jueves, 28 de julio de 2016

EL CAMINO DEL AMOR


Según Christopher Hansard, autor del Arte tibetano de la serenidad, el mayor logro que todos conseguiremos en la vida es simplemente amar y ser amados. La compasión es la que nos ofrece la oportunidad de amar, por eso, si deseas seguir el camino que lleva al amor, debes conocer la naturaleza de la compasión. 

La compasión no es amor, aunque a veces confundamos una cosa con la otra, sino la absoluta bondad de la sabiduría que conoce la esencia del sufrimiento. En cambio, el amor es el gozo de la vida, tal como es. 

El poder de la compasión transforma el miedo. Para conocer la compasión, es necesario dejar de culpar a los demás, incluyéndose a uno mismo. Al hacerlo, aprendes a confiar en tu interior y tu corazón se abre permitiéndote conocer tu verdadera naturaleza, la cual ama sin miedo ni inseguridad.

Al desarrollar la serenidad, reconoce todo aquello que te hace estar de mal humor y elimínalo, hasta que sólo quede la serenidad en ti.

Reflexiona cada día un rato sobre lo siguiente: la verdad del amor es la verdad del universo. El amor es como la comprensión que se ilumina cada vez más a medida que contempla las numerosas verdades. Cuando en tu experiencia del amor conoces la verdad, esa misma verdad es la lámpara del alma que te revela los secretos de una terrible oscuridad.

Al afrontar los problemas de la vida, recuerda que estás simplemente iniciándote en los misterios del amor. Si te enfrentas a tus problemas con serenidad y amor, cada uno de estos misterios se te revelarán por sí solos.

miércoles, 27 de julio de 2016

“La tarde va unida a la mañana”


“Cuando os despertáis por la mañana, tenéis a veces el cerebro nublado y os resulta difícil encontrar nuevamente el contacto con los poderes creativos y luminosos de la vida. 

Esto depende mucho de la manera en que habéis vivido el día anterior y, en particular, las horas antes de acostaros.

La mañana va unida a la tarde, la tarde va unida a la mañana y cada momento debe estar preparado de antemano. 

Al igual que por la mañana debéis pensar en la tarde que viene, por la tarde debéis pensar también en la mañana siguiente. 

Es muy importante que por la noche, antes de dormiros, no os vayáis al otro mundo en cualquier estado interior, porque tenéis que presentaros ante potestades celestiales. 

Debéis pues prepararos para este viaje con el recogimiento y el silencio de vuestra alma. Y si, una vez acostados, sentís una perturbación, una angustia, no os quedéis en la cama. 

“10 Consejos que Recibimos Antes de Venir al Planeta”


Fragmentos extraídos de un libro sagrado budista.

10 consejos para poder estar preparado para la próxima vida:

1. Recibirás un cuerpo, puede gustarte o no, pero aunque no te guste, será tuyo todo el tiempo que estés en la Tierra, aprende a aceptarlo sea cual sea tu opinión sobre él.

2. Aprenderás lecciones, estarás inscrito de manera permanente a la escuela de la vida, por lo que cada día tendrás la oportunidad de aprender valiosas lecciones. Puedes amar esas lecciones o puedes en cambio considerarlas estúpidas e irrelevantes…

3. Nunca habrá errores, sólo y únicamente lecciones. El crecimiento es un proceso de ensayo y en el que tenemos que experimentar el error muchas veces. Los experimentos o experiencias fallidas son parte del proceso, así como las experiencias que nos instan a trabajar…

4. La lección se repetirá hasta que se aprenda, se presentará en diversas formas; y cuando la hayas aprendido, te moverás hacia la siguiente.

5. Las lecciones de aprendizaje son una tarea sin fin. No hay ninguna parte de la vida que no contenga lecciones. Si estás vivo, hay lecciones que deben ser aprendidas y enseñadas.

6. Siempre desearás estar mejor en otro lado, más que en el que estás, pero no encontrarás bienestar hasta que entiendas que el aquí es el único lugar.

7. Los otros son simplemente espejos de ti. No puedes amar u odiar algo de otra persona a menos que refleje algo que amas u odias en ti mismo.

martes, 26 de julio de 2016

“Neutralizar las corrientes negativas”


“La medicina continuará progresando y los laboratorios seguirán fabricando nuevos medicamentos. 

Pero continuará habiendo virus y microbios, el aire seguirá aún contaminado, los alimentos seguirán estando más o menos manipulados y, sobre todo, terribles tensiones psíquicas seguirán haciéndose sentir en el mundo. 

Así pues, tomad precauciones para no sucumbir.

Cualesquiera que fueren los acontecimientos, procurad preservar vuestro mundo interior. 

Acostumbraos a echar un vistazo dentro de vosotros mismos, varias veces al día, para aseguraros de que nada amenaza vuestro equilibrio, vuestra estabilidad. 

Aunque sólo podáis consagrar a ello uno o dos minutos cada vez, es suficiente, hacedlo. Y en cuanto sintáis un trastorno, una indisposición, intervenid.

Retiraos un momento a un lugar donde nadie pueda veros u oíros, cerrad los ojos, concentraos en una imagen que le hable a vuestra alma, pronunciad una fórmula que sepáis que va a ayudaros a volver a tomar posesión de vosotros mismos.

Si os encontráis en la calle, podéis deteneros delante del escaparate de una tienda, como si observarais los objetos que se exponen. 

El equilibrio


Todo equilibrio se sustenta desde un control de las emociones. Es aquí, desde este enfoque como sucede la calma, el sosiego real. Si queremos conseguir un equilibrio ecuánime con nosotros mismos respecto a cualquier suceso, podemos vernos reflejados en un estado de paz en el que la calma vuelve a recobrar el propósito natural al que pertenece; que es la calma misma. Esto lo vamos a intentar fotografiar textualmente para verlo en su mayor relieve. Cuando ocurre algo que dices que no te gusta, puedes observar que en un tanto por ciento bien grande, siempre se debe a una oposición tuya ante el hecho. Los hechos de la vida van a seguir sucediendo digamos o nos pongamos como queramos. Estamos tratando el tema desde un enfoque de sucesos continuos porque es así como se alimenta la vida si cabe la expresión.

Pero nunca vamos a defender ningún tipo de existencia que nos arrastre o nos lleve para cualquier lugar porque hay cosas elementales que nunca cambian y una de ellas es tu libertad de elección dada por tu libre albedrío. Dicho de otra forma: todo cuanto llega a tu vida lo has elegido tú en un cien por ciento. Aclarado esto proseguimos con el tema que nos ocupa. Algunos ven enseguida el absurdo de poner resistencia a las cosas que suceden, teniendo en cuenta que todo es elegido por uno. De todas formas, intentaremos exponer para aquellos que no vean el absurdo y quieran verlo. Porque el mismo tema que nos ocupa se va a hacer cargo de la situación para cuadrar ambos temas. Siguiendo aun de un tema para otro, añadimos que la forma en que eliges cómo suceden las cosas es a través de tus pensamientos, tus palabras, tus hechos, tus emociones, en definitiva tu forma de proceder ante la vida, o mejor dicho, en la vida, ya que Vida Eres.

Cuando sucede algo que dices que no te gusta y por tanto tiendes a cambiarlo, en muchas ocasiones se cambia, pero da la causalidad que se cambia por otra cosa que tampoco te gusta y a menudo llega un momento en que ya no quieres retocar más el/los sucesos. De todas formas el cuadro del aprendizaje sigue inacabado. El problema de que se acumulen sucesos (que podrían ser diferentes), viene precisamente por la oposición o resistencia hacia el mismo. La pregunta aquí es: ¿qué te impide fluir ante lo que llegue? Una enorme cantidad de personas aún tienen pendiente hacerse esta pregunta. ¿Será que no quieren recibir la respuesta por la carga avasalladora de honestidad a la que tendrían que enfrentarse? Es muy sencillo mirarlo así si queréis: cuando te opones a algo estas enfocado en oposición, y precisamente ésta es la misma puerta a la que estás llamando en tu experiencia, oposición tras oposición.

Y todo el mundo sabe cuáles son aquellas cosas a las que nos referimos que en nada te puede afectar directamente y por tanto no tendrían por qué alterar el control de tus emociones que es de lo que trata este escrito. Sabemos que aún las altera, es cierto, y por ello estamos intentando desmenuzar en lo posible el texto aunque de todas formas siempre queden flecos por recortar, más cosas por decir, ya que la vida no tiene fin. Proseguimos: imagina por un momento que está ocurriéndote en este instante un suceso que no deseas y que nada tiene que ver contigo y en él hay varias personas interviniendo. Recuerda que dices que no lo deseas y lo dices para ti y para nadie más: ¿te dice esto algo? Imagina que solo lo estás observando, sin emitir juicios, sin tomar partido, sólo observas. ¿Podrías pasar por esta nueva experiencia? ¿Cuál es el miedo? ¿Lo que piensen los otros?
Si cada uno está sumergido en sus propias películas. . .

¿Entiendes a dónde queremos llevarte? En un caso como éste, solo tienes dos opciones: aceptar o sufrir. Recuerda que nadie elige por ti. No hay sufrimiento que no nazca desde una queja. Comienza en queja, viene enseguida el sufrimiento y con él, el juicio. Mira cuántas cosas has llamado a tu vida en breves instantes. Y después te quejas diciendo que tú no eliges nada, que todo lo eligen los demás por ti. ¿Otra queja? ¿Más sufrimiento? ¿Más juzgar a la Vida? ¿A que parece una película sin fin? Para aquellos que se hayan respondido a esta última pregunta con un sí, están de enhorabuena por saber que es precisamente eso, una película, una ficción, el montaje de tu vida, el guión elegido cada día… Pero cansa, ¿verdad…? ¿Cansa más que la observación? Dejamos esto en el aire.

“Si aumentas la conciencia, los cambios en tu vida vienen solos”

Vivir las crisis con plenitud es posible, afirma Jon Kabat-Zinn, promotor del mindfulness en occidente. Es más, según dice, si aumentamos la conciencia, los cambios en nuestra vida vienen solos.
Pero no se queda en una afirmación vaga e imprecisa, sino que este investigador lleva años dedicando su vida a evidenciar científicamente algo que la experiencia humana reconoce desde hace años: la exploración, la introspección y la conexión profunda nos ayudan a generar cambios duraderos.
Así, según afirma en una entrevista concedida al periódico español de La Vanguardia, gracias al mindfulness o, lo que es lo mismo, la conciencia plena, logramos prestar atención de manera activa al momento presente sin juzgar.
A través del desarrollo de esta capacidad logramos abrazar la realidad de las cosas, lo cual resulta curativo y transformador a todos los niveles, ya que incluso se produce una transformación neurológica.
mujer en un mar frío

El mindfulness no es cosa de gurús

Aunque suene rimbombante y alternativo, detrás del término mindfulness hay una gran cantidad de investigación científica médica y psicológica que fundamenta que esta conjunción de la meditaciónzen y la vipassana es altamente beneficiosa para nosotros.
Los profesionales especializados y homologados en mindfulness dan cuenta de pacientes que logran el control del dolor crónico, de la ansiedad, del pánico  y de otro tipo de dolencias físicas y psíquicas.
Podríamos decir que la atención plena propone aumentar nuestra consciencia para lograr un cambio de actitud, de perspectiva y de vida. No nos dicen que nos enamoremos de la vida, sino que la aceptemos y la experimentemos como tal.
Este es un enfoque novedoso porque prácticamente la totalidad de nuestras disciplinas sanitarias de occidente están orientadas a la eliminación de los síntomas, al alivio de la incomodidad, a la destrucción del caos y a la necesidad de normalidad”.
mujer con mariposas

Sostener la experiencia desde la presencia

En la escuela nos enseñan a pensar para resolver pero, sin embargo, la atención plena busca que simplemente se experimenten las vivencias para lograr el cambio o la profundización en lo que es uno mismo y en lo que hay a su alrededor.

lunes, 25 de julio de 2016

Si la vida te da personas maravillosas es porque lo mereces


Si la vida te da personas maravillosas es porque las mereces, porque las cosas buenas no caen del cielo porque sí. También tú eres un artesano de la reciprocidad y del vínculo que se crea desde el corazón, y ante todo, te preocupas por cuidar de todo aquello que deverdad, vale la pena en tu vida.
Algo que resulta curioso es que con la amistad, ocurre casi lo mismo que con el amor: las personas creen saberlo todo. Se ven a sí mismas como poseedoras de un doctorado en relaciones y la maestría en la sabiduría de la afectividad. Sin embargo, son incapaces de leer la decepción en esas arrugas de más en la mirada de sus parejas o la apatía de esos supuestos amigos del alma, que dejaron de confiar hace mucho en él o ella.
Personas maravillosas son aquellas que aman tus cenizas sin conocer tus incendios, que entran en tu vida sin avisar y que deseas que jamás salgan de ella. Las personas más excepcionales están junto a ti no por casualidad, sino porque las mereces, porque sabes muy bien cuánto vale su alma y la nobleza de sus corazones.
Si a día de hoy tenemos a nuestro lado figuras que enriquecen nuestras vidas es porque nosotros SÍ entendemos cómo funcionan esos cimientos que erigen el respeto, la magia de los silencios compartidos o del dejarlo todo cuando las penas asaltan a ese rostro que tanto apoyo nos ha transmitido con la mirada y las palabras.
Los amigos no se tienen como quien acumula amistades en un perfil de Facebook. La amistad, como el amor, se cuida todos los días y uno se preocupa por alimentar sus raíces, para que ese vínculo sea fuerte, digno y capaz de hacer frente a cualquier tormenta.
Los habitantes de nuestras patrias personales son como esa rosa que el Principito atiende con dedicación en su pequeño planeta sabiendo que es diferente a cualquier otra, sencillamente, porque es la suya.
rosa-bajo-cristal
Las personas maravillosas pueden aparecer de casualidad, eso es algo que todos hemos experimentado alguna vez, pero el que permanezcan a nuestro lado es algo que solo el tiempo dirá. No podemos olvidar que en toda patria hay batallas y diferencias, en todo mapa personal hay cicatrices y también huellas que dan luz y forma a lo que somos ahora.
El amor y la amistad que nos ofrecen esos seres excepcionales nos define también a nosotros mismos, porque compartimos las mismas historias, porque hemos caminado por los mismos senderos, sabemos lo que valen y los merecemos también por ello.
Los amigos no se tienen como quien acumula amistades en un perfil de Facebook. La amistad, como el amor, se cuida todos los días y uno se preocupa por alimentar sus raíces, para que ese vínculo sea fuerte, digno y capaz de hacer frente a cualquier tormenta.