Maharaj: Lo que quiero deciros es de una sencillez asombrosa, si tan sólo se apercibiera. ¡Y lo más gracioso es que sólo se puede apercibir si el "oyente" está completamente ausente! Entonces sólo queda la apercepción, y vosotros sois esa apercepción.
Lo que sucede es que lo Absoluto inmanifestado se expresa en manifestación: la manifestación tiene lugar por medio de millones de formas; la consciencia funciona a través de cada forma, y la conducta y el funcionamiento de cada forma son, en general, acordes con la naturaleza básica de la categoría a que pertenece la forma (ya se trate de una planta o de un insecto, de un león o de un hombre), y en particular, son acordes con la naturaleza de los elementos básicos de cada forma.
No hay dos seres humanos iguales (no hay dos personas que tengan exactamente iguales las huellas dactilares) debido a las permutaciones y combinaciones de los millones de matices de los ocho aspectos (los cinco elementos básicos y los tres gunas), que producen billones y trillones de formas cuyas naturalezas nunca son exactamente iguales. En el proceso de manifestación se están creando y destruyendo constantemente millones de estas formas.
Una percepción clara de este proceso de manifestación implica la comprensión de que: a) en realidad no hay posibilidad de ninguna identificación con ninguna forma individual, porque la base misma de este espectáculo-manifestación es la duración (de cada forma), y la duración es un concepto temporal, y b) nuestra verdadera naturaleza es el atestiguamiento de este espectáculo. No hace falta decir que este atestiguamiento sólo puede tener lugar mientras dure el espectáculo, y el espectáculo sólo puede durar mientras exista consciencia. Y ¿quién ha de comprender todo esto? La consciencia, naturalmente, que intenta encontrar su origen y no lo encuentra porque el buscador es lo buscado. El apercibimiento de esta verdad es la liberación definitiva y única, ¡y el comodín de la baraja es el hecho de que hasta la "liberación" misma es un concepto! Ahora, reflexionad sobre esto.
Maharaj: Comprende cuán sencillo y directo es esto: "Yo", la intemporalidad, soy conciencia total sin darme cuenta de esta conciencia; subjetividad total, sin el menor rastro de objetividad. Yo me manifiesto a través de la consciencia en la dualidad por medio del sujeto y del objeto, a través de los conceptos del espacio-tiempo y por la gama de opuestos interdependientes, sin todo lo cual no sería posible la manifestación y la objetivación. Toda manifestación es mi expresión, mi imagen reflejada en la que me manifiesto como cada ser sensible; este objeto, este ser sensible, parece que funciona y se considera a sí mismo (equivocadamente) como sujeto. Pero "Yo" soy la única subjetividad, y todo funcionamiento en el mundo manifestado es mi objetivación en la consciencia, la cual en verdad soy Yo.
Todos los objetos fenoménicos, aspectos de lo que Yo soy, sólo se hacen perceptibles sensorialmente cuando se extienden en lo que Yo manifiesto como "espacio" y cuando se miden en lo que Yo manifiesto como "tiempo".
Repito, por tanto, la verdad sencilla y evidente: Este aquí-ahora, toda manifestación percibida sensorialmente, no es distinta de lo que Yo soy en mi unicidad. Y, naturalmente, todo objeto sensible puede decir otro tanto.
Cuando hayas comprendido claramente esta situación tan sencilla, puedes hacer lo que quieras mientras recorres el plazo de vida que se te ha asignado. Practica la devoción y la veneración, si quieres; canta bhajans, pero comprende que lo falso es falso. Comprende que no hay nada de religioso ni de venerable en el proceso de la manifestación, el cual se produce espontáneamente y en el que tú no estás implicado de ninguna manera como entidad individual.
Maharaj: Habéis estado viniendo aquí con la esperanza de que yo os diera un programa de lo que tenéis que hacer para obtener la "liberación". Y lo que yo os digo una y otra vez es que, al no haber entidad como tal, no surge la cuestión de la esclavitud; y que si uno no está esclavizado, no hay necesidad de liberación. Lo único que puedo hacer es mostraros que lo que sois no es lo que pensáis que sois.
Pero lo que digo no resulta aceptable para la mayoría de vosotros. Y algunos se van a otra parte, donde reciben con agrado una lista de prescripciones y de prohibiciones. Más aún, siguen estas instrucciones con fe y con diligencia. Pero lo que no advierten es que lo que practican como "entidad" no sirve más que para reforzar su identificación con la entidad ilusoria y, por ello, la comprensión de la Verdad les queda tan lejana como siempre.
Las personas se imaginan que, de alguna manera, deben cambiarse de seres humanos imperfectos a seres humanos como los que llaman "sabios". ¡Ojalá vieran el absurdo de esta manera de pensar! El que está pensando estas cosas no es a su vez más que un concepto, una apariencia, un personaje de un sueño. ¿Cómo es posible que un mero fantasma fenoménico se despierte de un sueño a base de perfeccionarse a sí mismo?
El único "despertar" es apercibir eso-que-es. De hecho, en este apercibir ni siquiera cabe preguntarse "quién" percibe, ya que el apercibir mismo es nuestra naturaleza verdadera, y el requisito previo para esta apercepción es la desaparición del fenómeno. Lo que se apercibe es la manifestación en su totalidad, sin que haya "alguien" que se mantiene como observador separado. La apercepción es el funcionamiento total de lo Absoluto: apercibir es lo que eres. El universo que aparece en la consciencia es un espejo que refleja a cada ser sensible; es decir, la consciencia es la fuente misma del universo aparente. La consciencia no es diferente de su contenido manifestado.
Y esta apercepción no tiene nada que ver en absoluto con un "quien", con un fenómeno, con una apariencia en la consciencia que no es más que una parte infinitesimal del funcionamiento total. La comprensión intuitiva profunda de este hecho es el único "despertar" o "Iluminación", es la única "liberación" ilusoria de una "esclavitud" ilusoria, es el despertar del sueño viviente.
¿Qué hace el gurú? El gurú realizado hace lo único que se puede hacer - señalar con el dedo al sadguru interno. El sadguru siempre está allí, lo recuerdes o no, pero lo único que hace falta es una asociación constante con él (con independencia de lo que puedas estar haciendo). Un esfuerzo de cualquier otro tipo no sólo no resultará beneficioso, sino que representaría un obstáculo y un peligro.
¿Necesitamos un breve repaso de todo? Aquí está:
1. La existencia manifestada es fenoménica, y los fenómenos, al ser apariencias cognoscibles sensorialmente y limitadas por el tiempo, son una visión, un sueño, una alucinación y, por tanto, falsos. La existencia inmanifestada es Absoluta, intemporal, inespacial, no se da cuenta de existir, no cognoscible por los sentidos, eterna; por tanto, es verdadera. ¿Quién dice esto? La consciencia, naturalmente, que intenta conocerse a sí misma y no lo consigue, porque el conocer (no existe conocedor como tal) no puede conocer eso que en sí mismo es conocer - el ojo no se puede ver a sí mismo, aunque vea todo lo demás. El buscador es lo buscado. Esta es la verdad básica y esencial.
2. Yo, inmanifestado, soy la potencialidad total, la absoluta ausencia de lo conocido y lo cognoscible, la absoluta presencia de lo desconocido y lo incognoscible. Yo, manifestado, soy la totalidad de todos los fenómenos, la totalidad de lo conocido en la inconcebibilidad de lo desconocido inmanifestado.
3. Sólo puede existir Yo (el Yo eterno) absolutamente incondicionado, sin el más leve vestigio de atributos, subjetividad pura. El mero pensamiento "mí" es una esclavitud inmediata y espontánea (aunque ilusoria). Que desaparezca el mí, y entonces, de manera inmediata y espontánea, tú eres Yo.