jueves, 2 de marzo de 2017

7 metáforas terapéuticas que nos ayudarán a entenderlo todo mejor


Las metáforas son un recurso muy extendido en terapia. Según Lankton, una metáfora es una forma lingüística que hace una comparación implícita entre dos entidades diferentes. Se ha comprobado que en el contexto terapéutico, las metáforas son un elemento esencial para que los cambios en el paciente se produzcan antes y a un nivel más profundo.

Las metáforas presentan al paciente una situación conocida, o mejor aun, vivida por él, que se asocia con el problema que presenta en la actualidad y que además, ofrece una solución al mismo.

Las metáforas terapéuticas han de albergar una serie de características para que sean eficaces. En primer lugar, la metáfora ha de ser entendida por el paciente, por lo que su relato debe estar adaptado a su nivel de comprensión. Por otro lado, se busca que la persona se vea reflejada en ella, de manera que entienda lo que le está ocurriendo y esta comprensión le motive a realizar el cambio terapéutico necesario.

La metáfora también debe tener una estructura de acción, de forma que en la narración se reflejen los pasos necesarios que el paciente tiene que emprender si quiere conseguir el cambio. Además, debe ofrecer una solución o salida al problema, de forma que el paciente vea con claridad que los pasos que tiene que dar le van a llevar, si los hace de forma correcta, a solucionar el problema por el que está en consulta.

Algunas metáforas que podemos usar en terapia

Sobre todo en la terapia de aceptación y compromiso (ACT), el uso de metáforas está bastante extendido. Nos complace exponer al lector algunas de las metáforas que a nuestro entender, más pueden ayudar a los pacientes o a cualquier persona que se encuentre perdida.

La metáfora de los dos escaladores

Imagina que tu terapeuta y tú sois dos escaladores, cada uno subiendo por una montaña distinta, pero cercanas. El terapeuta puede ver un camino que puede ayudarte a subir mejor tu montaña, pero no porque sea más listo que tú, ni porque la haya subido antes, sino porque está en una posición desde donde puede ver cosas que ahora mismo tú no puedes ver. Finalmente, aunque el terapeuta indique el camino, tú eres el que tiene que subir la montaña.

Por lo tanto, la ventaja del terapeuta respecto al paciente es la perspectiva. El terapeuta puede ofrecerle una perspectiva al paciente con la que este no cuenta; será el paciente el que tenga que integrar esta información, con la que él ya tiene, para avanzar.





La metáfora de la luz

Los pensamientos automáticos negativos, como su nombre indica, aparecen en nuestra mente de forma automática porque han sido repetidos y repetidos durante mucho tiempo. Así, hemos creado un hábito de pensamiento.

Una metáfora que se utiliza mucho en terapia para explicar este fenómeno mental tiene que ver con algo que alguna vez nos ha pasado y hemos hecho todos. ¿Qué ocurre cuando se funde una bombilla o se va la luz? Pues que entramos en una habitación y a sabiendas de que la luz no va a encenderse, apretamos el interruptor. Pasa lo mismo que con los pensamientos, es algo que tenemos automatizado.

La metáfora de la casa y los muebles

miércoles, 1 de marzo de 2017

YO SOY



Yo soy
Yo no tengo palabras para expresarme pero todas las palabras me expresan sólo a Mí
Yo no tengo sentido pero doy sentido a todo lo que es percibido
Yo soy sin principio ni fin pero todas las cosas comienzan y terminan en Mí
Yo no tengo nombre pero soy llamado por todos los nombres
Yo no tengo forma pero todas las forman Me indican
Yo no tengo origen pero soy el origen de todas las cosas
Yo soy sin división pero todas las divisiones existen en Mí
Yo existo por Mí mismo

Yo soy el anhelo en la tristeza y lo anhelado por todos los anhelos
Yo soy la espera y lo esperado en toda esperanza
Yo soy la inquietud de los inquietos
Yo soy la paz de los pacíficos
Yo soy felicidad

Yo no puedo ser contemplado pero soy el objeto de toda contemplación
Yo soy imperceptible sin embargo me percibes sólo a Mí
Yo soy completo pero no tengo nada
Yo soy vacío pero contengo todo
Yo doy todo pero nunca soy disminuido
Yo recibo todo pero nunca aumento
Yo soy el amante de todos
Yo brillo


Yo hablo pero soy silencioso
Yo me muevo pero soy inmóvil
Yo veo pero no puedo ser visto
Yo oigo pero no puedo ser oído
Yo saboreo pero no puedo ser saboreado
Yo huelo pero no puedo ser olido
Yo toco pero no puedo ser tocado
Yo sonrío

Todo lo que aparece aparece en Mí pero yo nunca aparezco
Yo soy el silencio en la música y la música en el silencio
Yo soy oculto del mundo pero revelo el mundo
Yo soy la matriz y la tumba de todo lo que existe
Yo ofrezco y contengo en un solo acto como un recipiente abierto
Yo me entrego sin condiciones a todas las cosas
Yo recibo todas las cosas sin elección
Yo soy vacío

Yo soy el conocer en todo lo que es conocido
Yo soy el experimentar en todo lo que es experimentado
Yo soy el permitir de todas las cosas aparentes
Yo soy pura sensibilidad, apertura y disponibilidad
Yo soy el sol en la luna
Yo soy la amistad de los amigos
Yo soy conocido y desconocido
Yo soy oscuro en el día y brillante en la noche
Yo soy luminoso


El tiempo toma prestada su continuidad de Mi continua presencia
El espacio toma prestada su permanencia de Mi inmensidad
Todos los colores toman prestada su luz de Mí
Todos los amantes toman prestado su amor de Mí
Todas las cosas toman prestada su existencia de Mí
Yo soy abundante

EL SER HUMANO ESTÁ ENTREGANDO SU PODER DIVINO A LAS MÁQUINAS


EL SER HUMANO SIEMPRE HA BUSCADO LA INMORTALIDAD Y LA DIVINIDAD PERO AHORA LA BUSCA SÓLO HACIA AFUERA, UTILIZANDO UN SOPORTE EXTERNO QUE LE HACE OLVIDAR QUE TODO LO MARAVILLOSO QUE EXISTE EN SUS APARATOS EXISTE EN ÉL MISMO.

Una expresión griega dice: “lo divino es”, lo divino indeterminado. Este hecho existe en la experiencia de todos. No es algo que pertenezca sólo a un momento determinado de la historia. Pertenece al tejido de nuestra vida. La verdadera diferencia estriba en reconocerlo o no.

Roberto Calasso




Yuval Noah Harari se ha convertido en uno de los escritores de cabecera de los ejecutivos de Silicon Valley. En su Homo Deus: A Brief History of Tomorrow argumenta que los avances tecnológicos exponenciales, de la mano de la desigualdad que impera a favor de una élite privilegiada, crearán una brecha en la que los señores de este nuevo mundo serán tan diferentes de nosotros como nosotros de los neandertales. Esta nueva especie será el Homo Deus y la relación que surgirá entre la élite aumentada tecnológicamente a niveles indistinguibles de la divinidad y todos los demás será parecida a la actual entre hombres y animales. Todos los que no seamos parte de esta élite seremos como los animales de hoy en día: ganado, mascotas, curiosidades de zoológico y acaso el tema de una conmovedora campaña de conservación entre los Homo Deus (si es que la compasión y la empatía aún tienen tracción entre los miembros de esta especie).

Harari escribe que hemos llegado a un punto en el que podemos dedicarnos a objetivos trascendentales, habiendo superado nuestras necesidades básicas. "Al buscar la dicha y la inmortalidad, los humanos de hecho están intentando elevarse a la condición de dioses". Harari utiliza la palabra "upgrade", como si estuviéramos en un proceso en la cúspide de la historia de actualizar el programa humano e instalar la divinidad por medios tecnológicos. Harari olvida, sin embargo, que desde el principio de la civilización los hombres han querido hacerse dioses y que la sola conciencia ha hecho que, desde que se tiene memoria, la humanidad tenga un deseo de trascendencia que va más allá de lo meramente biológico. Lo que ha cambiado es sólo la percepción de cómo esto es posible en la mentalidad occidental.

Deslumbrados por el poder de la tecnología, hoy en día las élites que controlan esta tecnología, y la economía que se basa en ella, se atreven a creer que la inmortalidad y una especie de divinidad mediatizada están ahora sí al alcance. Esto mismo, sin embargo, ha sido parte de otro tipo de grupos, que por mucho tiempo se han movido a los márgenes de la sociedad --se les llama místicos, aquellos que se mueven en el misterio, en el secreto, y que buscan agenciarse la experiencia de lo divino. Evidentemente, para la tecnoélite de nuestra civilización todas las tentativas de místicos, chamanes y demás son meramente balbuceos primitivos o alucinaciones que hoy se pueden explicar por medio de la neurociencia.

Desde el principio de nuestra civilización, en los textos religiosos más antiguos que tenemos, ha sido esencial a la condición humana la búsqueda de elevarse hacia lo divino. En esto consiste el misterioso ritual del Soma:

¡Hemos bebido el soma y somos ya inmortales!

Hemos logrado la luz, hemos hallado a los dioses. 

Rig Veda

Occidente tiende a desacreditar todo conocimiento que no sea parte del progreso del materialismo científico. Para los científicos de hoy, con sus sofisticados y multimillonarios aceleradores de partículas, es ridículo pensar que hombres semidesnudos hubieran podido conocer los secretos del universo hace miles de años simplemente mirando hacia el interior, utilizando el telescopio de la mente (lo que en la India se conoce como samadhi). Sin embargo, la ciencia moderna comparte con la religión antigua un impulso místico y espiritual hacia el conocimiento: la mayoría de los grandes científicos han estado inspirados en ideas religiosas: Copérnico, Galileo, Newton, Lemaitre, etc., todos vieron en las leyes del cosmos ecos del pensamiento divino.

martes, 28 de febrero de 2017

La mente cuántica: cómo podemos transformar nuestra realidad



En la interpretación de todo lo que te sucede, ya sea en el exterior o en tu interior, influyen las creencias que se encuentran arraigadas en tu subconsciente. Por otro lado, muchas de estas creencias son erróneas y nos llevan a pensamientos, emociones y comportamientos que constituyen fuentes de bloqueo y sufrimiento. Piensa que todos tenemos el poder de transformar nuestra realidad e incluso de elegir las ilusiones que alimentamos. Pero para llegar a esto, antes es necesario que comprendas qué es la mente cuántica.

Todos los seres vivos y todo lo que tenemos a nuestro alrededor -lo que creemos que es la realidad- está formado por átomos. Átomos cuyo interior es en gran parte vacío. Además, para entender este artículo piensa en lo siguiente: en tu vida todo lo físico no se compone de materia, sino de campos energéticos o de patrones de frecuencia de información.


Nuestra mente es una mente cuántica

La materia es más “nada” (energía) que “algo” (partículas). La vieja escuela creía que los electrones orbitaban alrededor del núcleo como los planetas orbitan alrededor del sol. La nueva escuela nos dice que el átomo se compone de un 99,99999 por ciento de energía y de un 00,00001 por ciento de materia. En forma de proporción, eso es casi nada.

Los físicos cuánticos descubrieron que la persona que está observando las infinitesimales partículas del átomo afecta la conducta de la energía y la materia. Los experimentos cuánticos demostraron que los electrones existen como una infinidad de posibilidades o probabilidades en un campo invisible de energía.

Pero solo cuando el observador se fija en cualquier localización de un electrón, es cuando aparece ese electrón. En suma, una partícula no puede manifestarse en la realidad, es decir, en el espacio-tiempo tal como nosotros lo conocemos hasta que es observada. Entonces, cuando el observador “busca” un electrón hay un punto concreto en el espacio y el tiempo en el que todas las posibilidades del electrón se colapsan en un suceso físico.

Con este descubrimiento, mente y materia ya no pueden seguir considerándose de manera separada; están intrínsecamente ligadas, porque la mente subjetiva ejerce cambios perceptibles en el mundo físico objetivo: hablamos de una mente cuántica. Piensa que, si a nivel subatómico la energía responde a tu atención y se convierte en materia, ¿cómo cambiaría tu vida si aprendieras a dirigir el efecto observador y a colapsar infinitas ondas de probabilidad en la realidad que deseas? ¿Serías un mejor observador de vida que deseas vivir?



El poder de nuestra mente cuántica: pensamientos y sentimientos

Por naturaleza, todo lo que existe en el universo físico está hecho de partículas subatómicas como los electrones. Estas partículas están en un estado de onda (energía, recuerda que es el 99,99999%) mientras no son observadas. Potencialmente son “todo” y “nada” hasta que las observan. Existen por todas partes y en ningún lugar hasta que son observadas.

Por lo tanto, todo lo que existe en nuestra realidad física existe como puro potencial. Si las partículas subatómicas pueden existir de forma simultánea en una infinidad de posibles lugares, somos en potencia capaces de colapsar en una infinidad de posibles realidades. Es decir, si puedes imaginar un acontecimiento futuro en tu vida basándote en deseos tuyos, esta realidad ya existe como posibilidad en el campo cuántico esperando a que la observes. Si tu mente cuántica es capaz de influir en la aparición de un electrón, en teoría también puede influir en la aparición de cualquier posibilidad.





Nuestros pensamientos y sentimientos no son una excepción en todo esto. Tanto los pensamientos como los sentimientos tienen una señal electromagnética. Nuestros pensamientos envían una señal eléctrica al campo cuántico. Así nuestros sentimientos tendrían el poder de “atraer magnéticamente” situaciones en la vida. Al unirse, lo que pensamos y lo que sentimos produce un estado del ser que genera una huella electromagnética, que a su vez influye en cada átomo de nuestro mundo. Ese hecho hace que nos preguntemos: ¿Qué estoy transmitiendo (de manera consciente o inconsciente) en la vida cotidiana?

Todas las experiencias existen en potencia como improntas electromagnéticas en el campo cuántico.

Los otros sentidos


La historia de la humanidad está repleta de ejemplos de personas que desarrollaron todo su potencial hasta niveles insospechados, y nadie pudo explicar como lo habían hecho, de tal forma que se empezaron a crear mitos y leyendas de “súper personas” con “poderes”, y con niveles de capacidades que se consideran sobrehumanas en estos momentos. Todos esos mitos, como ya sabemos, tienen como objetivo desprestigiar y descolocar a la psique humana respecto al potencial interior y latente en cada persona, con lo que se instalan filtros y programación que consigue hacer pasar por fantasía aquello que es realmente una realidad latente y potencial en la configuración que tiene nuestra estructura multidimensional.

Pero hoy no vamos a hablar de superhéroes sino de funciones latentes en el ser humano, qué, en algún momento de la evolución de nuestra especie, serán moneda de uso corriente para todos, pero, para no crear fantasías y especulación al respecto, las trataremos como lo que son: sentidos presentes en nosotros con la misma naturaleza que los cinco que ya poseemos, pero que están apagados, o desconectados.

Tarde o temprano, el ser humano se verá abocado a una serie de ajustes energéticos que le proporcionarán, lo quiera o no, la activación de diferentes capacidades que, por no tenerlas activas hoy en día, impiden que podamos ver el gran esquema de la realidad y de cómo funcionan las cosas entre bambalinas. Es algo que no se puede evitar, pues está así codificado en el ADN un rango específico para cada uno de nosotros que marca hasta donde los sentidos físicos pueden captar del espectro electromagnético, y hasta donde las habilidades que uno trae inherentes en sus genes están activas.

Entonces, ¿de dónde vienen estas habilidades  que se consideran fuera de lo común y porqué las tenemos? Básicamente porque tenemos ADN de muchas especies de muchas partes de la galaxia, y, en sus lugares de origen, ese ADN está plenamente funcionando, ya que se considera que la parte más densa de cada uno de los lugares evolutivos de donde proceden aquellos que nos crearon, tiene una estructura tanto física como energética, y gran parte de sus habitantes tienen sentidos para poder moverse cómodamente por ambas.

Es decir, que cuando se nos dice que tenemos habilidades extrasensoriales latentes, y lo tomamos como un “wow, que pasada”, en realidad tendríamos poco menos que enfadarnos porque se nos hayan quitado cinco de las seis marchas que nuestro coche posee, pero que, de donde vienen los fabricantes del coche, son de uso común, y por lo tanto, aquellos que diseñaron el vehículo y dieron parte de si para ello, imbuyeron con total naturalidad en nosotros porque en ellos así está presente.

Esto significa que todos los seres conscientes tienen la particularidad y la habilidad de percibir la estructura multidimensional en la que existen, que no es algo vetado ni escondido, y que no es algo que se intente disfrazar o bloquear, por lo que no es en ningún otro sitio más que, prácticamente, en este planeta, donde este tipo de configuración “activa a medias” está presente. El hecho de que esto sea así, es decir, que todo ser consciente tenga sentidos tanto físicos como extra físicos de forma natural, es porque la vida ocurre a muchos niveles, y no tiene sentido que la consciencia de un ser, esté en la parte de la galaxia o de la Creación en la que esté, no tenga acceso a todos los niveles de su propia existencia, y no pueda percibir esta con sentidos que captan los planos más densos, o con sentidos que captan los planos más sutiles en la que posee también una parte de si mismo.

La razón por la que hoy nos metemos en este tema que es tan fácil de dirigir hacia la pura fantasía y la charlatanería, es porque se hace necesario romper algunos esquemas en nuestro inconsciente colectivo de que lo único que es válido es lo que se percibe con los cinco sentidos, y tenemos que tener en cuenta, que, aunque no los podamos o sepamos activar ahora mismo, tenemos mucho más imbuido en nosotros.

¿Cómo vamos a ir despertando las herramientas que nos permiten entender todo el universo en el que existimos?

lunes, 27 de febrero de 2017

Reconociendo tu verdadera naturaleza


Más allá de todas las etiquetas e ideas lo que tú eres es la conciencia misma. Consciente de todo lo que está sucediendo. La Presencia misma. Siempre presente, sin futuro ni pasado. Atemporal. Sin razón ni sentido. Falta de sentido más allá de cualquier idea de ser un pensamiento deprimente. Libertad más allá de cualquier idea o imaginación. Libertad que es ahora en este momento, que nunca necesita "liberarse" de ninguna atadura. Realización absoluta que siempre ha sido realizada, incluso cuando estabas buscando la realización. Totalidad absoluta, incluso cuando crees que hay algo que te falta.

Simplemente lo que está sucediendo ahora mismo. La sensación de la respiración, el sonido de los coches pasando, la imagen visual de esta página... tal como es, no necesita ninguna mejora.

Así que la pregunta es entonces, ¿cómo te das cuenta realmente de esto sin creer sólo en estas palabras? Bueno, la respuesta es que "tú" no lo haces. El tú que crees ser es simplemente un sueño, una figura imaginaria que vive en una historia en el tiempo. La idea de que tú puedes lograr algo se basa en la idea de que eres un individuo separado viviendo una vida. Se trata de un caso de identidad errónea. No estás limitado solamente a una persona separada que vive en un cuerpo. Has creído que puedes caber dentro de una pequeña caja con una etiqueta, un nombre o rol, cuando en realidad eres la vida misma. Ilimitada, sin límites, ya libre ahora mismo.

No necesitas entender esto o tener alguna experiencia particular. Reconocer esto está más allá de la comprensión o la experiencia. Se trata de una realización o reconocimiento de lo que eres más allá de quién te crees que eres. De lo contrario, estas palabras son sólo palabras y no significan nada más que conceptos muertos y aburridos. Tira todos los conceptos, sólo por un momento, y ve lo que queda.

Se podría decir que este reconocimiento es como un "puente" entre el tiempo y la eternidad. Sólo por un momento en el tiempo, se ve que no hay tiempo. En ese momento no hay nadie reconociendo nada. Vacío. Un momento sin pensamiento ni etiquetas, sin entendimiento o posesión de la experiencia. Un momento sin tiempo donde todas las fronteras desaparecen y no hay separación. Esto es muerte.

Al reconocer tu verdadera naturaleza, la vida sigue, pero algo es diferente. Algo se ha visto afectado de una manera que no se puede definir. Nada es diferente, pero al mismo tiempo todo ha cambiado. Nadie es dueño de este cambio. No puedes decir "ahora lo tengo", porque ¿quién crees que podría conseguir alguna cosa? No hay nadie aquí que alguna vez pudiera ir a alguna parte ni lograr nada. Ya sea que la experiencia cambie o no cambie nunca posees nada. De hecho, lo has perdido todo. Has perdido toda definición. Pero ni siquiera puedes poseer esto. El pensamiento puede seguir tratando de poseer y definir todo, pero estos pensamientos nunca se refieren en realidad a una identidad separada. Nunca llegas a ninguna meta final. De hecho, este reconocimiento es un perder continuo, una caída libre atemporal de nadie en la nada.


Lo Que Yo Soy

Lo que yo soy es la Vida misma. No soy esta apariencia de un individuo separado. No soy esa imagen de un cuerpo. No soy esta etiqueta o pensamiento. Sin embargo, todo esto realmente está sucediendo en lo que yo soy. Yo no estoy en este cuerpo. El cuerpo no es más que una imagen que aparece dentro de lo que yo soy. Yo soy absolutamente nada. Paradójicamente, yo soy absolutamente todo. Todo es simplemente nada apareciendo como todo. Esto es lo que yo soy. El lenguaje es limitado y no puede realmente expresar esto. Sin embargo, todo lo que aparece: cada palabra, cada imagen, el pensamiento, la emoción, la sensación física, está sucediendo en la Vida misma. Esto no es especial, esto no es propiedad de ninguna persona especial o iluminada. Esto es lo más ordinario.

En este juego de la Vida existe el juego de la búsqueda de la realización o la iluminación. Parece que hay un camino hacia la consecución de este objetivo. Parece que hay cosas que "yo" puedo "hacer"

ESTE SENCILLO MÉTODO ESTÁ PROBANDO SER MUY EFECTIVO CONTRA LAS ADICCIONES


SU EFICIENCIA Y NOVEDAD ESTRIBA EN QUE PERMITE REGULAR LAS EMOCIONES ASOCIADAS A LA ADICCIÓN

Generalmente, una adicción tiene que ver con un problema interior (una especie de sensación respecto de la vida). Como sociedad, hoy estamos envueltos en una dinámica frenética que nos invita a competir, ser exitosos, producir, aparecer en las redes sociales, todo ello sin descanso, y cada vez tenemos menos tiempo para darnos un respiro y confrontarnos con lo que verdaderamente creemos y buscamos ser.

En este rimo es muy fácil perder de vista cuando, por generar aún más distracción, o como una especie de ansiolítico (aunque paradójicamente nos produzca mayor ansiedad), caemos en alguna adicción, ya sea a la comida o al entretenimiento, el tabaco, el alcohol, la fiesta, las redes sociales, la lista puede ser inabarcable.

En este sentido un freno que nos invite a tener un encuentro con nosotros mismos puede ser ideal para caer en cuenta de aquello a lo que somos adictos y, de paso, si esta herramienta además nos ayuda a liberarnos de la adicción, entonces estamos hablando de una espléndida joya. 

Recientemente, un estudio publicado en la revista Drug and Alcohol Dependence encontró que la meditación es efectiva tanto en la prevención como en el tratamiento de las adicciones.

Los investigadores ubicaron los síntomas más recurrentes asociados a las adicciones, tales como antojo desmedido, compulsividad e impulsividad, humores negativos y estrés. 

Conformaron un grupo de fumadores y no fumadores y los adentraron en un entrenamiento de meditación.