Hola queridos amigos, cómo han estado.
Hoy les vengo a compartir un nuevo tema que en lo personal lo he vivido muy de cerca, con el cual me tope hace años atrás y me forzó a aprender sobre el para tener mayor control de con quién compartía mi energía y de quién la aceptaba.
Espero que esto les sea de mucha utilidad, esa es mi intención. ¡Vamos allá!
El título de este artículo es, Los Intercambios Energéticos. Así es, vamos hablar sobre los intercambios energéticos que suceden en todo momento, con muchas cosas y con muchos seres estés donde estés.
Cabe destacar que los intercambios energéticos son inevitables, pues son algo tan esencial y natural que es como te dijera que dejaras de respirar… evidentemente nadie puede dejar de respirar por siempre y vivir al mismo tiempo, pero lo que si podemos hacer, es elegir el tipo de aire que queremos respirar. Ya sea, el de una ciudad, el de una montaña, el de un bosque o de un mar. Así mismo, los intercambios energéticos que ocurren día a día y en todo momento también son inevitables, ante este hecho no podemos hacer nada, pero lo que si podemos hacer, es elegir con quiénes o con qué intercambiamos nuestra energía.
Para eso, es necesario entender que más allá de nuestro cuerpo físico, está nuestraalma,y ésta en su esencia es energía también. Por tanto, todos y todo en este mundo, a un nivel sutil es energía (la materia visible e invisible también). Eso siempre ha sido así. Por tanto, la consciencia universal que está en todas partes toma infinitas formas físicas, desde cosas hasta seres pensantes. Esta consciencia universal, dependiendo de en qué se transforme tendrá la capacidad de auto-observarse, es decir, tendrá la capacidad de darse cuenta de su propia existencia. Así sucede con los seres humanos y con otros tantos seres galácticos también. Pero no así las cosas materiales y la mayoría de los animales y plantas.
En esta idea de que todo es consciencia, y todo es energía, para existir energía debe existir movimiento, es decir, una vibración, y por tanto una frecuencia de vibración.
Es aquí, que para explicar esto me gusta hacer una metáfora con la música. Como sabrán, en música existen muchas notas musicales. Pero quizás lo que no todos saben, es que no todas las notas suenan bien con cualquier nota. Existen reglas de armonía basadas en cómo se oyen las notas y la sensación que producen en las personas. Es así que cuando dos notas al azar suenan conjuntamente, estas dos notas pueden crear un sonido que es armonioso (suenan bien juntas) o un sonido disonante (suenan mal juntas). Un ejemplo de esto es hacer un simple acorde de DO mayor en un instrumento. Dichas notas que se tocan para hacer el acorde son armoniosas entre sí, pero si tú cambias solo una de ellas, esta nota pasa a ser disonante con el resto, ósea, molesta y hace que el acorde en general suene mal.
Llevado esto a las personas y su frecuencia energética, sucede exactamente lo mismo que con las notas musicales.Para demostrártelo, estoy completamente seguro que en más de alguna ocasión te habrás visto forzado a trabajar en algún grupo de personas donde por diversos motivos, quizás el grupo en sí no funcionaba muy bien… Y quizás en alguna oportunidad más adelante también tuviste que hacer lo mismo, pero este grupo de personas funcionaba mucho mejor que el anterior. Entonces, ¿adivina por qué fue eso? Fue porque en el primer grupo de personas, las frecuencias energéticas de los integrantes seguramente no combinaban muy bien…seguro hacían algo que podríamos llamar por ahora, “disonancias energéticas”. En cambio en el segundo grupo, las “disonancias” eran menores, o simplemente no existían. Lo mismo sucede para ti y tus mejores amigos. ¿Acaso crees que tú y tus mejores amigos tienen alguna disonancia? ¡Por supuesto que no! ¡Por algo son tus mejores amigos! Son tus mejores amigos no solo porque se llevaron bien, sino porque la frecuencia energética de ambos se complementaba y se alineaba especialmente mejor que con cualquier otra persona. Por ello es que tienen la amistad que tienen.
Así como cada persona tiene su determinada frecuencia energética. Las cosas que usamos generalmente se cargan con nuestras frecuencias energéticas. Eso como les decía antes, es parte del intercambio energético inevitable que sucede en todo momento. Así también, cosas usadas por otras personas contendrán una parte de la energía de la otra persona. Esto que les comento que es el intercambio energético entre personas y cosas lo desarrollé con mucho más detalle en el artículo,
“El Poder de los Símbolos”. Si te interesa ese tema en específico tal vez podrías leerlo.
Lo anteriormente comentado es muy básicamente el intercambio que sucede entre personas y cosas materiales. Pero, ¿Qué pasa entre persona y persona?
Entre persona y persona obviamente el asunto es más complejo. Pues ambas personas reciben y dan mutuamente. El intercambio energético entre personas es mucho más fuerte que entre personas y cosas. Y además, también es más constante y duradero en el tiempo.
Si tuviéramos que clasificar los intercambios energéticos entre personas, la clasificación más general seria la formación de círculos virtuosos (Intercambios buenos, positivos y enriquecedores) y círculos viciosos (Intercambios negativos, desgastadores y asfixiantes en el tiempo).
Algunos de los ejemplos que podemos encontrar en cada caso. Por el lado de los círculos virtuosos, están las relaciones reciprocas entre personas, donde ambos se interesan por el bien del otro. Donde ambos se ayudan mutuamente, sean estas personas entre ellas pareja o amigos. Siempre que haya un crecimiento personal en ambos o en todos los participantes existirá un bellísimo ¡circulo virtuoso! El cual hará crecer a todos los participantes por igual, en las direcciones que cada uno debe hacerlo. Todos los círculos virtuosos siempre tienen un intercambio energético equilibrado de recibir y dar energía en todos sus participantes.
Un ejemplo más concreto de un círculo virtuoso, es la historia que escuché una vez de un Maestro de Judo y sus alumnos. Este Maestro de Judo era una persona con una edad cercana a los 80 años, pero que físicamente y mentalmente se encontraba bastante bien. Él se había esforzado durante su vida en adquirir cierta sabiduría y le entregaba ésta a sus estudiantes de Judo, los cuales alegremente y muy agradecidos recibían y practicaban no solo los ejercicios del arte marcial, sino también escuchaban sus consejos sobre la vida. Recuerdo que cuando escuché esta historia, me dio mucho gusto saber de ella y me llamo mucho la atención pues el Maestro decía que estar con jóvenes le hacía muy bien, pues la energía de los jóvenes lo revitalizaba (cosa que cuando la escuché la entendí perfectamente, ya les explicaré porque). Pero lo más grandioso de todo, era que el Maestro les entregaba sus enseñanzas sobre el arte marcial y su sabiduría a los jóvenes, y ellos su energía al Maestro. Recuerdo que eso me dio mucha alegría, y me decía a mí mismo, vaya pero que hermoso circulo virtuoso, ojala todo fuera así.
Lamentablemente, no todo es así…existe la contraparte, los famosos círculos viciosos…
Es en este tipo de intercambio donde generalmente todos sus participantes se alteran y pierden su camino de equilibrio. El intercambio energético siempre está totalmente desbalanceado y cargado generalmente hacia uno o unos pocos individuos que son los que más reciben del resto. Muy comúnmente, hay uno de los integrantes que tiene la energía y el poder para romper el círculo vicioso pero por alguna razón, no lo hace. Por tanto, el resto de los participantes se alimentan de esa energía que él entrega y el círculo vicioso sigue… así indefinidamente.
En esta misma clasificación de círculos viciosos se encuentras las “amistades” insanas. Las “amistades” por conveniencia. Y todo tipo de relaciones en que uno de los participantes busca sacar provecho de alguien que puede dárselo y se lo suministra. Para que decir que esto va desde la dependencia emocional, económica, energética, incluyendo también las drogas. Así existe un largo etcétera que seguramente tú también conoces.
Llegado a este punto del artículo, debo detenerme en algo muy importante, algo que quizás no sepas o no lo tengas hecho consciente aún. Existe dentro de los círculos viciosos un tipo especial de situaciones donde la dependencia energética llega a tal punto, que quien depende energéticamente de otra persona se convierte sin darse cuenta en un vampiro energético. Pues también sin darse cuenta, esta persona vive y se alimenta energéticamente de otras personas. Así es como en el mundo entero, existen diferentes tipos de vampiros energéticos.
Algunos más fuertes que otros. Algunos incluso han adoptado dicho estilo de vida como algo natural en ellos. Y es con ellos con quienes espero yo que tú nunca hagas alguna alianza o amistad pues sinceramente no resultaría nada bueno para ti y tus proyectos de vida.
Entre las actitudes vampíricas más sutiles que toman muchas personas está la de tener una actitud orientada directamente a ejecutar críticas y quejas totalmente injustificadas sobre cualquier cosa o situación. Seguramente te habrás topado con alguna de estas personas, me refiero a “esa” persona que viene a ti y empieza a contarte todas sus calamidades, problemas y dificultades, comienza a lamentarse por cada cosa que le pasa y te lo dice a ti… Lo más ilógico de todo esto, es que tú no tienes nada que ver en el asunto y seguramente tampoco nada puedes hacer para solucionarle algún problema. Súmale a esto que esa persona ningún interés tiene de solucionar sus propios problemas… Entonces en dichas circunstancias, ¿Cuál es el sentido de dicha conversación de quejumbres y problemas?
Es cierto que todos podemos tener problemas en diversos momentos de nuestras vidas, eso es algo comprensible, pero de ahí a que nuestra vida entera sea un completo problema todos los días de nuestra vida ya es otra cosa. Quejarse y esparcir la negatividad a los demás sin ánimo de solucionar nada es realmente un mal hábito adquirido por la persona en algún momento de su vida, que luego se convirtió en una necesidad, y en una dependencia energética de los demás. Pues, seguro que cuando la persona ya te contó todos sus problemas y quejas se fue súper ligera y tranquila y tú te quedaste con todas las pesadeces en tu espalda. Y adivina qué es eso. La energía de la otra persona… y ¿por qué esta persona se fue tan tranquila? Porque se llevó parte de tu energía con ella y te entrego de la suya a ti.
Claramente, el intercambio energético es inevitable, pero tú puedes elegir otro tipo de intercambio más positivo para ti que este ejemplo que te acabo de mostrar.
Y obviamente, si tú tienes uno de tus mejores amigos pasando por un mal momento, tu estarás ahí con él y también ocurrirá algo muy parecido a la situación comentada pero la diferencia radical es que tu amigo en verdad lo necesita, necesita de tu ayuda, tú lo sabes y quieres dársela. Es algo que en verdad nace de ti. Por tanto, tu inconscientemente sabes que cargaras parte de su energía, y que tú le entregaras parte de la tuya a él, pero en realidad, tú también sabes que tú y tu amigo buscarán alguna solución al problema y todo realmente pasará. No así como en la otra situación donde el objetivo es quejarse por quejarse sin ningún interés se solucionar nada.
Actualmente lo que les acabo de contar también lo ha entendido la neurociencia (a su modo claramente). Pues se ha dado cuenta que al cerebro le hace mal estar escuchando constantemente quejas.
Y al parecer, dichas actitudes y hábitos de quejarse se pueden transmitir de persona a persona. Así lo dice Trevor Blake, quien en uno de sus libros detalla el estudio de neurocientíficos sobre este tema.
Dice Blake. “Por lo que si estás clavado en un rincón por mucho tiempo escuchando a alguien siendo negativo, es probable que actúes de esa misma forma.”