lunes, 23 de octubre de 2017

BIJA MANTRAS: ESTOS SON LOS SONIDOS QUE ACTIVAN Y ARMONIZAN CADA CHAKRA


UTILIZA ESTOS SONIDOS PARA OBTENER EL PODER DE CADA UNO DE LOS 5 ELEMENTOS, SANAR CIERTAS ZONAS DEL CUERPO, SUS PADECIMIENTOS ASOCIADOS Y ACTIVAR CADA CHAKRA. AQUÍ UNA MEDITACIÓN QUE HA SIDO PRACTICADA POR MÁS DE MIL AÑOS EN LAS TRADICIONES TÁNTRICAS

Las grandes religiones de la India comparten la noción de que el universo tiene su origen en el sonido. La creatividad misma del universo es sonido o vibración y este sonido primordial es lo que da a luz literalmente a los mundos y a los cuerpos materiales que experimentamos. En otras tradiciones también tenemos esta noción del sonido y las letras como principios creativos -la palabra o Logos que se menciona en la Biblia y las letras en las cuales la luz de Ein Sof se cristaliza, formando el universo en la cábala, por sólo citar dos conocidos ejemplos entre muchos más.

El sonido primordial para las tradiciones que se desprenden de los Vedas es OM. Son numerosos los Upanishads que igualan a la sílaba OM con el Brahman, lo Absoluto, aquello de lo cual el universo surge (no confundirse con la deidad Brahma). OM es superior a los dioses -se dice que es el sol de los dioses- y es la forma sonora o vibratoria de lo absoluto. En sánscrito se utiliza la palabra "pranava" para referirse a OM. Esta palabra puede interpretarse de formas diversas; por una parte hace referencia a un sonido o alabanza (vía la raíz nu) previa (pra) a algo, tal vez al sonido previo a la manifestación del cosmos, y por otra parte una interpretación hierática se encuentra en el Athatvashikha Upanishad: "Aquello que causa que los pranas se postren, se fusionen con el Paramatman (el Ser Universal) y se identifiquen con Él, eso es pranava". Los pranas son las energías o vientos que construyen el cosmos material, tanto en términos macrocósmicos como microcósmicos, ya que construyen también el cuerpo humano a partir de la energía que codifica karma.

La sílba OM es considerada la madre de todas las sílabas semilla o bija mantras, estos son mantras que captan la forma o energía de un dios o un poder en una sílaba. Son la base de la economía mágica de diversas tradiciones, especialmente importantes en las tradiciones tántricas, entre las cuales se incluye también el budismo tibetano (que toma sus mantras del sánscrito). Se dice que un mantra es el avatar sonoro de una divinidad, esto es, su manifestación o potencia en el mundo. El académico Guy Beck escribe en su libro Sonic Theology:

la forma en la que el adepto utiliza las fuerzas creativas del lenguaje es a través de la ciencia del mantra, la cual goza de un estatus único en el tantrismo... un mantra tántrico es una forma compacta del dios o del poder que 'es' en esencia... Se cree que los mantras crean su propio tipo de resonancia en el espacio, en la dimensión del sonido sutil o vibración, llamada Nada. Ya que se considera que todo en la creación es una compleja red de resonancia, el usuario del mantra está consciente del inmenso poder a su disposición.

La sílabas semilla no significan algo, no son signos de algo más, son en sí mismas lo que nombran. La sílaba para fuego, por ejemplo, Ram, es el fuego mismo, tanto en su aspecto concreto como en su aspecto arquetípico -merece repetirse: no es el sonido del fuego, es el fuego. Así, algunos adeptos mantienen que repetir esta sílaba puede no sólo producir el calor o la energía purificadora del fuego, puede generar la aparición material del elemento fuego (un pequeño incendio de la palabra) -esto, sin embargo, requiere la concentración del yogui, el tapas, el samadhi. Es en este sentido también que estas sílabas son llamadas semillas: tienen el poder de hacer germinar la fuerza que llaman. Como escribió el etnobotánico y psiconauta Terence McKenna: "El verdadero secreto de la magia es que el mundo está hecho de palabras. Y si conoces las palabras de las cuales está hecho el mundo, puedes hacer con él lo que quieras".

Existen diversos bija mantras. Unos son los llamados shakti mantras (Hrim, Aim, Klim, Hum, Shrim, etc.), los cuales mueven o controlan diferentes energías (de sanación, sexual, creatividad y demás), ligados también a diferentes dioses. En este caso lo que nos interesa son los bija mantras de los elementos; éstos son sílabas formadas con las semivocales del sánscrito, el lenguaje que es considerado perfecto, en el cual los sonidos corresponden a la esencia de las cosas y no son designaciones arbitrarias. Sonidos o letras que fueron escuchadas por los sabios védicos, los rishis. Hay que mencionar que la tradición tántrica que adora a la diosa Kubijika (una secta altamente esotérica) utiliza otras sílabas (las cinco pranavas) ligadas a los elementos.

Las sílabas o mantras de los elementos son:

Lam -tierra (prithivi) zona genital, primer chakra, color amarillo

Vam -agua (apas) ombligo, segundo chakra, color blanco

Ram -fuego (agni) plexo solar, tercer chakra, color rojo

Yam -aire (vayu) corazón, cuarto chakra, color verde o negro

Ham -espacio (akasha) garganta, quinto chakra, color azul

sábado, 21 de octubre de 2017

Yo Soy, el Yo Soy (DOMINIO SOBRE EL CUERPO)


ULTIMO VÍDEO QUE HEMOS CREADO, ESPERO QUE OS GUSTE Y OS AYUDE.

DOMINIO SOBRE EL CUERPO.

La gente, si tan sólo se diera cuenta de ello, podría hablarle a los órganos o partes del cuerpo físico de la misma manera que le hablaría a un niño cuya obediencia desea. Se puede decir,
 «¡Mira, asume inmediatamente una actividad perfecta y normal, y haz que se mantenga!».



SI QUIERES SUSCRIBIRTE, PINCHA EL SIGUIENTE ENLACE:
https://www.youtube.com/user/TheIsmavision

SI QUIERES RECIBIR NOTIFICACIÓN CUANDO SUBAMOS UN NUEVO VÍDEO,
HAZ CLIC EN LA CAMPANA QUE SALE A LA DERECHA DEBAJO DE CADA VÍDEO


viernes, 20 de octubre de 2017

Los 4 estados Zen de la mente


El miedo nos hace equivocarnos, o nos vuelve dóciles; subyugados a la inmovilidad del mundo, por miedo al cambio. Nuestra conciencia fluctúa fácilmente, y nos cuesta alcanzar un estado de Zen, y con mayor dificultad en nuestras actividades diarias.


Es sólo cultivando los 4 estados mentales Zen que podemos “llenar nuestros abdómenes” de poder y rugir como un león con valentía. Estos cuatro estados de la mente, nos llevan a la esencia del Zen.


Los 4 estados Zen de la mente

Shoshin 
o la “mente del principiante” (初 心) es la primera etapa en cultivar la ausencia de miedo. Piensa en un momento en el que estubieras emocionado, y ansioso por iniciar un nuevo esfuerzo. Podría haber habido incógnitas, pero estabas lleno de júbilo por probar algo nuevo. Este es el tipo de mente, que queremos cultivar en todos los aspectos de la vida.

En lugar de comenzar nerviosos o temerosos, podemos llenarnos de júbilo  y abrirnos, aceptando todo lo que viene en nuestro camino. Para abordar la vida desde la mente del principiante necesitamos dejar atrás las ideas preconcebidas, y ser optimistas. Si has podido tener este sentimiento en algún aspecto en la vida, puedes traducir ese sentimiento a otras áreas también.


Fudoushin 
significa que tienes una “mente inmóvil”. No significa que seas terco, pero fudoushin se traduce en ser determinado de cara de los obstáculos. ¿Un león huye del peligro presente? Jamás. El animal no se enoja ni juzga los obstáculos tampoco. Es pacífico como el ojo de la tormenta hasta que está sobre su presa. Si puedes desarrollar fudoushin cuando estás bajo tensión, serás imparable en vida.


Mushin 
o “Sin Mente”. Esta es una filosofía similar a la idea taoísta china de wei wuwei. Cuando estamos “en la zona” trabajando en una gran obra maestra o haciendo algo que amamos, probablemente ya hemos experimentado el estado de mushin. Cuando estamos vacíos de pensamientos, pero moviéndonos y actuando puramente en el momento presente, sin miedo, enojo, ego u otra emoción, somos una fuerza con la que debemos tener en cuenta. Al desarrollar la ecuanimidad y aprender a enfocar hasta el punto de no pensar, podemos cultivar mushin.


Zanshin 

Espejo humeante: somos un reflejo de nosotros mismos según la cultura Tolteca


Una historia transmitida por tradición oral Tolteca que nos sorprende por su sencillez y sus profundas verdades. Vivimos en una prisión creada para nuetra mente; un sueño que creemos real . Somos el reflejo de lo que verdaderamente existe; el reflejo en un espejo en el que se mira nuestro verdadero yo.


Espejo humeante


Un aprendiz de chamán día, mientras dormía en una cueva, soñó que veía su propio cuerpo durmiendo; consciente de estar soñando, salió de la cueva para admirar el cielo estrellado. Entonces, algo sucedió en su interior que transformó su vida para siempre. Se miro las manos, sintió su cuerpo y oyó su propia voz que decía: «Estoy hecho de luz; estoy hecho de estrellas».
.
Miró al cielo de nuevo y se dio cuenta de que no son las estrellas las que crean la luz, sino que es la luz la que crea las estrellas. «Todo está hecho de luz ‐ dijo ‐, y el espacio de en medio no está vacío.» Y supo que todo lo que existe es un ser viviente, y que la luz es la mensajera de la vida, porque está viva y contiene toda la información.

Entonces se dio cuenta de que, aunque estaba hecho de estrellas, él no era esas estrellas. «Estoy en medio de las estrellas», pensó. Así que llamó a las estrellas el tonal y a la luz que había entre las estrellas el nagual, y supo que lo que creaba la armonía y el espacio entre ambos es la Vida o Intento. Sin Vida, el tonal y el nagual no existirían. La Vida es la fuerza de lo absoluto, lo supremo, la Creadora de todas las cosas.

El NAGUAL y el TONAL son las dos contrapartes en cada ser, las dos facetas. El TONAL , cómo razón e intelecto, y aquello que captamos con los sentidos. El NAGUAL, la creatividad, la fantasía y la intuición; la parte “mágica”con la que rara vez entramos en contacto.


Esto es lo que descubrió: Todo lo que existe es una manifestación del ser viviente al que llamamos Dios. Todas las cosas son Dios. Y llegó a la conclusión de que la percepción humana es sólo luz que percibe luz. También se dio cuenta de que la materia es un espejo ‐ todo es un espejo que refleja luz y crea imágenes de esa luz ‐ y el mundo de la ilusión, el Sueño, es tan sólo como un humo que nos impide ver lo que realmente somos. «Lo que realmente somos es puro amor, pura luz», dijo.

Este descubrimiento cambió su vida. Una vez supo lo que en verdad era, miró a su alrededor y vio a otros seres humanos y al resto de la naturaleza, y le asombró lo que vio. Se vio a sí mismo en todas las cosas: en cada ser humano, en cada animal, en cada árbol, en el agua, en la lluvia, en las nubes, en la tierra … Y vio que la Vida mezclaba el tonal y el nagual de distintas maneras para crear millones de manifestaciones de Vida.
.
En esos instantes lo comprendió todo. Se sentía entusiasmado y su corazón rebosaba paz. Estaba impaciente por revelar a su gente lo que había descubierto. Pero no había palabras para explicarlo. Intentó describirlo a los demás, pero no lo entendían. Vieron que había cambiado, que algo muy bello irradiaba de sus ojos y de su voz. Comprobaron que ya no emitía juicios sobre nada ni nadie. Ya no se parecía a nadie.


La materia es un espejo y que el humo que hay en medio es lo 
que nos impide saber qué somos.

jueves, 19 de octubre de 2017

Absolutamente todo


Mira a tu alrededor; sólo hay una realidad. La razón por la que estás aquí, dondequiera que aquí estés, es porque es el único lugar que puedes estar en este momento. Pero aunque la realidad está aquí, y aunque no hay literalmente nada más que la realidad, es muy posible que la pases por alto por completo. Por pasar por alto me refiero a imaginar que la realidad es algo o algún lugar que no sea aquí. Por extraño que pueda parecer, es muy posible, incluso probable, que a pesar de que tienes ojos para ver, no veas. Y a pesar de que tiene oídos para oír, no oigas. Lo que ves y oyes no es exactamente lo que hay realmente aquí, sino lo que te imaginas que hay aquí.

Nuestra imaginación es una fuerza muy poderosa en determinar lo que percibimos. Si imaginamos que el mundo está lleno de las fuerzas del mal, seguramente vamos a percibir el mundo como malo. Pero si imaginamos que el mundo es esencialmente bueno, vamos a percibirlo como bueno. De cualquier manera el mundo es el mismo que estamos viendo. Pero el mundo no es ni bueno ni malo en sí mismo, sino que es simplemente lo que es. Y si vemos el mundo ya sea como bueno o malo, no podremos verlo como lo que realmente es. Sólo podremos verlo como nos imaginamos que es.

Ahora toma esta idea y aplícala a todo y a todos en tu vida. Pruébala por un momento, o una hora, o un día. Y si lo haces, comenzarás a darte cuenta de que el mundo que imaginas que existe no existe en absoluto. Esto puede causarte algún temor, o posiblemente un estremecimiento al descubrirlo, pero de cualquier manera lo importante es conseguir una cierta distancia de la forma habitual que la mente contorsiona y crea la percepción.

Pero a pesar de que nuestra mente imagina el mundo y todo lo que hay en él de forma distinta a lo que realmente es, la realidad de la existencia permanece eternamente no afectada por nuestra percepción errónea de ella. Esto es a la vez relativamente bueno y malo. Es bueno en que la existencia es eternamente lo que es. No tenemos que preocuparnos acerca de que la realidad se convierta en algo que no sea la realidad. Pero es malo en el sentido de que el mundo que imaginamos que existe está siempre en colisión con el mundo tal como es en realidad. Esta colisión es la causa del inmenso sufrimiento y conflictos humanos.

Así que estamos atrapados dentro de nuestras ilusiones y percepciones erróneas. Y la ilusión más grande de todas es la de creer que no estamos atrapados. Pero incluso cuando nos damos cuenta de que estamos confinados dentro una prisión de nuestra propia creación, estamos atrapados porque todas las formas con las que luchamos para salir de nuestras propias ilusiones son también ilusiones. Así que, sí, estamos atrapados, e impotentes además.

Pero hay una cosa muy extraña que puede ocurrir exactamente en el momento en que te das cuenta de que no se puede escapar del mundo imaginario de tus ilusiones. Abres tu corazón a la ilusión, te rindes a tu eterna lucha contra ella, y admites que estás limitado por su astuta imaginación. No me refiero a que te desanimes o te resignes a tu destino. Quiero decir que realmente te rindas ante tu derrota total y dejes de luchar.

La Novela de la Vida


Cuando lees una novela, y lees sobre los diferentes personajes, algunos te gustarán y otros no. O cuando ves una película y piensas en tu relación con los personajes, es posible que te gusten o es posible que no - pero no encuentras tu sensación de ser en ellos. No estableces referencias de tu propia estima y valía con los personajes de una novela o cuando enciendes la televisión. Sólo tienes pensamientos acerca de ellos.

Pero imagina que encendieras la televisión o leyeras una novela y que realmente derivases totalmente tu sentido de ser y tu sentido de ti mismo de uno de los personajes. Inmediatamente tu perspectiva sería muy diferente, ¿no es así? Ahora, tu perspectiva ha pasado de ser algo muy vasto a ser algo muy limitado, viendo sólo a través de los ojos del personaje. Lamentablemente, así es como la mayoría de los seres humanos pasan sus vidas. Tienen este pequeño personaje en su mente llamado "yo", y están viendo realmente ese "yo" como algo personal cuando no lo es.

El "yo" es muy impersonal, no significa ser frío o distante, sino sólo significa sin una naturaleza propia inherente, de la misma manera que cuando lees un libro, los personajes no tienen una naturaleza propia. Ellos en realidad no existen fuera de tu imaginación. Ni siquiera existen en el libro, porque el libro es sólo palabras. Y sin alguien que lea esas palabras y los traiga a la vida en su imaginación, nada siquiera existe en la página impresa. Todo está en el lector, toda la vida.

Cuando el Buda habló de la realización del no-yo, estaba hablando del yo que es una imagen en la mente siendo completamente transparente. Y cuando no hay una imagen del yo, la experiencia no tiene donde repercutir. Todo simplemente es como es, porque no hay una interpretación secundaria. El que está interpretando es el que está sufriendo. Y ese es el que sufre. Ese es el que hace que otros sufran.

El falso yo, el yo que es una imagen en la mente, aprovecha cada experiencia para compararse: "¿Cómo soy en relación a lo que está sucediendo? ¿Soy sabio? ¿Soy estúpido? ¿Soy torpe? ¿Soy valiente? ¿Estoy iluminado acerca de esto?" Ese es el movimiento de la consciencia reflejándose en una imagen de sí misma que en realidad no existe. Siempre está comparando cada experiencia, y luego creyendo en la interpretación de la experiencia en lugar de ver "Todo tal y como es".

Todo tal y como es en realidad. Desde el punto de vista de la consciencia, incluso la resistencia simplemente es. Y si te resistes a la resistencia, eso es lo que es. No puedes escapar de ello. Empiezas a ver que lo único que ahonda en la resistencia, una historia, o una interpretación de lo que es —sea lo que sea— es esta persona creada por la mente. Es como un personaje de una novela. Cuando lees una novela, cada personaje tiene un punto de vista. Tiene creencias. Tiene opiniones. Hay algo que lo hace distinto de otros personajes. Nuestra persona es, literalmente, el personaje creado por la mente que siempre está haciéndose distinguir. Por lo tanto, siempre necesita evaluar todo en contra de su idea preconcebida.

Hay otro punto de vista ventajoso. El otro punto de vista ventajoso no sólo está fuera del personaje, sino también en el interior del personaje. Es el punto de vista ventajoso fundamental que está en el exterior, y también está interpretando todos los papeles desde el interior.

Eso es básicamente lo que significa realmente despertar: estamos despertando del personaje. No tienes que destruir el personaje llamado "yo" para despertar de él. De hecho, tratar de destruir el personaje hace que sea muy difícil despertar.

Porque ¿qué es lo que está tratando de destruir el personaje?

miércoles, 18 de octubre de 2017

8 Beneficios de vivir fuera de tu zona de confort


La zona de confort es ese espacio en el que nos sentimos cómodos, seguros, en el que tenemos el control de la situación. Salir afuera puede hacerte sentir que ya no hay red de seguridad, y que cualquier cosa puede suceder.


Cuando nos movemos fuera de ella, o empujamos sus fronteras, podemos sentirnos ansiosos, inquietos e inseguros, sin la familiaridad de saber que tenemos nuestros conocimientos, habilidades y experiencia para respaldarnos. Estar un poco ansioso nos mantiene alerta y despiertos, y por lo tanto afila todos nuestros sentidos. Si hablas con cualquier ejecutante acertado, un atleta por ejemplo, te dirán cómo han empujado este límite de la ansiedad hasta el final, consiguiendo así salir de la zona de confort.

El desafío es este: Te sientes inseguro por perder el control, encontrarte en terreno desconocido. Pero en el exterior de esta zona, la magia sucede. Siempre y cuando queramos crecer y aprender. Llamemos a esto la “zona de aprendizaje”.


“No podemos convertirnos en lo que queremos ser al permanecer lo que somos.” – Max DePree


Cómo te sientes acerca de tu vida entera, te dirá mucho acerca de lo cómodo que eres. Puede ser que no sea lo que esperabas, pero cuando estás insatisfecho, es muy probable que también estés cómodo. Vivir una vida llena de rutinas que te mantienen haciendo lo mismo todos los días, esperando que el viernes aparezca, no es gratificante. Dentro de la zona de confort, hay orden y continuidad, repeticiones y estructura. La red de seguridad es claramente visible.

Decir zona de confort suena bastante agradable, y a veces lo es, pero aunque nos sentimos cómodos nos estamos perjudicando a nosotros mismos. Al igual que con las creencias falsas y la resistencia al cambio, estamos evitando las oportunidades de crecimiento por nuestro propio miedo al dolor, al sufrimiento, o al fracaso. Qué dulce es revolcarnos en nuestra propia tristeza, y ser cómodamente capaces de decir “no” a cualquier cosa que nos quite nuestro enfoque de nuestra verdad; cualquier cosa que nos saque de nuestra zona de confort.


“Amplía tu zona para que puedas extender tus alas.” 
– Hilde Larsen



Cuanto más y más tiempo permanezcamos dentro de nuestra zona, menor es lo que tendemos a conseguir; y más difícil nos resulta salir fuera. Nos ponemos aún más cómodos y perezosos, y nos llenamos con falsas creencias. El muro se hace más alto y más difícil de escalar, una pared invisible construida, con la ayuda de la vieja  y siempre presente programación.

Si decidimos quedarnos atados a nuestra comodidad, nunca encontraremos nuestros verdaderos potenciales, y nunca experimentaremos lo que somos capaces de lograr. Cualquier aprendizaje ocurre fuera de esta zona. Siempre que empieces algo nuevo, como un hobby, aprendas un nuevo idioma, un nuevo deporte, o comiences un nuevo trabajo, estarás operando fuera de tu zona de seguridad. Los límites deben ser empujados.

8 efectos de la vida libre de zona:


1. Te darás cuenta de que el miedo está sobrevalorado.


La declaración más común que sigue, tras haber hecho algo que te daba miedo y que era aparentemente arriesgado, es: “Si hubiera sabido que iba a ser tan fácil o a ir tan bien, lo habría hecho años atrás”. El miedo en sí es a menudo lo que más tememos. La falsa creencia de que el miedo es algo de lo que debemos huir también cambiará, como te diste cuenta de que el mundo no llegó a su fin, y nadie murió.


2. Crecerás más allá de la creencia.


Nada es más potenciador que conquistar algunos obstáculos de larga duración. Ya sea la resistencia a dar el salto hacia el inicio de un régimen de salud, mudanza o iniciar tu propio negocio. Tal vez quieres vender todo lo que posees, para iniciar el viaje de tu vida, para viajar por el mundo; o simplemente quieres pedir a alguien que realmente te gusta, una cita.

No importa cual sea el punto; crecerás, y tu horizonte se ampliará. El primer paso es siempre el más difícil, pero promoverá el hambre de más. A medida que tu zona de confort crece, el crecimiento se vuelve constante; imparable. Se ha plantado una semilla. Ahora, todo lo que tienes que hacer es regar y nutrirla.


3. Te convertirás en tu propio jefe.


La posición era siempre nuestra, aunque tan fácilmente la regalamos, o tratamos de regalarla. Hablamos de recuperar nuestro poder, como si alguna vez hubiera dejado de ser nuestro; ¡empoderarnos!

Nunca ha dejado de ser tuyo, siempre ha estado allí, aunque escondido o suprimido. Resulta fácil esconderse detrás de los juicios y defectos de otra persona, cuando nos sentimos pequeños e inferiores en nuestras propias vidas. En última instancia, siempre has sido el que has estado esperando; esperando a poder elegir por tí mismo, a dejar de ceder la elección. Siempre has sido lo que has estado buscando, pero ahora se volverá aún más claro para ti, y sentirás más.. ¡Qué poderoso e inspirador!


4. Te volverás más entusiasta y perderás el arrepentimiento.


Hay varios refranes que enfocan en esta dirección del pensamiento: “Es mejor haber amado y perdido que nunca haber amado en absoluto”, o “Es mejor haber intentado y fracasado, que lamentar no intentarlo”, o mi favorito “Mas vale un me arrepiento que un porqué no lo hice”. Creo firmemente que esto es muy cierto. El entusiasmo que surge de entrar en terreno nuevo es contagioso. Fácilmente te animará a estirar más, para llegar a conocerte aún mejor. Nunca nos arrepentiremos de haberlo intentado, una vez que veamos los beneficios que nos dará. Además, aunque no nos salga bien la primera vez, verás como te es más fácil intentarlo una segunda.


5. La incomodidad se convierte en un camino hacia el éxito.

¿Qué es un trauma transgeneracional?


El trauma transgeneracional es un impacto, una transferencia donde el dolor emocional, físico o social sufrido por una persona en un momento dado que se transmite a las nuevas generaciones de formas que van mucho más allá del simple comportamiento aprendido. Hablamos sobre todo de epigenética y sobre cómo la influencia del ambiente puede cambiar la expresión de determinados genes.

El tema no es nuevo, de hecho, el trauma transgeneracional o intergeneracional tiene su origen de estudio en esas décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Fue entonces cuando diversos trabajos pudieron comprobar cómo las generaciones siguientes a los supervivientes del Holocausto mostraban determinadas conductas (pesadillas, problemas afectivos y de comportamiento) donde quedaba en evidencia que el trauma original del abuelo seguía contenido de muy diversos modos en los nietos.


“La mente se desarrolla como el cuerpo a través de crecimiento interno, la influencia del medio ambiente y la educación. Su desarrollo puede ser inhibido por la enfermedad física o por un trauma”
-Umberto Eco-


Podríamos decir sin duda que todo ello puede determinarse por el estilo de crianza y el patrón educativo, por el peso del recuerdo y esa narrativa consciente o inconsciente que envuelve a toda dinámica familiar. Esa donde el pasado continúa haciéndose presente de muy diversos modos. Sin embargo, es algo que trasciende más allá, algo que como ya hemos señalado puede llegar incluso a nivel genético.

Por ejemplo, pensemos qué efecto puede asociarse al hecho de haber sufrido desnutrición. Pensemos también en el impacto genético que puede ocasionar el miedo y el sufrimiento expresado en esos niveles de cortisol elevados que durante varios años llevan causando estragos en un organismo. Reflexionemos también en esos traumas a veces no canalizados, no desahogados y traducidos casi siempre en estrés postraumático y en depresiones crónicas…

Las generaciones posteriores a esa persona que ha sufrido el trauma original no desarrollarán de forma obligatoria esos mismos trastornos, pero serán, eso sí, mucho más vulnerables que otras personas a la ansiedad, el estrés y la depresión. Veámoslo con detalle.



Un ejemplo de trauma transgeneracional

Andrea sufrió abusos sexuales por parte de un familiar durante una buena parte de su infancia y adolescencia. Creció en un entorno desestructurado donde también su madre fue maltratada en su niñez. Una vez pudo salir de ese escenario, cumplida la mayoría de edad, se negó a recibir apoyo psicológico para hacer frente a ese trauma. Solo quería olvidar, pasar página lo antes posible.

La huella, la herida, sigue latente en ella de muy diversos modos: ansiedad, trastornos alimentarios, baja autoestima, hipervigilancia, depresión, insomnio… A ello se le añade un sistema inmunitario frágil, con bajas defensas que hacen de ella una persona con propensión a las infecciones, a las gripes, a las alergias…

Andrea tiene ahora un niño de 7 años. Es su razón de ser y todo su mundo, ha encontrado la estabilidad y la fortaleza, además de un motivo para cuidarse mucho más. Sin embargo, se está dando cuenta de que educar a su niño es cada vez más complicado: duerme mal, tiene problemas de atención, muchas rabietas y comportamientos desafiantes. Cuando la llaman desde el colegio, Andrea tiene la sensación de que ponen en tela de juicio su papel como madre, hasta el punto de que tiene la clara sensación de que “está haciendo algo mal”.


El trauma no afrontado y su impacto en la genética