miércoles, 14 de diciembre de 2016

Cómo evitar absorber la energía negativa de otras personas


La empatía es la capacidad de reconocer y sentir las emociones de los demás. A menudo, para ser ” empático ” significa que estás absorbiendo gran parte del dolor y el sufrimiento en tu entorno, que puede sacrificar tu capacidad para expandirte a un nivel más alto.

Si a menudo coexistes con una persona negativa, sabrás como es si energía tóxica. Aprender a no a absorber las energías de los demás es una gran habilidad para desarrollar la espiritualidad y para eso te dejamos 5 sencillos pasos para hacerlo.

Recuerda que no se puede complacer a todo el mundo

Si alguien te acosa moralmente, faltándote el respeto, no trates de caerle bien. Esto sólo conseguirá chuparle su campo de energía y le hará dependiente energéticamente en su dictamen.

No le vas a gustar a todo el mundo. Todos estamos aquí en la tierra para vivir con un propósito diferente. El amor a nosotros mismos, creará un campo de fuerza a tu alrededor que te protegerán de otras opiniones.

También recuerda: no se puede cambiar a nadie. No hagas tu misión el tratar de cambiar a otros. A veces, lo mejor que puedes hacer es no hacer nada, porque, al hacerlo, vas a alimentar la energía que están proyectando hacia ti.



Ten cuidado de quién entra en tu vida

Tu cuerpo, tu mente y tu entorno es tu templo.

Si se le da a una persona un trozo de pan, un día, van a pedir pan todos los días. Si dejas que alguien se quede en tu casa durante un fin de semana, puede que traten de quedarse durante toda la semana.

Hay que respetar el espacio de otros para que los otros respeten el nuestro, de manera que es mejor mantener distancias con ciertas personas antes de que haya mal entendidos.

Es bueno ser generosos, pero hay una línea que no hay que dejar pasar, eligiendo así el ayudar a aquellos que realmente lo necesitan y lo merecen. Muchas veces es mejor para nosotros y para otras personas saber decir NO.

Dejar de prestar atención

Un parásito necesita un huésped para sobrevivir. Es decir, si te centras en los “vampiros de energéticos”, te robarán tus pensamientos para que pienses en sus “problemas”, lo que reduce drásticamente tus niveles de energíadiscusion

Algunas personas van a volcar su energía en ti. Un oído atento puede ser una cosa maravillosa, pero es necesariamente trazar una línea y que no sea sobrepasada si se quiere mantener la salud de tu energía.

Tal vez seas el apoyo de una persona que tiene frustraciones en el trabajo, una relación o logros exitosos . Todas estas emociones se pueden drenar en muchos sentidos y hacer que empiece a limitar sus propias formas de vida no productiva.

Ámate a ti mismo lo suficiente como para ajustarlas, decirles que se detengan.


Deja que la naturaleza te inspire

Ir a meditar a la naturaleza, relajarse y respirar. Purificar su interior, hacer ejercicio y flotar. Como una mariposa, que flota suavemente, pero se mueve rápidamente. La respiración aumenta la circulación del flujo sanguíneo en todo el cuerpo y ayuda a mantener y absorber la energía de los que te rodean. Camina con confianza, manten la cabeza en alto y no dejes que nadie te haga sentir inferior.

Hazte con el 100% de responsabilidad de tus pensamientos y emociones

martes, 13 de diciembre de 2016

El conocimiento del Sí Mismo (Parte II)


Atma-vichara o la auto-indagación en la naturaleza del yo
El Advaita, decíamos, es en esencia conocimiento del Sí mismo. Una de las prácticas recomendadas por el advaita para despertar del olvido de nuestra naturaleza profunda es la indagación en la naturaleza del yo (atma-vichara) (27). Esta auto-indagación que no ha de ser confundida con el auto-análisis o la auto-observación psicológica:

El estado del conocimiento (...) contemplado por el Yoga, no es una mera concepción intelectual o clara discriminación de la verdad, ni una iluminada experiencia psicológica de las modalidades de nuestro ser. Es una "realización", en el sentido pleno de la palabra; es hacer real para nosotros y en nosotros al Yo, a la Divinidad trascendente y universal, y es la subsiguiente imposibilidad de apreciar las modalidades del Ser excepto a la luz de ese Yo y en su aspecto verdadero, como su corriente del devenir bajo las condiciones psicológicas y físicas de nuestra existencia mundana. (28)
Lo primero que hay que decir respecto a la naturaleza de esta auto-indagación es que se trata de una vía estrictamente experiencial. El acceso a la verdad en torno al Sí mismo no es fruto del estudio ni del conocimiento de la sruti o de alguna filosofía; no se adquiere mediante el asentimiento a autoridad alguna; tampoco a través del discernimiento lógico o racional; sólo se logra mediante la "comprensión-realización" que acontece siempre a través de la experiencia propia, directa e intransferible. (29)

La elocuencia sonora de un río de palabras, la habilidad de exponer o comentar las escrituras, la erudición misma, sirven sólo para la satisfacción personal; para la liberación, todo esto es perfectamente inútil (...).
Las Escrituras formadas por miles de palabras no son más que un bosque impenetrable en el que se pierde la mente con facilidad. El sabio aspirante debe aplicarse con celo a experimentar por sí mismo la auténtica naturaleza del Atman (Vivekachudamani)". (30)


De hecho, lo dicho sobre la identidad última del yo con Brahman no es, para el Advaita, una afirmación teórica que haya que aceptar sino una verdad a experienciar, a ser (recordemos que, en este contexto, ser es conocer). Sólo la experiencia otorgará a esta doctrina el sello de realidad. Sólo al ser realizadas, encarnadas en el propio ser, dichas verdades merecen denominarse tales; como meras proposiciones lógico-filosóficas, ni son verdad ni permiten el encuentro con la verdad. De hecho, afirmar "Yo soy Brahman" desde el nivel de la conciencia dual, es decir, cuando lo afirma el yo individual, es un acto de mera auto-identificación mental y, como veremos, para el Advaita, el conocimiento de nuestra verdadera Identidad se alcanza precisamente en el abandono de todas las auto-identificaciones mentales. "Yo soy Brahman" sólo lo puede ser dicho por el mismo Brahman.

La experiencia de Brahman es, por tanto, intransferible, irrenunciablemente personal. Pero inicialmente, "(...) para aferrar la resplandeciente verdad del Sí mismo, escondido por maya y por sus efectos, debemos ajustarnos a las instrucciones de un conocedor de Brahman" (Vivekachudamani) (31). Este ajuste no supone relegar el criterio según el cual no hay más autoridad que la propia experiencia. Se trata, sin más, de alcanzar esta última a través de una metodología análoga a la metodología científica ordinaria. Así lo describe Nisargadatta:

EL UNIVERSO ES INMATERIAL, MENTAL Y ESPIRITUAL, CONCLUYE FÍSICO


EL PROFESOR DE FÍSICA Y ASTRONOMÍA DE LA UNIVERSIDAD JOHNS HOPKINS, RICHARD CONN HENRY, LLEGÓ A ESTA CONCLUSIÓN QUE PARECE ASOMBROSA PARA LA CIENCIA, PERO EN REALIDAD ES BASTANTE LÓGICA SI SE COMPRENDEN LAS IMPLICACIONES DE LA MECÁNICA CUÁNTICA

En un multicitado artículo publicado en el 2005 en la revista Nature, el profesor de física y astronomía de la Universidad Johns Hopkins, Richard Conn Henry, concluye que el universo "es inmaterial, mental y espiritual". Sobra decir que su afirmación resulta polémica y un tanto extraña al ser publicada en la revista Nature, una especie de institución del paradigma científico materialista dominante. Desglosemos un poco el artículo de Conn Henry, el cual puede leerse aquí en español o en su formato original en Nature.

La tesis de Conn Henry se basa en que, a diferencia de los postulados de la física clásica que han modificado nuestra visión de mundo --como el establecer que la Tierra gira alrededor del Sol-- los postulados de la física cuántica que han sido comprobados no han sido igualmente asimilados a nuestra perspectiva, quizás porque son aún más radicales que los de Copérnico, Galileo o Newton, ya que necesariamente sostienen que no existe un universo material independiente de nuestra mente. Sobre esto Conn Henry escribe:


La más reciente revolución de la física de los últimos 80 años todavía no ha transformado el conocimiento general del público de manera similar. Aun así, una comprensión correcta de la física era accesible incluso a Pitágoras. De acuerdo con Pitágoras, “los números son todas las cosas”; y los números son mentales, no mecánicos. De la misma manera, Newton se refirió a la luz como “partículas”, sabiendo que este concepto era una “teoría efectiva”, útil si bien no verdadero. Como reconoció el biógrafo de Newton, Richard Westfall: “La causa última de ateísmo, aseguró Newton, es ‘esta idea de que los cuerpos tienen, por decirlo así, una realidad completa, absoluta e independiente en sí mismos’”. Newton conocía el fenómeno de los anillos de Newton y no le preocupaba lo que trivialmente se conoce como “dualidad onda-partícula”.

El párrafo anterior requiere un breve comentario. No se sugiere que Newton conocía la dualidad onda-partícula tal cual como ha sido revelada en la física cuántica (donde la luz se comparta como onda o partícula según la medición que se realiza). Newton estaba en contra de la noción cartesiana de que la materia existe de manera separada e independiente; creía que la materia dependía de Dios y que no podíamos conocer su esencia, sólo podíamos describirla (es en esto que existe una similitud). Hay que recordar que Newton fue un teólogo y un alquimista y creía que la materia era animada por un solo principio espiritual.

Siguiendo con el artículo, Richard Conn Henry afirma que la mecánica cuántica resolvió a grandes rasgos el problema de la naturaleza del universo, la cual es mental, esto en tanto que no podemos probar que exista la materia más allá de nuestra observación de la misma. Parafraseando a Heisenberg, no observamos la naturaleza, sino sólo la naturaleza expuesta a nuestro método de interrogación.

De acuerdo con James Jeans: “el caudal de conocimiento se dirige hacia una realidad no-mecánica; el universo comienza a parecerse más a un gran pensamiento que a una gran máquina. La mente ya no es semejante a un intruso accidental en el reino de la materia… más bien deberíamos recibirla como la creadora y regente del reino de la materia”. Pero los físicos aún no han seguido el ejemplo de Galileo y convencido a todos de las maravillas de la mecánica cuántica. Como lo explicó Arthur Eddington: “Es difícil para el físico realista aceptar la visión de que el sustrato de todo es de índole mental”.

Luego Conn Henry explica que las llamadas partículas no son realmente cosas en sí, sino solamente un concepto, una herramienta lingüística, una narrativa que superimponemos al mundo. Cita a Michael Frayn, autor de la obra de teatro Copenhague, sobre Niels Bohr y su interpretación de la mecánica cuántica: "ni las historias ni las narrativas son elementos independientes del universo, sino conceptos humanos, tan subjetivos y restringidos en su punto de vista como en el acto de la observación”.

Nos repetimos ciertas narrativas y les proyectamos un carácter de solidez y estabilidad para encontrar sentido en el mundo. El mismo Bohr había sugerido que si entendiéramos la mecánica cuántica, el mundo en el cual estamos parados se estremecería, y es por ello que sigue existiendo una cierta resistencia a adoptar la visión que se deriva de la mecánica cuántica, la cual literalmente cuestiona la solidez del suelo en el que estamos parados. Hay una especie de divorcio entre la perspectiva de la realidad de la física cuántica y la realidad que experimentamos comúnmente, lo cual no tiene que explicarse diciendo que la mecánica cuántica no debe aplicarse al mundo macroscópico clásico, sino que puede explicarse justamente como un efecto de que el universo es mental: su solidez es una proyección de nuestras creencias.

Los físicos evitan la verdad porque la verdad es tan ajena a la física cotidiana. Una forma común de evitar el universo mental es invocar “decoherencia cuántica”, la noción de que “el ambiente físico” es suficiente para crear realidad, independiente de la mente humana. Sin embargo, la idea de que cualquier acto irreversible de amplificación es necesario para colapsar la función de onda está equivocada: en experimentos “tipo Renninger”, la función de onda es colapsada simplemente por tu mente humana al no ver nada. El universo es puramente mental.

[...] El mundo es mecánico-cuántico: debemos aprender a percibirlo como tal.

No parece que estemos listos para asumir la visión cuántica de la realidad, sin embargo algunas culturas menos materialistas han concebido algo similar, como ocurre con el budismo mayahana (y vehículos superiores como el vajrayana y el dzogchén) donde se enseña que se deben ver todos los fenómenos como si fueran sueños, en tanto que no tienen una realidad sustancial independiente a la mente. Asimismo, algunas corrientes del hinduismo, como el vedanta o el tantrismo de Cachemira conciben el mundo como solamente conciencia. Así que es posible que si dejamos de identificarnos con nuestros conceptos y no nos aferramos a nuestras proyecciones podríamos encontrar soltura y libertad e incluso la dicha de la ligereza, si bien el suelo primero parecería temblar y podríamos sucumbir al terror. Conn Henry concluye:

domingo, 11 de diciembre de 2016

Yo Soy, el Yo Soy (Mensaje de Navidad)


ULTIMO VÍDEO QUE HEMOS CREADO, ESPERO QUE OS GUSTE.

Este es el Mensaje de Navidad que la Hueste de los Grandes Maestros Ascendidos, la Legión de Luz, y la Gran Hermandad Blanca te manda hoy.

Que tu corazón, oh, amado estudiante!, sea llenado con la Presencia Eterna del Amor Divino y seas tú, tan cargado con Su Presencia Activa, que tu mismo Esplendor se vuelva una Actividad Eterna y Consumidora, dejando fuera todo menos la Luz Eterna de la Perfección.



SI QUIERES SUSCRIBIRTE, PINCHA EL SIGUIENTE ENLACE:
https://www.youtube.com/user/TheIsmavision

El conocimiento del Sí Mismo (Parte I)


La gnosis advaita es conocimiento/realización de la Realidad última y única en la medida en que es conocimiento del Sí mismo. Más aún, el conocimiento de Sí mismo es la vía ineludible para la realización directa de lo Absoluto; es el inicio y el fin de toda gnosis.

El Vedanta advaita es, en esencia, una invitación al conocimiento de nuestra verdadera identidad. Su objetivo no es otro que el de obedecer lo que en Occidente se expresó en el mandato de la divinidad de Delfos: "Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los dioses". El primero, último y único paso de este camino de liberación es el auto-conocimiento; todo lo demás viene dado por añadidura. Para el Vedanta, como para la casi totalidad de las doctrinas metafísicas orientales, "la ignorancia no es la ausencia de conocimientos librescos; (...) la falta de conocimiento propio es la esencia de la ignorancia". (1)

(1) Distinción entre el Sí mismo universal y el yo individual
Antes de adentrarnos en el camino advaita de auto-indagación en la naturaleza del Yo, haremos una aclaración relativa a lo que en este contexto quiere decir "sí mismo". El Advaita distingue dos niveles básicos de consideración del "yo" o "sí mismo":

a) El Sí mismo universal (Atman).
b) El sí mismo individual (Jivatman o Jiva).

a) El término "Atman" ("Sí" o "Sí mismo"; en sánscrito: el pronombre reflexivo "sí") tiene en las Upanishad sentidos diversos. En ocasiones es sinónimo del Espíritu universal que es la esencia última de todas las cosas o el Sí mismo de todo, es decir, tiene un sentido idéntico al del término Brahman.

En otras ocasiones ―y ésta es la acepción habitual del término "Atman" en el contexto de la tradición advaita― alude a dicho Espíritu en el hombre, al Fondo último del yo, a nuestro "Sí mismo". La referencia de ambas acepciones es la misma, pues la esencia del yo es la esencia de toda cosa. Atman es Brahman. La diferencia radica en el matiz por el que, en su uso más restringido y habitual, Atman alude a dicho Espíritu en su relación al yo humano. Si Brahman es la realidad absoluta y la esencia última de todo desde un punto de vista objetivo, referida al fondo último de la subjetividad es Atman. (2)

Atman ―al igual que Brahman― puede ser considerado:

―En y desde sí mismo: Atman como Paramatman o el Supremo Atman trascendente.
―Desde un punto de vista relativo, es decir, en relación con la manifestación universal (ya sea el mundo manifiesto en su conjunto o un ser particular). En este caso, se enfatiza su aspecto inmanente.

Atman, el Sí mismo o Yo universal, es distinto del "sí" con el que aludimos ordinariamente al "yo" o al "tú", a "este" o a "aquel" individuo. Para la mente dividida y divisora, Atman o el "Sí mismo" de todo se muestra dividido en las realidades particulares, supuestamente separadas en virtud de nama-rupa; pero en sí no está escindido pues es siempre la misma y única Presencia (3). Todos los seres constituyen una única existencia indivisible. Hay un único Yo: Atman. (4)

b) Si consideramos al Sí mismo como dividido o particularizado, este "sí mismo" ya no es Atman sino Jivatman o Jiva: el sí mismo individual.

¿Sabes cómo actúa la hormona de los abrazos?


Seguramente has oído hablar de la oxitocina, una hormona asociada a muchos de nuestros gestos de cariño, como los abrazos. Su fama es bien merecida. Se trata de un hallazgo científico muy valioso, que corrobora algo que todos hemos sabido desde siempre: los abrazos confortan, sanan y hacen la vida más feliz.

Hace unas décadas se descubrió que cuando las mujeres dan a luz segregan fuertes cantidades de oxitocina. Esta hormona atenúa el dolor del parto y, en cambio, facilita que aparezca un sentimiento intenso de afecto por el recién nacido. Se traduce en deseos de abrazar, de dar besos, de acariciar.

Lo mejor vino después. Con diferentes experimentos que se realizaron en todo el mundo, pudo comprobarse que eran muchas más las situaciones que activaban la producción de esta hormona. Se descubrió, por ejemplo, que un abrazo de 5 segundos la estimula; pero uno de 20 segundos la activa y equivale a un mes de terapia. Maravilloso, ¿cierto? Pero la cosa no para ahí. Los besos que son percibidos como una manifestación de amor son también liberan oxitocina.

“Te abrazo y corren las mandarinas; te beso y todas las uvas sueltan el vino oculto de su corazón sobre mi boca”
–Gioconda Belli–

El bienestar emocional no es la única consecuencia positiva de la segregación de esta hormona. También incide decisivamente en el bienestar físico. Ayuda a que te enfermes menos y a que sanes más rápido, en caso de que algo te afecte. Fortalece el sistema inmunológico y mejora el funcionamiento de tu corazón. Es un pequeño prodigio químico que enriquece tu vida.



Todos tenemos en la piel unos receptores que se llaman corpúsculos de Meissner. Esos componentes nos permiten percibir la temperatura, la textura de las cosas, las caricias, los pellizcos, etc. Tan pronto como reciben el estímulo, envían una señal a tu corteza cerebral que interpreta de qué clase de estímulo se trata. Pues bien, tenemos más de estos corpúsculos en las manos y en los labios.

sábado, 10 de diciembre de 2016

¿La mirada induce estados alterados de conciencia?


La primera vez que se habló acerca de la mirada como un factor que incide en la conciencia de otros fue hace dos siglos. Franz Anton Mesmer, un médico y filósofo austriaco, fue quien sentó las bases de lo que se llamaría “Teoría del magnetismo animal”. Según sus postulados, el cuerpo humano irradiaría energía igual que lo hacen otros cuerpos. Esa energía, a su vez, ejercería influencia sobre otros cuerpos.

Con base en esos planteamientos, James Braid, un médico escocés, acuñó el término “hipnosis” e indicó que “la fijación sostenida de la mirada, paraliza los centros nerviosos de los ojos y sus dependencias, que alterando el equilibrio del sistema nervioso produce el fenómeno”.

“El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada”
–Gustavo Adolfo Bécquer–

Uno de los métodos de hipnosis que se desarrolló a partir de esta manera de entender la influencia fue la “técnica de mirada fija”. A medio camino entre la creencia y el saber, esta técnica se aplica conversando y mirando al mismo tiempo fijamente a los ojos de la otra persona. Así, se van introduciendo frases que la sugestionen, para que entre en esa especie de estado intermedio entre la vigilia y el sueño que conocemos como hipnosis.

Más recientemente apareció un estudio llevado a cabo por el investigador Giovanni B. Caputo, de la Universidad de Urbino en Italia, en el que aparentemente se comprueba que la mirada induce estados alterados de conciencia. Esta información no ha sido corroborada por otros estudios contemporáneos, por lo que se expone simplemente a manera de ilustración.


Los estudios de Caputo sobre la mirada

Giovanni Caputo reunió a 50 voluntarios para realizar su experimento sobre la mirada. En principio formó 15 parejas. Los miembros de cada pareja debían sentarse frente a frente, a menos de 1 metro de distancia y mirar a los ojos a su pareja durante 10 minutos.


Otro grupo quedó en una habitación contigua y realizaron el mismo ejercicio, pero esta vez no tenían que mirar a otro, sino a sí mismos frente a un espejo. Al final, tanto el grupo 1 como el grupo 2 respondieron a un cuestionario que había sido preparado para la investigación.

Según las respuestas que obtuvo Caputo, el 90% de quienes participaron en el experimento tuvieron experiencias alucinatorias, en ambos grupos. Decían haber visto rostros deformados o figuras monstruosas. También indicaron que habían experimentados sensaciones de estar “fuera” de la realidad. Con base en eso, se concluyó que la mirada inducía estados alterados de conciencia.


Otro experimento con la mirada

Con un objetivo completamente diferente, la organización Amnistía Internacional realizó un experimento sobre la mirada. Partió de una afirmación hecha por el psicólogo social Arthur Aron: que mirar a una persona durante 4 minutos genera una proximidad insospechada.

Lo que hizo Amnistía Internacional fue hacer un pequeño experimento por parejas formadas por un ciudadano europeo y un refugiado de otro país del mundo. Simplemente les pidió que se pusieran uno enfrente del otro y que se miraran a los ojos durante 4 minutos. Lo que querían probar es que muchos prejuicios desaparecen cuando te tomas el tiempo para ver y mirar al otro, por diferente que sea.



Sin excepción, todos los que participaron en el experimento lograron sentirse cercanos a la persona que tenían enfrente. Sin excepción también, iniciaron conversaciones afectuosas y desarrollaron empatía mutua. Se probó lo esperado: no importa de dónde vengas, o qué lengua hables, o cuál sea el color de tu piel. Al final del día, en ti hay un ser humano que yo puedo reconocer.


El enigmático mundo de la mirada

La Evolución de la Consciencia (Parte 3 de 3)


Más allá de la pregunta-viva se encuentra la pregunta final

La pregunta-viva (1) es el sistema de creencias de nuestro ego. No quiere abandonarla incluso si esto significa miseria y sufrimiento. Para el ego una creencia es mejor que tener espíritu. Luchará con uñas y dientes para aferrarse a algo. Hay muchas personas emocionales que creen firmemente que hay algo mal en ellos, y no importa lo mucho que sufran, son inflexibles en su pregunta-viva de esta realidad y no renuncian a ella. Esta adicción común al sufrimiento es una creencia fundamental de la pregunta-viva. Algunos se aferran a sus dudas como si fuera la realidad misma y no renuncian a ellas. Este aferrarse es la necesidad de tener "algo" en lugar de "nada".

La pregunta final no es una pregunta en el sentido que comúnmente percibimos una pregunta, sino un "quedarse con la boca abierta de asombro" ante el misterio y la maravilla infinita de la totalidad. Antes de mi experiencia de "Supersentience" [Super-sensibilidad] yo creía que sabía algo. Esta experiencia hizo estallar todo lo que creía separado. Nada fue como pensé que sería. El conocimiento más profundo que recibí de ello fue el profundo entendimiento de que no tenía conocimiento en absoluto de la grandeza y la inmensidad que es "mi-Mismo". Esta pregunta final es el conocimiento más profundo que podemos alcanzar en la vida.

Desde esta pregunta final nos damos cuenta de nuestro desconocimiento de nuestra naturaleza inmensa e infinita y que toda nuestra idea del mundo y su realidad están basadas en el pensamiento. Todo nuestro movimiento de la vida está basado en conceptos ― nuestras relaciones, familias, comunidades, estructuras sociales, son todos sólo pensamientos. Estos pensamientos (conceptos, creencias, ideas) que conforman nuestra pregunta-viva (a no ser que estemos decididos a despertar a nuestra verdadera naturaleza) casi nunca son cuestionados o explorados y así nuestra vida se basa en una existencia como de robot. Pero a menudo se produce un "crack" ― una muerte, una enfermedad terminal o una tragedia. Tal vez sólo ocurre espontáneamente, pero en ese crack en nuestra realidad (sueño) conceptual, algo más surge. Por el momento podríamos llamarlo caos, locura o tal vez incluso una experiencia espiritual.

En este punto buscamos ayuda de acuerdo con lo que estamos dispuestos a recibir. Lo más probable es que nos sintamos desorientados, disociados y desconectados ― fruto de una descomposición de nuestra pregunta-viva conceptual. Con esta descomposición de nuestra pregunta-viva nos sentimos a la deriva temporalmente, y si en ese momento nos permitimos ver que es el final de todo lo que creíamos, y lo aceptamos como algo inevitable, entonces la pregunta final nos llenará de asombro, admiración e incluso desorientación ante la grandeza increíble que es la vida.

En nuestro reconocido desconocimiento también llegamos a saber (a través del "conocimiento-innato") que somos un gran ser desconocido de potencial infinito. Y, en este momento, ya que nos encontramos AÚN en nuestra pregunta final, llegamos a saber que existimos en lo desconocido como lo desconocido. Yo había pensado que conocía a Burt pero era sólo una pregunta-viva (un patrón de creencia condicionado).

He aquí un hecho:

No hay manera de salir del mundo conceptual a través del mundo conceptual. Sólo hay un cese abrupto y repentino de ese mundo como nuestra guía.

¿Podemos vivir con esta realidad de nuestro Ser, sin creencias y conceptos? ¿Podemos estar en el silencio de no respuesta? ¿Podemos aceptar plenamente el hecho de que simplemente no lo sabemos?

La necesidad del ser humano de conocer es tan irresistible y tan poderosa que crea su propio mundo ilusorio y crea su propio significado. Con este mundo ilusorio que hemos creado, inconscientemente, ¿es posible reconocer nuestra verdadera naturaleza como puro ser?

Aquí se encuentra la novedad más poderosa de todas y la más liberadora ― es sólo a través de ver el "devenir" conceptual que entramos en la realidad de nuestro Ser. Este Ser que ya somos es el verdadero hogar conocido como "El Reino de Dios" de Jesús. No existe en el futuro, sino como tú en este momento. El lado humano que hemos aceptado como realidad es una mera sombra del espejo del Ser. Hasta que no nos elevemos por encima de este ego, ¿cómo podemos mirar a través de los ojos del Ser?


Los tres pasos de la pregunta final

1. Inicialmente, el ser humano tiene ideas, creencias, conceptos y evaluaciones de la vida de acuerdo con su educación, formación religiosa, cultura y condicionamiento general.