lunes, 29 de febrero de 2016

La ciencia demuestra que las personas absorben la energía de otras personas



¿Quién no ha sentido una energía densa al estar en alguna parte o en presencia de una persona?

En el mundo de la ciencia, es común oír decir que todo es energía, lo cual no sería diferente en nosotros y por nosotros.


El artículo es un experimento realizado en algas, y el resultado, el médico y el terapeuta Olivia Lee Bader sugieren que el mismo puede aplicarse a los seres humanos.


El equipo de investigación de la Universidad de Bielefeld, Alemania, hizo un descubrimiento interesante que muestra que las plantas pueden absorber las fuentes alternativas de energía para otras plantas.

Este descubrimiento podría tener un impacto importante en el futuro de la bioenergía, posiblemente proporcionando evidencia de que las personas absorben otras energías de la misma manera.

Los miembros de la investigación biológica del profesor Olaf Kruse, confirmaron por primera vez que una planta, Chlamydomonas reinhardtii, no sólo lleva a cabo la fotosíntesis, también tiene una fuente alternativa de energía, que puede absorber de otras plantas, según lo publicado en el sitio Nature.com.

Las flores necesitan agua y luz para crecer, y las personas no son diferentes.

Nuestros cuerpos físicos son como esponjas, absorbiendo el ambiente que nos rodea.

“Esto es exactamente el por qué hay personas que se sienten incómodas cuando existe un cierto grupo con una mezcla de energías y emociones“, dijo el psicólogo y terapeuta Dr. Bader Olivia Lee.

Las plantas producen la fotosíntesis a partir de dióxido de carbono, agua y luz. En una serie de experimentos, el profesor Ola Kruse y su equipo cultivan algas microscópicas, Chlamydomonas reinhardtii, y encontraron que cuando son expuestas a una falta de energía, estas plantas de células individuales pueden absorber energía de los vegetales de alrededor.

El alga marina “digiere” las enzimas de celulosa, convirtiéndolas en pequeñas partes de azúcar, y luego se transporta a las células y se convierte en fuentes de energía.

“Esta es la primera vez que este comportamiento se confirma en un organismo vegetal. Estas algas pueden digerir la celulosa contradiciendo todos los apuntes anteriores. En cierta medida, lo que estamos viendo son plantas que se alimentan de las plantas“, dice el profesor Kruse.


El Dr. Bader Lee dice que cuando los estudios de energía se vuelvan más avanzados en los próximos años, podremos ver como toda esta acción también se está traduciendo a los seres humanos.

Bader Lee añade: “El cuerpo humano es muy similar a una planta que chupa, absorbe la energía necesaria para alimentar a su estado emocional, y puede energizar las células o aumentar la cantidad de cortisol y catabolizar, alimentar a las células dependiendo de la necesidad emocional“.

Por último, el Dr. Bader habla de la conexión del hombre con la naturaleza que se ha perdido con los años, pero que vuelve a descubrir de nuevo, diciendo que el ser humano puede absorber y sanar a través de otros seres humanos, animales y cualquier parte de la naturaleza. Es por eso que estar cerca de la naturaleza a menudo es vigorizante, energizante y cura a muchas personas.

Contrariamente a lo que muchos “científicos” piensan de la era moderna, que afirman saberlo todo, sí hay un mundo espiritual, que no está separado de la ciencia, pero si separado de la reducida ciencia del hombre.

Debido a los numerosos informes de personas con habilidades paranormales ”para el estándar mundo moderno, los investigadores de la Universidad de Granada en España condujo un estudio sobre el hecho de que personas afirman ver el aura de los demás, tal como se publicó en el sitio web MedicalXpress.

El fenómeno neuropsicológico ‘Sinestesia’, es una condición en la que un patrón cognitivo lleva al otro, mezclando sus sentidos. Por lo tanto, las personas que tienen esta capacidad, pueden ver o sentir el sonido, escuchar un olor, o personas que asocian con un tipo de color la música.

Vemos que esto no es sólo una suposición, es algo que ha sido descubierto por los científicos y confirmado por otros, que durante miles de años era conocido en las culturas orientales, por ejemplo.

LOS TRES ASPECTOS PRINCIPALES QUE LLEVAN A LA ILUMINACIÓN SEGÚN TSONGKHAPA, EL GRAN MAESTRO BUDISTA


Je Tsongkhapa fue un maestro budista que vivió en el siglo XIV, fundador de la importante escuela Gelug dentro del budismo tibetano, asociada al Buda Maitreya (el Buda por venir). Se dice que la vida de este sabio,  "el hombre que vino del valle de la cebolla", fue anticipada por Buda

Shakyamuni. Tsongkhapa es recordado especialmente por sus precisiones en el entendimiento de la naturaleza de la realidad como vacío (sunyata). Dentro de la enseñanzas de Tsongkhapa se explica que son tres los aspectos principales que conducen al nirvana:

1. Desilusionarse con el samsara (existencia cíclica).

2. El cultivo de una intención altruista (bodhicitta).

3. La visión correcta del vacío. 

He ahí una de las" recetas" más sublimes y sencillas para alcanzar la iluminación. Claro que es necesario entender qué quiere decir con samsara, altruismo y vacío. Y, por supuesto, es necesario practicar lo que se conoce para realmente entender, saber y vivir la doctrina.

Con samsara, Tsongkhapa se refiere a renunciar al mundo, esto es dejar de apegarse al placer y a las posesiones materiales (puesto que no tienen existencia inherente) y sólo perpetúan corrientes kármicas. "La libertad y el dote son difíciles de hallar, y no hay tiempo que perder. Al familiarizar tu mente con esto, sobrepónte a los apegos de esta vida; y al contemplar repetidamente las acciones y los efectos y los sufrimientos del samsara, sobrepónte a los apegos de vidas futuras".  Tsongkhapa nos dice que desde esta conciencia del samsara --de su rueda da causas y efectos que llevan inexorablemente al sufrimiento-- es fácil liberarse del deseo del placer. Si realmente asimilamos esto, actuar correctamente será tan fácil como evitar poner las manos en el fuego. En cierta forma este desilusionamiento es similar a una técnica de sueño lúcido: lo primero es notar que lo que estamos experimentando es un sueño, es ilusorio.

"Bodhicitta" significa la mente o la conciencia de la iluminación, generalmente asociada con un deseo de obtener el estado de iluminación para el beneficio de todos los seres sintientes. Esta es la única intención que no genera karma, no tiene un motivo ulterior, se dice que nace espontáneamente por compasión. La intención altruista es la esencia del gran vehículo del boddhisattva, la intención de salvar a todos los seres sientientes del ciclo del sufrimiento.

Es el resultado de la más alta conciencia que alguien, habiendo descubierto que su individualidad es ilusoria y por lo tanto habiendo perdido todo sentimiento de importancia personal, se pone al servicio de los seres que sufren. Se dice también que el corazón humano es el trono de Buda (la compasión, la única pasión admisible).

Hay una bella historia en este sentido sobre el boddhisattva Guanyin (la versión china y femenina de Avalokitesvara, el boddhisattva de la compasión). Se dice que Guanyin (Kannon en Japón) luego de perfeccionarse durante cientos de vidas y habiendo eliminado su karma, se preparaba para cruzar la puerta hacia la eternidad cuando escuchó el gorjeo de un pequeño pájaro y en ese momento volteo y notó que su madre estaba muerta. Entonces fue que tomó el voto de que no aceptaría la liberación, postergando su propia paz eterna hasta que se pudiera llevar a todos los seres vivos con ella hacia el Infinito, hacia el estado bendito del nirvana, incluyendo por supuesto a ese pequeño pájaro indefenso. Guanyin significa: "aquel o aquella que escucha los sonidos o lamentos del mundo".


Comprender lo que el budismo quiere decir con el vacío no es fácil, y por esto es uno de los principios que llevan a la iluminación, ya que es la corona de la sabiduría. Desafía toda conceptualización, toda dualidad; es necesario meditar mucho sobre esta idea (que al final de cuentas no es una idea). El vacío se presenta como la realidad debido a la originación dependiente de todas las cosas o, lo que es lo mismo, a la ausencia de una esencia inherente.

Si indagamos sobre la esencia de cualquier fenómeno, objeto o ser necesariamente tendremos que remitirnos a otros fenómeno, objeto o ser.

¿Qué cosa existe por sí sola, quién es su propia fuente?

Cuando dejas de pensar en lo que puede pasar, empiezas a disfrutar lo que está pasando



Cuando somos pequeños vivimos en el aquí y ahora. Sin embargo, a medida que vamos creciendo nos empezamos a preocupar por el futuro.

Y poco a poco, casi sin darnos cuenta, esas preocupaciones se adueñan de nuestra mente, hasta tal punto que nos impiden vivir el momento presente.

De hecho, la sociedad impulsa y recompensa ese tipo de pensamiento. Y las personas que nos rodean nos animan a desarrollarlo con frases como “debes pensar en tu futuro” o “ahorra para el mañana”.

Obviamente, no tiene nada de malo ser previsores y mirar al futuro antes de tomar una decisión importante. De hecho, es imprescindible hacerlo, pero en su justa medida. El problema comienza cuando el miedo al futuro maniata el presente, cuando los temores y las preocupaciones nos impiden vivir.

¿Cómo saber si estás viviendo en el futuro?

Existen algunas señales que indican que no estás viviendo en el presente, que tu mente está viajando por el futuro, probablemente inventando problemas que no existen:
– Te preocupas constantemente por problemas que aún no han ocurrido.
– Exageras las consecuencias de tus actos, hasta tal punto que estas se convierten en un auténtico drama.
– Te agobias por situaciones que probablemente nunca ocurrirán y las revives una y otra vez en tu mente.
– Vives en un estado de expectación constante, a la espera de que ocurra algo negativo.
– No tomas decisiones porque esperas una “señal del futuro”, lo cual genera una gran tensión y estrés ya que vives en la incertidumbre.
– Crees que solo serás feliz cuando se cumpla esa meta que te has propuesto.
– Te sientes desdichado pero no haces nada para solucionarlo pues tienes la secreta esperanza de que en el futuro todo se arreglará como por arte de magia.

El futuro es incierto, acéptalo

Las personas que viven en el futuro tienen un grave problema: no son capaces de aceptar la incertidumbre. La imposibilidad de saber a ciencia cierta qué puede pasar les atormenta, por eso intentan perfilar todo tipo de hipótesis que les ayude a estar preparadas para lo que puede ocurrir.
Sin embargo, lo cierto es que el futuro tiene un gran componente de incertidumbre. Y cuanto antes lo aceptemos, mejor. Cada pequeña decisión que tomamos puede conducirnos en una dirección o en otra. Y no siempre depende de nosotros.

Abrazar la incertidumbre, asumirla como una sorpresa o un desafío, nos permitirá liberarnos de esa ansiedad que suele generar lo desconocido, y nos ayudará a vivir plenamente el aquí y ahora.
Por supuesto, no se trata de dejar de pensar en el futuro porque siempre tendremos que hacer planes y pensar en las posibles consecuencias de nuestras decisiones, sino de aprender a lidiar con esta perspectiva asumiendo una actitud más relajada. Se trata de aprender a fluir y confiar más en el curso de la vida.

La mayor recompensa: El presente

domingo, 28 de febrero de 2016

“Trascendiendo al Reptil”


El cerebro humano es una máquina compleja, un órgano lleno de incógnitas, del que se desconoce aun casi todo.
En el cerebro habita una mente que comanda todas y cada una de nuestras acciones, todos y cada uno de nuestros aciertos, pero también todos nuestros errores. Dentro de este prestigioso e importante órgano, en lo más profundo de sus pliegues, habita un pequeño intruso, un pequeño tramposo, que milita y maneja desde la sombra, desde tiempos inmemoriales.
Este pequeño polizón, se coló en los albores de nuestro desarrollo, fue insertado con unas instrucciones rudimentarias, las cuales son muy difíciles de formatear. Lograr reducir su influencia es básico para dar el salto evolutivo que se nos presume, es esencial para ser humanos, para ser personas civilizadas.
Ese insidioso polizón, es nuestro cerebro reptil.
Este órgano primario incrustado en lo más profundo de nuestro cerebro, es el encargado de recordarnos, nuestros instintos más primarioscomo:
  • la identidad
  • la territorialidad
  • la competitividad
  • el miedo…
Somos como somos y estamos como estamos en parte, a que muchos de nosotros aún funcionan básicamente con ese cerebro reptil. Humanos en apariencia, meros lagartos en su intelecto.
El poderoso sentimiento de identidad, provoca que tengas la necesidad imperiosa de etiquetar todo cuanto se cruce en tu camino, marcar,
  • lo bueno y lo malo
  • lo amistoso y lo contrario
  • lo útil y lo inútil
  • lo afinado y lo desafinado,
…pero sobre todo, tú nombre y tú numero, esa etiqueta identificativa es tu primer estandarte, una bandera entre muchas que cargarás a lo largo de tu vida, que son grabadas a fuego en ese cerebro reptiliano y que procurara que nunca olvides y muestres con orgullo.
Tu identidad te persigue tras tu muerte, es tu legado a este mundo y, antes de dejarlo, procuraras que quede grabado para continuar vivo en las memorias de los que te preceden.
La medida del éxito está basada en la cantidad de personas que pueden recordar tu nombre una vez hayas muerto, pero tu identidad no eres tú, ése es el avatar que diseñaron para ti cuando llegaste a este mundo.
Recuerda que te debes ir con lo mismo que traías puesto y todas esas etiquetas te las pusieron a posteriori.
Tu tierra, ese trozo de planeta que ya no marcas con orina porque tiene paños de colores que delimitan aquello que crees tuyo, que te define, te diferencia, es parte de tu orgullo y trasciende a tu propia identidad.
Tú patria esta grabada a fuego en cada una de tus venas y por ellas corre el sentimiento patriótico que hará que mates y mueras por asegurar el redil que guarda a tu manada.
Ampliar horizontes y perder la identidad nacional, borrar las fronteras mentales y quemar las banderas, dejar de ver el planeta como un trozo pequeño de tierra, una caverna de cavernas, un bloque donde las relaciones con los vecinos requieren ciertos dones diplomáticos.
Tenemos todo un planeta, por qué seguir identificándonos con trocitos cada vez más pequeños, por qué seguir obedeciendo al reptil que vive en nuestra cabeza, por qué cerrarnos puertas y posibilidades fuera de donde circunstancialmente nacimos.
Los nacionalismos y los patriotismos son sólo etiquetas con los que reducir nuestra inteligencia como auténticos Jíbaros sociales.

EL MAGO DENTRO DE NOSOTROS



En todos nosotros existe un mago. Este mago lo ve y lo sabe todo. El mago está más allá de los antónimos luz y oscuridad, bien y mal, placer y dolor. Todo lo que el mago ve tiene sus raíces en el mundo invisible. La naturaleza refleja los estados anímicos del mago. Puede que el cuerpo y la muerte duerman, pero el mago siempre está despierto.

El mago posee el secreto de la inmortalidad. Los magos son videntes. ¿Qué es lo que ven? La realidad en su conjunto y no en sus muchas partes. Empecé a observar la energía que toda persona irradia. Para entonces, la disposición fisica de la carne y los huesos ya casi había perdido toda su importancia, y pronto vi mundos dentro de mundos en todas las personas con las que me encontraba. Entonces me percaté de que “toda cosa viva es el Universo entero, sólo que vestida con un disfraz diferente”.

Llegará un día en que te darás cuenta de que “Dentro de ti puede encontrarse el Universo entero, y entonces serás un Mago. Como mago, tu no vives en el mundo, sino que el mundo vive en ti”. Esta persona independiente de ti con la que parece que estás hablando no es independiente de ti. “Somos una única persona, y en el nivel donde somos una única persona, ninguno de tus problemas existe”.
Dedica tiempo a meditar no sobre lo que ves, sino sobre ¿por qué lo ves? La primera lección se reduce a lo siguiente: “Mira más allá de tu Yo limitado para ver tu Yo Ilimitado! Perfora la máscara de la mortalidad y encontrarás al mago.

El mago está dentro de ti y solamente allí. Una vez le hayas encontrado, tú también serás un vidente. Pero lo que tú puedes ver se manifiesta en su momento, paso a paso. Antes de la visión está la sensación de que en la vida hay algo más de lo que estás viviendo. Es como una vocecita que susurra: “Encuéntrame”. La voz que llama está desprovista de emoción, es pacífica, contenta dentro de sí misma… y escurridiza. Es la voz del mago, pero es también tu propia voz.

Los aforismos de Merlín actúan con sutileza, como el agua que va penetrando la tierra. Esta primera lección habla de encontrar al “mago” y apreciar su punto de vista que es muy diferente del punto de vista que adopta la mente o las emociones. Las emociones sienten y reaccionan. Son inmediatas, como los tentáculos de una anémona de mar, que responden instantáneamente a las sensaciones.
El dolor causa contracciones emocionales; el placer hace que te extiendas y te sientas liberado. La mente en cambio, actúa de forma mucho menos inmediata. Lleva un inmenso fichero de recuerdos que revuelve de modo constante. compara lo nuevo con lo viejo y pronuncia un veredicto: esto es bueno, aquello es malo; esto vale la pena repetirlo, aquello no. Así pues, las emociones dan una respuesta inmediata, sin pensarlo antes, a cualquier situación de la misma manera que un bebé sonríe o llora espontáneamente.

La mente consulta su banco de recuerdos y da una reacción retardada. El “mago” no tiene ninguna de estas reacciones, ni la inmediata ni la retardada… Merlín sencillamente es. “Ve el mundo y le deja ser lo que sea”. Por consiguiente, “al aceptar el mundo tal como es, el mago lo contempla todo bajo la luz de la aceptación propia, que es la luz del amor”. Sin silencio no hay espacio para el mago. Sin silencio no puede haber ninguna apreciación real de la vida, que en sus tejidos interiores es tan delicada como un capullo de rosa cerrado. Cuando los mortales acudían a pedirle consejo a los magos, les empujaba el hecho de haberse fijado en que los magos no viven con miedo. Los magos aceptan, incluso reciben con alegría, lo que les sucede, sea lo que sea.

Mirad dentro de vosotros mismos, donde hay sólo paz. Así que el primer paso para entrar en el mundo de Merlín consiste en:

¿Crees que sabes qué es real? Antes de atreverte a afirmar eso, lee estas cifras


SÓLO PERCIBIMOS UN FRAGMENTO INSIGNIFICANTE DEL ESPECTRO ELECTROMAGNÉTICO, SÓLO ESCUCHAMOS UNA MINÚSCULA PARTE DE LAS ONDAS SONORAS, EL UNIVERSO ES CASI TODO INVISIBLE Y LAS COSAS ESTÁN FUNDAMENTALMENTE VACÍAS

Probablemente no es más que la costumbre –la habituación de miles de años como especie y la de la cultura en la que nacemos como individuos– la que nos hace ver el mundo de cierta forma y no de otra. Creemos comúnmente que el mundo es estable, sólido, tridimensional y está fundamentalmente compuesto sólo de lo que podemos ver, tocar, escuchar, oír y saborear. Pero esto es apenas una pequeñísima rebanada de la realidad: sólo percibimos un porcentaje de 1 en 10 billones del espectro electromagnético, por citar sólo un ejemplo. Es con este fragmento que reconstruimos la realidad y, más aún, es con este insignificante pedazo de todo lo que es que determinamos que existe una realidad determinada, correcta… y por default negamos todo lo demás. Es con este pequeñísimo reducto en la ventana del mundo que definimos el paisaje de la totalidad y que construimos todos nuestros conceptos: nuestra ideología política, nuestra cosmología, nuestra visión religiosa, nuestro comportamiento sexual, etcétera.

La realidad siempre será más de lo que podemos aprehender y quizás es imposible abarcarla toda, a menos de que nos podamos convertir en un gigante del mismo tamaño del universo. Dentro de esta carencia, sin embargo, queremos, incluso necesitamos, encontrar sentido y obtener seguridad –a riesgo de ser devorados por la incertidumbre o por el mismo vacío que constituye la inmensa mayoría de las cosas (¡las cuales de hecho están levitando sobre un campo electrostático y nunca realmente tocamos!):

99.9% de los átomos están constituidos por espacio vacío.

96% del universo es invisible, está compuesto de materia y energía oscura,mayormente desconocida para la ciencia.

Percibimos ondas electromagnéticas entre 430 y 70THz, esto es sólo 0.0035% de todo el espectro electromagnético.

Escuchamos sonido sólo entre 20Hz y 20 kHz. Algunos animales pueden escuchar frecuencias hasta cinco veces más altas y varias veces más bajas. El ámbito de lo que percibimos sobre el total del espectro de audio es igualmente inane. 

El neurocientífico David Eagleman escribe:

Cada organismo asume que su unwelt [su ambiente] es la totalidad de la realidad objetiva. Hasta que un niño aprende que las abejas disfrutan de señales ultavioletas y las cascabeles ven infrarrojo, no se vuelve obvio que existe gran cantidad de información transmitiéndose en canales a los que no tenemos acceso natural. De hecho la parte del espectro electromagnético visible para nosotros es menos de 1 en 10 billones del total. Nuestro sensorium es suficiente para movernos en nuestro ecosistema pero no más.

¿Cómo cambiaría nuestro concepto del mundo si pudiéramos ver la luz invisible? ¿Qué importante información en los extremos de los espectros de luz y sonido se nos revelaría?

sábado, 27 de febrero de 2016

Yo Soy, el Yo Soy («YO SOY» AMOR )


Ultimo vídeo que hemos creado, 
espero que os guste


EL ESTUDIANTE O INDIVIDUO QUE DESEE PROGRESAR RÁPIDAMENTE EN LA LUZ, NO DEBE JAMÁS DORMIRSE, HASTA QUE HAYA ENVIADO SU AMOR A TODO INDIVIDUO QUE ÉL CONSIDERE QUE LE HA DAÑADO EN CUALQUIER MOMENTO.
ESTE PENSAMIENTO DE AMOR SALE DERECHITO COMO UNA FLECHA HACIA LA CONCIENCIA DEL OTRO INDIVIDUO, PORQUE NO HAY NADA QUE LO PUEDA DETENER, Y GENERARÁ SU CALIDAD Y PODER ALLÍ DONDE HA SIDO ENVIADO.




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