martes, 28 de junio de 2016

Preceptos de Thich Nhat Hanh


1. No seas idólatra ni te ates a ninguna doctrina, teoría o ideología, incluso a las Budistas. Todos los sistemas de pensamiento son medios de guía; no son la verdad absoluta.

2. No creas que el conocimiento que tienes en este momento es la verdad inmutable, absoluta. Evita ser de mentalidad estrecha y atarte a los puntos de vista presentes. Aprende y practica el desapego de los puntos de vista para estar abierto a recibir los puntos de vista de los demás. La verdad se encuentra en la vida y no meramente en el conocimiento conceptual. Prepárate para aprender a través de toda la vida y a observar la realidad en ti mismo y en el mundo en todo momento.

3. No fuerces a los demás, ni siquiera a los niños, por ningún medio en absoluto, a adoptar tus puntos de vista, ya sea por autoridad, amenaza, dinero, propaganda o incluso educación. Sin embargo, por medio del diálogo compasivo, ayuda a los demás a renunciar al fanatismo y la estrechez.

4. No evites el contacto con el sufrimiento ni cierres tus ojos ante el sufrimiento. No pierdas la conciencia de la existencia del sufrimiento en la vida del mundo. Encuentra maneras para estar con aquellos que están sufriendo por todos los medios, incluyendo el contacto personal y las visitas, imágenes, sonido. Por tales medios, despierta tú mismo y a los demás a la realidad del sufrimiento en el mundo.

5. No acumules riqueza mientras millones están hambrientos. No tomes como el objetivo de tu vida a la fama, el provecho, la riqueza o el placer sensual. Vive simplemente y comparte el tiempo, la energía y los recursos materiales con quienes están en necesidad.

6. No mantengas ira u odio. Tan pronto como surgen la ira y el odio, practica la meditación sobre la compasión para comprender profundamente a las personas que han causado ira y odio. Aprende a ver a los otros seres con los ojos de la compasión.

7. No te pierdas en la dispersión y en el ambiente que te rodea. Aprende a practicar la respiración para recuperar la compostura del cuerpo y la mente, para practicar la atención, y para desarrollar la concentración y la comprensión.

8. No pronuncies palabras que puedan crear discordia y causar ruptura en la comunidad. Haz todos los esfuerzos para reconciliar y resolver todos los conflictos, aunque sean pequeños.

9. No digas cosas falsas por el bien del interés personal o para impresionar a las personas. No pronuncies palabras que causen desviación y odio. No difundas noticias que no sabes si son ciertas. No critiques o condenes cosas de las que no estás seguro. Habla siempre verdadera y constructivamente. Ten el valor de hablar sobre situaciones de injusticia, aun cuando hacerlo pueda amenazar tu propia seguridad.

Mantente en el aquí-ahora, en la observación, en la atención


Mantente en el aquí-ahora, en la observación, en la atención (Recordando lo que Es: 48)

La vida es el aquí-ahora, lo real; el aquí-ahora es la vida, lo real. Si percibes algo -lo que sea- fuera del aquí-ahora o de lo que en conexión con él corresponde, es sólo la mente generando una ficción. El pasado y el futuro son frutos de la imaginación. 

Ni siquiera existe el presente, pues si no hay pasado ni futuro, ¿dónde está el presente? 

Date cuenta: el aquí-ahora no puede ser pensado ni intelectualizado, pues en cuanto lo hagas ya te habrás situado en el pasado; el aquí-ahora sólo puede ser ¡vivido! Esto es lo único que existe: Vivir Viviendo. Por tanto, mantente en el aquí-ahora. Esto significa:

1º. Rompe con el hábito de abandonar la realidad viajando mentalmente por el tiempo.

2º. Observa lo que experiencias de instante en instante, estando atento a ello.

3º. No reacciones ante nada, no te dejes llevar ni arrastrar por los estímulos e impulsos externos.

4º. Percibe la frecuencia vibracional de las actitudes que creas en el aquí-ahora al vivir esas experiencias y modula tal frecuencia para que sea coherente contigo mismo, con lo que realmente eres.

5º. Permite que esas actitudes se plasmen en acciones, comportándote en consonancia con lo que en tu corazón e interior sientes en el preciso momento -ni antes ni después- en el que estás viviendo la experiencia que sea.

6º. Unido a ello, libérate de los sistemas de creencias instalados en tu cabeza que te dicen, de manera predeterminada y estereotipada, qué hacer y cómo comportarte.

Es una práctica simple. Y te reconecta contigo mismo: con lo que auténticamente siempre has sido, eres y serás; con tu estado original ajeno al tiempo y al espacio; con tu naturaleza divina, infinita, eterna; con la Sabiduría innata que posees en tu ser; con la Felicidad que no tiene causa porque es tu Estado Natural… 

lunes, 27 de junio de 2016

Yo Soy, el Yo Soy (Yo Soy, la Magna presencia de Dios en ti) 1ª parte



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EL VIERNES SUBIREMOS LA SEGUNDA PARTE DE

Yo Soy, el Yo Soy (Yo Soy es la Abundancia Divina) 


Hay que esforzarse por mantener tranquila en todo momento la expresión exterior; así sea entre amigos, parientes, socios o lo que sea, de cualquier condición o edad, pues cada vez que surge el impulso de discutir, criticar o resistir, es la señal de que la conciencia carnal se está entrometiendo para llamar la atención sobre ella. Ese es el momento de darle la orden de observar obediencia y silencio. Lo importante es conservarse en calma, en Gracia de Amor, Luz y Obediencia.




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Muestra siempre lo mejor de ti


En la calle, en las tiendas, en el metro o en las estaciones, no vemos más que semblantes apagados, herméticos, inexpresivos. ¿Es normal que los humanos manifiesten tan poca alegría al verse, y que se mortifiquen unos a otros con un espectáculo tan prosaico? ¿Por qué no se muestran más cálidos, más expresivos, más sonrientes, más vivos? y aún sin tener motivos para estar tristes o desdichados, solamente viéndoles, recibimos esas influencias y entonces llegamos al trabajo, o regresamos a casa, de mal humor, deprimidos, y transmitimos este estado a nuestros compañeros o a nuestra familia. Esta es la vida deplorable que continuamente los humanos se están creando entre sí.

¿Creéis que no es importante mostrar a todos aquellos con los que os relacionáis un rostro abierto, amigable, fraternal?

Esto es la verdadera poesía. Para ser verdaderamente poeta, no basta con escribir versos. El verdadero poeta es aquél que crea la poesía en su propia vida, esforzándose en introducir en ella la pureza, la luz, el amor, la alegría. Algunos dirán: “Pero, ¿cómo se puede sonreír, como se puede estar contento, si se piensa en todas las tragedias que agobian a la humanidad? ¡Y todas las desgracias que se encuentran en la calle!…”

¡Ah! ¿Creéis que se sentirán mejor si os ven con la cara larga?

Es evidente que hay que hacer algo para ayudar a los desgraciados. Pero si vosotros, que no sufrís privaciones, ni enfermedades, ni persecuciones, os paseáis con un semblante lamentable, ¿qué esperáis obtener de ello? Para ayudar a los demás, hay que empezar por presentarles, por lo menos, un rostro abierto, sonriente.

Gracias a la poesía, amamos a los seres y buscamos en ellos algo sutil, luminoso porque necesitamos mirar, sentir, respirar algo que nos apacigüe, que nos armonice, que nos inspire, ¿por qué los humanos nunca se preocupan de la penosa impresión que producen en los demás? Siguen ahí, apagados, gruñones, con los labios apretados, las cejas fruncidas, y aunque intentan mejorar su apariencia exterior con toda clase de trucos, su vida interior, prosaica, corriente, no deja de transparentarse.

El mayor secreto, el método más eficaz, es el amor, el amor que armoniza, que ilumina vuestro rostro y todo vuestro ser interior. Al salir, por la mañana, de vuestra casa, pensad en saludar a todas las criaturas del mundo visible e invisible. Y ya veréis como después, a lo largo del día, os sentiréis vivir en la poesía porque habréis enviado vuestro amor, y desde todas las regiones del espacio el amor retornará a vosotros multiplicado.

¡Cuántas cosas se pueden hacer para aportar a la vida belleza y poesía! No hay que dejarse acaparar por las preocupaciones y los asuntos materiales, sino reservar un poco de tiempo para consagrar las energías a todas esas actividades que darán sentido a vuestra existencia. Los humanos aún no lo han comprendido; hablan de amor, quieren ser amados, pero permanecen cerrados, apagados… ¡prosaicos, en una palabra! No saben cómo vivir esta vida poética gracias a la cual les amarán.

Si fueran más inteligentes, comprenderían hasta qué punto esta actitud es deplorable para ellos y para los demás.

23 frases de Buda


1- “Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado. Si un hombre habla o actúa con astucia, le sigue el dolor. Si lo hace con un pensamiento puro, la felicidad lo sigue como una sombra que nunca lo abandona.”

2- “Todos los actos incorrectos vienen de la mente. Si la mente cambia, ¿cómo podrían permanecer esos actos?”

3- “Mejor que mil palabras vacías, una palabra que traiga paz.”

4- “No vivas en el pasado, no imagines el futuro, concentra la mente en el momento presente.”

5- “No sobreestimes lo que has recibido, ni envidies a otros, el que envidia no tiene paz.

6- “La muerte no se teme, si se ha vivido sabiamente.”

7-“El odio no se termina con odio, se termina con amor, es la regla eterna”

8- “Guardar rencor es como sujetar un carbón caliente con la intención de lanzárselo a alguien más; es uno el que se quema.”

9- “Yo no creo en un destino para los hombres independiente a cómo actúen; creo que les alcanzará el destino a menos que actúen.”

10- “Es la mente de un hombre, no sus amigos o enemigos, la que lo lleva por los caminos del mal.”

11- “Así como una vela no brilla sin fuego, el hombre no puede existir sin una vida espiritual.”

12- “La paz viene de adentro, no la busques afuera.”

13- “La mente lo es todo. Lo que pienses, en eso te conviertes.”

14- “Solo hay dos errores que se cometen en el camino a la verdad: No empezar, y no llegar hasta el final.”



15- “Hay tres cosas que no se pueden ocultar por mucho tiempo: El sol, la luna y la verdad.”

16- “Para tener buena salud, encontrar la felicidad verdadera en la familia y traer paz a todos, el hombre debe primero controlar su propia mente. Si lo logra, habrá llegado a la iluminación, y toda la sabiduría y virtud vendrán naturalmente a él.”

17- “Nos moldean nuestros pensamientos. Aquellos con mentes libres de pensamientos egoístas producen alegría cuando hablan o actúan. La felicidad los sigue como una sombra.”

18- “Somos lo que pensamos, todo lo que somos se levanta con nuestros pensamientos. Con ellos, creamos el mundo.”

domingo, 26 de junio de 2016

“La inmovilidad y el silencio”


“Liberados de las tareas materiales más penosas, gracias al invento de máquinas y de aparatos cada vez más perfeccionados, los humanos deberían tener todas las condiciones para su desarrollo. 

En vez de esto, vemos cómo se desviven, se agotan como si se creyesen obligados a adoptar el mismo ritmo que sus máquinas. 

Es necesario para la economía del país, según dicen… Y así es cómo la economía prospera, mientras que ellos se van a los hospitales y a los cementerios.

Que dejen las máquinas funcionar, pero ellos que aprendan a detenerse para recargarse con energías puras. 

Sí, de vez en cuando, a lo largo del día, hay que pensar en hacer una pausa, dejar de moverse, de hablar e incluso de pensar. 

Si no, es cómo si dejásemos abiertos todos los grifos del agua, del gas y de la electricidad: pronto ya no quedaría nada, toda la energía se habría ido, los depósitos se vaciarían. 

La inmovilidad y el silencio sirven para llenar los depósitos. 

Más allá del silencio interior


Hay una técnica de meditación muy importante y que a menudo ejecutamos en las clases de yoga mental que doy y que se llama la meditación del silencio o la meditación en el ser. 

Es por excelencia una valiosa técnica de introspección para crear un espacio interior de silencio y desarrollar la sensación o presencia de ser. 


A través del silencio va uno abstrayéndose en la sensación de sí para cultivar la consciencia pura y desnuda de ser. Para llevar a cabo esta técnica nos basamos en principio en tres requisitos:

Desconectar durante unos minutos de los afanes, ocupaciones y preocupaciones de la vida diaria (por eso el mundo no se para).
Ignorar los pensamientos, sin ni siquiera oponernos a ellos, tomándolos como nubes que vienen y parten pero que no nos arrastran.

Poner toda la atención, energía e interés hacia uno mismo, para interiorizarse, hacer un espacio de silencio interior y conectarse con uno mismo.

No se trata de desarrollar el pensamiento de ser, sino la sensación del soy-vivo-existo. Cada vez que la mente se exteriorice, hay que tomarla y volcarla hacia adentro, para ir sumergiéndose más y más en el silencio interior y zambullirse en la sensación de ser. Así uno paulatinamente va consiguiendo la detención del cuerpo y de la mente y se va dando, como dicen los yoguis de la India, “un baño de sí mismo”. Este ensimismamiento resulta tranquilizante y gozoso, inhibe los pensamientos y nos permite trasladarnos a la mente quieta.

Otra técnica muy antigua de interiorización y abstracción es la denominada “hallar refugio en el propio corazón”. No nos referimos al corazón como órgano fisiológico, sino a esa zona del pecho que todos sentimos tan cercana e íntima. Ramana Maharshi hablaba del “corazón espiritual”, centro de energía y sede del Sí-mismo que está al lado del corazón. 

El ejercicio consiste en tratar de interiorizarse en esa zona, colocando la atención mental en la misma y tratando de zambullirse en uno, retrayendo los sentidos y haciendo caso omiso de cualquier actividad mental. Como reza la antigua instrucción yóguica: “Cuando los pensamientos cesan, se revela la luz del Ser”. De hecho la primera definición de yoga por escrito es: “La supresión de los pensamientos”, pues de esa manera el meditador se va estableciendo en su naturaleza original.

Pero, con ser importante, esa inmersión en el silencio interior y la presencia de ser, resulta insuficiente. Es un método más de investigación de sí y autodesarrollo, pero tiene que estar necesariamente complementado por un trabajo más amplio y definitivo, como el establecimiento de la atención en la vida diaria, la ética genuina, el trabajo sobre las reacciones emocionales, la autovigilancia en el devenir diario, el control sobre las palabras y actos, el autoconocimiento, el mejoramiento de la relación con los demás, el cultivo de la compasión y la lucidez. 

En suma, todo un trabajo sobre uno mismo que va mutando la consciencia. Hay además otras técnicas de meditación más allá de las del silencio interior que también es necesario practicar y que ayudan a desenvolver el entendimiento correcto o Sabiduría.