Como estoy seguro de que deben saber, la mayoría de los humanos imaginan estar separados de Dios. A partir de esta idea, los humanos se imaginan estar separados el uno del otro también. Sin embargo, ningún humano está separado de Dios, porque Dios es Todo lo que Es. Por lo tanto los humanos no están, y no pueden estar, separados unos de otros.
Sin embargo, sería inexacto concluir que el concepto de la separación en sí es una “mala idea” (que no cumple su propósito). De hecho, la Idea de la separación es una idea bienaventurada, que permite al Todo entender que Es la Suma de Sus Partes, y aún mayor.
La separación, Dios nos dice en el libro Comunión con Dios, es una ilusión que cumple su propósito magníficamente cuando utilizan La Ilusión como una herramienta para crear la experiencia.
Cuando se olvidan de que la separación es una ilusión, se imaginan que es el Estado Real de las Cosas. La Ilusión ya no crea la experiencia, se convierte en la experiencia.
Es como fingir enojo para que alguien sea más atento, y luego enojarse de verdad. O fingir interés en alguien para poner celoso a un tercero, sólo para descubrir que la ilusión del interés se ha vuelto muy real en verdad…
El instrumento se convierte en la experiencia.
Mediante este proceso han llegado a creer realmente que están separados; que la Desunión es posible en el Campo Unificado que llaman el Universo – ignorando el hecho de que la palabra “uni-verso” en sí misma significa “todo en uno”.
La ilusión de la separación, cuando no se la entiende del todo o no se la utiliza debidamente, puede tener un impacto enorme en su experiencia cotidiana. El resultado más significativo es que su creencia de que la separación es verdadera, en lugar de una ilusión, conduce a su idea de que “no hay suficiente”.
Cuando sólo había Una Cosa, y ustedes sabían que ustedes eran esa Una Cosa, nunca existió la cuestión de no haber “suficiente”. Siempre había “suficiente de ustedes”. Pero cuando decidieron que había más de Una Cosa, entonces (y sólo entonces) pudo parecer que no había suficiente de “la otra cosa”.
Esta “otra cosa” que ustedes piensan que hay, es de lo que está hecha la Vida. Sin embargo, ustedes son Vida, y aquello que la Vida ES –que es Dios, Mismo.
Sin embargo, siempre que se imaginen que están separados de Dios, van a imaginar que son algo distinto de lo que Dios es, que es la Vida Misma. Pueden pensar que son aquello que vive, pero no se van a imaginar que ustedes son la Vida Misma.
Esta separación de Uno Mismo DE Sí Mismo es lo que hemos llamado, en una de nuestras mitologías, la expulsión del Jardín del Edén. De repente, donde una vez hubo vida eterna, ahora hay muerte. De repente, donde una vez hubo abundancia, ahora “no hay suficiente”.
De repente, parece que hay muchos aspectos de la Vida compitiendo por la Vida Misma. Esto es imposible en la Realidad Absoluta, pero no en nuestra imaginación.
Incluso se pueden imaginar que están en competencia. Con las aves, con las abejas, con todos los demás seres vivos, y con todos los demás seres humanos.
Pueden crear una pesadilla en la que todo lo que apoya su vida parece no apoyar su vida en absoluto, sino limitarla. Por lo tanto, en realidad van a tratar de someter aquello que los sustenta.
Les dijeron que tuvieran dominio, pero ustedes han decidido que eso significa dominación. Así pues, en verdad han comenzado una guerra contra la Naturaleza, y contra el Orden Natural de las Cosas.
Hemos utilizado nuestra ciencia y nuestra tecnología para darle vuelta y retorcer y manipular a la Naturaleza, de modo que se doblegue a nuestra voluntad. Poco a poco estamos destruyendo la Naturaleza, como es naturalmente, en un intento de experimentarnos a nosotros mismos como ya somos naturalmente.
Ustedes ya son lo que buscan ser –eternos, sin límites, y Uno con Todo– sin embargo no lo recuerdan. Y así, tratan de someter a la Vida para poder tener Vida en mayor abundancia. Y ni siquiera ven lo que están haciendo.