Mucho se habla sobre el despertar de conciencia y sus alcances, pero todavía hay muchas preguntas al respecto. A mi entender, este despertar tiene que ver que el descubrimiento interno de que somos algo más que un cuerpo físico, algo más que esta vida que vivimos.
Cuando comenzamos a indagar en nosotros mismos, vemos que hemos tenido sueños, intuiciones, deja vus, y otras experiencias que la ciencia tradicional no puede explicar racionalmente.
Al ver más allá de los cinco sentidos descubrimos que somos una envoltura (cuerpo físico) que piensa (cuerpo mental), que ama y siente (cuerpo emocional) y que tenemos un alma (cuerpo espiritual).
Al orar, meditar y aquietar la mente, el ritmo de nuestra respiración se alinea estabilizando todos los circuitos internos y nos permite ir a ese espacio sagrado del corazón, donde vive la llama que nos recuerda que somos eternos.
En este ejercicio encontramos que podemos conectar con nuestro Maestro Interior, nuestro Ser Superior, y el contrato del alma suele entonces ser revelado, nuestra vida cobra sentido. En ese momento descubrimos que somos seres espirituales teniendo una vivencia física, que encarnamos en esta vida y en estas circunstancias con un propósito elevado.
En tu espacio sagrado del corazón encontrarás la respuesta para saber quién eres realmente. Tu corazón te habla con imágenes y sentimientos, aprende al escucharlo en la quietud de tu meditación o durante tus oraciones.
Conectando con la Madre Tierra
El más elevado de nuestros propósitos debe ser cuidar la vida, (la nuestra y la de los demás seres de todos los reinos) y también cuidar a la Madre Tierra, ya que somos sus principales células y ella está sufriendo por el alto nivel de contaminación que producimos como sociedad, además de los contaminantes que generan los oscuros que controlan el planeta, envenenando nuestras aguas con fluoruro, nuestros aires con estelas químicas y nuestros alimentos con organismos genéticamente modificados.
La Madre Tierra necesita de tu amor, conecta con ella, camina más tiempo descalzo en la naturaleza, siente su energía entrando por tus pies o por tu chakra base, que está ubicado en el perineo. Lleva luego esa energía hasta tu corazón y siente el amor de la Madre expandirse por todo tu cuerpo. Respira suave, lento y pausado.
Deja que las nuevas energías (esas que el centro del universo nos está haciendo llegar desde las llamaradas solares) se afiancen tanto en ti como en el corazón de la Madre Tierra. Somos una antena viviente, nuestro contrato del alma habla de anclar la luz, por eso encarnamos en este tiempo; es hora de recordar cómo hacerlo: sólo fluye en la energía y conecta con el corazón de la Madre Tierra.