¿Te has parado a pensar alguna vez que tu dolor puede ser un dolor emocional? ¿Conoces el poder de las emociones sobre tu cuerpo? ¡Y nosotros las ignoramos!
Yo misma no las trabajé ni las entrené durante años. Ahora sé que muchas de las situaciones y muchos de los dolores que me ocurrieron venían de ahí ¡Eran la manifestación de un dolor emocional! Porque créeme, si no gestionas tus emociones, si no las escuchas, ellas te gritarán en forma de dolor emocional.
Si tienes dolores crónicos de espalda, de cuello, si sufres bruxismo (apretar las dientes) o si tiendes a tener úlceras o problemas de estómago, sigue leyendo y encontrarás muchas respuestas. ¿Quizá lo que te duele es un dolor emocional?
El poder de las emociones y cómo se manifiesta en forma de dolor emocional
Existen numerosas investigaciones que avalan el poder de las emociones sobre el cuerpo humano. De hecho, seguro que has escuchado “se me pone un nudo en el estómago por los nervios”, “el corazón me late a mil por hora” y un largo etcétera. Esta vez quiero hablarte de algo más profundo incluso, de cómo las emociones que no gestionas adecuadamente, que callas, que ignoras, se manifiestan en tu cuerpo en forma de dolor y hasta incluso enfermedades.
Los investigadores han encontrado una relación más que evidente entre el dolor crónico y el estrés o diversos traumas no superados. Un estrés que no gestionas, un estrés que no cuidas, puede dejar su marca permanente en tu cuerpo. Y cuerpo sólo tenemos uno.
También encontramos evidencias científicas entre los problemas emocionales que presentan las personas y su salud física. ¿Cuántas bajas en el trabajo tienen causas emocionales? ¿Cuántas bajas hay por estrés o ansiedad? Si supiéramos cómo trabajar esos problemas emocionales y cómo resolverlos, mejoraría nuestra salud y, por tanto, nuestra vida.
Si algo te duele, es que no estás escuchando a tus emociones.
Dolores cervicales, dolores de cabeza, sensación de ahogo, un nudo en el estómago… ¿Te suenan? Lo más seguro es que hayas sufrido uno o más de uno de estos síntomas. Hoy te vengo a hablar de ellos ya que en su mayoría son dolores emocionales: representaciones físicas de emociones que no estás escuchando.
Por eso en muchas ocasiones el dolor emocional no se va por muchas pastillas que nos tomemos, por muchos ibuprofenos y nolotiles… No, ese no es el camino. Los medicamentos enmascaran los dolores y al taparlos como si de una tirita gigante se tratara, no curamos la herida en profundidad. Simplemente estás ganando tiempo, el tiempo que tarda el medicamento en hacer efecto, pero ¿qué pasa cuando el efecto de las medicinas se va?
Respecto a esto, no puedo dejar pasar el libro de David Ponce “Más amor y menos ibuprofeno”. El título lo dice todo y va muy en la línea del poder que las emociones tienen en nuestro cuerpo.
Necesitas encontrar qué problemas emocionales está causando tu dolor emocional y tus problemas físicos. Aprende a entrenar y gestionar de manera adecuada tus emociones, acabarás conociéndote profundamente y conectando con tu verdadera identidad y tu esencia.
Voy a desgranar algunos dolores generalizados que esconden en realidad un dolor emocional muy grande. Quizá te identifiques con alguno de los pensamientos que expongo e incluso sepas cómo afrontar ahora tus dolores si son dolores emocionales.
Distintos dolores emocionales y sus posibles causas
Dolor de espalda
Estás a cargo de muchas responsabilidades: en el trabajo llevas muchas tareas y muchas otras personas dependen de ti. Además, eres quien lleva el dinero a casa y pagas la mayor parte de las facturas. La educación de los niños, la alimentación, las actividades de ocio… todo pasa por tu filtro y necesitas darle el visto bueno. No sabes delegar (o no quieres) y te llevas trabajo a casa siempre que puedes. Sin duda, eres un ejemplo de fortaleza, tesón y aplomo… pero a qué precio.
Consejo: Delega responsabilidades, no quieras acaparar más de lo que eres capaz de llevar. Pregúntate qué es lo que de verdad quieres hacer y qué es lo que tienes que hacer; intenta reducir la lista de “tengo que” y comenzar a vivir tu tiempo con lo que de verdad te apasiona.
Dolor de cabeza