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Andreas L. Kalcker |
El dióxido de cloro, también llamado MMS, suscita controversias en el sistema sanitario y, al mismo tiempo, elogiosos avalistas entre todo tipo de personas. No se puede patentar y es una substancia con la que no se puede hacer el gran negocio que hacen las farmacéuticas.
Se ha probado con gran éxito contra la malaria. Y, según varios testimonios, hay ya 178 niños autistas completamente recuperados. Entrevistamos a Kalcker a la espera de que haya más estudios independientes sobre el dióxido de cloro y a la espera, también, de que las autoridades sanitarias dejen de trabajar en pos de los intereses de la gran industria, manipulando la verdad, en vez de trabajar en pos de los intereses de la ciudadanía. Lo que dice sobre las vacunas no tiene desperdicio.).
¿Por qué esta magnífica tecnología científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida más fácil, nos aporta tan poca felicidad? La repuesta es esta: simplemente: porque aún no hemos aprendido a usarla con tino.
Albert Einstein
Andreas Ludwig Kalcker se define: “Trabajé en los años 90 en el Centro de Nuevas Tecnologías (Barcelona). Soy licenciado en Economía y también en Biofísica en la Salud Alternativa (Ph.D). Me dedico a la investigación ya que soy curioso por naturaleza y me considero una persona a la que le gusta solucionar problemas: para mí un problema en realidad es un reto. He realizado diferentes conferencias, entre ellas en el Club Equestre y en La Pedrera de Gaudí, y en la Universidad Erasmus de Medicina de Bruselas, The Spirit of Health Congress en Hanover (Alemania 2014 y 2015), Autism One Chicago (el congreso más importante sobre autismo en todo el planeta. En 2013 y 2014), Miami Beach Congress Center 2014, y algunos lugares más”. Dice que con el MMS se han recuperado ya 178 niños autistas completamente a día de hoy (junio de 2015). El autismo habría dejado de ser, pues, una enfermedad “incurable”. Veamos qué argumentos esgrime. Argumentos que, dicho sea de paso, tienen todo el sentido común del mundo… En cualquier caso, sería bueno que la Administración y las instituciones internacionales, si realmente quieren apoyar la vida y rebajar el grado de dolor que existe hoy en el planeta, deberían ponerse a trabajar codo con codo con Andreas para comprobar en qué medida todo lo que él explica es cierto y, si es así, apoyar estos tratamientos baratos y sencillos para buena parte de la población que los necesita, tanto en el autismo como en otras patologías.
-¿Cómo descubrió usted la eficacia del dióxido de cloro en lo que respecta a sus virtudes terapéuticas para con la salud humana?
-Me diagnosticaron una artritis que me impedía trabajar. A través de un amigo me hablaron de las posibilidades del dióxido de cloro, así que lo pedí por Internet. Como soy escéptico por naturaleza, lo probé primero con nuestra perra, de avanzada edad, que apenas se movía. Aunque debo reconocer que no le gustaba demasiado el sabor, al día siguiente tenía energía y corría por el jardín como cuando era joven. Así que me decidí a tomarlo y fui capaz de recuperar mi salud por completo. Tanto es así que incluso me permití tocar el piano otra vez. Al haber experimentado el efecto del dióxido de cloro en mí mismo, ya no hay nadie que me pueda convencer de lo contrario y entonces me decidí a investigar las posibilidades del dióxido de cloro a fondo ya que en un principio nadie tenía claro cómo funciona.
DIOXIDO DE CLORO Y AUTISMO
-¿Y cómo se descubrió, concretamente, su aplicación terapéutica con respecto al autismo?
-El funcionamiento es simple y complejo a la vez. El dióxido de cloro es un gas extremadamente soluble en agua. Como nosotros somos en un 70% agua, es transportado a lugares en el cuerpo donde la sangre ni siquiera llega, liberando oxígeno de manera selectiva, que a su vez alcaliniza por proceso de oxidación dejando un entorno más alcalino. Su capacidad de reactivación es mayor cuando más ácido es el pH respetando de esta manera lo que es simbiótico y oxidando sobre todo lo que es ácido. Los patógenos, infecciones, tumores y las condiciones adversas internas… lo son. En resumen tiene un efecto similar al que tiene el ejercicio deportivo sobre el cuerpo, sin tener que practicarlo, ya que la sangre libera más oxígeno en las zonas ácidas del organismo. En términos de autismo es diferente ya que en primer lugar descubrí que los niños con autismo son celíacos, esto significa que no soportan el gluten. Descubrí un documento científico donde se describía cómo se puede provocar celiaquía en un ratón, a través de un nematodo, es decir un parásito (1). Estudiando el comportamiento me di cuenta de que los síntomas coinciden con los síntomas de parasitosis (2).
Me di cuenta de que cualquier toxina en el intestino afecta directamente al cerebro impidiendo la coordinación correcta al igual que la embriaguez. Los niveles extremos de amonía lo confirman (imagen Symptoms of Hiperamonemia, ver ilustración nº 1).
Desarrollamos entonces un protocolo de desparasitación muy específico (Kalcker Parasite protocol) donde se utiliza el dióxido de cloro, más que nada, para eliminar las toxinas de los parásitos en el intestino grueso a través de un enema suave. Todos los niños expulsaron grandes cantidades de parásitos y mucosas. El Dr. Volinsky, en la Universidad de Florida, analizó el ADN de estas mucosas pudiendo probar que no se trata de ADN humano; por lo tanto él lo considera un parásito todavía no catalogado, al que ha nombrado "Funis Vermis" (ilustración 2). La aplicación del protocolo antiparasitario ha sido exitosa en todos los casos mejorando el estado de salud de los niños afectados. Se ha podido conseguir en tres años hasta la fecha incluso una recuperación total de 178 niños autistas, con nombre, foto e historial de su enfermedad (las distintas imágenes de Andreas ene ste reportaje muestran los historiales de algunos de los niños autistas recuperados).
LOS DETRACTORES
-¿Qué opina de los comentarios de expertos que aparecen en Internet tirando por tierra sus teorías y sus descubrimientos?
-Como es natural todo descubrimiento nuevo tiene escépticos y críticos, Los descubridores delHelicobacter pylori por ejemplo fueron difamados y ridiculizados por opinar que es causante de las úlceras pépticas del estómago. No hay que olvidar que mucha gente está involucrada en el gran beneficio económico que significa una enfermedad crónica de por vida. Los más feroces críticos suelen ser los que más dinero ganan en tratamientos de este tipo y por lo tanto su comportamiento en mi contra es natural. Yo no estoy interesado en entrar en ninguna discusión interminable, simplemente ruego a los críticos que contacten con cualquiera de las madres con niños recuperados y que ellos mismos hablen con los niños que han conseguido superar el autismo, porque ahora vuelven a ser capaces de contestar.
-¿Si el dióxido de cloro es tan milagroso, por qué no se conoce más? ¿Qué pasa?