jueves, 24 de noviembre de 2016

EJERCICIOS DE PERCEPCIÓN ESPIRITUAL: UN SUEÑO LÚCIDO PARA PERCIBIR EL RITMO PRIMORDIAL DEL COSMOS


UN EXPERIMENTO QUE NO SÓLO PRUEBA TU CAPACIDAD DE SOÑAR LUCIDAMENTE, ABRE LA PUERTA A DESCUBRIR UN ESTADO DE CONCIENCIA VERDADERAMENTE PRIMORDIAL


En la cuarta entrega de esta serie  de "ejercicios de percepción espiritual", en los que revisamos algunas técnicas de grandes maestros espirituales y proponemos ejercicios para depurar la percepción, nos aventuramos a la dimensión de los sueños, específicamente a ese plano de posibilidades inconmensurables que se abre cuando despertamos en el sueño. El ejercicio que presentamos a continuación, cortesía de Alan Wallace, no se trata solamente de tener un sueño lúcido y disfrutar de un infinito hedonismo como si fuéramos el diseñador de nuestro propio videojuego, sino de utilizar ese momento peculiar para indagar la naturaleza de la realidad, en este caso la unidad mínima de percepción, la base energética de la conciencia.

Alan Wallace, quien ha escrito extensamente sobre sueños lúcidos, particularmente desde la tradición del budismo tibetano, de la cual ha recibido enseñanzas de diversos maestros, incluyendo el Dalái Lama, en un reciente podcast planteó un interesante experimento para aquellos que logran tener sueños lúcidos con frecuencia o que buscan llevar su práctica a una nueva dimensión.

Wallace compartió una investigación preliminar que sugiere que se puede estar en un sueño lúcido profundo (dreamless sleep), es decir, dormido, sin soñar, pero lúcido, consciente de que se está en ese estado sin contenido. En ese estado (que recuerda al cuarto estado de conciencia de la tradición hinduista, turya, o también el estado de cognición pura y primordial, que en tibetano conocen como rigpa) explica Wallace que notablemente persiste el ritmo de la respiración, la sutilísima sensación del prana que atraviesa la dimensión que supuestamente divide el sueño de la vigilia.  Es decir. uno simplemente está consciente de la respiración y no existe nada más; dormido, tal vez como Brahma en la etapa del pralaya o no-manifestación, en la eterna marea cosmogónica.

Hay una forma de probar esto, según indica Wallace. Para hacerlo, un soñador lúcido, que ha descubierto que está soñando, debe detenerse en el sueño y suspender su atención del flujo de contenido que está experimentando "puede incluso cerrar los ojos, en cuestión de segundos todo el paisaje onírico se desvanece. Sólo se mantiene [el pasiaje onírico] por tu atención que se fija en él. No lo atiendas, no te involucres y se evaporará. Básicamente habrás apagado la máquina que enciende la imagen holográfica... Si, al hacer eso, logras mantener la lucidez, no te colapsas, mantienes el flujo de la cognición, entonces pasas directamente, suavemente, de un sueño lúcido a un dormitar lúcido".

La instrucción para los onironautas es que una vez que "la mente se ha disuelto en la conciencia del substrato" cerca de un dominio que en el budismo se conoce como shamata (similar al samadhi del yoga), "descansando en esa luminosidad de la cognición", lejos de las creaciones de "la mente samsárica y de los mundos del deseo", prueba si eres "consciente del ritmo, incluso sin ser consciente de las sensaciones táctiles. Toma en cuenta que en el sueño no tenías noción de ninguna sensación táctil... cualquier sensación táctil que emerja en el sueño no es una sensación táctil, es puramente mental". Con esto Wallace nos quiere decir que durante el sueño lo que sentimos como una sensación física es una creación de la mente y, sin embargo, es posible que soñando podamos sentir la respiración, cuando todo lo demás ha sido eliminado, ese ritmo universal (el solve et coagula) persiste, como el sonido sutil de un mar sin olas. "Piensa que puedes estar en un espacio en el que no existen las apariencias pero, intuitivamente, en un nivel muy sutil, todavía estás en contacto con el ritmo. Es una especie de ritmo profundo, es el núcleo, es el prana".

Según Wallace dos personas han corroborado que esto es así, lo cual "significa que puedes mantener la noción del ritmo y alcanzar el primer dhyana (estado de absorción meditativa, gnosis). O sea que estás totalmente en ese espacio pero te sigues y puedes alcanzar el segundo y el tercer dhyana y hasta el cuarto, en el que finalmente la respiración cesa".

Así que cualquiera que se considere diestro en el arte de ensoñar, puede ponerse a prueba con este experimento, incluso le puedes escribir a Wallace al Santa Barbara Institute for Consciousness Studies y reportarle tus experiencias.

Queda sólo la fascinante pregunta de por qué la respiración es lo único que se mantiene cuando ha cesado toda la información de lo que el budismo llama los seis campos sensoriales (ayatana: olfato, tacto, vista, oído, gusto y objetos mentales). Quizás esto tiene que ver con que el prana es considerado como la base misma de la conciencia, la energía que soporta la cognición, lo que conecta el cuerpo con la mente. El mismo Wallace, quien además de maestro de meditación budista es físico de formación, nos puede orientar en este sentido:

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Tú estás soñando (Parte 2)


Sólo por un momento...

En vez de repetir la misma cosa una y otra vez ―"tú eres conciencia", "tú eres todo lo que aparece"―, mirémoslo de otra manera: Sólo por un momento, asume que lo que está siendo señalado ES la Realidad. Asume que la conciencia diaria, ordinaria, que conoces tan bien, es, en efecto, ESO. Asume que este ver-conocer- oler-degustar-sentir es realmente lo que tú eres, y no el cuerpo-mente.

Sólo por un momento, asume que la única cosa de la que estás absolutamente seguro ―el hecho de tu propia existencia y conciencia― es exactamente lo que tú eres, y que la identificación con el cuerpo-mente es falsa.

Sólo por un momento, asume que lo que estás buscando, la Paz y el Amor que estás buscando, están, ya, totalmente presentes. Jamás estuvieron ausentes. Asume por un momento que es imposible perder lo que tú eres, y las cadenas de la esclavitud simplemente no estarán allí.

Sólo por un momento, asume que esta conciencia con la que estás tan familiarizado ―antes, durante y después de los pensamientos y de la identificación con el cuerpo-mente―, es todo lo que los auténticos maestros están señalando.

¿Qué sería la Realidad? ¿Qué serías TÚ?

Tú serías tan sólo un SILENTE CONOCER, una PRESENCIA OBSERVANTE: observando todo lo que tiene lugar, sin ser tocado o afectado de ninguna manera por nada de ello. Tú observarías moverse el cuerpo-mente por ahí, tú observarías el surgir de pensamientos, emociones y sensaciones...

No tendrías ni brazos ni piernas, pero observarías brazos y piernas moverse. No tendrías mente alguna, pero observarías a la mente creando conceptos y creencias. No tendrías ningún deseo ni temor, pero observarías el movimiento del deseo y el temor.

No tendrías ninguna capacidad de pensar; tan sólo de observar los pensamientos. No tendrías ninguna capacidad de moverte; tan sólo de observar el movimiento. No tendrías ninguna capacidad de sufrir; tan sólo de observar el sufrimiento.

No tendrías ninguna capacidad de crear historias sobre el pasado o sobre algún hipotético futuro, por lo cual eres consciente únicamente del presente, y consciente del pasado y el futuro como pensamientos surgiendo en el presente. Pero observarías las historias y la obsesión de la mente.

Nunca morirías porque nunca naciste.

No te relacionarías a un "yo", pero observarías el surgimiento del sentido de "yo" como un pensamiento, un concepto, una creencia. No encontrarías ninguna entidad sólida ni persistente.

No podrías buscar la "iluminación", pero observarías esa búsqueda.

Nunca estarías sujeto a ―o afectado por― ninguna experiencia, pero podrías observar al cuerpo-mente atravesando experiencias espirituales asombrosas, o experiencias deprimentes y horrorosas.

Nunca cambiarías, pero observarías todas las cosas cambiar.

Observarías este cuerpo-mente cambiar, observarías esta identificación con el cuerpo-mente surgir, observarías estos intentos de "soltar" el yo, de matar el ego, de lograr la iluminación... Observarías la sensación de ser una persona atrapada en un cuerpo-mente, pero no estarías sometido a esa identificación.

No tendrías ningún control, ninguna propiedad, ninguna vida, ninguna posesión, ningún futuro, ninguna esperanza, ninguna creencia, nada a que aferrarte ni nada que perder. No tendrías ningún yo.

Y en ESTE MOMENTO, simplemente observarías el FLIP-FLOP de la mente, inclinándose hacia esto o hacia aquello, deseando esto y resistiendo aquello. Cada simple cosa que ocurriera, "buena" o "mala", no haría ninguna diferencia, e incluso no tendría ningún significado.

Observarías simplemente los intentos de lograr la iluminación, pero no tendrías siquiera la capacidad de reír de cuán descaminado es eso.

En realidad, éste YA es el caso. Tú YA eres esto, está SIEMPRE ocurriendo, la PURA Y SILENTE CONCIENCIA ya está viendo-conociendo todas las cosas, incluida la búsqueda misma. No es algo que tienes que encontrar, es algo que es INEVITABLE: AHORA. No tienes que encontrarla: no puedes escapar de ella. AHORA MISMO, ver-conocer está ocurriendo, sin excepciones.

Pero la búsqueda asume que algo no es correcto AHORA, o que no es lo suficientemente bueno, o que es necesario agregar o aprender o ganar "algo" para conocer esto. Aparentemente es necesario agregar "algo" a la experiencia, al "banco" de conocimiento de la mente para "conseguirlo". Pero la lucha por "conseguirlo" está, YA, siendo observada. Literalmente, toda cosa en la experiencia es conocida en la conciencia, incluyendo la mente y sus reacciones a "LO QUE ES".

Ver-conocer está ocurriendo AHORA, ahora mismo, no por un cuerpo, no por una persona (porque no hay tal cosa, salvo un concepto surgiendo presentemente en el pensamiento), sino por esta CONCIENCIA PURA, que no es una "cosa", ni es una persona, ni tiene sabor, ni aroma, ni forma, ni metas, ni significado... y que no tiene que ser encontrada ni lograda. La "persona" es la ilusión: aquello que CONOCE la ilusión es lo que tú eres.


¿Qué es eso que conoce el mundo ahora?

CÓMO ENCONTRAR A TU PAREJA PERFECTA - ¡UNA GUÍA PASO A PASO


Hay una dinámica inconsciente de búsqueda que vive en la raíz de todo drama, conflicto y por eso se percibe soledad incluso en nuestras relaciones más íntimas…

Habitualmente buscamos en ‘alguien más’ la clase de amor y apoyo que realmente no puede ofrecernos en este momento. Y nos sentimos decepcionados, abandonados, inseguros, no amados y desafortunados. Y culpamos a esos ‘otros’ por los sentimientos aparentemente insoportables que llevamos dentro, en lugar de honrar nuestra propia experiencia.

Si eres honesto contigo mismo, verás que en tu sufrimiento estás realmente olvidando una preciosa parte de ti mismo que sólo está pidiendo amor. Un dolor, un temor, una duda, algún enojo ha surgido en ti no para ser ‘remediado’ o ‘sanado’ o ‘desaparecido’ por el otro, sino para ser amado, abrazado, incluido, santificado… ¡por ti! ¿Tú eres el elegido!

En otras palabras, estás equivocadamente buscando que otros te hagan entero otra vez. O quizás te encuentres tratando de cambiarlos o arreglarlos, concentrándote en sus defectos, en sus fallas e imperfecciones, esperando que se transformen, para que ENTONCES puedan amarte. (¡Buena suerte!)

De cualquier manera, has hecho que tu felicidad dependa de la felicidad de otra persona y del paso de su evolución. Un lugar bastante deprimente. Lo llamamos ‘amor’ pero en realidad es pura adicción. Dependencia.

Amigo, lo que realmente buscas no puede venir de fuera.

¿DEJAR DE PENSAR?…


¿Cómo podrías lograrlo? ¿Por dónde empezarías? ¿Cómo pondrías fin a las señales electromagnéticas generadas por la danza de las neuronas? 

Tratar de parar el pensamiento sólo conduce a más pensamiento, es como una trampa de dedos china.

Nuestros maestros espirituales nos dicen que debemos dejar de pensar para ponernos en contacto con nuestra verdadera naturaleza. 

Pero, ¿no implica esto que el pensamiento es una forma de obstáculo para ser lo que ya eres? ¡Vaya visión tan estrecha! Es una tontería. Nada puede prevenirte de ser la ilimitada vida que eres. 

El pensamiento no es ningún enemigo, es tan sólo una expresión de vida, así como el vapor es sólo una de las expresiones del agua. 

Tu verdadera naturaleza ya es, y no hay ningún pensamiento que pueda bloquearla.

Sólo reconoce que no estás limitado por el pensamiento, éste no tiene la capacidad de definirte. De la misma manera en que una sola hoja no puede definir en última instancia, la totalidad del árbol. 

Cuando esto se ve con claridad, desaparece la necesidad de controlar o detener cualquier expresión de vida. La corriente electromagnética de los pensamientos continúa, sin embargo, no genera ningún apego. El pensamiento es muy parecido a la digestión, o a cualquier otra función del cuerpo-mente.

¿Cómo puedes reconocerlo?

martes, 22 de noviembre de 2016

EL CAMINO DEL AMOR


Según Christopher Hansard, autor del Arte tibetano de la serenidad, el mayor logro que todos conseguiremos en la vida es simplemente amar y ser amados. 

La compasión es la que nos ofrece la oportunidad de amar, por eso, si deseas seguir el camino que lleva al amor, debes conocer la naturaleza de la compasión. 

La compasión no es amor, aunque a veces confundamos una cosa con la otra, sino la absoluta bondad de la sabiduría que conoce la esencia del sufrimiento. En cambio, el amor es el gozo de la vida, tal como es. 

El poder de la compasión transforma el miedo. Para conocer la compasión, es necesario dejar de culpar a los demás, incluyéndose a uno mismo. Al hacerlo, aprendes a confiar en tu interior y tu corazón se abre permitiéndote conocer tu verdadera naturaleza, la cual ama sin miedo ni inseguridad.

Al desarrollar la serenidad, reconoce todo aquello que te hace estar de mal humor y elimínalo, hasta que sólo quede la serenidad en ti.

Reflexiona cada día un rato sobre lo siguiente: la verdad del amor es la verdad del universo. El amor es como la comprensión que se ilumina cada vez más a medida que contempla las numerosas verdades. 

Cuando en tu experiencia del amor conoces la verdad, esa misma verdad es la lámpara del alma que te revela los secretos de una terrible oscuridad.

Al afrontar los problemas de la vida, recuerda que estás simplemente iniciándote en los misterios del amor. Si te enfrentas a tus problemas con serenidad y amor, cada uno de estos misterios se te revelarán por sí solos.

Cuando te llegue el momento de morir, lo único por lo que podrás

Tú estás soñando (Parte 1)


Paz y Amor

Tu verdadera esencia es Paz y Amor. Totales. Esta Paz no es el opuesto de la guerra o el conflicto; es la Paz que acepta la aparición de la guerra y del conflicto. Este Amor no es el opuesto del odio; es el Amor que acepta sin condiciones todo lo que surge, incluyendo el odio.

Esta Paz y este Amor no es algo que necesite o que pueda ser hallado, o desarrollado, o aprendido. Esta Paz y este Amor es la naturaleza esencial de Ser.

En esta Paz y este Amor hay una inocencia casi infantil, una magia prodigiosa, una gran tranquilidad... pero "tú" nunca puedes hallarlos. La presencia de un "yo" es la aparente separación entre "yo" y el mundo. En esta separación hay conflicto, sufrimiento, esfuerzo, deseo, temor. Sentimos que hemos perdido esa inocencia, esa magia, y buscamos conseguir algo... ¿tal vez la "Iluminación"?

Así que no hay nada que pueda hacerse para "conseguir" esta Paz y este Amor, nada que pueda "yo" hacer para hallarlos, simplemente porque la creencia en el "yo" es el factor mismo que oscurece el reconocimiento de la Paz y el Amor ya presentes.

La búsqueda es simplemente más de lo mismo, es decir, la negación por parte de la mente de la magia y maravilla de ESTO, de lo que de hecho está ocurriendo. "Tal vez en el futuro consiga las respuestas a mis preguntas, o bien meditaré lo suficiente como para ser capaz de verlo". Pero ningún "yo" ha podido verlo jamás. Ninguna búsqueda ha podido conducir a ello jamás. Y no hay respuestas a la pregunta sobre qué podría "yo" hacer para verlo. "Yo" nunca podré verlo. Porque "yo" es tan sólo otro pensamiento que surge, otra creencia creada a partir de memorias encadenadas.

La única respuesta reside en el sonido del viento entre los árboles, en la sensación de un baño caliente, en el aroma de una taza de chocolate humeante, e incluso en la desesperada lucha del indigente sin hogar, o en el olor a podrido de una alcantarilla, o en el dolor por la pérdida de algún ser querido.

La Paz y el Amor únicamente pueden ser, exactamente, ESTO, AHORA MISMO – exactamente este momento ordinario, el cual la mente pasa por alto, prefiriendo aquello que "podría" ser.



No hay nada más que conocer

¿Qué hay ahora presente en la conciencia? Un monitor de ordenador, los dedos en el teclado, una ligera sensación de acidez. Esto es exactamente lo que estás buscando. No hay nada más que encontrar, ningún otro lugar adonde ir, ninguna otra cosa que conseguir.

La creencia de que hay algún sentido ulterior, alguna "mayor" Iluminación, es la base de la búsqueda. Y en esta búsqueda hay una negación de ESTE PRECISO MOMENTO. La búsqueda de lo sagrado en el futuro no es posible. Nunca será hallado.

En la medida que agotemos las posibilidades de encontrar la beatífica Iluminación en algún punto del futuro (siempre que recitemos tantos mantras o que meditemos lo suficiente), se vuelve crecientemente obvio que ESTE PRECISO MOMENTO es la única cosa que existe. El pasado y el futuro son sólo pensamiento, que surgen PRESENTEMENTE. El tiempo parece moverse, pero es SIEMPRE AHORA. El tiempo nunca se mueve.

Cuando esto nos penetra, surge la pregunta: ¿Qué soy yo? Todo aquello de lo que está construido este "yo" está basado en la memoria, en historias, en cosas que he poseído o he hecho, o en cosas que deseo hacer. Este deseo es como un torbellino que continúa con la farsa del "yo".

¡Es tan patentemente obvio, que se pasa por alto! ¿Dónde podrías "tú" existir, si el tiempo es una ilusión? La única cosa que se conoce es el pensamiento (o la percepción, o la sensación) que surgen presentemente. La mente toma a estos y los agrupa sin orden y los etiqueta como "cuerpo", y más tarde como "mi cuerpo".

Incluso la mente (o el pensamiento) es tan sólo una sensación surgiendo AHORA. ¿Dónde está la base para la identificación? Incluso tenemos que ir a las definiciones de palabras memorizadas para saber cómo etiquetar alguna cosa.

Anterior a todo ello hay una "cualidad de conocer" básica, una conciencia simple y ordinaria, que está registrando cada sensación, cada percepción, cada pensamiento, cada etiqueta, cada identificación. TODO es conocido en este espacio de conocer. Y este registro está ocurriendo espontáneamente, sin esfuerzo alguno.

Cualquier cosa conocida, incluyendo el deseo de ser una persona, el sentido de "yo", el sentido de estar en un cuerpo, el sentido de cualquier cosa, ocurre en este espacio de conocer. Es la pantalla en la que todas las cosas se registran, como en un espejo.

Esta vacía "cualidad de conocer" es lo que tú eres, anterior al sentido de ser una "persona", anterior a las sensaciones que son etiquetadas como "yo" o "mi cuerpo". El "cuerpo" es únicamente un manojo de sensaciones asociadas: no es lo que tú eres. El ver esta ocurriendo presentemente. No hay nada más que conocer.


Cada paso es Dios

En la búsqueda de Dios hay millones afanándose, realizando todo tipo de prácticas, restringiendo su dieta y modificando su manera de vestir y su conducta. Creando también reglas con las que, supuestamente, "otros" deberían vivir sus vidas para acercarse a Dios o ganar sus favores. Todas las religiones buscan estar "más cerca" de Dios que las demás.

Cada átomo de este "universo" es Dios. No hay ningún lugar al que tengas que ir para aproximarte a Dios, nada que tengas que hacer para estar más cerca de Dios. Porque Dios es aquello de lo que estás hecho, Dios es lo que TÚ ERES. No puedes JAMÁS estar separado de Dios.

Si Dios es omnipresente, omnisciente, omnipotente, ¿cómo podría Dios ser otra cosa que lo que tú eres? ¿Cómo podría ser omnipresente si no estuviera EN TODAS PARTES, incluyendo este cuerpo, estos pensamientos, este sentido de ser una persona que busca la iluminación, este sufrimiento, o cualquier otra cosa perceptible o concebible? Todo ello, ¿cómo podría ser otra cosa que Dios?

Dios es un término demasiado manoseado y que tiene distintas definiciones dependiendo de la orientación religiosa. Pero Dios no es otra cosa que el CONOCER inteligente actual, dentro del cual el mundo aparece.

La paz viene cuando se advierte que cada "persona", cada "situación", es, únicamente, Dios. Dios está "haciéndose" a Sí Mismo. Así que, ¿por qué preocuparse? ¿Por qué sufrir?

Algunos llaman a Dios, conciencia o unicidad, pero no importa qué etiqueta se emplee, porque la propia etiqueta es Dios. Y en esta realización, todo ello es Dios: no hay lugar para una persona separada, una "biografía" que tenga algún sentido. Todo está ocurriendo en Dios y como Dios.

Y mientras atravesamos la apariencia de esta "biografía", estamos anclados en esta Paz, con la comprensión y realización de que cada paso que damos es Dios. Cualquier cosa, sea la que sea, ES DIOS... ¿Quién va a encontrar algún problema en eso?



¿Quién está mirando?

Quien bien te quiere te hará creer en ti


Quien bien te quiere no osará poner alambradas a tus horizontes. Ni te dirá aquello de “tú no puedes, tú no sabes o tú no mereces”. Quien te aprecia de verdad te hará creer en ti. Pondrá alas a tus sueños, magia en tus bolsillos y alimentará tus días grises con ilusiones renovadas para recordarte todo de lo que eres capaz.
Somos conscientes de que uno de los valores más importantes para alcanzar la ansiada plenitud psicológica es el ser capaces de creer en nosotros mismos. Sin embargo, nadie puede hacer germinar una hermosa flor si la semilla aún no ha echado raíces. Si ya en la infancia nos inculcaron, por ejemplo, la idea de que somos torpes o poco hábiles entonces, ese crecimiento no será armónico: lo que germinará serán nuestras creencias limitantes.
“Un amigo verdadero es aquel que cree en ti aunque tú hayas dejado de creer en ti mismo”
En gran parte de la vasta literatura de autoayuda de la que disponemos en la actualidad sobre el desarrollo de la autoconfianza, hay un dato que a menudo no se tiene en cuenta. Se nos alienta a creer en nosotros a pesar de las dificultades, a pesar de las voces antagonistas, de los vetadores de autoestima. Sin embargo, para dar ese salto de fortaleza,  primero, es necesario hacer un minucioso viaje interior para el cual, no siempre estamos preparados.

Para creer en nosotros mismos hay que desactivar primero muchos terrenos minados creados no solo en la infancia. A lo largo de nuestra vida como estudiantes o incluso en nuestras relaciones afectivas, hemos vivido dinámicas frustrantes que pueden haber afectado en profundidad a nuestro autoconcepto, a nuestra autoestima.
Te proponemos reflexionar sobre ello.
pareja

La dificultad de creer en ti cuando determinadas “figuras de poder” no lo hacen

Empezaremos describiendo a qué nos referimos con”figuras de poder”. En el libro “Descubrir tu pasión” del educador Sir Ken Robinson, nos habla de un caso muy especial, el de Gillian. Esta niña de ocho años era el claro ejemplo del fracaso escolar. Sus padres e incluso sus profesores no apostaban demasiado por su futuro. Era demasiado lenta, demasiado irresponsable, distraída, desconectada por completo del mundo.
Su vida hubiera estado destinada al más completo fracaso. Eran los años 30. No obstante, todo cambió cuando un psicólogo decidió hacerle unas pruebas para descubrir algo curioso: la niña era muy receptiva a la música. La dejó sola en el aula y se dio cuenta de que la pequeña necesitaba “bailar para pensar”. Gillian llevaba una bailarina dentro. Tanto es así, que Gillian Lynne es una de las bailarinas más importantes de nuestra historia.
Las figuras de poder son quienes en un momento dado, tienen en sus manos la posibilidad de colocar o no los cimientos de nuestra autoestima y seguridad personal.
Una buena madre, un buen padre, harán creer a su hijo que es capaz de hacer lo que se proponga, que merece cumplir sus sueños y que es tan digno como cualquier otra persona para lograrlo. No obstante, esto no servirá de mucho si cuando ese niño llega al mundo escolar, otra figura de autoridad como es un maestro e incluso el propio sistema educativo, en lugar de alentarlo y guiarlo, se limita a hacerle creer que no “es apto”. Que sacar un “4” convierte a ese niño en poco más que un marginado para la vida.

lunes, 21 de noviembre de 2016

ESCUCHAR ESTA MÚSICA REDUCIRÁ TU ANSIEDAD EN UN 65% (AUDIO)


NEUROCIENTÍFICOS COMPRUEBAN QUE UNOS CUANTOS MINUTOS DE ESTA CANCIÓN INDUCEN ESTADOS PROFUNDOS DE RELAJACIÓN

La ansiedad presume hoy de ser casi omnipresente entre las personas, al menos entre las que vivimos en grandes ciudades, hiperconectados a las redes y con un estilo de vida regido por el consumo, el trabajo y/o el entretenimiento. Esta condición, el vivir ansiosos, se ha transformado en una especie de prisión que arroja tristes consecuencias para nuestra salud física y mental. Tal vez por eso se ha masificado la búsqueda de herramientas o recursos que nos permitan matizar la ansiedad y así vivir mucho mejor de lo que vivimos.

Por otro lado, desde hace siglos, la música se convirtió en uno de los mejores acompañantes del ser humano, un estímulo hermoso con el que puede aderezar su camino y a la vez un catalizador de estados de ánimo: recordemos que la música puede ayudarnos a superar la tristeza o sumegirnos en ella, a tranquilizarnos o activarnos, a incentivar la creatividad o incluso a sanar enfermedades con mayor rapidez. Y en este sentido no debiera sorprendernos que dentro del contexto actual, con la ansiedad como una de las deidades contemporáneas, existan piezas musicales que puedan contribuir significativamente a combatirla.

Un equipo de investigadores de Minlab International se propuso encontrar las piezas musicales que más ayudan contra la ansiedad. Entre las obras que reunieron y analizaron con voluntarios, los neurocientíficos encontraron una en particular que demostró resultados espectaculares. De hecho, comprobaron que escucharla redujo en promedio en un 65% los niveles de ansiedad de las personas.

Los efectos calmantes de esta pieza, compuesta por Marconi Union, son más sorprendentes si se considera que el trío británico la compuso, o mejor dicho diseñó, explícitamente para lograr tales resultados. De hecho "Weightless" (cuyo elegante video puedes ver aquí) fue nombrada hace un par de años como la "canción más relajante jamás compuesta".


En todo caso te recomendamos que la tengas cerca de ti y que pruebes escucharla en esos momentos de mucha ansiedad, estrés o insomnio, que lamentablemente son cada vez más frecuentes. Los resultados son de verdad sorprendentes: sólo cierra los ojos, concéntrate en los sonidos y goza la ingravidez que este track provee.






http://pijamasurf.com/2016/11/escuchar_esta_cancion_reducira_tu_ansiedad_en_un_65_audio/