad de otra realidad se plantea y busca un hueco.

En el proceso de la Búsqueda Personal hay que tener algunos conceptos muy claros. Uno de ellos es que no se debe tener una relación de rivalidad con la experiencia que se comienza a vivir. Uno no debe ponerse zancadillas,tirar por tierra lo avanzado, auto-castigarse… se deben evitar palabras e ideas como lucha, violencia, meta,guerra, rivalidad, odio…

Para hacer este proceso se necesita AMOR, PACIENCIA Y TIEMPO. Este TIEMPO con letras mayúsculas y con!!!!TIEMPO¡¡¡¡

La estructura que nos contiene, y el espacio por donde se mueve, nos premian y nos castigan con igual desacierto. El primer día que nos damos cuenta de que llevamos tiempo castigándonos sin querer y sin saberlo, nos entra la prisa por solucionar el resto de nuestra vida.

 Nos prometemos, ingenuos, que todo nuestro esfuerzo será invertido en mejor-vivir, en más-amarnos, en pagarnos-cuanto-nos-debemos, y en encontrar, por fin, donde quiera que se halle, ese motivo que nos lleve hacia adelante, al premio que somos nosotros mismos

.Removemos sentimientos, hurgamos en los pasados, nos atiborramos de información, gurús, y mundos falsos. Buscamos algo (no sabemos qué), en algún sitio (no sabemos donde) y, si encontramos, no sabemos que éso aún no es encontrar.

La búsqueda es personal e intransferible, como los partos. Y eso es lo que tienes que pretender: plantar la semilla, regarla, darle un tiempo para el desarrollo, y permitir que salga de dentro de ti el Ser real que eres.Los orientales hablan claramente del ser esencial (el que somos en esencia) y el ser existencial (el que está existiendo). Por supuesto que casi nunca coinciden, pero el trabajo personal consiste en ser y mostrar el esencial,porque es el que realmente somos.

Es importante tener muy claro qué es lo que haces: ¡Te estas buscando!Es importante hacer cursos, pero tras preguntarte ¿Quéhago?, ¿Busco conocimientos o me estoy buscando?Es importante leer libros, pero tras preguntar ¿Qué hago?, ¿Busco frases bonitas?, ¿Busco biografía sin imitables?, o, ¿Me estoy buscando?

Es el momento de la búsqueda. Es el momento de empezar a relacionarse con otra gente distinta que tiene otras inquietudes similares.

Hay un proceso natural selectivo; de pronto, ya no necesitas a algunas personas tan desesperadamente como suponías; de pronto, averiguas que lo que te une a algunas personas es un enorme vacío; de pronto,comprendes que hay algo de renuncia y no pesa renunciar.Buscas conversaciones, acudes a charlas, te presentan aalguien que lo sabe casi todo, lees libros… (yo un día mepregunté: ¿Qué buscas en los libros que no sepas ya queno lo tienes en el corazón? pero habrás de leer muchos libros hasta poder decirlo…).

Comienza una interesante experiencia que hay que observar. Antes de hacer nada con ella hay que observar:una parte de ti dimite y busca nuevos horizontes pero sin poder despegarse de ti y tu atadura; otra parte ansía buscar su origen y sale a su encuentro aun consciente deque le llevará casi toda la vida; otra parte cree que es lo que en este momento está siendo, y se aterra ante nuevas posibilidades que, evidentemente, le obligarían a su muerte y a un cambio; otra parte de ti se confunde y no sabe con qué parte aliarse; otra, es vieja y está cansada; otra, se alegra de la experiencia de la búsqueda y se siente emocionada ante la posibilidad de vivir su autentica existencia… y todas siguen siendo tú, que te desdoblas y te conviertes en nuevas personalidades que,sumadas a las ya existentes, amplían aún más la confusión en la que te encuentras.
No es alentador el paisaje, aunque sí evitable.

domingo, 14 de junio de 2015

Las 4 Leyes del Desapego: Para la liberación emocional


Es posible que la palabra “desapego” te cause cierta sensación de frialdad e incluso de egoísmo emocional. Nada más lejos de la realidad. La palabra desapego, entendida dentro del contexto del crecimiento personal, supone un gran valor interior que todos deberíamos aprender a desarrollar.
Practicar el desapego no significa en absoluto desprendernos de todo aquello que nos es importante, rompiendo vínculos afectivos o relaciones personales con quienes forman parte de nuestro circulo personal.

Significa básicamente saber amar, apreciar e involucrarnos en las cosas desde un punto de vista más equilibrado y saludable, liberándonos a su vez de esos excesos que nos ponen cadenas y que nos amarran. Que nos cortan las alas.

La liberación emocional es darnos la opción de vivir con más honestidad de acuerdo a nuestras necesidades, ofreciéndonos a su vez la opción a crecer, de avanzar con conocimiento de causa. Sin dañar a nadie, sin que nadie nos ponga tampoco su cerco camuflado con las cadenas del amor pasional, filial o incluso materno.

Aprendamos, pues, a poner en práctica estas sencillas leyes sobre el desapego…

Primera ley: eres responsable de ti mismo 

Nadie va a retirar cada piedra que te encuentres en tu camino, al igual que nadie va a respirar por ti ni se va a ofrecer como voluntario para cargar tus penas o sentir tus dolores.Tú mismo eres artífice de tu propia existencia y de cada paso que das.
Así pues, la primera ley que debes tener en cuenta para practicar el desapego, es tomar conciencia de que eres pleno responsable de ti mismo.
-No pongas en el bolsillo de los demás tu propia felicidad. No concibas la idea de que para ser feliz en esta vida, es esencial encontrar una pareja que te ame, o tener siempre el reconocimiento de tu familia.
-Si el barómetro de tu satisfacción y felicidad está en lo que los demás te aportan, no conseguirás más que sufrimiento. ¿La razón? Pocas veces lograrán cubrir todas tus necesidades.
-Cultiva tu propia felicidad, siéntete responsable, maduro, toma conciencia de tus decisiones y de sus consecuencias, elige por ti mismo y no dejes nunca que tu bienestar, dependa siempre de corazones ajenos.

Segunda ley: vive el presente, acepta, asume la realidad 

En esta vida, nada es eterno, nada permanece, todo fluye y retoma su camino tejiendo ese orden natural que tanto nos cuesta asumir a veces. Las personas estamos casi siempre centradas en todo aquello que ocurrió en el pasado y que, de algún modo, se convierte ahora en una dura carga que altera nuestro presente.
Esas desavenencias familiares, ese trauma, esa pérdida, ese fracaso sentimental o esa frustración no superada. Todo ello son anclas que nos aferran, que ponen cadenas en nuestros pies y anzuelos en nuestra alma.
Es un apego tóxico y poco saludable que nos impide avanzar en libertad y plenitud.
Acepta, asume y aunque te cueste, aprende a perdonar. Te hará sentir más liberado y te ayudará a centrarte en lo que de verdad importa, el “aquí y ahora“, este presente donde tienes tu verdadera oportunidad. ¿A qué esperas?

Tercera ley: promueve tu libertad y permite ser libres también a los demás

Las profecías de "La Madre Shipton"


La vidente inglesa, nacida en 1488, predijo hechos históricos y anunció la inminencia de cataclismos.

La leyenda afirma que Ursula Southeil, quien sería conocida en la posteridad como la madre Shipton, nació en julio de 1488, en pleno reinado del famoso rey Enrique VIII, en una cueva ubicada en la localidad de Knaresborough, Yorkshire, Inglaterra. En calidad de hija ilegítima fue entregada en adopción por su madre biológica a los dos años y desde muy pequeña comenzó a manifestar los dones psíquicos de la previsión y la profecía.

Pero, pese a sus habilidades paranormales y su inteligencia, debido a su condición de mujer, no recibió instrucción como otros famosos videntes contemporáneos de su tiempo, como el célebre Michel de Nostradamus, lo que no le impidió realizar una serie de profecías que se cumplirían indefectiblemente a medida que pasaba el tiempo, como la disolución de la Iglesia Católica en tiempos de Enrique VIII, la caída del cardenal Wolsey, la prematura muerte del hijo de Enrique Eduardo VI, el sangriento reinado de "Bloody" María I, el ascenso de la reina Isabel en el trono de Inglaterra, la llegada de la terrible plaga a Londres en 1665 ("la muerte triunfante cabalga a través de Londres", escribió la hermana Shipton en un verso), y el dantesco incendio del año siguiente en la misma ciudad; la derrota de la armada española y la llegada al trono inglés de la reina Victoria, entre otros hechos históricos.

A los 24 años Ursula Southeil se casó con el carpintero Toby Shipton, del cual tomó su apellido. Sus visiones acerca del porvenir se hicieron realidad con una claridad impactante y permitieron que se convirtiera en la profeta más temida y venerada de la Inglaterra de la dinastía de los Tudor. Se dice que su nombre se mencionaba en susurros, como si su sola mención anunciara los desastres que anunciaban sus temidas profecías. Con el tiempo, Ursula Shipton, en señal de respeto, sería conocida simplemente como la Madre Shipton.


                              La cueva de Madre Shipton, el lugar donde se afirma que nació

La trampa en la Reencarnación y el Proceso natural de Muerte.


El proceso de la muerte es el que más dudas y temores ha causado en el ser humano. Distintas corrientes han tomado este proceso de formas distintas creando un gran abanico de tendencias que finalmente se han transformado en creencias, y una vez que algo tan natural en apariencia, como la muerte se mezcla con el desconocimiento que aportan esas creencias, se transforma en una de las formas de miedo y control mas antiguas y exitosas que arrastra nuestra civilización. El miedo a morir, a la nada, ha sido el recurso fácil para asentarse sobre esa creencia, a los principales sistemas de control de masas, como la religión. Venderte un paraíso a través de las creencias que ignorantemente en el umbral de la muerte, el miedo impulso, a que los ignorantes que abrazaban esas creencias, llenasen las arcas que esas religiones con voto de pobreza escondían.

Tenemos vidas cortas, nacemos indefensos y vulnerables, sin recordar quienes somos, ni para que venimos, crecemos en un traje a medida de los patrones que la sociedad marca para nosotros y morimos la mayoría de las veces en la misma inconsciencia e ignorancia que portábamos al nacer. Nos vamos con el mismo sentimiento inocente que trajimos, de no saber a donde vamos. El sistema que tiene recursos para todo, mitiga la curiosidad humana a través de las herramientas que la cultura popular ofrece, la curiosidad de saber que hay tras la muerte. El arte a través de pintores iluminados e incomprendidos, reflejaron esa transición entre mundos en sus obras, posteriormente la cultura pop, reflejo en las películas ese peculiar transito, un viaje de ida a través del oscuro túnel hacia una luz. “Ve hacia la Luz” esta frase se ha repetido miles de veces en cientos y cientos de filmes, convirtiéndose en un cliché, una frase programada que queda en nuestro subconsciente y salta convenientemente en el momento de la muerte haciéndonos ir a la luz como polillas.


El mecanismo que se activa por defecto al morir, el túnel, la paz, la luz al final, y el ser que nos recibe para ayudarnos en esa traumática transición, es una programación que dentro del holograma se activa para capturar ese alma y reinsertarla nuevamente en el sistema, a través de un mecanismo de reencarnación antinatural, donde la voluntad del alma es confundida y controlada. El holograma que habita en la tierra consta de esta capa virtual, para que aquel que fallece en la inconsciencia, sea reinsertado en el sistema casi de inmediato. Al igual que aprendemos a vivir, debemos aprender a morir, es importante morir conscientemente, lucido y en plenas facultades, esto quiere decir, que cuando llegue ese momento, sea como fuere que lleguemos a el, lo sepamos reconocer y no caigamos ni en las redes del apego, ni en la trampa de la Matrix.

Al morir debemos desprendernos de todo aquello que nos apega a lo físico, nuestra identidad, nuestra cultura o nacionalidad, nuestras creencias, nuestro genero, nuestros bienes materiales, nuestro ego, todas esas capas de programas que durante tu vida hicieron que se escondiera tu verdadero ser manando amor a través de tu conciencia. Una vez te despides de todo eso y te das cuenta de lo que realmente eres y lo realmente importante que te llevas, sueltas lastre y estas listo para emprender viaje. Puede que se despliegue ante ti ese túnel oscuro y su luz amarillenta o anaranjada al final de ese túnel. La paz y la liviandad que sientes son solo la consecuencia de no tener que sentir a través de un cuerpo tan denso y pesado como el que dejas atrás, esos instantes de relativa confusión, pueden hacernos creer que esa tranquilidad tan palpable es por el medio al que nos adentramos, pero no es así. Es el fruto de la reconciliación y el encuentro con uno mismo, eres amor y en esos instantes te sientes libre.

sábado, 13 de junio de 2015

Enseñanzas de los Upanishads: el que se conoce a sí mismo conoce el Ser del universo

Brahman fue esto antes; así que conoció incluso el Atman (el alma). Yo soy Brahman, por lo tanto se convirtió en todo. Y cualquiera entre los dioses que tuvo este entendimiento, también se convirtió en Ello. Es lo mismo con los sabios, lo mismo con los hombres. Cualquiera que conozca el ser como “Yo soy Brahman”, se convierte en todo el universo. Incluso los dioses no pueden impedirlo, puesto que se convierte en su Atman.
Brihadaranyaka Upanishad 1.4.10
Los Upanishads son probablemente los primeros textos verdaderamente filosóficos de los que tenemos conocimiento. Es posible que nacieran para permitir que los renunciantes que se habían retirado al bosque, y para quienes no era posible realizar en toda su aparatosidad los complicados sacrificios de los Vedas, pudieran seguir practicando la doctrina, de alguna manera así iniciando un proceso de eliminación de todo lo que no fuera estrictamente esencial. Aquí  podemos empezar a diferenciarlos de los Vedas, a los que cada uno de los Upanishads está asociado y en cierta forma supeditado, aunque ambos son considerados textos revelados, sin autor. Los primeros son sobre todo liturgias, oraciones mágicas y cánones para la correcta práctica de los sacrificios; losUpanishads parecen distinguirse de lo solamente religioso y por primera vez de manera escrita introducen al hombre a la autorreflexión y al autoconocimiento como un método –la vía regia en realidad— para conocer lo divino y alcanzar la liberación. Puesto que, como señala el Brihdaranyaka Upanishad: “Atman en verdad es Brahman”, el ser de un individuo no es distinto al Ser universal, el alma no es distinta a Dios.
Dice Eknath Easwaran, traductor de los Upanishads a la lengua inglesa, que en losUpanishads“se ignora” la profusión ritualística de los Vedas y “aunque los dioses aparecen”, más que personalidades numinosas son “aspectos de una fuerza única subyacente llamada Brahman que permea la existencia y a la vez la trasciende”. Easwaran precisa que los Vedas buscan hacia afuera, y mantienen una reverencia por el mundo de los fenómenos (el fuego, el aire, los astros); los Upanishads, sin profanar esta adoración, ni mucho menos, “miran hacia dentro, descubriendo que los poderes de la naturaleza son solo una expresión de los todavía más asombrosos poderes de la conciencia”.
En el linaje de los grandes sabios que compilaron los Upanishads asistimos al nacimiento de lo que podemos llamar una “ciencia de la mente”. Ciencia en el espíritu de la filosofía perenne de Aldous Huxley, quien dijo: “Toda ciencia es la reducción de multiplicidades a unidades”. Easwaran dice que nace aquí una ciencia empírica: “la mente es lo mismo objeto y laboratorio”, a lo que podemos añadir que es también sujeto (aquello que conoce se convierte en lo conocido1). La atención se vuelve hacia adentro y surge lo que hoy probablemente llamaríamos meditación, la disciplina que los Upanishads llamaban nididhyasana2. Este término es especialmente interesante ya que suele implicar el ejercicio de un ojo interno, el llamado tercer ojo, que al depurarse encuentra la identidad entre Atman y Brahman.