sábado, 19 de diciembre de 2015

Autoayuda emocional: 7 pasos para sanar desde dentro


Todos, en algún momento de nuestra vida, enfrentamos situaciones que nos provocan heridas emocionales. No podemos evitarlo, a veces incluso nos toma por sorpresa, como la pérdida de una persona amada o el rechazo de alguien significativo. Sin embargo, podemos evitar que la ansiedad, la frustración, la ira y el rencor continúen escociendo en la herida. En esos casos la autoayuda emocional es una excelente herramienta.

¿Qué son realmente las heridas emocionales?

Cuando atravesamos una situación difícil, cuyas exigencias sobrepasan nuestros recursos psicológicos, se puede producir una "herida emocional" o un trauma en toda regla. En práctica, lo que sucede es que no contamos con las herramientas necesarias para hacerle frente a esa situación. No sabemos cómo lidiar con el rechazo del grupo, la muerte de un ser querido o la humillación de la pareja.

Lo más usual es que con el tiempo desarrollemos esas habilidades que nos permiten enfrentar las decepciones, fracasos y contratiempos de forma más eficaz, con un menor costo emocional para nosotros. Sin embargo, en algunas ocasiones no somos capaces de encontrar esas herramientas y no llegamos a procesar lo que nos ocurrió. Entonces se hace referencia a un trauma o herida emocional.

Esa experiencia traumática no tiene lugar solo en nuestra mente, también deja una huella en el cerebro. De hecho, el trauma viene acompañado de una desregulación bioquímica. La amígadala, que es uno de los centros de control emocional del cerebro, se mantiene constantemente activada pues considera que aún existe un peligro, aunque en realidad este ya sea cosa del pasado.

Esa activación genera un exceso de cortisol, una hormona que inhibe a su vez el funcionamiento del hipocampo, que es la estructura encargada de que podamos darle un significado a las experiencias que vivimos y logremos pasar página. Por tanto, se produce una especie de círculo vicioso: el hecho de que no podamos procesar una situación hace que esta se mantenga activa en nuestra mente, y al mantenerse activa, impide que la podamos asimilar.

En este sentido, una investigación llevada a cabo en la Universidad de Harvard descubrió que las heridas emocionales se quedan grabadas en el cerebro. Estos psicólogos escanearon el cerebro de personas que habían sufrido un trauma, mientras escuchaban una descripción de lo que les había sucedido. Se apreció que esas experiencias activan tanto la amígdala como el córtex visual, lo cual indica que las personas estaban reviviendo el trauma. Al contrario, el área de Broca, la zona responsable del lenguaje, no se activó, lo que sugiere que esas personas no habían procesado la experiencia dolorosa.

Por eso, una de las misiones de la autoayuda emocional consiste en lograr que la persona asimile y acepte lo sucedido, para que no continúe arrastrando ese dolor consigo poque cuando las vivencias permanecen activas, siguen influyendo en el comportamiento, determinan las decisiones y afectan el estado de ánimo.

Autoayuda emocional para sanar desde dentro

En un experimento realizado en las universidades de Massachusetts y Stanford se comprobó que la forma en que analizamos y evaluamos los hechos que vivimos determina nuestras reaccionamos emocionales. Estos psicólogos les pidieron a un grupo de personas que vieran una serie de fotos catalogadas como “emocionalmente negativas”.

A algunos se les pidió que reevaluaran la imagen para no seguir experimentando emociones negativas. A otros solo les dijeron que debían concentrarse en las emociones que estaban experimentando. Así se descubrió que las personas que encontraban una explicación alternativa que les permitiera cambiar la valencia negativa de las fotos, experimentaban menos emociones dolorosas.

Esto significa que, a pesar de los acontecimientos, nuestra forma de interpretar la realidad y el significado que le conferimos a la misma es fundamental. En este punto entra en juego la autoayuda emocional ya que, en el fondo, no hay nadie que te conozca mejor que tú.

1. No huyas de tus sentimientos. Algunas personas no reconocen que se sienten mal, esconden su sufrimiento tras una máscara de fingida alegría. De hecho, es perfectamente comprensible que no deseemos sentirnos mal pero esconder las emociones no hará que desaparezcan. No se trata de que te regodees en el sufrimiento, porque no es saludable, pero si no reconoces el problema, no podrás solucionarlo. No hay nada malo en reconocer que tenemos una herida emocional y que somos vulnerables. Al contrario, el error es seguir cargando con esa máscara de seguridad, porque al cabo del tiempo terminará resquebrajándose por completo.

2. No juzgues tus emociones. Somos dueños de nuestros actos, pero no de nuestras emociones. Esto significa que podemos controlar la ira y manejar la tristeza, pero no podemos evitar sentirlas. Por eso, un gran error consiste en juzgar esas emociones como “negativas”. En realidad son simples reacciones ante una situación que no nos agrada, experimentar esas emociones no te convierte en alguien débil o en una mala persona. Recuerda siempre que la sanación debe provenir de la aceptación, no de la negación.

La revolución interior que transforma el mundo


“Usted y el mundo no son dos entidades diferentes. Usted es el mundo, no como un ideal sino de hecho… Como el mundo es usted mismo, al transformarse usted produce una transformación en la sociedad… Un hombre no puede cambiar el mundo, pero ustedes y yo podemos cambiar el mundo juntos…” 

– Krishnamurti

Casi todos nosotros en este mundo confuso y brutal, tratamos de labrarnos nuestra propia vida privada, una vida en la que podamos estar felices y tranquilos y, no obstante, vivir con las cosas de este mundo. Parecemos pensar que la vida cotidiana que llevamos, la vida de lucha, conflicto, pena y dolor, es algo separado del mundo externo de desdicha y confusión. Al parecer, creemos que el individuo, el “uno”, es distinto del resto del mundo con todas sus atrocidades, guerras y disturbios, con su desigualdad y su injusticia, y que esto es algo por completo diferente de nuestra vida particular de individuos. Cuando uno mira un poco más atentamente, no sólo su propia vida sino también el mundo, ve que lo que uno es —su existencia diaria, lo que piensa, lo que siente— es el mundo externo, el mundo que a uno lo rodea. Uno es el mundo, es el ser humano el que ha creado este mundo de desorden total, el mundo que llora impotentemente en medio de un gran dolor. Ese mundo es uno mismo, el ser humano que lo ha construido. Por lo tanto, el mundo exterior a nosotros no es diferente del mundo en el que cada cual vive su vida privada.

Esta división entre el individuo y la sociedad realmente no existe en absoluto. Cuando uno trata de labrarse su propia vida, el individuo no es diferente de la comunidad en que vive. Porque es el individuo, el ser humano, el que ha construido la comunidad, la sociedad. Creo que debemos tener muy en claro desde el principio, que esta división es artificial, completamente irreal.

Al producir un cambio radical en el ser humano, en uno mismo, uno está dando origen a un cambio radical en la naturaleza y estructura de la sociedad. Pienso que es necesario comprender muy claramente que la mente humana, con toda su complejidad, su intrincado mecanismo, forma parte de este mundo exterior. El “uno” es el mundo y, al generar una revolución fundamental —ni comunista ni socialista, sino una clase por completo diferente de revolución dentro de la propia estructura y naturaleza de la psique— uno producirá una revolución social. Ésta tiene que empezar, no por lo externo sino internamente, porque lo externo es el resultado de nuestra vida privada, interna.

Cuando haya una revolución radical en la estructura misma del pensamiento, del sentimiento y de la acción, entonces, obviamente, habrá un cambio en la estructura de la sociedad. Este cambio completo en la estructura de la sociedad tiene que producirse. La moralidad social no es moral. Para ser completamente moral uno ha de negar la moralidad social. Esto significa que el individuo, el “uno”, tiene que investigar toda la estructura de sí mismo, tiene que comprenderse a sí mismo no conforme a algún filósofo, sacerdote o analista, quienquiera que pueda ser. Tiene que comprenderse a sí mismo tal como es, no de acuerdo con algún otro.

Cuando nos comprendemos a nosotros mismos, la autoridad de cualquier especialista, psicológico, sociológico o de otra clase, llega a su fin. Siento que cada uno de nosotros tiene que comprender esto antes de que avancemos más. Porque casi todos nosotros, desafortunadamente, somos esclavos de las ideas de otras personas. Nos persuaden muy fácilmente, somos influidos por el especialista, por la autoridad. Especialmente cuando vamos a investigar esta cuestión de comprendernos a nosotros mismos, que es de primordial importancia, no hay ninguna clase de autoridad, porque ustedes tienen que comprenderse a sí mismos y no a algún otro o lo que algún otro dice acerca de ustedes. Pienso que es realmente muy importante que capten esto porque, como acabo de decir, aceptamos y obedecemos muy fácilmente, nos amoldamos a la autoridad y la consentimos, tanto si es la autoridad de la iglesia como la de algún líder espiritual o especialista analítico. Pienso que uno tiene que descartar completamente todo eso, porque la autoridad ejercida por algunos y la obediencia, por parte de cada uno de nosotros, a un ideal conceptual, han ocasionado muchísima desdicha en el mundo.

viernes, 18 de diciembre de 2015

La esencia de la belleza


Hace unos días, una amiga me comentó que tiene entre manos un proyecto artístico que va a tratar sobre la feminidad, la belleza y todos los cánones estéticos a los que las mujeres han sido y son sometidas culturalmente.

Me preguntó si tenía algo escrito sobre este tema para poder utilizarlo en su proyecto, y en verdad alguna cosa he dejado caer en este blog sobre el tema, pero no he profundizado en ello. Así que me he animado a escribir un post y poder expresar con más amplitud mi visión sobre ese tema.

Para comenzar, es importante entender la diferencia entre feminidad o energía femenina en el más profundo sentido de la palabra a lo que hoy se entiende como feminidad o ser femenina.

La energía femenina es una cualidad energética, inherente tanto en hombres como mujeres, así como la energía masculina es inherente tanto en mujeres como en hombres.

La energía femenina, se caracteriza por la sensibilidad, el ver más allá de las cosas, la intuición, es receptiva, está relacionada con los sentimientos y la inspiración. Es una energía de “cuidado y nutrición hacia adentro”. Es una energía totalmente ligada al corazón. Representa a nuestra propia “madre interna” que sabe cuidar de nosotros mismos, que arropa, nutre y abraza.

Lo que hoy se entiende como ser femenina, está más relacionado a aspectos superficiales impuestos por la sociedad. Ser femenina se vincula a una actitud, no a una cualidad esencial que ya somos y no hemos de sobre-actuar para conseguir mostrar al mundo esa feminidad.

El ser femenina se evalúa según un juicio estético, eres más femenina si llevas el pelo largo, si cuidas de tu piel y usas maquillaje… Si llevas faldas, ropa ajustada y colores que son “más propios de una mujer”. También si usas calzado de tacón y “vas a la última en moda”. Si tu forma de hablar es delicada y suave…

Para mí, todo ésto no es feminidad, es “postureo”, es querer encajar dentro de un sistema estético impuesto por la sociedad.

Las propias modelos es un ejemplo. Su trabajo es la expresión de lo que simboliza la belleza y la representación de lo femenino. Con todo el respeto a las modelos que ejercen con pasión su profesión, para mí, es totalmente lo opuesto al significado real de la feminidad (energía femenina).

Y entrando en este tema, ya que las modelos se supone que representan el arquetipo actual de belleza, por mi experiencia en pasarela, todavía no he conocido a una sola  modelo que se acepte totalmente, más bien, buscan afuera un reconocimiento social que no es más que una carencia propia de no-aceptación. Y no pasa nada. Modelos o no, a muchos nos cuesta aceptarnos. Sólo que en este caso, como “portadoras de la belleza” es un enorme ejemplo.

La auténtica belleza no es estar atado a unas normas estéticas impuestas por la sociedad, no es encajar en ningún canon, no es dejar de ser uno mismo para pertenecer a unos patrones superficiales que otros te están imponiendo.

La auténtica belleza es libertad, es aceptación de uno mismo, entre o no físicamente dentro de unas normas que marcan el límite de lo que es bello y aceptable.

No me identifico con lo que hoy en día se vende como belleza.

No es belleza auténtica sufrir por el cuerpo.

No es belleza auténtica no permitirte disfrutar del placer de alimentarte de ciertas cosas que se ven consideradas como dañinas porque van a subir tu peso.

No es belleza auténtica tener que vender la belleza a través de ser rígida, mecanizada, privándote de ser natural y espontánea.

No es belleza auténtica comportarte de forma anti natural con el fin de vender belleza y feminidad.

Eso no es belleza ni feminidad natural, la belleza y natural que proviene de la propia emanación de la energía femenina, jamás representa lo opuesto a lo que uno es.

La belleza y feminidad natural es pura, no necesita normas. Es libre.

La belleza y feminidad natural no tiene nada que demostrar a nadie, ni es una actitud con un propósito. Es una expresión en sí, de lo que somos. Sea más aceptable socialmente o menos. No se filtra bajo unas normas estéticas culturales.

Y cuando tomas consciencia de la manipulación de la belleza o más bien, de la distorsión de la belleza y la feminidad, muchas veces se culpa al sistema, la sociedad.

Encuentra tus creencias subconscientes


Desde hace ya algo más de un año en las sesiones de liberación no solo identificamos y liberamos las emociones atrapadas relacionadas con nuestros bloqueos o desequilibrios, sino que también liberamos los “patrones de comportamiento” subconscientes que están en el origen de dichos bloqueos. Estos patrones de comportamiento o “programas” suelen ser aprendidos de nuestros padres cuando somos niños y luego interiorizados y manifestados en nuestra vida, de ahí el dicho de “eres como tu madre“, o “eres como tu padre“. 😉
Hay momentos en nuestra vida en los cuales como consecuencia de nuestras vivencias, y más específicamente, como resultado de la interpretación o el significado que le damos a dichas vivencias interiorizamos algo como: “no te puedes fiar de nadie“, “solo cuentas contigo mismo“, “nadie me quiere“, “no merezco ser feliz“, etc. Esto es un “programa“. 
Luego en nuestra vida lo que hacemos es mirar las situaciones a través de estos filtros que distorsionan la realidad y nos muestran aquello que queremos ver (basado en lo que creemos es verdad para nosotros). Por ejemplo si tengo un programa de “desilusión“, miraré a los demás y sus actuaciones a través de este prisma y estaré atento a ver cuando me desilusionan sin darme cuenta de que en el fondo la “des-ilusión” no es más que el resultado de haberme apegado a una “ilusión”, por ejemplo que “los demás deberían hacerme feliz“, “deberían hacer lo que yo quiero“, “deberían hacer tal o no deberían hacer cual, para yo sentirme bien“. Sin darme cuenta de que en el fondo son mis expectativas de lo que los demás deben o no deben hacer los causantes de mi malestar, no la actuación de dichas personas. No me doy cuenta de que la “des-ilusión” es una elección basada en el miedo
Es una percepción errónea basada en el miedo, y que siempre que me dejo llevar por el miedo sufro, no debido a la situación que yo considero responsable de mi sentir, sino debido a mi elección del miedo y por lo tanto mi rechazo a mi verdadera naturaleza que es amor, comprensión, compasión y confianza. No me puedo sentir bien si rechazo a mi Ser. 
Observar estos patrones de comportamiento y darme cuanta de que en el fondo no son lo que yo soy, sino un programa de conflicto en mi mente, es fundamental para recuperar mi bienestar emocional. Darme cuenta de que si no me siento bien con mi “interpretación” de lo que estoy viendo o de mi experiencia vital, eso no puede venir de mi Ser. 
Y que siempre hay otra opción. Lo que pienso, mi interpretación, no es más que un punto de vista, una opción, no un hecho. Así que como dice Un Curso de Milagros es bueno recordar que “Podría ver paz en lugar de esto (miedo, desilusión, desconfianza, ira, ect.)” puesto que la paz es una opción que siempre está disponible. Solo tengo que elegirla y dejar ir mi interpretación, basada en el miedo, y mi deseo de tener razón para experimentar la paz que siempre está presente. <3
Si quieres experimentar una sesión de liberación emocional y de patrones de comportamiento durante el mes de mayo seguimos con nuestras promociones. Tienes toda la información en el apartado de sesiones de este blog. Al llevarse a cabo a distancia no importa donde te encuentres ni el tiempo disponible que tengas. Es sencillo y efectivo. :)
El texto seleccionado hoy habla de como identificar esas creencias subconscientes que se encuentran en el origen de situaciones que se repiten en nuestra vida una y otra vez.
Nuestras creencias positivas pocas veces suponen un problema. La gente no suele quejarse de un exceso de alegría, o de que se sienten abrumados porque les pasan demasiadas cosas buenas en la vida. Son las pautas negativas las que nos causan problemas. O, tal vez, de manera más precisa esnuestra percepción de dichas pautas como negativas la que puede convertirse en la raíz de nuestros mayores sufrimientos. Las experiencias que hacen que la gente se quede estancada casi siempre hunden sus raíces en las que consideramos como creencias negativas que adquirimos al comienzo de la vida. Y precisamente por el hecho de que son subconscientes, nos resulta difícil verlas en nosotros.
Si podemos reconocer las pautas que tenemos impresas en las personas, situaciones y relaciones de nuestra vida, tendremos una buena idea de nuestras creencias subconscientes en las que tienen su origen.

Documental La Matriz de la Vida


La Matriz de la Vida es un documental en el que diferentes científicos, médicos y profesionales de la salud exponen sus teorías y nos abren nuevos caminos para entender la salud, la curación y la causa de las enfermedades. 

Los campos de energía del cuerpo humano, los mecanismos del efecto placebo, las curaciones espontáneas, la relación entre conciencia y materia, son algunos de los temas que se exponen en este documental y nos revelan nuevos descubrimientos en el campo de la medicina energética y la física cuántica. 

Nos presenta la nueva visión de la medicina tomando en cuenta el campo unificado.

 Los campos morfogenéticos alrededor del cuerpo, invisibles a nuestros sentidos, regulan y controlan todo el organismo, éste es el campo de la CONSCIENCIA

Un documental que ya lo publicamos hace años, pero esta muy bien volverlo a ver o para los que todavía no lo han visto es muy recomendable.


jueves, 17 de diciembre de 2015

Respiración para Conciliar el Sueño


Hemos hablado en alguna ocasión de la influencia que tiene en nosotros mismos la forma en la que respiramos.

Un ejercicio de pranayama nos puede calmar, como ya vimos, nos puede activar, nos puede oxigenar, puede hacernos vivir las emociones de una forma más fluida y también, nos puede ayudar a dormir.

Para todos aquellos con problemas de insomnio, existe una técnica muy sencilla y al alcance de cualquiera que nos ayudará a conciliar el sueño.

Se trata de la técnica del 4 – 7- 8, que ha sido divulgada por el Dr. Andrew Weil.

La técnica del 4-7-8 consiste en repetir tranquilamente estos pasos varias veces hasta que nos quedemos dormidos:

1 - Al principio debemos exhalar por la boca todo el aire que contengan nuestros pulmones generando un leve zumbido.

2 - Cerrar la boca, situar la lengua al comienzo del paladar e inhalar por la nariz mientras contamos hasta cuatro.

3 - A pulmón lleno, aguantar la respiración mientras contamos hasta siete.

4 - Exhalar completamente el aire mientras contamos hasta ocho.
Este ciclo se debe repetir hasta observar que vuestro cuerpo se relaja y poco a poco os va induciendo al sueño…

Meditación de la Sonrisa Interior


La Sonrisa Interior es una verdadera sonrisa dirigida a todas las partes del cuerpo, incluyendo los órganos, glándulas y músculos, así como el sistema nervioso.

Una auténtica sonrisa transmite energía afectuosa, que tiene el poder de animar y curar. Sólo hay que recordar alguna ocasión en que nos hemos sentido preocupados o enfermos y alguien, quizá un extraño, nos ha dedicado una sonrisa amplia: súbitamente nos hemos sentido mejor.

En la antigua China, los Maestros taoístas ya conocían el poder de la energía de la sonrisa. Practicaban la Sonrisa Interior, para mover la energía chi y producir un alto nivel de ésta y obtenían como resultado salud, felicidad y longevidad. Sonreírse a sí mismo es como dejarse acariciar por el amor, y el amor puede curar y rejuvenecer.

La Sonrisa Interior dirige la energía de la sonrisa a los órganos y glándulas fundamentales para la vida. Irónicamente, aunque prestamos mucha atención a la apariencia externa, pocos somos conscientes del aspecto de los órganos internos, de su localización o de sus funciones. Es más, somos insensibles a los sutiles avisos que nos envían cuando los maltratamos con dietas inadecuadas y con formas de vida poco saludables. Somos como un jefe que nunca prestara atención a sus empleados y que se enfadara cuando algo sale mal. Si nos familiarizamos con los órganos y glándulas, apreciamos lo que hacen y aprendemos a descifrar sus mensajes.

Desarrollo de la meditación

Cierra los ojos e inhala por la nariz profundamente y exhala por la nariz pasando por la tráquea intentado sacar sonido desde ahí, es la respiración conocida en yoga como respiración ujjay.  Esta respiración se mantendrá ligeramente durante toda la meditación. La exhalación es profunda y lenta.

·Imagina una estrella sobre tú cabeza, unos 5 cm por encima. Siente su energía bañando cada parte de tu cuerpo.

·Sonríe e imagina enfrente de ti una sonrisa (puedes ser tu misma sonriendo, o alguien querido con una gran sonrisa, o una bola de luz radiante) sonriendo a cada parte de tu cuerpo.
Respira conscientemente, deja que el sentimiento de la sonrisa interior relaje tu cara, ojos, tu entrecejo, la frente, nariz, boca, y vas bajando hacia la garganta. Sonríele a todo tu cuerpo y siente como se relaja.

·Sonríe al corazón y que el te devuelve la sonrisa. Para ello sitúa las manos sobre este chakra.
Al sonreír al corazón consigues que el odio se transmute. Siente compasión y perdón, por nosotros mismos y haci­a los demás. Visualiza un color rojo brillante que te cargue de amor, felicidad y alegría. Respira y sonríe. Siente tu corazón expandirse, e irradiar amor desde el corazón a los pulmones.

·Sitúa las manos sobre el pecho, para conectar con los pulmones. Sonríe a tus pulmones, combina la energía de la sonrisa con el color blanco perlado, y mantente de 1 a 2 minutos sonriendo. Reconoce tus tristezas, la depresión y los sentimientos de nostalgia que te impiden estar alegre y optimista. ¿Qué hay ahí? ¿Qué hace que te entristezcas? Y contrarresta SONRIENDO, para cambiar esa energía.

·Permite que esa misma energía baje por tu lado derecho justo debajo de tus costillas: Pon las manos en la zona del hígado y la vesícula biliar. Sonríe a la ira, a los enfados, a las frustraciones, a los celos…
¿Desde cuando te sientes así? Visualiza el color verde, que te llena de amabilidad y generosidad. Permanece de 1-2 minutos sonriéndole.

·Coloca las manos en la zona de los riñones, a ambos lados de la columna vertebral, a la altura de las vertebras lumbares. Sonríe a los riñones, siente tus miedos, tu carga genética. Los temores paralizan, bloquean deseos y acciones, e impiden avanzar con seguridad hacia el camino que anhelamos. Visualiza el color azul oscuro brillante y siente quietud, tranquilidad y paz.

·Permite esa energía dirigirse hacia la izquierda y pon las manos en la zona del bazo y el páncreas y un poco más atrás hacia el estomago. Sonríe a tus preocupaciones, a las obsesiones. ¿Por qué no te permites estar tranquilo? Continúa sonriendo… Visualiza el color amarillo, sintiendo equilibrio y paz interior. Mantén la atención sonriendo a cada uno de los órganos.

·Poco a poco baja conectando con tu ombligo y centro. Lleva tu atención al bajo abdomen y se consciente de tu respiración, sintiendo como la parte baja de tu espalda se llena con tu respiración. Exhala y permite a tu abdomen relajar la espalda y toda tu espina dorsal. Manteniendo tu respiración lenta y suave.