sábado, 5 de septiembre de 2015

Cruzar el Río...


"Cuando nos volvemos conscientes de que somos Dios, vemos la vida de manera diferente. La mayoría de vosotros aún se debate en el río turbulento de la humanidad. 

Todavía estás atrapado en las contrariedades de tu pasado, en las heridas de tu cuerpo, en tus redes neuronales. Estás intentado cruzar al otro lado, pero tienes tanto miedo de resultar herido, o de perderte alguna otra cosa, que te refrenas. 

Estás atrapado en las contrariedades de cruzar este río. La entidad que observa la naturaleza, se observa a sí misma, porque en ese momento es la unión de la totalidad. 

Eso es un maestro que se está formando, lo está haciendo silenciosamente. Esa entidad, entonces, vivirá una realidad diferente a la realidad de la entidad humana, porque esa entidad puede cruzar el río y caminará sobre el agua, pues es el agua." 

-Ramtha


La Humanidad está conectada por una conciencia colectiva


Después de 16 años analizando minuciosamente 480 eventos globales, el Global Consciousness Project ha concluido que existe un efecto mental que puede medirse, el cual emerge consistentemente en eventos que congregan, emocionan o consternan a las masas bajo un mismo campo de significado o experiencia.

Originalmente un proyecto único en su campo de la Universidad de Princeton, el GCP emitió un comunicado en el que resume su trabajo y señala que: “Nuestras mentes individuales, aunque únicas y diferentes, pueden también unirse a otras en una especie de sinfonía mental que por momentos se vuelve audible contra una predominante estática en el fondo”.

El GCP, dirigido por el Dr. Roger Nelson, emplea numerosos aparatos a lo largo del orbe, que realizan mediciones de “tunelaje cuántico” en búsqueda de señales de coherencia entre lo que debería de ser un ruido aleatorio. En otras palabras, el Global Consciousness Project mide la sincronicidad colectiva de manera cuantificada, “correlaciones significativas en datos aleatorios” (recordemos que para Carl Jung, la sincronicidad era una “coincidencia significativa”).

 Aplicando una especie de electroencefalograma planetario (o “electrogaiagrama”) en momentos cruciales de concentración de energía psíquica colectiva, se cree haber observado un emergente campo de conciencia unificada, o la llamada noósfera, que fervientemente pronosticara Pierre Teilhard de Chardin.

Durante las mediciones de evento, el GCP mide fluctuaciones de información (200 bits) cada segundo en 118 aparatos (REGs, Random Event Generators) repartidos por todo el mundo. Esto es equivalente a que cada segundo, en cada una de estas cajas negras o REGs repartidas por todo el mundo, se lanzan 200 volados (una simulación electrónica de lanzar monedas al aire traducidas en datos binarios, bits). Según la ley de la probabilidad, de 200 volados, 100 deberían de caer cara y 100 cruz (o, lo que es lo mismo: 100 0s y 100 1s).

Sin embargo, se han encontrado patrones significativos en los resultados, correlacionados con eventos de importancia global, lo cual sugiere que en ciertos momentos la conciencia global del planeta interfiere en los resultados, focalizándose y creando mayor coherencia. Durante momentos de crisis, pánico o celebración es como si la conciencia y la atención del planeta se inscribieran sobre un lienzo y empezaran a dibujar signos coherentes.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Ingenieras chilenas inventan un dispositivo que permite cargar celulares conectándolos a las plantas


El invento biotecnológico genera suficiente electricidad para cargar la batería de un celular o de una tableta a partir de un biocircuito que le permite captar la energía de la fotosíntesis que realiza la planta de forma natural.

A un grupo de ingenieras chilenas se debe la autoría y el desarrollo del invento, que ha sido bautizado como E-Kaia. Su funcionamiento técnico es un secreto y está patentado. Sin embargo, sus creadoras han descrito a grandes rasgos su funcionamiento en una entrevista para la BBC.

Las ingenieras chilenas explican que la planta cuenta con un biocircuito que genera cinco voltios y 600 miliamperios que se conectan hacia una entrada USB . Esta permite conectar un equipo electrónico para recargar la batería a partir de los electrones generados durante el proceso químico de la fotosíntesis, donde la planta convierte la energía de la luz solar en energía química.

El dispositivo biotecnológico no afecta a la planta y la recarga de la batería  del celular dura una hora de media.

El invento ya ha participando en múltiples competiciones internacionales de tecnológia con resultados favorables. Las ingenieras creadoras (Carolina Guerrero, Camila Rupcich y Evelyn Aravena) han recibido diversos galardones por parte del Gobierno chileno por su importante innovación.

Fuente: http://actualidad.rt.com/ciencias/184791-ingenieras-chilenas-inventar-dispositivo-cargar-celular-planta

Omraam Mikhaël Aïvanhov IV


“Amor inmenso, inagotable, infinito” 

“Uno de los fundamentos del cristianismo es el de que hace dos mil años, Dios manifestó su amor por la humanidad enviando a la tierra a su «único hijo». 

Durante un periodo, esta creencia pudo ayudar quizá a algunos a evolucionar, pero ahora hay que abandonar semejante disparate. Porque no denota una buena comprensión del amor de Dios, que es inmenso, inagotable, infinito. 

Dios tiene muchos hijos e hijas, los tiene y aún tendrá muchos más. 

Desde hace miles de años, envía a la tierra a seres excepcionales para instruir a sus hermanos y hermanas; y enviará aún a otros. No necesita para nada a aquellos que le prohíban tener otros hijos que no sean Jesús o que cuenten que antes de la venida de Jesús los humanos estaban privados de la verdadera luz. 

¡Cómo si la salvación de los humanos tuviera que depender de la época en la que hayan vivido: antes o después de Jesús!


Por mucho que la Iglesia se obstine en fijar un principio y un final a la revelación divina, al Señor, a Él no le impresionan lo más mínimo estos decretos. Sigue sin tenerlos en cuenta, Él está mucho más allá y no dejará de enviar seres que aporten cada vez nuevas luces al mundo.”



“La Estabilidad”

“La estabilidad, he ahí un tema del que no les gusta mucho oír hablar a los humanos… Ser estable, ¡que monotonía, qué aburrimiento!, ¡necesitan tanto los cambios!… ¿Pero quién les dice que la estabilidad es incompatible con el cambio? Nos está permitido cambiar muchas cosas en nuestra vida, siempre que nunca abandonemos nuestro alto ideal. Aquel que ha decidido caminar por el camino de la luz, debe velar para conservar siempre esta orientación, suceda lo que suceda.

Debéis comprender bien esto: estabilidad no significa ausencia de movimiento. Si os encontráis con un Maestro verdadero, nunca le veréis rígido, petrificado. Al contrario, físicamente y sobre todo con su pensamiento, se desplaza sin cesar para instruirse, para visitar a aquellos que le necesitan. Interiormente, en sus convicciones, permanece inmutable: ninguna seducción de ningún tipo hace mella en él. Ser estable es ser fiel a sus compromisos interiores, es proseguir contra viento y marea el camino hacia arriba. ”


Omraam Mikhaël Aïvanhov 

Creando momentos de resonancia positiva: 4 requisitos para que el AMOR florezca



Cuida tu jardín y otros corazones querrán visitarlo y cuidarlo también

Vendemos el amor como algo incondicional y en realidad no lo es, aunque filosóficamente, el amor puede ser incondicional, de eso no hay ninguna duda.

Pero desde el punto de vista científico del estudio de las emociones, para que tengan lugar los micro-momentos de “resonancia positiva”, de conexión positiva, han de confluir ciertas condiciones. En efecto, este “experienciar” del amor no surge porque sí. Veamos a continuación esas condiciones que se precisan para que el amor pueda florecer.



Condición 1 del amor: Seguridad

La primera variable que se tiene que dar para poder sentir amor es la sensación de seguridad. Si las personas no se sienten seguras, si se sienten amenazadas de alguna forma, no habrá la apertura que hace posible la conexión, la “co-experimentación” de la emoción positiva.

Si una persona está insegura, está en estado de alerta, de auto-protección. Si no eres capaz de crear la sensación de seguridad en tu familia, en la escuela o en otro entorno comunitario, no podrá suscitarse el amor. En la medida en que quieres cultivar estos estados de “conexión positiva” en un entorno, lo primero que tienes que hacer es asegurarte de que las personas se sienten seguras. Sin seguridad, no hay conexión.



Condición 2 del amor: Conexión “sensorial” en tiempo real

Otro requisito imprescindible es que acontezca una conexión sensorial “aquí y ahora”. Hay que estar cara a cara con la otra persona, o hablar con ella por teléfono.

Aquí es donde la “resonancia positiva” entra en juego. Para compartir una experiencia con otros, se tiene que dar en el misma “escala” de tiempo entre los participantes. La conexión se tiene que producir en tiempo real.

Ciertamente, la conexión en tiempo real es muy importante. Cuando nos reunimos con otra persona, y ambos nos sentimos seguros y positivos, lo más probable es que nos sonriamos. Y esa sonrisa, que sólo se puede dar en el “aquí y ahora”, es una invitación. Imitamos los gestos de los demás, especialmente las sonrisas, y estas son señales muy importantes que debemos saber interpretar.

Los expertos en rostros humanos han hallado más de 50 sonrisas diferentes. Y la diferencia entre estas sonrisas puede ser muy sutil. Puedes, por ejemplo, ver a un niño comer chocolate y su cara será una enorme sonrisa. Necesitamos hacer contacto visual con la otra persona para poder interpretar su sonrisa, y saber así si ésta es una “invitación” sincera para conectar. Es muy útil poder distinguir si se trata de una sonrisa amistosa, o una sonrisa de autosuficiencia, o meramente un gesto facial diplomático, de compromiso (es decir, algo fingido).

Imitamos caras cuando hacemos contacto visual. Es una “mímica” que sucede también a un nivel neuronal. El contacto visual “desbloquea” y activa la mímica en nosotros. Cuando imitamos la sonrisa de alguien, una versión del estado emocional del otro pasa a ti. Y mediante este juego, nuestro instinto nos mostrará si esa sonrisa es sincera o es falsa. Sin contacto visual, es muy difícil interpretar el rostro de otra persona.



Condición 3 del amor: Sincronía bio-conductual

Estos “micro-momentos” de conexión ser darán cuando se involucre, además, la “sincronía” conductual: los gestos entre ambas personas empiezan a coincidir, la comunicación no verbal se alinea, y el “ritmo” de las dos personas coincide.

Hay una parte de esta sincronía que no se puede ver, pero que ya se está investigando. Cuando estos “micro-momentos de resonancia positiva” se dan entre dos personas, aumentan neuropéptidos como la oxitocina, de forma equivalente entre las dos. También suceden los mismos patrones neuronales. Como si una misma emoción se produjese entre dos o más cerebros y cuerpos a la vez.



Condición 4 del amor: Orientación al cuidado mutuo

jueves, 3 de septiembre de 2015

Vivimos épocas de importantes cambios. ¿Cuándo vas a realizar el tuyo?

Lo importante es poder descubrir un día que uno es lo suficientemente valioso como para dedicarse en cuerpo y alma, durante 10  días, a  él mismo, y exclusivamente a él mismo.

El ‘Viaje al Interior’ te ofrece ese tiempo, ese espacio, esa técnica, que te permitirá conectarte con tu Ser interior y mantener ese diálogo íntimo, durante el cual todo lo que necesitas saber se te es comunicado.

El ‘Viaje  al Interior’ no es un retiro tradicional de meditación Vipassana de 10 días en silencio, el ‘Viaje al Interior’ es algo más; éste se diferencia de otros retiros de meditación Vipassana por 2 factores importantes que hacen de este ‘Viaje’, un memorable y trascendental viaje de transformación,  permitiendo marcar un antes y un después en la vida de sus participantes.

Esos 2  factores importantes son:

1)
Las Enseñanzas del ‘Arte de Vivir’, donde a lo  largo de los días se va desgranando cada uno de los cinco “hijos” que compone  nuestro Ser: el físico, mental, emocional, energético y espiritual; así como los  recursos inherentes en cada uno de ellos, para poder sacar lo mejor de esta  vida.

2)
Limpieza emocional profunda, que permiten liberarnos de la pesada carga acumulada desde nuestra infancia hasta el presente, y que inconscientemente llevamos como una mochila a nuestra espalda con la falsa idea de que el tiempo lo cura todo, sin ser conscientes de que “las emociones enterradas vivas nunca  mueren”.

Los más de 10 años viviendo, estudiando e investigando en India, acompañados por una personalidad crítica, escéptica, autodidacta, libre pensante y curiosa, me ha permitido crear un curso-retiro de 10  días de duración, donde el  participante tiene la verdadera posibilidad de encontrarse consigo mismo, reflexionar, autoanalizarse, conocerse mejor, descubrir cuál es su fuerza,  cuales sus debilidades, donde están los límites, recordar los sueños de la  infancia, evaluar si son rescatables… en definitiva ¡volver a encontrar  la pasión por la vida! y así poder realizar los cambios personales que le  permitirán vivirla como siempre le hubiera gustado hacerlo.

El Viaje al Interior es un viaje cognitivo y experiencial. Un  viaje que comienza su andadura en la parte más física para irnos sumergiendo  lentamente en el conocimiento de cada una de las otras partes del Ser, hasta finalmente poder reconectar con nuestra propia esencia, con nuestro verdadero Yo; y desde ahí, y solamente desde ahí, poder encontrar respuestas que darán un sentido a nuestra vida

El Viaje al Interior te permite realizar un cambio personal que  puede darte alas para volar tan alto como desees, para poner en práctica todos los sueños que quedaron enterrados en el olvido durante tu caminar por la vida. Renovarse o morir. ¡Esa es la cuestión! Quizá nunca   hemos estado más cerca de necesitar este cambio, cambio que nos puede permitir adaptarnos  más fácilmente a los grandes cambios del momento: personales, sociales,  económicos… Cambios en la sociedad que nos están desequilibrando, desarmonizando,  que nos hacen cuestionar nuestras creencias y las razones de nuestra existencia.  Inmejorable momento para nuestro empoderamiento personal y nuestro ‘despertar’ universal.

Aquí os dejo con un extracto de un artículo realizado por Juanjo, un participante al ‘Viaje al Interior’, publicado en el  blog Alternativo, y que podría representar muy bien los sentimientos de muchos otros participantes:

“Era como  Don Quijote, que creía luchar contra todo, pero no luchaba contra nada”.

“Cuando  dejas la vida anclada en un punto, el tiempo la oxida y estropea. Sentía que  debía avanzar, pero no sabía hacia dónde”.

“Los  nuevos caminos están precedidos de un foso, y ese foso se llama MIEDO. Él te da  miles de excusas para que no saltes”.

DIOS NO ES EL RESPONSABLE DE TU VIDA


En mi opinión, cuando Dios concede la vida a una persona le otorga también la responsabilidad sobre ella, y le añade el compromiso de hacer de ella algo digno, de aprender a usarla y disfrutarla del modo adecuado, y de ser feliz.

Da la vida y la responsabilidad de esa vida.

Da la vida –que es un hermoso regalo, aunque tenga fecha de caducidad- y da la responsabilidad sobre ella –que es un serio compromiso-.

La vida se puede tomar como un derecho, algo que no merece ni siquiera cuestionarlo: uno ha nacido y está aquí –aunque sea sin darse cuenta de ello y sin valorarlo-, o puede tomarse como un privilegio: una oportunidad única de disfrutar de los sentidos y de todas las delicias y maravillas que quedan a nuestro alcance.

Uno puede sentir la trascendencia, lo que habita en su profundidad, quien intuye que realmente ES, su divinidad y su grandeza… o puede dejarse arrastrar por la urgencia de lo inmediato y por los problemas de lo mundano y lo cotidiano, y desatenderse.

Uno no siempre acata el cometido plenamente, la incumbencia que conlleva, y se deja en manos del “destino”, o “lo que le tenga reservado” la suerte, o pendiente del azar, de lo que pasa cuando se abandona el timón… o en manos de Dios (que también puede ser una forma de des-responsabilizarse).

Creo que se debería reflexionar acerca de esto, por lo menos cuando se trata de esa norma institucionalizada por la que dejamos muchas cosas –a veces demasiadas e innecesariamente-, “en manos de Dios”.

“Que sea lo que Dios quiera” o “Yo lo dejo todo en manos de Dios”.

“El destino ya está decidido de antemano”.

“Lo que tenga que ser, será”.

A éstas, y a muchas otras frases similares, les damos un poder que no tienen, porque ellas no van más allá de una sucesión de letras que componen unas palabras que no disponen de autoridad suficiente, y lo único que hacen es componer una frase, son solamente un juego gramatical, salvo que… salvo que alguna persona crea en ellas, las utilice, y por ello les dé preponderancia y crédito.

Darles solvencia depende de varios motivos. En unos casos es por una fe muy arraigada que no duda en ningún instante de ellas, pero este caso sólo debiera ser válido si la fe –que se basa solamente en creencias o intuiciones-, tuviera la certeza suficiente, porque ha sido demostrada su validez como para que se confíe en ella. O sea, que hay que tener convicción tangible en algo que se basa en la intangibilidad.

En otros casos –muchísimos casos-, eso que aparenta ser confianza y/o aceptación, no es más que pereza, rendición, irresponsabilidad… o ineptitud.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

El sentido del Don


El don es la clarividencia: ver claro. Es la definición que mejor me cierra. La más aceptable. Engloba todo lo que me pasa: la mediumnidad, videncias, sueños y ver el aura. Todavía creo que no está desarrollado, que me falta mucha práctica, estudiarlo, ejercitarlo. Es como si estuviera todavía inmaduro. Desordenado, confuso.

Y creo también que necesita un sentido. Una dirección, un compromiso ético, una ideología, una creencia. El crecimiento del don va a ser de esas dos partes en conjunto. La clarividencia y el sentido. Me pregunto mucho del sentido de todo esto. La razón. Me pregunto sobre el destino, sobre si hay un plan superior, sea de un dios o de la naturaleza. O si es en realidad un accidente, algo que no debería estar ahí, que no debiera pasar. A veces llego a la conclusión de que no hay una conclusión posible. Que no tiene ningún sentido.

Que es una cuestión evolutiva, como cuando los primeros humanos empezaron a pronunciar palabras. La posibilidad de transmitir pensamientos, emociones y deseos en forma oral debe haber sido una revolución. Algo mágico, impensable. Empezamos a hablar y a conceptualizar muchísimo después de la formación de las cuerdas vocales.

No se si es relevante que me haya tocado a mí ser medium. En términos de destino, de mi formación atea y escéptica. Tal vez no tenga necesariamente una razón. En términos de destino, de predestinación. Tal vez sea una capacidad que se herede o que se desarrolle sin necesariamente un sentido místico, sino simplemente fisiológico. Eso no significa que la mediumnidad no tenga una moral en si misma, que no sea responsable con el uso del don. Pero como algo personal más que una exigencia, un deber ser, un mandato social, por llevar el don. Cuando la gente me dice “lo que haría si fuera yo” se me hace un nudo en el estómago. El mandato social es especialmente exigente con los clarividentes.

En primer lugar porque existe la postura de que el don es un regalo, de hecho en inglés se traduce como gift. Algo que no nos pertenece, que nos lo dio dios y que debemos agradecer haciendo el bien o retirándonos al estudio en catacumbas, irse a vivir a la india, dejar casa, mujer, hijo y perro y dedicarse al don. Ser un ermitaño. Transmitir buenos pensamientos, convertirse en algo así como un santo. Un gurú new age.