lunes, 7 de noviembre de 2016

Nada que pretender, nada que demostrar…..Unicamente SER


No hay momento más liberador que aquel en el que nos damos cuenta de que no vale la pena vivir de pretensiones, de posturas o poses y menos aún vivir para demostrar nuestra valía ante los demás.

Somos todos seres únicos, con cualidades particulares, con propósitos diferentes, pero dentro de esos propósitos no existe la posibilidad de basar nuestras vivencias en el qué dirán, en imposiciones ajenas y menos en darle prioridad a las opiniones y preferencias de los demás para tomar decisiones trascendentales que solo nos competen a nosotros.

Sentirnos plenos y dedicarnos a vivir es uno de los mayores retos, olvidarnos de estereotipos, dejar de lado las pretensiones, el querer aparentar, es el camino más corto para estar a gusto con nuestras vidas.

Seamos humildes y dejemos el ego a un lado, ése que se encarga de decirnos al oído que vinimos a demostrar quienes somos a los demás, que si no llegamos a cubrir las expectativas ajenas, podemos fingir lo que no tenemos, actuar o utilizar cualquier recurso que nos asegure la aceptación de quienes nos importan o bien de quienes tienen algún tipo de influencia en nuestras vidas.

Sentirnos más o menos que otra persona es una demostración de que no entendemos nuestra  esencia, que no entendemos que somos uno con el resto, que nuestros roles en este plano no son más que eso, interpretaciones que nos permiten evolucionar, pero que a fin de cuentas todos somos iguales y más complejo aún, todos somos uno.

No tiene sentido distraernos con cosas efímeras, vale la pena darle la justa prioridad a las cosas, entender que no somos nuestra profesión, que no somos nuestra posición social y que la vida no se basa en acumular cosas, sino momentos, sentimientos, afectos y todo lo que nos engrandece el espíritu.


Permítete ser en toda su expresión, permítete sentir, aflorar tus emociones, equivocarte y rectificar, permítete caer y levantarte, permítete nutrirte con cada experiencia. Entiende las dinámicas de la vida y para qué estás aquí. El propósito de cada uno de nosotros es sencillamente ser feliz. 

Nos complicamos la vida por estar todo el tiempo inconformes con lo que somos, por no aceptarnos o no aceptar la circunstancia que vivimos, siempre buscando algo, queriendo alcanzar algo que no tenemos o recuperar lo que perdimos, desaprovechando esta bella oportunidad.

Todo lo que buscamos fuera, lo llevamos dentro, solo hay que saber mirar…

La casualidad no existe, existe la sincronicidad (o causalidad)


A todos nos ha pasado en alguna ocasión una coincidencia que parecía tan improbable que nos resulta mágica y epifánica, como si existieran conexiones entre sucesos, personas o información a través de hilos invisibles que tan sólo podemos vislumbrar por momentos.

Seguro que alguna vez te ha pasado que un libro o un anuncio publicitario te han dado la respuesta a esa duda que continuamente te estabas planteando, que ibas a llamar por teléfono a una persona y en ese mismo instante, es ella la que te llama, que has tenido un encuentro inesperado en un lugar inesperado o que has encontrado a la persona exacta cuando la necesitabas apareciendo de la nada… Esto no es casualidad, sino sincronicidad, uno de los aspectos más enigmáticos y sorprendentes de este universo.

¿Qué es la sincronicidad?

El psicólogo Carl G. Jung fue quien acuñó el término de sincronicidad, refiriéndose a “la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera no causal”, como la unión de los acontecimientos interiores y exteriores de un modo que no se puede explicar pero que tiene cierto sentido para la persona que lo observa.

Jung llegó a la conclusión de que hay una íntima conexión entre el individuo y su entorno, que en determinados momentos ejerce una atracción que acaba creando circunstancias coincidentes, teniendo un valor específico para las personas que la viven, un significado simbólico. Son este tipo de eventos los que solemos achacar a la casualidad, la suerte o incluso a la magia, según las perspectivas que tenemos.

La sincronicidad nos representaría en el plano físico por ejemplo, la idea o solución que se esconde en nuestra mente, maquillada de sorpresa y coincidencia, siendo de esta manera mucho más fácil alcanzar.



Una experiencia sincrónica suele venir a nuestras vidas cuando menos nos lo esperamos, pero en el momento exacto, cambiando en ocasiones la dirección de nuestras vidas e influyendo en nuestros pensamientos. Pero para ello, tenemos que estar receptivos y atentos al mundo que nos rodea, creando la apertura a esa posibilidad de sincronicidad.

Cuanto más alertas estemos con respecto a nuestro entorno, más probabilidades habrá de que ocurra la sincronicidad a nuestro alrededor o al menos, que le prestemos atención… desde pequeñas conversaciones, canciones de la radio o mensajes publicitarios, por ejemplo, hasta encuentros aparentemente “fortuitos”.

domingo, 6 de noviembre de 2016

LA MUERTE, SIMPLEMENTE ES UNA ILUSIÓN NACIDA DE NOSOTROS MISMOS....


El profesor Robert Lanza, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte, está seguro de que con la ayuda de la física cuántica y la teoría del biocentrismo, puede probar que la muerte, es una ilusión creada por nuestra mente.

La gente cree que las principales condiciones para la vida, es la actividad en el cuerpo que se compone de carbono y moléculas. Vivimos el tiempo que están activos, y luego morimos y nuestro cuerpo se pudre en el suelo así lo señalo este científico.

Según Lanza, la fe del pueblo en la venida de la muerte es debido al hecho de que se les ha enseñado desde la infancia que la muerte llega en cualquier momento, y el hecho de que la conciencia humana está "programada" ha que la vida depende de los órganos internos. 

Sin embargo, la teoría del biocentrismo explica lo siguiente: la muerte no es lo que la gente está acostumbrada a entender por esta definición.

Los aspectos de la física cuántica y la teoría de biocentrismo es que ciertos eventos no se pueden predecir con exactitud, debido a que hay un número infinito de diferentes resultados con diferentes probabilidades. 

Cada uno de estos posibles resultados corresponden a diferentes universos. Entre los científicos existe la percepción de que hay un multiverso de universos - un conjunto hipotético de todas las posibles vidas reales en mundos paralelos en el y en diferentes universos.

Robert Lanza argumenta que la vida y la biología son centrales a la realidad, y lo que la vida crea el universo, y no al revés. De acuerdo con la teoría de biocentrismo, la muerte, tal como la entendemos - es una ilusión creada por nuestra mente. 

Esto significa que la conciencia humana determina la forma y el tamaño de los objetos en el universo.

Desde el punto de vista de la teoría del espacio e tiempo y el biocentrismo, unas "herramientas simples de nuestra mente." La adopción de esta teoría le ayudará a una persona a entender que la muerte no existe.

Los teóricos creen que el mundo multidimensional precede al universo físico, que genera y además afecta a todos los procesos. Desde el punto de vista de la multidimensionalidad puede argumentar que cada uno de los eventos posibles desarrollos en el otro universo relacionados. 

“Personas insoportables”


“¿Quién de entre vosotros no tiene a su alrededor, o incluso en su familia, algunas personas a las que le resulta difícil soportar? 

Pero en lugar de quejarse y recriminar, debéis considerar estas personas insoportables como otras tantas buenas ocasiones para esforzaros y aprender a amar. 

En efecto, es un aprendizaje.

Un día, cuando dejéis la tierra y os presentéis ante las entidades celestiales, éstas os preguntarán: 

«¿Por qué no habéis tenido más amor hacia vuestros semejantes?» 

Y no creáis que os justificaréis diciendo que son desagradables y antipáticos… 

porque os dirán: «No, ésta no es una razón. 

El Cielo te dio grandes riquezas, recibiste brazos, piernas, orejas, una boca, ojos y sobre todo un cerebro, pero en lugar de utilizarlos para ser útiles a los demás, te conformaste con criticarles y despreciarles. 

– ¡Pero eran tan miserables! – 

Elimina las toxinas de tu cuerpo con estos consejos


En los tiempos modernos nos hallamos sometidos a las más variadas formas de contaminación. Permanentemente estamos expuestos a toxinas en todas partes donde estamos o a donde vamos.

Fábricas lanzando desechos tóxicos a la atmósfera, productos cosméticos con exceso de químicos, alimentos cultivados con pesticidas… ¡Es prácticamente imposible librarse de todo eso que contamina! Y lamentablemente nuestro cuerpo asimila y acumula con mucha facilidad sustancias tóxicas principalmente en colon, hígado y pulmones que la mayoría de las veces no es capaz de eliminar.

Nuestro sistema digestivo “envía información” al resto de los sistemas del cuerpo, y es por eso que una alimentación natural y sana puede ayudarnos a eliminar residuos tóxicos y a estar saludables. Limpiar nuestro cuerpo de estos desechos indeseados nos hará sentir mejor y mejorará nuestra salud.

Pon en práctica estos consejos durante tres días para desintoxicar tu organismo.


Ayuno a base de líquidos

Si te gustan los jugos y los batidos, este método de desintoxicación es el ideal. Simplemente se trata de reemplazar las comidas de todos los días por agua, jugos de vegetales y frutas e infusiones, durante un día. Esto contribuye no sólo a la eliminación de toxinas, sino también de células muertas, rejuvenece la piel y revitaliza el organismo devolviéndote vitalidad y energía.

Utiliza naranja, manzana, uva y remolacha. Actúan como laxantes suaves, ayudan con los problemas de riñón, favorece la circulación y cicatrizan.
Es importante que nuestra dieta sea rica en cítricos, ya que son frutos con alto contenido en vitamina C, la cual ayuda a eliminar los radicales libres que pueden desencadenar congestión pulmonar.


Limpieza de Hígado

Los vegetales para la limpieza del hígado deben incorporar más alimentos verdes y amargos. Los mejores son zanahorias, apio, limas, limones y betabeles. Las especias que tienen efectos de limpieza en el hígado incluyen azafrán, romero, cayena, comino y curry. Es importante evitar el café, la leche y los refrescos sustituyéndolos por agua purificada y/o jugo de manzana. También puedes agregar batidos de albaricoque, pera y banana.


Limpieza con alimentos crudos

sábado, 5 de noviembre de 2016

LOS SERES HUMANOS EMITIMOS LUZ (Y ESA LUZ DICE MUCHAS COSAS)


A mi juicio uno de los descubrimientos científicos más fascinantes del siglo XX fue el realizado por Alexander Gurwitsch, quien primero notó que los seres vivos emiten luz. En 1923, Gurwistch, quien también descubriera los campos morfogenéticos, observó por primera vez una emisión de luz ultra débil dentro del rango de la luz ultravioleta; llamó a esto "radiación mitogenética", al considerar que estaba relacionada con la división celular y el desarrollo morfológico del organismo; según Gurwistch la luz permitía que el campo morfogenético controlará el desarrollo embrionario. El descubrimiento, polémico y visionario, cayó mayormente en el olvido hasta que en la década de los setena, el científico alemán Fritz Albert Popp lo retomara.

Popp confirmó las observaciones de Gurwistch utilizando tecnología de "foto-multiplicación" ultra sensible  (más tarde otros científicos lo replicarían) y logró comprobar que el ser humano también emite luz, esto es lo que hoy se conoce como biofotones. Popp explica (1986):

Prácticamente todos los organismos emiten luz a un ritmo estable desde unos pocos fotones por célula al día hasta varios fotos por organismo por segundo. Un creciente número de observaciones en los últimos 15 años en diferentes laboratorios en todo el mundo sugieren que los biofotones son emitidos por un campo coherente de fotones dentro de los sistemas vivientes. Los organismos son emisores y muy probablemente también receptores de señales electromagnéticas que parecen ser esenciales para su funcionamiento.


La teoría de Popp sugiere que las células almacenan la luz del Sol y la luz que reciben de otros organismos y que el tiempo que logran almacenar la luz está relacionado a la duración y a la salud de la célula. Tenemos aquí las bases de un nuevo vitalismo. Lo anterior aplica también a la fuerza nutritiva que tienen los alimentos. "Es muy probable que la calidad de la comida sea mejor cuanto mayor sea su capacidad de almacenar luz, y por eso medimos capacidad de almacenar luz", dice Popp.

En un trabajo para un conferencia, junto con la bióloga Mae Wan Ho, Popp hace referencia a la concepción de la vida de Albert Szen-Gyorgi, quien es considerado el padre de la bioquímica moderna: "la vida es la interposición entre dos niveles de energía de un electrón: el estado base y el estado excitado y, más aún, ya que es el electrón el que recorre el circuito, la vida en realidad es una pequeña corriente eléctrica dando vueltas y conectando a toda la naturaleza con el Sol y la Tierra".

Esto parece coincidir con  la idea del famoso físico austriaco Erwin Shrödinger, quien postuló que las células vivas conservan altos niveles de organización absorbiendo "orden" del ambiente y este "orden" es obtenido de de la luz del Sol. A esta visión de la vida como la conexión electromagnética entre el Sol y todos los seres vivos, hay que añadir la también poética observación de Popp de que las células justo antes de morir incrementan su radiación biofotónica de manera exponencial, como si fueran supernovas. Millones de pequeñas estrellas mueren y nacen cada instante en nuestro cuerpo. Esto sugiere que una célula muere cuando pierde su capacidad de almacenar

Observaciones subsecuentes, han hecho que Popp considere que el grado de organización coherente de la emisión biofotónica de un organismo se correlaciona con la salud del mismo. Células cancerígenas, por ejemplo, carecen de coherencia; personas con esclerosis múltiples absorben demasiada luz y tienen un exceso de coherencia; personas en estado de estés igualmente emiten biofotones a ritmos acelerados en un esfuerzo por recobrar el equilibrio del organismo, el cual puede agotar las reservas de energía biofotónica en las células.

El hijo de Fritz Popp, Alexander, en una entrevista explica la relación entre el cáncer y la coherencia de la luz vital del organismo:


El cáncer es una falla en la comunicación entre las células que determinan el ritmo de crecimiento de manera precisa... El cáncer es entonces un error de coherencia que ocurre en la comunicación que se lleva a cabo a través de la luz. Y esta falla de consistencia puede detectarse por una medición, como lo hemos hechos en tiempos recientes.

Lo anterior nos sugiere que la salud es un estado de coherencia, es decir, de simetría y ritmo comunicacional entre las células que hablan un lenguaje de luz. En una investigación científica reciente publicada en jornal Gerontology and Geriatic Research, Hugo Nigil concluye que "Una síntesis de la investigación biofotónica actual, sugiere que los fotones ultra débiles en las células son los portadores de toda la información dentro de las células y los organismos". Popp va más allá y sugiere que esta misma luz que parece orquestar los procesos metabólicos y el crecimiento del cuerpo es también lo que gobierna nuestra conciencia.

Uno podría preguntarse si los resultados de la teoría de la relatividad están basados en un "mundo real" o en la conciencia y en sus interacciones con este mundo real. Esto tendría algunas consecuencias en el hecho de que la velocidad de la luz es considerada una constante natural fija. ¿Qué sucedería, por ejemplo, si las distancias entre los pares bases del ADN cambiaran? ¿Tendría esto un impacto en la velocidad de la luz? ¿Tal vez sea que la velocidad de la luz es constante ya que la luz es el factor que rige los procesos que determinan nuestra conciencia?

CIENTÍFICOS DEMUESTRAN QUE EL ALMA NO MUERE, SINO QUE VUELVE AL UNIVERSO


Dos científicos de renombre internacional dicen que pueden probar la existencia del alma.

La consciencia es el conocimiento inmediato que tenemos de nosotros mismos, de nuestros actos y reflexiones, pero también la capacidad de los seres humanos de verse y reconocerse a sí mismos y de juzgar sobre esa visión y reconocimiento. Su naturaleza es profundamente misteriosa y posee implicaciones existenciales, médicas y espirituales. 

El doctor Stuart  Hameroff, que es emérito en el Departamento de Anestesiología y Psicología así como Directivo del Centro de los Estudios de Conciencia de la Universidad de Arizona, en la ciudad de Tucson, Estados Unidos, y su colega, Sir Roger Penrose, físico matemático en la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, han estado trabajando desde 1996 en una teoría cuántica de la conciencia, que establece que nuestras almas están contenidas en estructuras llamadas microtúbulos, que viven en nuestras células cerebrales.

La idea nace de que el cerebro es una computadora biológica, con cien billones de neuronas cuyas conexiones sinápticas actúan como redes de información.

Sus conclusiones apuntan a que nuestras experiencias de conciencia son el resultado de los efectos de la gravedad cuántica en los microtúbulos, un proceso que llaman reducción objetiva orquestada (Orch-­OR).



La comunicación entre neuronas mediante la secreción de neurotransmisores se realiza a través de vesículas sinápticas distribuidas a lo largo de sus axones. El citoesqueleto de las neuronas juega un papel clave en la dinámica de estas vesículas. Hameroff y Penrose proponen que los microtúbulos, las unidades más pequeñas del citoesqueleto, actuan como canales para la transferencia de información cuántica responsable de la consciencia.

Hasta ahora había un cierto consenso científico en considerar que la consciencia emergió como una propiedad de los organismos biológicos durante la evolución. Sería, por tanto, una adaptación beneficiosa que confiere una ventaja evolutiva a las especies conscientes. En cambio, la teoría Orch OR afirma que la consciencia es una característica intrínseca de la acción de un universo no computable.

Según un reportaje publicado por el Daily Mail, en una experiencia cercana a la muerte,