#Este artículo es bastante largo, para ser usado como referencia para futuras actualizaciones del cambio evolutivo que estamos viviendo#
Hace algunos días que, en el artículo sobre los ajustes necesarios a nivel macro para llegar a lo que llamamos “hombre número cuatro”, por terminología de Gurdjieff, hacíamos referencia a ese salto evolutivo y de consciencia del que hemos hablado prácticamente desde los inicios de este blog, y desde que empezaron a darse cambios en la estructura energética del planeta, del inconsciente colectivo y de la realidad que compartimos. Las preguntas que suscita el artículo respecto a “¿dónde estamos ahora mismo?” respecto a este cambio, nos llevan a repasar todo lo que a lo largo de estos años he ido comprendiendo y percibiendo, para integrarlo de nuevo en una “foto” que nos de una imagen del estado actual de las cosas. Este resumen muestra mi entendimiento de las cosas en este momento.
El entramado espacio-temporal del nuevo nivel evolutivo
Como huyo de ser dogmático con la terminología, soy consciente de que a ese nuevo nivel evolutivo cada uno le ha llamado de tropecientas formas distintas, así, en todos los libros que habréis leído o cosas que habréis escuchado por ahí se han referido a este cambio como el “paso a la cuarta densidad”, “cambio a la quinta dimensión”, “cambio de nivel evolutivo”, “cambio de nivel de consciencia”, “salto cuántico”, etc., etc. El concepto, lo llamemos como lo llamemos, es que dentro de la octava que rige el progreso evolutivo de la Tierra, y de su ser-consciencia, existen “bandas” o “saltos frecuenciales” y evolutivos que lo llevan, en espiral ascendente, de un grado o estado a otro. Esto, lo hemos simbolizado y explicado como el paso de una nota a otra (del MI al FA), o del paso de una banda “cósmica” representada por frecuencias “amarillas” a una banda espacio-temporal “verde”.
Algo así como lo que veis en la figura:
De esta forma, el planeta, como tal, hace algunos años que está completamente “asentado” en una vibración-energía-nivel de consciencia asociado a ese nuevo estado/dimensión/densidad donde empieza otro ciclo de aprendizaje, crecimiento, y evolución para la Tierra, y, a priori, para toda la vida consciente presente en su interior.
Una realidad 3D en un entorno evolutivo superior
Sin embargo, nuestra realidad humana dista mucho de ser y reflejar ese entorno evolutivo-energético que nos rodea externamente, que nos imbuye y en el que nuestro planeta se encuentra ya. ¿Cómo es esto? Básicamente porque nuestra realidad, nuestras “matrix” (las dos principales que existen, ahora lo explico) se han convertido en dos “burbujas holocuánticas” que, dentro del planeta, nos mantienen en un sustrato “3D”, como si aun estuviéramos en el proceso de transito por la nota MI de la octava, o como si todavía estuviéramos transitando (pero ya no lo estamos) en el ciclo que nos llevó por la banda “amarilla” de frecuencias que correspondía al último periodo evolutivo vivido por el planeta. Es como si, para los que estamos “dentro”, nada hubiera sucedido a nivel de la estructura espacio-temporal en la que existimos (basada en nuestras tres dimensiones espaciales y una temporal) con el paso de nuestro planeta a la nueva banda frecuencial.
La realidad 7,8 Hz y la realidad 15,6 Hz
Todos sabéis que la frecuencia de resonancia Schumann base de la realidad 3D durante mucho tiempo ha sido de 7,82 Hz, que ha marcado la realidad común que todos compartimos, la realidad consensuada, producto de la suma de todas las realidades individuales de las personas del planeta. Esta realidad ha sido y ha estado siempre guiada, dirigida, y manipulada por un profundo, potente y complicado sistema de control. Con la entrada paulatina de nuestro planeta en otras bandas de la galaxia con otros componentes vibracionales, la frecuencia base empezó a aumentar, así como el nivel de consciencia de la raza humana, haciendo que la realidad 3D 7,8 Hz fuera pasando a una realidad base de 8Hz, de 9Hz, de 10Hz, etc., creciendo en vibración, y aumentando así, poco a poco, a lo largo de las últimas décadas.
Por otro lado, se ha ido consolidando y construyendo otro tipo de realidad, de matrix, que ha ido poco a poco “anclándose”, y cuya frecuencia base es de 15,6Hz, el doble que la anterior, pues se encuentra una octava por encima, y que es la “matrix” actual para aquellas personas que, por su trabajo interior, crecimiento y expansión de consciencia, van entrando paulatinamente en una nueva realidad consensuada más elevada, en todos los sentidos, y acorde a un nuevo modelo de existencia para todos nosotros, basado en reglas del juego más alineadas con los verdaderos valores humanos y menos dependiente, pero aun bajo control parcial, de las principales razas que gestionan el sistema de vida en el planeta. Aun así, todo esto, dentro de un entorno 3D para el ser humano, pero en un entorno o sustrato “4D/5D” (o del siguiente nivel evolutivo) para el planeta.
Realidades que se solapan