Los años pasan volando. Tu vida pasa volando. Antes de que te des cuenta estarás fuera de tu cuerpo y ¿dónde estarás?
Si sabes quién eres, no estarás en ninguna parte. Si piensas que sabes quién eres, estarás en alguna parte.
A dónde vamos depende de nuestros pensamientos.
La mente es la misma, incluso después de la así llamada muerte. Tus pensamientos determinan adónde vas.
Por ejemplo: Si crees en el cielo y el infierno. Si crees en el infierno más que en el cielo, te encontrarás después de salir de tu cuerpo en una situación infernal. Pero tú has creado esa situación. Nadie te envía allí. No hay nadie que te envíe a ningún lugar. Tú creas el lugar al que vas por lo que sabes.
Si crees que mereces ir al cielo te encontrarás en un lugar celestial. Pero eso es sólo por un corto tiempo. Entonces la ley del karma se hace cargo y te lleva donde se supone que debes estar. Puedes encarnar en este planeta de nuevo. O puedes ir a un planeta diferente.
Por lo tanto, la persona sabia, no quiere ir a ninguna parte.
La persona sabia nunca muere. Porque nunca ha nacido.
No hay ningún lugar adónde ir y no hay nada que hacer. Simplemente te fundes en la consciencia. Te conviertes en consciencia. Te conviertes en omnipresencia y siempre eres feliz.
No hay nacimiento y no hay muerte. No hay un ir y venir. No hay absolutamente nada. Pero la nada a la que me refiero se llama consciencia-dicha. La nada a la que me refiero es, tú no pierdes tu individualidad, tu individualidad se expande y te vuelves omnipresente.
Puede que hagas la pregunta, "¿Cómo puede la individualidad de cada uno expandirse de la misma manera? ¿Entonces habrá miles de millones de individualidades?"
No, sólo hay una individualidad y ésta es el Ser (Sí mismo). Y ésta eres tú. Tú eres la Realidad Última. Pero ahora mismo con tu mente finita es difícil que lo comprendas. Es por eso que tienes que entender que tú no eres tu cuerpo-mente fenoménico. En cuanto te deshaces del concepto de cuerpo-mente eres libre.
Siempre y cuando creas que eres la consciencia del cuerpo-mente, estás bajo las leyes del karma. Y todo lo que le hagas a otra persona, vendrá de regreso a ti. Tendrás que pagar por todo. Todo lo que hagas a otra persona siempre vuelve.
La única libertad que tienes es comprender que tú no eres el cuerpo y guardar silencio o no reaccionar ante cualquier condición.
La mente nunca se detiene, siempre va de acá para allá. La mente no sabe la diferencia entre el cuerpo actuando o el cuerpo no actuando. La mente se mueve por los mismos pensamientos que tienes. Es sólo cuando los pensamientos paran, cuando cesan, que la mente deja de moverse. Y cuando la mente deja de moverse, todo el karma cesa.
Y cuando no hay karma, ya no tiene ningún poder sobre ti. No estás bajo ninguna ley. Así que no hay nada que puedas hacer y eres libre. Ya no hay nacimiento ni muerte para ti. Ya no hay ningún ir y venir. Tus acciones se convierten en acciones sin valor, ya que la acción sólo es vista por la persona inconsciente. En realidad, la persona consciente, despierta, no realiza ninguna acción.
Si quieres encontrar la libertad y la liberación en esta vida, tienes que ralentizar tu mente y parar tus pensamientos. Son tus pensamientos los que te mantienen en la esclavitud. La única cosa en que tus pensamientos piensan, es en el pasado y en el futuro. Pero de alguna manera tienes que llegar a estar centrado en el momento y llegar a ser totalmente espontáneo.
Sé que parece una especie de locura cuando se piensa en ello, porque te dices a ti mismo: "Bueno, ¿no tengo que planificar mi futuro? ¿No tengo que aprender las lecciones de mi pasado? ¿No tengo que trabajar hacia mi meta, lograr algo en este mundo?"
Todas estas son tendencias humanas. Suena muy lógico cuando se piensa en ello. Pero date cuenta de lo que he dicho, "¡Cuando se piensa en ello!".
Ahora, ¿qué crees que pasaría si no tuvieras pensamientos?