Siempre percibimos las cosas tras verlas reflejadas en el espejo de la memoria. Es ese reflejo en el espejo de la memoria lo que nos da la sensación de yo, de quién soy.
Lo que nos distingue de las otras especies es lo que ocupa el lóbulo frontal en proporción al resto del cerebro. El lóbulo frontal es el área del cerebro responsable de la intención firme, de la toma de decisiones, de regular el comportamiento, de la inspiración. Es la sede de lo que nos hace recabar información del entorno, procesarla y almacenarla en el cerebro, para posteriormente tomar decisiones o escoger de forma distinta a cómo lo hemos hecho en el pasado.
El cerebro está formado por células diminutas llamadas neuronas. Estas neuronas tienen ramificaciones muy pequeñas que salen de ellas y se conectan a otras neuronas, formando así una red neuronal. En cada punto de conexión se incuba un pensamiento o un recuerdo.
El cerebro crea todos los conceptos a partir de la ley de la memoria asociativa: las ideas, los pensamientos y los sentimientos están construidos e interconectados en esa red neuronal, y todos pueden relacionarse entre sí.
¿Que crees que es el amor?
El concepto y el sentimiento de amor, por ejemplo, están almacenados en esa extensa red. El problema subyace en que creamos el concepto de amor a partir de muchas ideas distintas. Algunas personas conectan el amor con la decepción (por sus experiencias pasadas). Así, al pensar en el amor, experimentan el recuerdo del dolor, el pesar, el enfado, e incluso la cólera. La cólera, a su vez, puede estar relacionada con la pena, que puede estar relacionada con una persona concreta, que vuelve a estar conectada con el amor. Este circuito es bastante común en las experiencias de desengaños amorosos.
Las emociones que mas expresas son el filtro de tu realidad
El cerebro no conoce la diferencia entre lo que ve en su entorno y lo que recuerda, porque se activan las mismas redes neuronales. La fisiología nos dice que las células nerviosas que se activan simultáneamente están conectadas. Si haces algo una y otra vez, esas células tienen una relación prolongada. Si todos los días te enfadas, si todos los días te frustras, si todos los días sufres, si en tu vida das motivos para ser una víctima, todos los días estas reconectando y reintegrando la red neuronal. Y esa red neuronal tiene ya una relación duradera con esas otras células nerviosas llamadas “identidad“.
Creas tu identidad por la repetición prolongada de pensamientos y emociones ¡asegurare de que sean positivos!
También sabemos, que las células nerviosas que no se activan simultáneamente no se conectan; dejan de tener una relación duradera, porque cada vez que interrumpimos el proceso de pensamiento, eso provoca una reacción química en el cuerpo; cada vez que lo interrumpimos, esas células nerviosas que están conectadas, empiezan a romper esa larga relación. Si practicamos, el ensayo mental, y nuestra capacidad mental de hacerlo, provocarán que algunos circuitos mentales crezcan como resultado del esfuerzo; en otras palabras, será más fácil hacerlo. Si aceptamos eso, al día siguiente, podremos hacerlo con más seguridad y aprobación.
Un carro, al pasar por un prado repetidas veces acaba creando un camino. De ese mismo modo, actúa tu red neuronal. Si cambias la forma de pensar, si decides pensar en positivo, expresar emociones que te hagan sentir bien, dejar de pensar que eres víctima de tu destino, puedes iniciar una nueva ruta neuronal. No dejes que por el echo de existir una ruta preestablecida ese sea el único camino que tomes. Al principio costará, pero una vez establecida la conexión, cada vez te resultará mas fácil.
Somos seres humanos, química y físicamente emocionales; no es nada malo. Solo se convierte en una limitación cuando no hacemos más que acceder a las mismas emociones y actitudes todos los días, sin ir a ningún sitio ( en términos de cambiar) o evolucionar en nuestra vida.
¿Cómo podemos decir que hemos vivido plenamente todos los días, si solo experimentamos las mismas emociones a las que tenemos adicción diaria? Lo que en realidad decimos es: “tengo que confirmar quien soy y cual es mi personalidad; tengo que hacer esto, tengo que ir allí, tengo que ser así”. Recuerda, eres tú quien decide como eres. Puedes ser un gruñón, o una persona dulce. Es la actitud que decides expresar, no quién eres, no dejes que tus emociones te definan.
¿Cómo nos volvemos adictos a nuestras emociones?