martes, 7 de marzo de 2017

Me gustan las personas que sin pedir permiso tocan mi alma


Las personas que admiro apenas caben en los dedos de una mano. Son las que observo y escucho en silencio, son las que me enriquecen y las que casi sin quererlo, me hacen ser mejor cada día. Ahora bien, ellas ni siquiera se dan cuenta, porque sus corazones son humildes y no comprenden si quiera el alcance de sus ejemplos.

Podríamos decir sin equivocarnos que toda persona necesita a alguien a quien admirar, alguien que le sirva de referente y que le inspire. No se trata de tomar un modelo, de imitar las palabras de un pensador, un escritor o un gurú de los medios. Necesitamos también referentes cercanos.


Hay personas que aparecen en nuestra vida como traídos por un casual designio en el momento más adecuado. Son un soplo de aire fresco que reconforta mente y alma, que encaja en nuestros valores y que se instala en nuestro corazón casi sin permiso.


Es posible que identifiques a este tipo de personas en algún familiar, en un amigo o incluso, por qué no, en nuestra pareja. Si es así, si ya cuentas con esa presencia positiva y reconfortante, no la pierdas. Atiéndela, cuídala y déjate envolver por cada uno de sus estímulos positivos.

Suele decirse que hay presencias irrepetibles a lo largo de nuestra vida, personas que dejan huella. Puesto que todos somos breves inquilinos de este mundo, no dudes en aprovechar cada instante, cada momento en su compañía.


Personas significativas que enriquecen, que suman y no restan



Estamos seguros que a lo largo de tu vida has conocido personas que quitan más que aportan, que restan más que enriquecen. Es algo habitual y no por ello hemos de frustrarnos o aún menos, darnos por vencidos.

En la vida siempre existirán personas que valgan la pena, seres que dan calor en días oscuros y que te dirán la palabra adecuada en el instante más necesitado. La bondad, como la luz del sol es algo que nunca se extinguirá.


Algo que debemos tener muy en cuenta es que para construir este tipo de relaciones positivas y significativas, es necesario que también nosotros pongamos de nuestra parte.

Las personas que hemos perdido nos acompañan de muchas maneras


Afrontar la muerte de un ser querido es como navegar durante un tiempo en un océano de enormes glaciares solitarios. Poco a poco vamos despertándonos, amaneciendo de nuevo a la vida y a la tibieza de su rumor para percibir que ellos están ahí, que nos acompañan de infinitas maneras mientras duermen en mitad de nuestro corazón.

Daphne Du Maurier dijo una vez en uno de sus cuentos que la muerte debería ser como la despedida en una estación de tren. Debía permitirnos disponer de un intervalo de tiempo para decir adiós, para fundirnos en un largo abrazo donde no dejar nada pendiente y desear así a la persona querida un buen viaje.


“Toda la vida es un acto de dejar ir, pero lo que más duele es no poder disponer de un instante para decir adiós”


Sin embargo, todos sabemos que en la vida real no siempre disponemos de ese andén ni de ese tiempo de las despedidas idílicas. Porque el destino, en ocasiones es cruel y afilado, y gusta de arrancar de nuestro lado a los tesoros más preciados: a nuestros seres queridos. De ahí que afrontemos la mayoría de nuestras pérdidas con una mezcla de ira, desconsuelo y una indefinible incredulidad.

Suele decirse que tras la muerte de alguien muy cercano, más que vivir, “sobrevivimos”, y nos limitamos a avanzar a contracorriente como si fuéramos los protagonistas de un extraño desenlace vital. Ahora bien, esta manera de ver el duelo no es la mejor. Estamos obligados a reconstruir nuestras vidas, a hacer de nuestros días un hermoso tributo a quien todavía habita en nuestro corazón, a esa persona que nos dejó un hermoso legado, que aún hoy, nos acompaña de muchas maneras.

Reflexionemos sobre ello.



Quienes siguen con nosotros no se merecen perdernos

En ocasiones no dudamos en mirar hacia arriba recordando a quienes hemos perdido. Sin embargo, no están tan lejos, no nos separa todo un cielo ni un grueso muro que divide el universo de los vivos de quienes ya no están. Ellos, habitan en un rincón preciado de nuestro cerebro emocional, fundidos en el palacio de nuestras almas y esa mitad de nuestro corazón que impulsa cada latido.

El ser humano está hecho de recuerdos, de vivencias y legados emocionales que dan forma a lo que somos, y que a su vez nos inspiran y nos empujan a seguir avanzando, a pesar de que otros ya no estén junto a nosotros. Decía Julian Barnes en su libro “Niveles de pérdida” que tras la muerte de su mujer se dio cuenta de muchas cosas. La primera es que el mundo se divide entre los que han experimentado el dolor de la muerte de un ser querido y los que no.

Este ejemplo lo descubrió a través de un amigo, que con muy mal tacto le comentó que una ventaja de haber perdido a la propia esposa es que ahora podría hacer todo lo que deseara. Aquello sentó muy mal a Barnes, porque él entendía la vida como un lugar compaartido con su mujer. De hecho, si alguna vez realizaba algo solo lo disfrutaba posteriormente explicándoselo al amor de su vida.



La segunda lección que aprendió Julian Barnes sobre la muerte es que la vida merece ser vivida a pesar de ese vacío sangrante, a pesar de ese hueco al otro lado de la cama. Porque decir “no” a seguir avanzando es como perder de nuevo al ser amado, a esa persona que habita interiorizada en nuestro ser y que pide ser honrada a través de la felicidad, del recuerdo y de nuevas sonrisas.

Siempre estarán junto a nosotros

lunes, 6 de marzo de 2017

Nuestra Naturaleza Real



Sólo hay CONCIENCIA.

Los Sabios la han llamado por muchos nombres ― Dios, Espíritu Puro, SOY EL QUE SOY, Realidad Absoluta, Sí mismo No dual, Brahman/Atman, Ser-Conciencia-Beatitud, Tao, naturaleza de Buda No-nacida, Dharmakaya, Mente Zen, Luz Clara, El Uno, y así sucesivamente.

La Conciencia (Awareness), siendo completamente abierta, trascendente, sin forma, inmutable, atemporal, sin espacio y sin mundo, es también ESTO que ahora está mirando, oyendo, tocando, olfateando, saboreando, pensando, intuyendo. La Conciencia también se manifiestas a Sí misma como todos estos objetos sensibles/perceptibles, es decir, las diversas vistas, sonidos, texturas, olores, sabores, pensamientos, recuerdos, emociones, impulsos psíquicos y otras formaciones o fenómenos que surgen momentáneamente.

La Conciencia por tanto es QUIEN TÚ ERES REALMENTE y TODO LO EXPERIMENTADO, es decir, la Conciencia es LO QUE TODO ESENCIALMENTE ES. El universo fenoménico de mentes y cuerpos (el 99.9999999999% de espacio vacío en el nivel subatómico, según la física) es el maravilloso y misterioso "juego de sueños" de la Conciencia Divina. En otras palabras, todos los mundos de la forma (en los niveles físicos y sutiles) son la expresión de la Conciencia sin forma. Todas las "cosas" cambiantes son manifestaciones de la inmutable NO-COSA (la Conciencia-Espíritu-Dios-Ser trascendente) que TÚ ERES.

No puedes conocer, percibir, encontrar o comprender la Conciencia como un objeto de experiencia, ya que la Conciencia fundamentalmente no es un objeto. Más bien, la Conciencia es el Sujeto eterno (se podría incluso decir: la Conciencia es ESTO que subsume y trasciende la división sujeto-objeto). Por lo tanto, TÚ sólo puedes SER Conciencia, permanecer como ESTA Conciencia, morar como ESTA, florecer como ESTA, brillar como ESTA, y funcionar libremente desde ESTA Conciencia. No puedes tocar ni mirar la Conciencia sin forma, así como la punta del dedo no puede tocarse a sí mismo o el ojo no puede verse directamente a sí mismo. En resumen, aunque la Conciencia no es cognoscible o perceptible como un objeto, la Conciencia se vive y se es, porque TÚ ERES ESTA CONCIENCIA.

Todo el mundo siempre viene o funciona realmente desde la Conciencia pura. Pero no todo el mundo es consciente de Esto. Una especie de deporte, travesura o juego Divino (en sánscrito: lila) está muy extendido, en el que los seres (que son, después de todo, Dios-Mismo disfrazado) parecen haber olvidado su verdadera naturaleza. Se enmascaran bajo diversas formas de egoísmo, sin vivir en/como el Amor Divino. Parecen estar atrapados en varios estados de avaricia, aversión, vergüenza, ira, frustración, miedo, euforia, aburrimiento, confusión, desesperación, etc.

¿Cómo, entonces, "se siente" el estar despierto a la identidad real de uno mismo como Conciencia Divina? La experiencia directa junto con el testimonio de los sabios revela que la Conciencia Divina se vive más auténtica y gloriosamente cuando están presentes los siguientes factores de iluminación:

Una sensación de absoluta libertad y sencillez, semejante a la "gravedad cero". El comportamiento es espontáneo, fluye libremente, sin apego, sin fijación. Uno está simplemente disponible y motivado sólo para amar y servir a todos los seres como Uno-Mismo.

Ya no estás atrapado en identificaciones estrechas y exclusivas con un "yo" pequeño ("mis" necesidades, roles, opiniones, habilidades, emociones, posesiones, etc.).

Ya no hay sensación de separación entre un "yo aquí" y un "tú/ello/ellos ahí fuera". Más bien, existe la intuición no-dual de la unidad profunda con todos los seres como su propio Corazón. Uno "ama a su prójimo como a Sí mismo", y su verdadero Sí mismo está AQUÍ, a distancia cero de mi "verdadero" Sí mismo. Sólo existe esta Realidad Divina Abierta Omnipresente, el Sí mismo en Quien todos los seres viven, se mueven y tienen su ser.

No mantener un tira y afloja de experiencias con pesados y vinculantes gustos, disgustos, apegos, aversiones, codicia, lujuria, ira, miedo, repugnancia, odio, etc. (Pueden surgir varias emociones de vez en cuando, pero son inmediata o bastante rápidamente reconocidas y "vistas" como que no son la verdadera naturaleza de uno, sino simplemente expresiones pasajeras de sueños Divinos, y por lo tanto se disuelven en la Clara Luz de la Conciencia).

Todo lo que sucede en el mundo manifestado de las formas (el campo fenoménico de la Conciencia no manifestada) no es resistido o denigrado, sino amado y apreciado como la expresión lúdica y conmovedora del Espíritu. Y, paradójicamente, hay una fuerte pero espontánea motivación Divina dentro de esta no-resistencia y sentido de perfección inherente para remediar las injusticias, corregir los errores, curar los traumas y ayudar a mejorar las condiciones de todos los seres sintientes y de la comunidad. El Sí mismo de todos los yoes está en profunda empatía no-dual con todos los yoes, que son el conmovedor juego personal de ESTA Única Conciencia-Eseidad-Viveza Supra-personal.

Uno está muy contento de simplemente ser, sin ser impulsado por ninguna inquietud o una sensación de dilema hacia la actividad egocéntrica de "tener y hacer". Uno está profundamente relajado, viviendo de la paz de la "vigilia del sueño profundo" (como los sabios lo llaman paradójicamente), incluso en medio de la acciones útiles.

La verdadera felicidad prevalece, no el vértigo inquietante: una simple dicha, que no depende de las circunstancias o de las personas para su satisfacción. La esencia aquí es ser claro, no "estar drogado" por medio de la euforia agitada o las subidas de adrenalina.

Aunque los aspectos falibles de la personalidad todavía pueden surgir con poca frecuencia, su transformación curativa ocurre ligeramente dentro de un sentido taoísta general de "perfección perfeccionándose perfectamente".

Uno está Enamorado, radiante como Amor, siempre muriendo y renaciendo como Amor en cada momento intemporal... Amor por y como el Sí mismo de todos los yoes.



Si existe de alguna manera el sentimiento de que "tú" no vives auténticamente desde la Verdadera Naturaleza, la Identidad Real o Conciencia Espiritual, no hay nada que "tú" como ego puedas "hacer" realmente. La realización espiritual ocurre espontáneamente a través de la Gracia de la Conciencia, no como resultado de los esfuerzos causales del ego.

Sin embargo, estar en presencia de verdaderos sabios es una gran ayuda. La Iluminación se comunica a sí misma, no como una "transmisión" dualista, sino como un tipo profundo de "resonancia" dentro del Mismo Sí mismo.

Los sabios también han dado algunos consejos clásicos sobre la manera de disminuir el sentido del ego, para que la consciencia personal se abra a la claridad y a la vacuidad-plena de la Consciencia Supra-personal. Es decir, para el despertar completo espontáneo a ESTA REALIDAD que "siempre es el caso":

Sólo SÉ ― y no hay necesidad de inquietarse o hacer una gran cosa para sólo ser. Sólo hay que relajarse profundamente y dejar ir todo sentido de ser una cosa-como "yo". Deja que el yo egoísta se disuelva ("muera") en el Ser. Desapégate y permanece como el Testigo imperturbable de todas las sensaciones, pensamientos, recuerdos, emociones, autoimágenes, y cualquier otra cosa que te esté causando fijación. (En cuanto las formaciones surgen en la consciencia, simplemente obsérvalas y déjalas ir, momento a momento...) Vacíate. Mora como no-cuerpo, no-mene, no-cosa. Permanece como la pura Ausencia que manifiesta "la Presencia" de la consciencia, la energía, la experiencia, la relación, la totalidad. Sé completamente simple y sin complicaciones, sin lucha, esfuerzo o posturas. Viene de la profundidad natural, no de la mente superficial, aunque en realidad TÚ, el verdadero TÚ, eres la totalidad de la superficie y la profundidad, de dentro y fuera, de todo y Nada.

Recuerda que no hay necesidad de llegar a ser la Conciencia pura ― TÚ ya LO eres en tu verdad original. Deja que el cuerpo-mente funcione espontáneamente, libremente y amorosamente de acuerdo a la Voluntad Divina, y simplemente quédate o permanece como lo que TÚ siempre eres fundamentalmente: la vasta, espaciosa, perfecta, ilimitada y radiante extensión de la Conciencia-Luz Clara. Conoce esto, en medio de todos los aspectos cambiantes de tu mundo, TÚ eres el Uno Inmutable que ha estado y estará AQUÍ inalterable durante todas "tus" vidas. Subyacente a todas las formas y personas perceptibles, TÚ eres la Conciencia sin forma que está milagrosamente "soñando" con estas formas y personas. Esta Conciencia es completa e inmejorable ― la prístina apertura/vacuidad/plenitud de la Divinidad.

Por otra parte, este Sí mismo Divino de la Conciencia Absoluta, TU identidad real, no está "en el mundo". No, el mundo está en TI, flota en la Conciencia como un sueño asombroso. El mundo es la expresión misteriosa y conmovedora de esta Conciencia creativa, que está saboreando eternamente todo tipo de experiencias de Sí misma mientras está totalmente libre de toda experiencia.

Más allá de/antes de/durante todas las formas y experiencias, SOLO LA CONCIENCIA ES... justo AQUÍ (más cercana que el cuerpo-mente-ego), el Fundamento sin Fondo de Todo, el Único Ser, la Experiencia Pura de todas las experiencias.

Que todos estén despiertos como este Ser Absoluto, este Amor Divino, esta Dicha incomparable, esta Libertad perfecta.

La Verdad real es que todos están ya DESPIERTOS como esta ÚNICA REALIDAD.



Para quien se pregunte dónde y cómo se originó esta Declaración de la Verdad, aquí está la primera versión de esta declaración, encontrada recientemente en noviembre de 2011 entre algunos documentos antiguos. Se escribió en enero de 1982 mientras asistía a la escuela de postgrado en San Francisco (el programa East-West Psychology en CIIS), apenas ocho meses después de regresar de un viaje de 6 meses a la India y visitar a varios sabios incluyendo a Sri Nisargadatta de Bombay, a Annamalai Swami de Tiruvannamalai, a Anandamayi Ma del norte de la India, a Taungpulu Sayadaw de Birmania, y varios otros. Ahora recuerdo que este breve artículo fue escrito en respuesta a la petición de un amigo como la "esencia más alta de las tradiciones de sabiduría".


LA "VERDAD" DE LO QUE ES

Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma


Muchas de las personas que acuden a consulta quieren cambiar su situación de malestar permanente, sin cambiarse a ellas mismas. Gran parte de la resistencia inicial a la psicoterapia que presentan estas personas tiene que ver con el miedo a aceptar lo que realmente les sucede. Algo curioso, porque lo mayoría de los cambios acertados pasan por reconocer con precisión el punto de partida.

Demasiadas personas sobrevaloran lo que no son e infravaloran lo que son. Parte de su dolor viene producido por la forma en la que se autoevalúan. A su vez, piensa que el dolor puede convertirnos en personas susceptibles y beligerantes.


Nuestras interpretaciones ligadas a nuestras reacciones emocionales son las que nos llevan a sufrir y a entrar en conflicto con nosotros mismos. En última instancia nosotros somos los causantes -o al menos los “cómplices”- de nuestro propio daño.



Elegir tomar una actitud de resistencia, impedirá que en muchas ocasiones comprendamos que la causa del sufrimiento no tiene que ver con el estímulo en cuestión, sino con la reacción que tenemos a ese estímulo. Las personas que se resisten al cambio, esperan que en un futuro los problemas mejoren por sí solos sin tomar una actitud proactiva. Esperan ser recompensados de alguna forma sin cambiar ninguno de los comportamientos que han generado el problema.

La felicidad solo puede existir en la aceptación. Cuando aceptas, te transformas.


La paz viene del interior, no la busques en el exterior

Muchos de los pacientes que llegan  consulta sitúan el foco de sus quejas en factores externos y poco controlables. Además, gran parte de esa desesperanza nace y se mantiene por una fijación excesiva en situaciones injustas sobre las que no se tiene ningún control.

viernes, 3 de marzo de 2017

Lo que está viendo aquí no existe: Así nos engaña nuestro cerebro en esta foto


En esta fotografía, que parece no tener nada de especial, hay algo que engaña a nuestro cerebro: el verdadero color de las fresas no es el que se ve a primera vista.

La imagen de un simple plato con un tartaleta de fresas ha sido compartida miles de veces en Twitter en las últimas horas. La instantánea, compartida por Matt Lieberman, un neurocientífico de la Universidad de California en Los Ángeles, parece no tener nada de especial.

Sin embargo, se trata de una imagen insólita ya que, pese a parecer lo contrario, no contiene nada de color rojo. Aunque las fresas se ven de ese color, si uno se acerca a la imagen o la amplifica verá que en realidad están compuestas de distintas tonalidades de azul.



Insólita percepción de colores

Ser más allá de una identidad personal


Descubrir tu libertad innata es el mejor regalo que puedes dar a cualquiera, incluido tú mismo. Descubriendo plenamente tu condición natural de conciencia/amor te convertirás en un recipiente para el amor incondicional y la sabiduría y beneficiar a todo aquel que entra en "tu" experiencia.

Hoy puedes empezar leyendo este artículo de instrucción básica. Te daré una buena idea o sentido general de lo que será nuestra intención para las próximas 2 semanas.


¿Qué es una identidad personal?

Una identidad personal, para mí, es en realidad un verdadero reto el describirla, ya que descubro que es inexistente cuando trato de buscarla. Una identidad personal real, como algo que existe en sí y por sí misma, como algo que tiene un corazón o alma propia, no se encuentra en ninguna parte... Sólo existe el ver y el ser de lo que yo describo como: conciencia libre.

Entonces, ¿qué es una identidad personal?

Una identidad personal sólo es un pensamiento. Es sólo una idea acerca de ti mismo. Si vas en busca de la propia identidad real, la persona real o corazón de la identidad, verás que nunca la podrás encontrar.

Seguramente puedes encontrar pensamientos y emociones que surgen continuamente, pero estos son sólo formas de pensamiento arbitrarias que giran en torno a una especie de misteriosa identidad llamada "yo".

Estos son los referenciales, los pensamientos que apuntan hacia una identidad. Pero ¿dónde está la cosa misma a la que estos pensamientos apuntan? ¿Puede la propia identidad encontrarse? Verdaderamente todo lo que hacemos es hablar de nuestra identidad personal como si estuviera ahí, pero todavía nadie ha visto nunca una identidad personal.

En pocas palabras: Esta es la mayor broma de la especie humana. El 99% de nuestras vidas gira en torno a algo que nadie ha encontrado que exista en realidad. ¡Ja! ¡Vaya juego! Es mejor reconocer esto y reír compasivamente, que disfrutar de este juego de mera fantasía y sufrimiento.

A menudo creemos ser algo...

Convencionalmente comenzamos creyendo que somos nuestros pensamientos y emociones. Que como algunos de nosotros nos volvemos más educados espiritualmente, tendemos a creer en un alma de algún tipo, o creemos en un cuerpo de energía sutil con el que algún día dejaremos el cuerpo físico.

Así que creemos que eso es lo que somos. Pero, ¿lo somos realmente? ¿Qué es lo que ha cambiado de creer que somos nuestros pensamientos y emociones, a creer ahora que somos un alma? ¿Dónde está el alma? ¿Puede un alma encontrarse de repente? Incluso cuando pensamos que experimentamos nuestra alma, digamos que en una meditación, ¿no es esto sólo otro, aunque sutil, sentido de uno mismo? ¿Sólo una sensación más sofisticada que surge dentro del espacio auto-consciente?

¿Qué ha cambiado realmente excepto tu creencia acerca de quién eres? Todo esto es sólo un montón de ideas apuntando y haciendo alusión a una realidad que no existe realmente aparte de estos referenciales...

Por lo tanto, yo diría que la identidad personal realmente es pura ficción. Si miras con claridad, sin creer en ninguna de tus ideas, verás que no hay una identidad existente en y por sí misma en ningún lugar. No hay ningún "yo" que tenga su propia naturaleza o fuente autónoma. Sólo hay puro ver/ser... Sólo la presencia pacífica de lo que está mirando: la Conciencia.

Estos pensamientos acerca de algo que se llama "yo", creo que estarás de acuerdo conmigo, son totalmente poco fiables a la hora de querer realmente conocernos a nosotros mismos. Ya que un día estos pensamientos que creemos nos dicen que somos esto y lo otro, luego al día siguiente cambian a una supuesta creencia más refinada de lo que somos. Pero las creencias no te harán libre. Las ideas sobre las que basamos nuestras acciones y pensamientos no nos harán ver de primera mano la verdadera naturaleza de nuestro ser.



La sensación de "Yo soy" o el sentido de "ser alguien" es también una apariencia/expresión dentro de la conciencia.

¡Deja que la vida suceda!


La vida está sucediendo - ¡así que déjala!

Literalmente, todo lo que conocemos simplemente sucede. Por supuesto, podemos fingir por un tiempo que somos el hacedor de todo lo que sucede en nuestra vida personal, pero si se mira de cerca a cada momento nuevo, con una mente abierta, una percepción fresca, entonces veremos cómo todo lo que sucede, literalmente, hace precisamente eso: Sucede. Aparece. Desaparece.

Incluso cuando creemos que somos el hacedor de algo, incluso cuando estamos en el propio acto de hacer algo usando nuestros pensamientos/intenciones y el cuerpo, cuando nos damos cuenta de ello en ese momento, veremos cómo incluso eso que llamamos "hacer" está simplemente sucediendo como un proceso fenoménico aparentemente sin esfuerzo dentro de la conciencia siempre clara.

No hay ningún esfuerzo en cualquier apariencia de la Vida. La Vida no conoce el esfuerzo. La Vida simplemente sucede de manera natural y sin esfuerzo, momento a momento.

El esfuerzo es lo que nosotros mentalmente "sentimos" cuando separamos nuestro sentido del yo de la experiencia real y empezamos a pensar en la experiencia desde una distancia. Es sólo cuando creemos que somos el hacedor de nuestra vida, que sentimos el esfuerzo, el estrés y el miedo que vienen con ser un gerente de todo.


La relación entre el hacedor y la identidad personal

Cada vez que nos identificamos con un pensamiento acerca de lo que somos, nos convertimos automáticamente en el hacedor del proceso en cuestión. O al menos eso creemos/sentimos.

La Identidad personal y el sentido de ser el hacedor/gerente, son esencialmente una y la misma ilusión; un mero pensamiento-proyección. No estoy diciendo que el libre albedrío exista o que no exista, pero la creencia de que estamos limitados a nuestro sentido de ser el hacedor, es fundamentalmente falsa.

Tanto el sentido de ser un alguien y el sentido de ser el hacedor, se resolverán de forma natural en la Conciencia en reposo.

"Se resolverán en la Conciencia" significa simplemente que ambos sentidos se verán esencialmente como no-existentes por sí mismos; veremos que es simplemente un sentido derivado de nuestro proceso del pensamiento/creencia, y que ese proceso del pensamiento en sí, no es sino las percepciones relajadas que aparecen y desaparecen dentro de la conciencia.

Así que en realidad, no hay ni siquiera nada real que necesite resolverse, es en primer lugar pura ficción y esa es simplemente la forma en que lo vemos desde la conciencia/ser. Lo que podríamos llamar El Resolver de algo, es simplemente el claro ver de la propia naturaleza ya pura y libre. Nada tiene que hacerse acerca de nada.

El ver que el esfuerzo no existe, es libertad. ¡Todo lo que surge, es inmediatamente libre y se resuelve ya como conciencia pura!


La conciencia no tiene obstáculos

Nunca ha habido ningún obstáculo para la conciencia libre/Tú. La identidad personal, así como el sentido de ser el hacedor no tienen obstáculos tampoco, porque ambos pueden ser conocidos surgiendo en la conciencia libre en este momento... Y todo de lo que podemos ser conscientes, incluyendo nuestros pensamientos acerca de los obstáculos o nuestras sensaciones de ser o hacer, no puede ser un obstáculo para la conciencia, porque ¿qué es consciente de ellos? ¿Y esa conciencia que es consciente de ellos está de alguna manera aprisionada por estas simples ideas/sensaciones que aparecen dentro de la percepción de la conciencia?