viernes, 21 de febrero de 2014

Este Perro Fue Atado A Las Vías Del Tren. Este Chico Tiene Una Terrible Enfermedad. Ahora Mira Esto.



                                                       
                                       Owen y su perro Haatchi   

PARA TOMAR CONCIENCIA



Este vídeo debería verlo todo el mundo, pero sobre todo aquellos que con su GRAN EGO gobiernan en el planeta.



La Fotografía Más Alteradora Que Ha Sido Tomada Por La Humanidad

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jueves, 20 de febrero de 2014

Yo Siento


Yo Siento (Ik voel, ik voel, wat jij niet voelt...) from Elsbeth van Noppen on Vimeo.


Jasmijn es una niña de siete años, que ama abrazando árboles y tener conversaciones con los animales. Todo lo que toca parece respirar una sensación de vitalidad. 




Robert es de diez años, y el único lugar donde se siente a gusto es en la naturaleza. Se sube a los árboles lo más alto que puede escapar de la realidad cotidiana que no siempre es fácil. 

Yo siento ... es acerca de los niños tienen que experimentar Su entorno diferente comparado con la mayoría de nosotros. 

Viajan a su manera contra la corriente principal y se atreven a ver el mundo con una pureza de visión una y otra vez.

miércoles, 19 de febrero de 2014

¿Porque sientes que no encajas? Adulto Cristal



Algo de información sobre los Adultos Cristales por si alguien no saben lo que son. 

Son Seres Evolucionados que han venido a la Tierra por varias razones y una de ellas es dejar su mensaje de Amor a la humanidad. 

También se los pueden ver como ''Ángeles Humanos''.

Osho, El sendero del Tao

"La situación es muy absurda. Los padres se siguen sacrificando por ti; el padre, la madre se sacrifican por ti. Ellos dicen: “Me estoy sacrificando por mis hijos”. Naturalmente se desquitan al decir esto porque mientras la madre se sacrifica por el hijo, ella está destruyendo su propia vida. Ella se desquitará. Lo dirá una y otra vez, lo dejará bien claro una y otra vez: “Me he sacrificado por ti. Conócelo bien, recuérdalo bien, que he sacrificado mi vida, mi juventud, todo, por ti”. Ella tratará además de persuadirte: “Haz lo mismo por tus hijos”. Entonces tú te sacrificas por tus hijos y luego les persuades para que hagan lo mismo con sus hijos… En consecuencia nadie vive jamás. Una generación se sacrifica por la otra, y si no te sacrificas, entonces no eres respetado. Nadie te respeta, entonces eres un criminal. Si no te sacrificas por otros, entonces te dicen: “¿Qué estás haciendo? No eres una buena persona, eres inmoral. El sacrificio es bueno. Vivir para uno mismo es egoísmo”. Mira simplemente lo que esta gente ha estado diciendo: ser feliz es egoísta, sacrificarse es bueno. Pero al sacrificarte serás infeliz, y una persona infeliz crea infelicidad a su alrededor, y una persona infeliz se desquitará; nunca podrá olvidar, su vida ha sido destruida. Nos dicen que la mujer se tiene que sacrificar por el marido y que el marido se tiene que sacrificar por la mujer ¿Para qué? Ambos se sacrifican, por tanto, ambos pierden vida. 

Yo enseño una vocación pura por uno mismo. Nunca te sacrifiques por nadie. Vive tu vida auténticamente y así nunca tendrás la necesidad de desquitarte ni sentirás rencor alguno contra nadie. Y una persona que no siente rencor contra nadie es una persona amorosa, compasiva, cordial, dadivosa. Y una persona que no siente rencor contra nadie –ni contra sus hijos, ni contra su marido, ni contra su esposa- es tremendamente hermosa. Crea un ambiente de felicidad alrededor de ella. Quienquiera que entre en contacto con ella comparte su felicidad. 

Ocúpate de ti mismo. 


Mira simplemente a los árboles. No hay un árbol que esté tratando de sacrificarse por otro árbol; consecuentemente, tienen verdor. Si empiezan a sacrificarse, ningún árbol tendrá verdor, ningún árbol florecerá jamás. Mira las estrellas. Se ocupan de sí mismas: brillan para sí mismas, no se sacrifican. De otra manera la existencia se volvería fea y oscura. El ocuparse de uno mismo es natural. Y ese “sí mismo” que estoy enseñando es lo que define el Tao: tu naturaleza. Escúchala, síguela. Tu naturaleza te está diciendo: “Se feliz”...

Vive para ti mismo y vivirás para todos los demás, pero éste no es un sacrificio. Vive para ti mismo. Se real, auténticamente dedicado a ti mismo; ese es el proceder de la naturaleza. Cuida de tu felicidad, de tu descanso, de tu vida, y te sorprenderás de que cuando te sientes feliz ayudas a otros a sentirse felices, porque entiendes, poco a poco, que si los otros se sienten felices tú te sentirás más feliz. La felicidad sólo puede existir en un océano de felicidad. No puede existir sola".
Osho, El sendero del Tao

martes, 18 de febrero de 2014

Cameron Macaulay, Un caso más de reencarnación investigado por la ciencia.


El Dr. Jim Tucker, psicólogo de la Universidad de Virginia, ha creado una cátedra para el estudio de vidas pasadas en el que ya ha investigado más de 1500 casos diferentes, de aproximadamente 3000 denunciados en el mundo.
Aunque la reencarnación es un misterio para la ciencia de hoy, el clásico y milenario libro de sabiduría del ser, el Bhagavad Gita “tal como es” nos describe de una manera muy gráfica, el hecho de la reencarnación de la siguiente manera.
“Así como en este cuerpo el alma encarnada pasa continuamente de la niñez a la juventud y luego a la vejez, de la misma manera el alma pasa a otro cuerpo en el momento de la muerte. A la persona sensata no la confunde ese cambio.” Bhagavad Gita 2.13.-
A continuación un caso de Reencarnación que conmovió al mundo científico. El pequeño Cameron.

Cameron junto a su actual madre Norma.
Hola, me llamo Cameron Macaulay y tengo diez años, aunque mis recuerdos infantiles son cincuenta años más viejos que yo. Vivo en Glasgow, en Escocia, y los mayores dicen que mis recuerdos son algo muy especial aunque a mí me parecen más dolorosos  que alegres.
Cuando comencé a hablar, con dos años, pude por fin contarle a mi mamá de ahora, Norma, como era mi otra mamá. Le conté como era mi otra casa, en la isla de Barra, donde los aviones aterrizaban en la playa y yo los podía ver desde la habitación de nuestra casita blanca.
Mi mamá pensaba me decía que yo tenía mucha imaginación, aunque yo no entendía muy bien que quería decir con eso. Fui creciendo y cada vez tenía más recuerdos de mi otra casa. Recuerdo que tenía tres baños, y le decía a mi mamá que era mucho mejor que tener tan solo uno, como ahora. También le decía que con mi otra familia tenía un precioso perro blanco y negro que jugaba mucho conmigo y con mis hermanos. Recordaba también el precioso pelo de mi otra madre, moviéndose con la brisa marina mientras nos observaba jugando en la arena de la playa. También recordaba mucho a mi otro padre, Shane Robertson, con su pelo de punta y sus pantalones cortos que murió por no mirar a los dos lados.
Un día mi mamá trajo a casa a un hombre para que le contara todo lo que recordaba, se llamaba Jim Tucker y mi mamá decía que él era el que más sabía de recuerdos como los míos. Hablamos mucho, él me preguntaba cosas y yo le contestaba. A los pocos días mi mamá y el señor Tucker me dieron una gran sorpresa; me dijeron que íbamos a volar a la Isla de Barra, ¡A mi otra casa!
Y así lo hicimos al poco tiempo, yo tenía seis años y era la primera vez que iba a volver a mi otra casa.
¡Mira mamá! ¿Ves como vamos a aterrizar en la playa?
Recuerdo que me alegré mucho al llegar a la isla, pronto volvería a ver a mis hermanitos y a mi otra mamá. Seguro que se alegrarían un montón de volver a verme y me preguntarían donde había estado todo este tiempo. Le decía a mi mamá, Norma, que ya vería como se llevaba muy bien con mi otra mamá. Estaba convencido de eso.
Dormimos en un hotel y por la mañana fuimos recorriendo la playa. Cuando a lo lejos vi mi casita blanca me emocioné muchísimo, pero cuando llegamos me entró una pena muy grande, porque mi familia ya no estaba allí. La casa estaba muy vieja y vacía, como si nadie hubiese vivido allí en mucho tiempo. Dentro también había muebles y cosas diferentes a las de mi familia. Le conté a mi madre cual era mi habitación y le enseñé la puerta secreta por donde salíamos mis hermanos y yo a la playa. Me dejaron un rato para que recorriera toda la casa, pero no me pude quedar mucho rato. Teníamos que volver a Glasgow.
Mi mamá y el señor Tucker me explicaron que a algunas personas les pasa lo que a mí, que tienen recuerdos de gente que ya no está, que hace muchos años que vivieron, y que no me preocupe por ellos, porque seguro que como yo, ahora tienen otras vidas. También dicen que cuando me haga mayor, poco a poco, me iré olvidando de esos recuerdos, aunque yo creo me acordaré siempre de mi otra familia. Una vez, mi mejor amigo me preguntó lo que nos pasa al morir y yo le dije lo único que sé; no pasa nada porque te mueras, volverás a renacer.
Este relato, que puede parecer de ficción, está basado en uno de los casos más espectaculares de supuestas reencarnaciones de los últimos tiempos. El del pequeño Cameron Macaulay. Desde muy pequeño, Cameron le relataba a su madre episodios y situaciones de una vida anterior. La madre no tardó en darse cuenta de que aquello no eran simples juegos imaginativos infantiles y recurrió a un experto en la materia, el Dr. Jim Tucker, psicólogo de la Universidad de Virgínia.
Tras conocer el caso del pequeño y estudiarlo, decidieron viajar a la Isla de
Barra, a unos 260 kilómetros de Glasgow, para comprobar si sus recuerdos eran verídicos.
Al llegar ya pudieron comprobar cómo algunos de los lugares de la isla eran exactamente como Cameron los había relatado, por supuesto, ni Cameron ni su madre habían estado nunca en esta isla.
Consultando al historiador de la isla, éste dice que no tiene conocimiento de que en la pequeña isla viva una familia Robertson con las características descritas por el niño. Al día siguiente, el historiador les llama al hotel para decir que ha encontrado una coincidencia. Una familia Robertson, con una casita blanca de una planta en la playa, que tenía un perro blanco y negro y un coche negro. La única coincidencia es que la familia Robertson vivió allí… pero ¡en los años sesenta!
Sin decirle nada al pequeño, emprenden camino en dirección a la casa. Cameron la identifica nada más verla. La pena del niño es tremenda cuando ve que allí ya no está la familia que recuerda y que el tiempo ha cambiado muchas cosas. Comprueban que todo lo que Cameron les había contado con respecto al lugar coincide a la perfección.

La casa como se ve hoy y que Cameron reconoció al verla a la distancia…
El niño, pese a la decepción sufrida, parece quedar más tranquilo tras el viaje. Ha cumplido por lo menos su sueño de volver a aquel lugar.