viernes, 16 de diciembre de 2016

7 cosas que haces hoy de las que te arrepentirás dentro de 10 años


El ritmo de vida que ha impuesto la sociedad puede llegar a ser agobiante. Inmersos en numerosos compromisos y responsabilidades, es fácil perder de vista las cosas más importantes. De hecho, pasamos gran parte de nuestra vida sin ser conscientes de que, a medida que pasa el tiempo, menos oportunidades tenemos para remediar los errores cometidos, por lo que es esencial encontrar un equilibrio aquí y ahora que nos permita satisfacer nuestras necesidades y, a la vez, ser más felices. Así podremos mirar al futuro con ilusión y encaminarnos hacia él con la certeza de que no tendremos grandes arrepentimientos.

El pasado no existe, el futuro es incierto, solo tenemos el hoy

1. Descuidar a los amigos. 
El tiempo pasa y postergamos todas aquellas cosas que no son urgentes. Como resultado, nos vemos atrapados en un sinfín de pequeñas tareas que en realidad no nos aportan mucho pero que se convierten en un agujero negro por el que se escapa nuestro tiempo. Como resultado, nos vamos alejando de los amigos, de manera que nuestro círculo social se va reduciendo cada vez más. Sin embargo, es importante no descuidar a esas amistades sinceras y profundas, a los amigos de la infancia y la juventud, para que un día, cuando lo necesites y mires a tu alrededor, no te encuentres solo.


2. Darse por vencido en una relación de pareja.

Después de la fase de enamoramiento llega la etapa de compromiso y trabajo duro, que es precisamente cuando las personas suelen tirar la toalla. De hecho, prácticamente todos hemos roto con una persona significativa que, al cabo del tiempo, nos hace preguntarnos qué habría pasado si no nos hubiéramos dado por vencidos tan pronto. Por eso, cuando creas que una relación merece la pena, haz todo lo posible antes de tirar la toalla y, lo que es aún más importante, vívela plenamente ya que de esta forma, si en algún momento llega a su fin, no tendrás nada de qué arrepentirte.


3. No controlar el nivel de estrés.

El ritmo de trabajo y las obligaciones familiares pueden llegar a asfixiarnos. Sin embargo, inventamos pretextos para no prestarle atención a esas primeras señales de estrés y seguimos recorriendo la vida por el carril rápido. Más temprano que tarde ese estrés nos pasará factura porque es una auténtica incubadora de enfermedades. Por eso, para que dentro de 10 años no te arrepientas de no haber parado a tiempo, es importante que aprendas a organizarte, que no te sobrecargues de planes que no puedes cumplir y que te desconectes de vez en cuando para que puedas relajarte y recargar las pilas.


4. No tomar decisiones por miedo. 

El miedo es la emoción más paralizante que existe, pero no podemos dejar que domine nuestras vidas hasta el punto que dicte nuestras decisiones. Si el miedo al rechazo social, a no ser lo suficientemente bueno, a arriesgar o a equivocarnos son los patrones en los que nos basamos para decidir, podemos estar seguros de que dentro de 10 años nos arrepentiremos de esas decisiones. Por supuesto, no se trata de lanzarse por un acantilado sin paracaídas pero debemos ser capaces de conectar con nuestro “yo” más profundo y descubrir exactamente qué queremos lograr en la vida, encontrar esas cosas que nos apasionan e ilusionan y atrevernos a alcanzarlas.


5. No decir lo que sentimos a las personas que amamos.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

El conocimiento del Sí Mismo (Parte III)


La sobreimposición (adhyasa) o las falsas identificaciones (upadhis)
Sólo se puede conocer (objetivamente) lo que no se es, porque lo que se es no es una realidad objetiva que pueda ser conocida, percibida o imaginada.

Aquello que puede ser descrito no puede ser usted y lo que usted es no puede ser descrito. Sólo puede conocerse a sí mismo siendo sí mismo sin ningún intento de auto-definición o auto-descripción. Una vez que ha comprendido que usted no es nada perceptible o concebible, que todo cuanto aparece en el campo de la conciencia no puede ser usted, entonces se dedicará a la erradicación de toda auto-identificación (Nisargadatta) (56).

No somos el cuerpo, ni nuestros pensamientos, sentimientos, experiencias, etc., pues todo ello son realidades cognoscibles y experimentables, mientras que el yo que permanece ―el que permite decir en cada momento de la existencia: "Yo soy"― no es ningún contenido particular de experiencia sino el factor inobjetivo mismo que los sustenta: la Conciencia o el experimentador puro en sí. El movimiento de la auto-indagación (vichara) adopta, de este modo, una metodología negativa: neti-neti = ni esto, ni aquello. "Yo no soy esto, yo no soy aquello... ¿Quién soy yo?".

 No soy esto o aquello porque no soy ningún contenido objetivo, nada cognoscible o experimentable. Puedo saber de mi cuerpo ―afirma el jñani―, por ello, no lo soy. Puedo atestiguar mis pensamientos, emociones y sensaciones, por lo tanto, no los soy. Incluso las afirmaciones últimas del Vedanta ―"Yo soy Brahman", etc.―, como tales juicios, como contenidos de conciencia, ocultan al Yo real. "Ninguna auto-definición es válida. Despréndase de todas las ideas sobre sí mismo ―insiste Nisargadatta―, incluso de la idea de que usted es Brahman" (57); pues en tanto que "idea" oscurece la identidad última supraobjetiva.

El camino de regreso hacia sí mismo pasa por la desidentificación, por la negación y el abandono:

Del mismo modo que un niño no nacido no puede conocer la vida tras el nacimiento puesto que no tiene en su mente nada con lo que formar una imagen válida, así también la mente es incapaz de pensar en lo real en términos de lo irreal excepto mediante la negación: "no esto, no aquello". El obstáculo es aceptar lo irreal como real (Nisargadatta). (58)
Esta vía negativa consta de dos momentos internos:

―Viveka: el discernimiento entre lo falso y lo verdadero, que se logra cuando se ve lo falso como falso.

―Vairagya: el desapego o abandono de las falsas identificaciones. Este desapego no es resultado de un acto volitivo posterior a viveka; acontece espontáneamente con la comprensión de la insubstancialidad de las identificaciones a las que previamente se había otorgado realidad. Viveka conlleva vairagya.

Conviene advertir que, si bien viveka es una discriminación racional, mental, ello no contradice la afirmación advaita de que la mente no puede alcanzar al Yo ―dado que éste no puede ser nunca un objeto conocido―.

YA ESTÁS EN UN NIVEL SUPERIOR DE CONCIENCIA


Si ahora mismo te has parado a leer este artículo, es porque efectivamente ya estás en un nivel superior de conciencia. Y por si tienes dudas, te voy a mostrar unos puntos que delatan que claramente ese así.

Si hay una cosa que sabemos todos sin lugar a dudas, es que toda la vida es un proceso evolutivo. Todo, desde la partícula más pequeña de la existencia del universo en su conjunto está en el proceso de la evolución.

La inmutabilidad es la única verdad. La expansión es el punto. La única pregunta es si está o no está sucediendo consciente o inconscientemente.


Como es el caso ante cualquier avance – ya sea deportivo, intelectual o espiritual – ciertos signos comenzarán a aparecer después de una cantidad en concreto de práctica que se haya dispuesto para ese fin, y comenzarán a salir, o deberían, en tu comportamiento diario. Si no lo hacen, entonces no has condensado todavía la plena comprensión, el concepto no ha hecho su camino plenamente al nivel de acción.

Si bien no es, en realidad, ningún nivel real “superior” de la conciencia (esto es una idea del ego basado en la comparación), hay sin duda, diferentes modos de ver el mundo, dando como resultado, por supuesto, los diferentes modos de estar en el mundo, esos modos de ser donde nos abran a una mayor relajación, a la armonía y al equilibrio interno, así como el mundo exterior continúa en la manera que siempre lo ha hecho. Esto demuestra que ha habido un cambio interior.

¿Cómo sabemos cuando estamos preparados para conseguirlo? 

Aquí te presentamos 5 conductas que demuestran que estás llegando a un nivel superior de conciencia:



1 -La pérdida de interés por los cotilleos

Una vez que comienzas el despertar, la negatividad se hace mucho más evidente, sobre todo cuando llega en forma de chisme. Ya no tiene el poder de seducirte en la forma que alguna vez lo hizo. Puedes escuchar el egoísmo de esos cotilleos, el juicio y la necesidad inconsciente de sentirse superior por parte de el que hace el cotilleo, y el poder para agraviar a los demás. La diferencia entre alguien que declara los hechos como han sucedido, por un razón, y alguien que habla por hablar en beneficio de su ego es muy claro, es por eso que poco a poco encuentras menos interesante participar en ese ambiente.

2 -Una pérdida de interés en los hábitos destructivos

La diferencia entre el corto plazo y la satisfacción a largo plazo comienza a revelarse. Ciertas cosas que te hacen sentir “bien” en el momento presente (como con el hábito de los cotilleos) no conducen a una vida más feliz en un planteamiento del largo plazo, y tú comienzas a darte cuenta de esto. La inutilidad de muchos actos, desde preocuparse (en contraposición a pensar constructivamente) hasta un exceso de comer viendo la televisión, tiene un efecto negativo en la mente, y es ahora cuando comienzas a verlo claro, e inicias simplemente el dejar estos hábitos atrás.

3 -Más Trabajo, menos estrés

Eres simplemente más eficaz de lo que fuiste una vez, porque estás más presente. No estás viviendo el momento con dolor o angustia y no piensas acerca de lo que debes o no debes hacer, sólo estás haciendo lo que hay que hacer, y lo haces bien. Hay un sentido interno de “juego” que acompaña a la mayoría de las cosas, aliviar el estrés y traer más alegría a uno mismo, y a los que te rodean.

4 -Más de Cooperación, menos competencia

Cómo evitar absorber la energía negativa de otras personas


La empatía es la capacidad de reconocer y sentir las emociones de los demás. A menudo, para ser ” empático ” significa que estás absorbiendo gran parte del dolor y el sufrimiento en tu entorno, que puede sacrificar tu capacidad para expandirte a un nivel más alto.

Si a menudo coexistes con una persona negativa, sabrás como es si energía tóxica. Aprender a no a absorber las energías de los demás es una gran habilidad para desarrollar la espiritualidad y para eso te dejamos 5 sencillos pasos para hacerlo.

Recuerda que no se puede complacer a todo el mundo

Si alguien te acosa moralmente, faltándote el respeto, no trates de caerle bien. Esto sólo conseguirá chuparle su campo de energía y le hará dependiente energéticamente en su dictamen.

No le vas a gustar a todo el mundo. Todos estamos aquí en la tierra para vivir con un propósito diferente. El amor a nosotros mismos, creará un campo de fuerza a tu alrededor que te protegerán de otras opiniones.

También recuerda: no se puede cambiar a nadie. No hagas tu misión el tratar de cambiar a otros. A veces, lo mejor que puedes hacer es no hacer nada, porque, al hacerlo, vas a alimentar la energía que están proyectando hacia ti.



Ten cuidado de quién entra en tu vida

Tu cuerpo, tu mente y tu entorno es tu templo.

Si se le da a una persona un trozo de pan, un día, van a pedir pan todos los días. Si dejas que alguien se quede en tu casa durante un fin de semana, puede que traten de quedarse durante toda la semana.

Hay que respetar el espacio de otros para que los otros respeten el nuestro, de manera que es mejor mantener distancias con ciertas personas antes de que haya mal entendidos.

Es bueno ser generosos, pero hay una línea que no hay que dejar pasar, eligiendo así el ayudar a aquellos que realmente lo necesitan y lo merecen. Muchas veces es mejor para nosotros y para otras personas saber decir NO.

Dejar de prestar atención

Un parásito necesita un huésped para sobrevivir. Es decir, si te centras en los “vampiros de energéticos”, te robarán tus pensamientos para que pienses en sus “problemas”, lo que reduce drásticamente tus niveles de energíadiscusion

Algunas personas van a volcar su energía en ti. Un oído atento puede ser una cosa maravillosa, pero es necesariamente trazar una línea y que no sea sobrepasada si se quiere mantener la salud de tu energía.

Tal vez seas el apoyo de una persona que tiene frustraciones en el trabajo, una relación o logros exitosos . Todas estas emociones se pueden drenar en muchos sentidos y hacer que empiece a limitar sus propias formas de vida no productiva.

Ámate a ti mismo lo suficiente como para ajustarlas, decirles que se detengan.


Deja que la naturaleza te inspire

Ir a meditar a la naturaleza, relajarse y respirar. Purificar su interior, hacer ejercicio y flotar. Como una mariposa, que flota suavemente, pero se mueve rápidamente. La respiración aumenta la circulación del flujo sanguíneo en todo el cuerpo y ayuda a mantener y absorber la energía de los que te rodean. Camina con confianza, manten la cabeza en alto y no dejes que nadie te haga sentir inferior.

Hazte con el 100% de responsabilidad de tus pensamientos y emociones

martes, 13 de diciembre de 2016

El conocimiento del Sí Mismo (Parte II)


Atma-vichara o la auto-indagación en la naturaleza del yo
El Advaita, decíamos, es en esencia conocimiento del Sí mismo. Una de las prácticas recomendadas por el advaita para despertar del olvido de nuestra naturaleza profunda es la indagación en la naturaleza del yo (atma-vichara) (27). Esta auto-indagación que no ha de ser confundida con el auto-análisis o la auto-observación psicológica:

El estado del conocimiento (...) contemplado por el Yoga, no es una mera concepción intelectual o clara discriminación de la verdad, ni una iluminada experiencia psicológica de las modalidades de nuestro ser. Es una "realización", en el sentido pleno de la palabra; es hacer real para nosotros y en nosotros al Yo, a la Divinidad trascendente y universal, y es la subsiguiente imposibilidad de apreciar las modalidades del Ser excepto a la luz de ese Yo y en su aspecto verdadero, como su corriente del devenir bajo las condiciones psicológicas y físicas de nuestra existencia mundana. (28)
Lo primero que hay que decir respecto a la naturaleza de esta auto-indagación es que se trata de una vía estrictamente experiencial. El acceso a la verdad en torno al Sí mismo no es fruto del estudio ni del conocimiento de la sruti o de alguna filosofía; no se adquiere mediante el asentimiento a autoridad alguna; tampoco a través del discernimiento lógico o racional; sólo se logra mediante la "comprensión-realización" que acontece siempre a través de la experiencia propia, directa e intransferible. (29)

La elocuencia sonora de un río de palabras, la habilidad de exponer o comentar las escrituras, la erudición misma, sirven sólo para la satisfacción personal; para la liberación, todo esto es perfectamente inútil (...).
Las Escrituras formadas por miles de palabras no son más que un bosque impenetrable en el que se pierde la mente con facilidad. El sabio aspirante debe aplicarse con celo a experimentar por sí mismo la auténtica naturaleza del Atman (Vivekachudamani)". (30)


De hecho, lo dicho sobre la identidad última del yo con Brahman no es, para el Advaita, una afirmación teórica que haya que aceptar sino una verdad a experienciar, a ser (recordemos que, en este contexto, ser es conocer). Sólo la experiencia otorgará a esta doctrina el sello de realidad. Sólo al ser realizadas, encarnadas en el propio ser, dichas verdades merecen denominarse tales; como meras proposiciones lógico-filosóficas, ni son verdad ni permiten el encuentro con la verdad. De hecho, afirmar "Yo soy Brahman" desde el nivel de la conciencia dual, es decir, cuando lo afirma el yo individual, es un acto de mera auto-identificación mental y, como veremos, para el Advaita, el conocimiento de nuestra verdadera Identidad se alcanza precisamente en el abandono de todas las auto-identificaciones mentales. "Yo soy Brahman" sólo lo puede ser dicho por el mismo Brahman.

La experiencia de Brahman es, por tanto, intransferible, irrenunciablemente personal. Pero inicialmente, "(...) para aferrar la resplandeciente verdad del Sí mismo, escondido por maya y por sus efectos, debemos ajustarnos a las instrucciones de un conocedor de Brahman" (Vivekachudamani) (31). Este ajuste no supone relegar el criterio según el cual no hay más autoridad que la propia experiencia. Se trata, sin más, de alcanzar esta última a través de una metodología análoga a la metodología científica ordinaria. Así lo describe Nisargadatta:

EL UNIVERSO ES INMATERIAL, MENTAL Y ESPIRITUAL, CONCLUYE FÍSICO


EL PROFESOR DE FÍSICA Y ASTRONOMÍA DE LA UNIVERSIDAD JOHNS HOPKINS, RICHARD CONN HENRY, LLEGÓ A ESTA CONCLUSIÓN QUE PARECE ASOMBROSA PARA LA CIENCIA, PERO EN REALIDAD ES BASTANTE LÓGICA SI SE COMPRENDEN LAS IMPLICACIONES DE LA MECÁNICA CUÁNTICA

En un multicitado artículo publicado en el 2005 en la revista Nature, el profesor de física y astronomía de la Universidad Johns Hopkins, Richard Conn Henry, concluye que el universo "es inmaterial, mental y espiritual". Sobra decir que su afirmación resulta polémica y un tanto extraña al ser publicada en la revista Nature, una especie de institución del paradigma científico materialista dominante. Desglosemos un poco el artículo de Conn Henry, el cual puede leerse aquí en español o en su formato original en Nature.

La tesis de Conn Henry se basa en que, a diferencia de los postulados de la física clásica que han modificado nuestra visión de mundo --como el establecer que la Tierra gira alrededor del Sol-- los postulados de la física cuántica que han sido comprobados no han sido igualmente asimilados a nuestra perspectiva, quizás porque son aún más radicales que los de Copérnico, Galileo o Newton, ya que necesariamente sostienen que no existe un universo material independiente de nuestra mente. Sobre esto Conn Henry escribe:


La más reciente revolución de la física de los últimos 80 años todavía no ha transformado el conocimiento general del público de manera similar. Aun así, una comprensión correcta de la física era accesible incluso a Pitágoras. De acuerdo con Pitágoras, “los números son todas las cosas”; y los números son mentales, no mecánicos. De la misma manera, Newton se refirió a la luz como “partículas”, sabiendo que este concepto era una “teoría efectiva”, útil si bien no verdadero. Como reconoció el biógrafo de Newton, Richard Westfall: “La causa última de ateísmo, aseguró Newton, es ‘esta idea de que los cuerpos tienen, por decirlo así, una realidad completa, absoluta e independiente en sí mismos’”. Newton conocía el fenómeno de los anillos de Newton y no le preocupaba lo que trivialmente se conoce como “dualidad onda-partícula”.

El párrafo anterior requiere un breve comentario. No se sugiere que Newton conocía la dualidad onda-partícula tal cual como ha sido revelada en la física cuántica (donde la luz se comparta como onda o partícula según la medición que se realiza). Newton estaba en contra de la noción cartesiana de que la materia existe de manera separada e independiente; creía que la materia dependía de Dios y que no podíamos conocer su esencia, sólo podíamos describirla (es en esto que existe una similitud). Hay que recordar que Newton fue un teólogo y un alquimista y creía que la materia era animada por un solo principio espiritual.

Siguiendo con el artículo, Richard Conn Henry afirma que la mecánica cuántica resolvió a grandes rasgos el problema de la naturaleza del universo, la cual es mental, esto en tanto que no podemos probar que exista la materia más allá de nuestra observación de la misma. Parafraseando a Heisenberg, no observamos la naturaleza, sino sólo la naturaleza expuesta a nuestro método de interrogación.

De acuerdo con James Jeans: “el caudal de conocimiento se dirige hacia una realidad no-mecánica; el universo comienza a parecerse más a un gran pensamiento que a una gran máquina. La mente ya no es semejante a un intruso accidental en el reino de la materia… más bien deberíamos recibirla como la creadora y regente del reino de la materia”. Pero los físicos aún no han seguido el ejemplo de Galileo y convencido a todos de las maravillas de la mecánica cuántica. Como lo explicó Arthur Eddington: “Es difícil para el físico realista aceptar la visión de que el sustrato de todo es de índole mental”.

Luego Conn Henry explica que las llamadas partículas no son realmente cosas en sí, sino solamente un concepto, una herramienta lingüística, una narrativa que superimponemos al mundo. Cita a Michael Frayn, autor de la obra de teatro Copenhague, sobre Niels Bohr y su interpretación de la mecánica cuántica: "ni las historias ni las narrativas son elementos independientes del universo, sino conceptos humanos, tan subjetivos y restringidos en su punto de vista como en el acto de la observación”.

Nos repetimos ciertas narrativas y les proyectamos un carácter de solidez y estabilidad para encontrar sentido en el mundo. El mismo Bohr había sugerido que si entendiéramos la mecánica cuántica, el mundo en el cual estamos parados se estremecería, y es por ello que sigue existiendo una cierta resistencia a adoptar la visión que se deriva de la mecánica cuántica, la cual literalmente cuestiona la solidez del suelo en el que estamos parados. Hay una especie de divorcio entre la perspectiva de la realidad de la física cuántica y la realidad que experimentamos comúnmente, lo cual no tiene que explicarse diciendo que la mecánica cuántica no debe aplicarse al mundo macroscópico clásico, sino que puede explicarse justamente como un efecto de que el universo es mental: su solidez es una proyección de nuestras creencias.

Los físicos evitan la verdad porque la verdad es tan ajena a la física cotidiana. Una forma común de evitar el universo mental es invocar “decoherencia cuántica”, la noción de que “el ambiente físico” es suficiente para crear realidad, independiente de la mente humana. Sin embargo, la idea de que cualquier acto irreversible de amplificación es necesario para colapsar la función de onda está equivocada: en experimentos “tipo Renninger”, la función de onda es colapsada simplemente por tu mente humana al no ver nada. El universo es puramente mental.

[...] El mundo es mecánico-cuántico: debemos aprender a percibirlo como tal.

No parece que estemos listos para asumir la visión cuántica de la realidad, sin embargo algunas culturas menos materialistas han concebido algo similar, como ocurre con el budismo mayahana (y vehículos superiores como el vajrayana y el dzogchén) donde se enseña que se deben ver todos los fenómenos como si fueran sueños, en tanto que no tienen una realidad sustancial independiente a la mente. Asimismo, algunas corrientes del hinduismo, como el vedanta o el tantrismo de Cachemira conciben el mundo como solamente conciencia. Así que es posible que si dejamos de identificarnos con nuestros conceptos y no nos aferramos a nuestras proyecciones podríamos encontrar soltura y libertad e incluso la dicha de la ligereza, si bien el suelo primero parecería temblar y podríamos sucumbir al terror. Conn Henry concluye:

domingo, 11 de diciembre de 2016

Yo Soy, el Yo Soy (Mensaje de Navidad)


ULTIMO VÍDEO QUE HEMOS CREADO, ESPERO QUE OS GUSTE.

Este es el Mensaje de Navidad que la Hueste de los Grandes Maestros Ascendidos, la Legión de Luz, y la Gran Hermandad Blanca te manda hoy.

Que tu corazón, oh, amado estudiante!, sea llenado con la Presencia Eterna del Amor Divino y seas tú, tan cargado con Su Presencia Activa, que tu mismo Esplendor se vuelva una Actividad Eterna y Consumidora, dejando fuera todo menos la Luz Eterna de la Perfección.



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