Sólo necesitas a otra persona y diez minutos para inducir un estado alterado de consciencia. Giovanni Caputo, de la Universidad de Urbino, ha descubierto la manera de inducir un estado alterado libre de drogas.
La meditación es una gran ejemplo de un modo de conseguir un estado alterado de consciencia en ausencia de sustancias psicoactivas. No hay escasez de estudios de la explicación de este fenómeno, o los cambios posteriores en la actividad cerebral y del sistema nervioso que produce la meditación regular.
De hecho, los efectos de prácticas como el yoga, la hipnosis, la meditación, y la retroalimentación de las ondas cerebrales han sido ampliamente explorados por varios científicos, investigadores, y psicólogos de todo el mundo. Los estados alterados de conciencia son un área interesante de investigación. El estudio de estos fenómenos arroja luz sobre nuevas áreas inexploradas de la ciencia, y nos dice más acerca de la naturaleza de nuestra realidad.
Giovanni Caputo, psicólogo de la Universidad de Urbino, ha descubierto la manera de inducir un estado alterado libre de drogas. El estudio fue publicado en la revista Psychiatry Research.
En el experimento participaron 20 adultos jóvenes (15 de los cuales eran mujeres) a los que se emparejó, y se sentó frente a frente en una habitación poco iluminada, a 1 metro de distancia el uno del otro. La iluminación de la habitación era suficiente como para que los voluntarios reconociesen fácilmente los rasgos faciales de su pareja, pero no lo suficientemente baja como para disminuir su percepción del color general.
Se pidió a un grupo de control de 20 voluntarios más que se sentasen y mirasen durante 10 minutos en otra habitación con poca luz, pero esta vez a una pared en blanco. A los voluntarios se les dijo muy poco sobre el propósito del estudio, sólo que tenía que ver con una “experiencia de meditación con los ojos abiertos”.
Tras la prueba se pidió a los voluntarios que completasen unos cuestionarios relacionados con lo que experimentaron durante y después del experimento.
“Los participantes en el grupo que se miraba a los ojos fijamente dijo que habían tenido una experiencia atractiva, diferente a todo lo que había sentido antes,” escribió Christian Jarrett para la Sociedad Británica de Psicología.
En un informe en la revista Psychiatry Research, Caputo dice que el grupo que se miraba fíjamente a los ojos superó el grupo de control en todos los cuestionarios, lo que significa que hay algo en la mirada fija, en mirar a los ojos de otro ser humano durante 10 minutos ininterrumpidos, que había tenido un efecto profundo en su percepción visual y el estado mental.
Jarrett explica: