domingo, 21 de junio de 2015

CONCIENCIA del PENSAMIENTO


Debemos estar concientes en lo que pensamos en cada momento. Controlar lo negativo desde un pensamiento alegre y positivo. Como piensas, ¡eres!

La principal causa de la desdicha nunca es la situación sino tus pensamientos acerca de ella. Echart Tolle

¿Cuántos de nosotros no podemos silenciar nuestra mente?, que sigue y sigue, y sigue acerca de todo tipo de problemas que hemos tenido, tenemos o pudiéramos tener en el futuro?
Por supuesto, la mayoría de estos problemas nunca van a pasar, pero ¿qué sabemos?

Repetimos en nuestra mente todo tipo de escenarios y pensamos en todo tipo de maneras de volver a esas personas que nos hicieron sufrir, todas aquellas personas a causa de los cuales no podemos ser felices y no podemos realmente vivir nuestras vidas de la forma en que se supone que deberíamos vivirlas, y esto es sólo un ejemplo de pensamiento loco.

“Si te dieras cuenta de lo poderosos que son sus pensamientos, nunca pensarías un pensamiento negativo”. Peregrina de Paz

Por supuesto, esto es una locura, pero no todo el mundo lo sabe.
“No puedo creer que él/ella hizo eso a mí. La/lo odio tanto. ¡¿Cómo se atreve él/ella a hablarme así?! Le mostraré de lo que yo realmente soy capaz de hacer, hará que se sienta mal por todo lo que él/ella me hizo a mí… Tal vez debería parar. Tal vez yo no estoy viendo las cosas como realmente son. ¿Estoy loco? Tal vez soy. Él/Ella me lo dijo… no estoy loco. De hecho, él/ella es la/el loco (a) …”

¿Suena familiar?

La gente se hace esto a sí misma todo el tiempo, ya sea si lo admiten o no.
Oí una vez a una niña diciendo para sus adentros cuán estúpida ella es por sus bajas calificaciones en matemáticas. “Yo soy muy estúpida. Me parece que no puedo hacer nada bien. Odio las matemáticas y no me gusta que mi mamá me obligue a ir a la escuela!”

Cuando usted es un observador, ve las cosas con más claridad que la persona que está en el centro del problema.

Realmente creo que es muy peligroso que usemos nuestros pensamientos de esta manera, porque si seguimos repitiéndonos a nosotros mismos que no podemos hacer esto o aquello, es demasiado duro, que somos demasiado estúpidos, demasiado feos, demasiado gordos, demasiado perezosos etc., eventualmente vamos a empezar a actuar en esta creencia.

Cuando nos enfrentamos a una situación difícil,no te digas a ti mismo que no puedes hacerlo y luego lo dejas. ¿Cómo puedes saber que no puedes hacer algo si no lo intentas? Nuestras mentes nos juegan malas pasadas a nosotros todo el tiempo.

Cuando los pensamientos surgen en tu mente, que te dicen que no puedes hacer algo, que te dicen que no vale nada, hazte las siguientes preguntas: ¿es verdad? ¿Puedo estar 100% seguro de que lo que pienso y lo sigo repitiendo a mí mismo es cierto? Una gran cantidad de veces vas a descubrir que se convierte en un hábito detenerte a ti mismo de hacer cosas que son nuevas, cosas que, con el fin de hacerlas, tienes que salir de tu zona de confort y las haces.

No es que sea difícil, es sólo algo nuevo, algo que no has hecho antes y por eso, tus pensamientos te están diciendo que no puedes hacerlo, diciéndote que es duro y difícil. Si piensas que es difícil, será difícil y vas a actuar sobre esa creencia. Si tú piensas que es fácil, va a ser fácil.
Lo que tú piensas y crees es verdad para ti.

“Tanto si piensas que puedes o piensas que no puedes, tienes razón.” Henry Ford

Cuando piensas que algo es difícil, tú mismo te estás moviendo lejos de lograrlo, y cuando piensas que es fácil, te moverás más y más hacia ello.

Si quieres hacer algo, si quieres cambiar tu comportamiento, si quieres cambiar lo que eres y dónde estás, empieza por verte a ti mismo ya en el lugar que deseas llegar, siente todas las emociones y sentirás mientras obtienes los resultados que deseas. Todo comienza en tu interior.
Éxito, signifique lo que signifique para ti, no es nada más que un estado de ánimo.

El 90% de éxito es mental y el resto 10% es físico.

“El éxito no es que deba buscarse: debe ser atraído por la persona en la que usted se convierte”. Jim Rohn

Actúa entusiasta y serás entusiasta, actúa feliz y serás feliz.
El éxito no es más que un sentimiento de felicidad, actitud mental positiva y entusiasmo.

¿Por qué no ser más amable contigo mismo?
¿Por qué no construir tu confianza a autoestima haciendo las cosas que piensas que no puedes hacer?

Deja de repetir a sí mismo todas las cosas horribles sobre lo que puede y no puede hacer.
Mientras tú estás pensando, de todos modos.

¿Por qué no piensas en grande, cosas que son positivas sobre ti mismos y te den poder?
¿Por qué no piensas en grande?
¿Por qué es tan fácil para nosotros pensar en malos términos sobre nosotros, y el mundo entero?

La consciencia y la salud


María Damiani.- Hace unos meses leí el libro “ La prueba del cielo”, por Eben Alexander, que trata sobre la experiencia de un eminente neurocirujano que priorizaba la medicina ante la espiritualidad, hasta que padeció una grave enfermedad y estuvo una semana en estado vegetativo. Un hombre que, consagrado a la ciencia, había tratado de comprender las conexiones entre el cerebro humano y la consciencia. Pero después de su experiencia cercana a la muerte, su visión acerca de la vida cambió notablemente.

Había leído otras historias de personas con experiencias similares pero al ser protagonizada por un profesional notable de la medicina, con 25 años de práctica clínica, me produjo gran curiosidad y varios fragmentos de su libro me llamaron la atención: “En mi viaje no descubrí sólo el amor, sino también quiénes somos y la profunda medida en que estamos conectados, es decir, el verdadero sentido de toda existencia”; “…que todos —cada uno de nosotros— estamos íntima e inextricablemente conectados a ese universo mayor”, “…que el poder de la fe tiene una importancia crucial para facilitar el triunfo de la mente sobre la materia”.

No es necesario pasar por una experiencia cercana a la muerte para sentirse cerca del Amor e incursionar en la espiritualidad. Esas deducciones bien pueden aplicarse en el aquí y ahora. Mucha gente ya ha vivido la experiencia de un despertar a nivel de la consciencia.

Cuándo se trata de salud, ¿cómo aplicar esos fragmentos para estar saludable?

Algunas ideas sanadoras pueden ayudar a iluminar el pensamiento en cada situación, abrirse hacia lo espiritual y naturalmente conducirnos hacia lo que es beneficioso:

Desechar el miedo, aunque siempre pretenda parecer real, nunca lo es.
Partir de la premisa de saber quiénes somos, sentirse parte del todo Amor.
Reconocer la verdadera esencia espiritual de cada uno y la conexión con la fuente infinita del bien, la realidad suprema.

Tener confianza en que todas las dificultades se superarán.

Saber que ya se tiene todo el potencial para lo mejor y una actitud mental sana y alegre, permiten disfrutar de buena salud. El Dr. Alexander pudo comprobar recientemente la influencia de la actitud y de la consciencia sobre la salud y cómo la consciencia no está en el cerebro físico, pero mary baker eddy, escritora y sanadora norteamericana, descubrió mucho antes esa relación al afirmar en su best seller, Ciencia y Salud, que la consciencia construye un cuerpo mejor cuando uno deja de tener fe en la materia.

Esta realidad transciende todo lo material al considerar que hay más de una causa física y efecto físico, porque la consciencia es el vínculo con lo Divino, con la totalidad del Amor y como estado mental, es una cualidad natural de la persona. Espiritualizarla a través de la oración diaria, despierta a la salud, al bienestar y a estar conscientes del poder infinito del Amor omnipresente.

Ese Amor es lo único real que nunca va a cambiar, ni desaparecer, porque libera, revela y sana. Lo puedes experimentar aquí y ahora.

María Damiani escribe acerca de la salud y el bienestar desde una perspectiva espiritual y es Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana en España. Email: spain@compub.org Twitter: @compubespana

UN PUENTE ENTRE EL ALMA Y EL EGO


Las enseñanzas orientales sostienen que tenemos que volvernos nada” desde el punto de vista de la personalidad para ascender.

Por el contrario, en las enseñanzas occidentales, a veces exageradamente, se pone énfasis en el desarrollo el ego para fortalecer nuestra individualidad. Integrar el ego se considera un paso saludable y necesario para movernos con confianza. Sin embargo, muchos sieguen viendo la satisfacción del ego como el enemigo de una vida verdaderamente espiritual. (Todo en nuestra vida espiritual, ya que somos espíritu encarnado)

Nunca me ha resultado trabajar desde el vacío del Alma, porque no podemos comenzar desde lo que aún es una meta, desde los aspectos más difíciles ¿cómo pretender actuar desde el vacío sin aprender a vaciarme de asuntos pendientes?

Los que siguen demonizando al ego, sostienen que si hay demasiado ego, éste obstaculiza la puerta hacia el alma…y la sofoca. ¿Qué tal si aceptamos que el ego puede ser un puente a la realización del alma? ¿Porqué existiría entonces hasta el final de nuestros días si no tuviera un papel equilibrante de importancia? ¿cómo obtendría el alma sus aprendizajes sin el ego que los experimente en éstos planos?

¿Podemos en estos momentos disipar el yo egoico y movernos solo desde el alma?¿ no sería más acertado integrar el ego a la tarea, dejando de verlo como una carga para comenzar a considerarlo un aspecto amado a través del cual el alma derriba uno y mil castillos hasta llegar a lo esencial?

Cuando comenzamos por el ego, este nos ayuda primero a identificarnos temporalmente con una identidad, que si bien no es la definitiva, es aquella desde la cual, al principio, tenemos que trabajar, para saber qué es el poder personal, sus limitaciones y su campo de acción. Está claro que al expandirnos espiritualmente esos límites ya no nos detienen…y esa es una revelación maravillosa a la cual ha contribuido el ego limitado….

Para vaciarnos, tenemos que llenarnos, para desaprender, primero tuvimos que aprender, y para expandir, primero debimos centralizar. Ram Dass lo expresa a sí…”Usted tiene que convertirse en algo antes de convertirse en nada”

Todo es perfecto, y el ego cumplió y sigue cumpliendo ese papel en millones de seres.

Llega el momento en que el aspecto limitado del ego nos sofoca, y es entonces cuando aspiramos a algo más vasto y reencontramos la conexión con nuestra alma, que tiene un acuerdo con el ego y espera paciente a que éste cumpla su tarea.

A veces, no distingo entre el alma y el ego. Mi intuición me dice que no están tan alejados como imaginamos.

El problema verdadero es que no creemos en que todo, incluso el ego, es una herramienta para nuestra realización .El ego es como una abejita laboriosa que va y viene por el polen, chocando con la experimentación, mientras la abeja reina (el alma), lo observa todo logrando el alimento del aprendizaje, vía ego.

El Ego despeja las nubes, desilusión tras desilusión, para que la luz del alma pueda brillar.

También considero el estado de mi ego como una señal del estado de mi alma…como reflejándola.

Por ejemplo, la manera en que actúo, fragmentadamente ante una herida, refleja seguramente la manera en que está respondiendo mi alma en su plano menos fragmentado. Todo está relacionado con todo y lo que ocurre en un plano refleja lo que ocurre en los otros.

El verdadero peligro con el ego está en que nos identificamos con él pensando que SOLO ESO SOMOS, en lugar de considerarlo un vehículo para la transformación espiritual.

Todas nuestras partes son vehículos necesarios y sagrados. En lugar de desecharlo, como algo secundario o molesto, reconozcamos que refleja el material que traemos para transformar y expandirnos.

Pero ¿cómo molemos ese grano de ego para transformarlo en nutritivo?

Un nuevo "Estado de conciencia"- Hablamos con MATÍAS DE STEFANO.


Matías de Stefano es un chico de Venado tuerto, Argentina. Desde niño tiene recuerdos de vidas pasadas. En realidad, como él explica, no solo recuerda vidas de hace más de 10.000 años sino que también recuerda la información del origen del universo, del origen de la humanidad y de su propósito aquí en el planeta Tierra.

Comparte que antes de esta encarnación, su ser, se desarrollaba en los "registros akáshicos", donde se halla la información de la consciencia única que todos somos, del Dios/Diosa que todo es.
"La única forma de que un planeta evolucione es que seres en su interior tomen consciencia de su propia existencia." (Matías de Stefano)

Preguntas a Emilio Carrillo (Emilio Carrillo)


Noveno Episodio, Temporada Primera de este programa donde Emilio Carrillo con periodicidad quincenal responderá a las preguntas que los televidentes tengan la amabilidad de enviarnos a preguntasaec@fundacionespato.com

viernes, 19 de junio de 2015

Mensaje de vida


Siempre ten presente que la piel se arruga,
el pelo se vuelve blanco,
los días se convierten en años.
Pero lo importante no cambia,
tu fuerza y tu convicción no tiene edad.

Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una partida.
Detrás de cada logro, hay un desafío.
Mientras estés vivo, siéntete vivo.

Si extrañas lo que hacías,
vuelve hacerlo, no vivas de fotos amarillas.
Sigue, aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.

Haz que en vez de lástima te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr trota.
Cuando por los años no puedas caminar, usa el bastón.
Pero… ¡Nunca te detengas!

Me puedo caer,
me puedo herir,
puedo quebrarme,
pero con eso no desaparecerá
mi fuerza de Voluntad.

Madre Teresa de Calcuta

http://cuentossufies.blogspot.com.es/search/label/Voluntad

LAS MISIONES ALMICAS


La misión de nuestra alma en esta vida es una de las mayores inquietudes que albergamos. A modo de resumen he explicado tres misiones álmicas (hay veintisiete). Puede que te sientas identificado con alguna de estas tres o puede que en alguna de ellas identifiques a alguien a quien conoces. Espero que te ayude mucho esta lectura. Ahora prepárate, que comenzamos.

MISIÓN ÁLMICA 1:

MIEDO PRIMIGENIO: TERROR A VIVIR EN UN CUERPO

Te ves a ti mismo como un observador de la vida.

Te gusta estar solo.

Te interesan temas relacionados con el comportamiento humano, las leyes del Universo, el psicoanálisis, la verdad oculta de la historia, los códigos secretos de la vida, etc.

Siempre quieres saber más, te gusta profundizar.

Cuando algo te resulta aburrido no te involucras, sólo empleas tu tiempo en aquello que te hace aprender y que de verdad te interesa.

Tienes muchos conocimientos pero nunca llegas a materializarlos porque piensas que no estás suficientemente preparado.

Sueles ver a la mayoría de las personas como menos preparadas y profundas que tú.

Aprendiste a estar solo de niño porque necesitabas huir de un progenitor autoritario, agresivo, abrumador, que no te permitía dar tu opinión libremente, y que no respetaba tus emociones ni las entendía, quizá fue un progenitor inmaduro y egoísta que sólo pensaba en sí mismo, pero que sin embargo, trataba de inmiscuirse en tu vida continuamente, por lo que no te quedó más remedio que aprender a evadirte y lo hiciste con el siguiente pensamiento inconsciente: “podrá tratar de controlar lo que hago, pero jamás controlará lo que soy”.

 Aprendiste a reprimir tus deseos para amoldarlos al adulto que mandaba y de esa forma tener los menos problemas posibles, y así, inconscientemente aprendiste a conformarte y a no reclamar lo que por derecho propio te pertenece.

Como de niño tus deseos pasaban por el filtro del adulto intransigente, aprendiste a minimizar tus deseos, a no escucharlos, por eso, ahora piensas que no necesitas muchas cosas materiales y pides poco en ese aspecto. No te dejas llevar por modas ni por publicidad alguna, sigues tus propios criterios intemporales.

Tienes dificultades para acabar lo que empiezas.

En vidas anteriores sufriste daños físicos importantes, fuiste rechazado, repudiado y asesinado por tus descubrimientos, porque éstos ponían en peligro a las clases altas o a las religiones poderosas de la época, por eso tu mayor temor es existencial, en el fondo de tu corazón te da miedo vivir en la Tierra y por eso no te gusta mucho estar en la calle. Eres más bien casero.

Puedes haber sufrido problemas alimenticios.

No sientes deseos de brillar ni de sobresalir. Tu espiritualidad sabe que no hay nadie mejor que otro, sin embargo, tus grandes conocimientos espirituales y tus investigaciones terrenales te hacen lucir aunque no lo desees. Te da miedo mostrar esa luz porque tu historia de vidas pasadas, te ha demostrado que sobresalir supone el ostracismo, la tortura e incluso la muerte física. Y aunque en esta vida no te han torturado, ni te han expulsado de tu territorio, sí que has sentido la humillación, el ninguneo, y la envidia más cruel de personas muy cercanas y queridas.

Te cuesta salir a divertirte. Te cuesta relajarte y disfrutar.

Seleccionas muy bien con quien te relacionas. Prefieres estar solo a estar con alguien que no llene tus profundas inquietudes.

Tienes problemas para experimentar el tiempo lineal y sentir el estar en el ahora en el mundo físico.

TUS DONES SON LOS SIGUIENTES:

EL PASADO NOS DEJÓ MARCADOS


En mi opinión, vemos el pasado como algo lejano y antiguo –y en muchos casos casi como si estuviera olvidado- y no somos conscientes de su influencia presente y de cómo nos marca y dirige sin que nos demos cuenta.

Hemos de recordar que llegamos al mundo con la mente en blanco y sin libro de instrucciones, así que fueron otros quienes nos dieron la educación –SU educación o SU concepto de la educación-, nos dieron las normas –SUS normas-, los modos y maneras –SUS modos y SUS maneras-, la religión –SU interpretación de la religión-, las reglas sociales –SUS reglas sociales-, etc.

O sea que vivimos gobernados por normas ajenas y, en general, no se nos ha ocurrido ponernos a valorar su influencia ni a sopesar si estamos de acuerdo con ellas.

Vivimos con unas normas prestadas, ajenas, o inculcadas como órdenes, sin hacer un ejercicio de reflexión para comprobar si estamos de acuerdo con ellas, y definitivamente las convertimos en propias, y nos dedicamos simplemente a respetarlas y obedecerlas, sin rebeldía y sin opinión, y sin dar nuestra conformidad consciente.

Y esto es incongruente del todo.

Es absurdo.

Y es –o debiera ser- inaceptable.

Es muy conveniente –en realidad es imprescindible- revisar las actitudes habituales, las cosas que hacemos de un modo inconsciente, esas que hacemos y nunca nos hemos preguntado por qué las hacemos, y examinar cada norma o ley que han conseguido que cada cosa se convierta en normal.

En la mayoría de los casos, nos pasamos por alto las preguntas fundamentales, esas que no nos hacemos porque parecen tan obvias que se supone que conocemos las respuestas. Pero… ¿Realmente las conocemos?

Nos llevaremos una gran sorpresa el día que nos empecemos a bombardear con preguntas que empiecen con un “¿Por qué?”

Y más grande la sorpresa el día que pasemos a la segunda y más importante gran pregunta: “¿Para qué?”

La fórmula propuesta para “Darse Cuenta” –que es el paso previo e imprescindible cuando se pretende modificar algo- es desaletargar y poner en funcionamiento a ese Yo Observador que todos incorporamos.

Hay “alguien” o “algo” dentro de cada uno de nosotros que se da cuenta de las cosas. No es la mente ni la inteligencia, aunque pueda parecer que lo son. Es distinto porque lo único que hace es mirar las cosas como si fuera la primera vez que las ve y ponerlas a nuestra propia vista para que las veamos de un modo innegablemente distinto…

No es la mente ni es el pensamiento, porque éstos, además de darse cuenta, y sin poder ni querer evitarlo, añaden un reproche, una queja, e incluso una posible solución. Solución que viene dada desde una mente condicionada por el pasado, o sea que ni es una opinión propia ni es independiente.

El Yo Obsevador se distingue precisamente por eso: se da cuenta y nada más. Es un notario aséptico e insobornable que levanta acta de lo que acaba de observar. Sólo dice: “esto es lo que hay”.

En mi opinión –opinión que puede estar del todo equivocada- poco más hay que hacer. Darse Cuenta. Ya hay algo dentro de uno mismo cuya misión es desarrollar las cualidades y tratar de convertir a uno mismo en una mejor persona con voluntad de hacer las cosas de mejor modo posible. Es una especie de instinto de superación o de acercamiento a la pureza que cada persona tiene en su naturaleza original. (Antes de que el pasado nos marcara) Uno se da cuenta, y dentro se organiza la tarea para resolver ese asunto. Y a quien se le encargue la tarea de vigilancia nos advertirá la próxima vez y nos recordará qué es lo adecuado.

Lo menos acertado es enzarzarse en una guerra dialéctica con uno mismo en la que los reproches y el enfado sean la tónica general.