martes, 5 de septiembre de 2017

Aprende a resolver cualquier problema desde la aceptación


La mayoría de nosotros ha experimentado nuestra capacidad de generar problemas, de cualquier cosa, de cualquier vivencia. Queremos que todo sea como lo hemos pensado, como lo hemos proyectado, como nos gustaría y no terminamos de aceptar las cosas tal y como son. Es esto lo que nos genera frustración y sufrimiento.

No debemos lucha contra todo lo que nos parece que no está bien, la rigidez no nos hace fuertes, por el contrario, tenemos muchas más probabilidades de quebrarnos que cuando somos flexibles. La naturaleza bien nos habla de ello y nos muestra cómo un árbol se adapta al vaivén del viento, cómo el agua pasa alrededor de la roca, cómo la arena se adapta a las olas… No hay resistencia, hay aceptación.


Cuando aceptamos cada una de nuestras experiencias, todo fluye, dejamos de etiquetarlas como positivas o negativas, sino que las tomamos tal y como son, sin quitarle ni ponerle, sin favorecerle o enjuiciarle, aceptando que así está ocurriendo y el mejor resultado lo obtendremos al aceptar, sin intentar cambiar. Ésta es la herramienta más poderosa de cambio, porque elimina el conflicto mental, elimina la manera en la cual vemos las cosas y sencillamente nos permite sacar de cada vivencia el aprendizaje.

Cuando nos negamos, cuando nos resistimos, estamos castrando la experiencia completa, nos estamos limitando, estamos reprimiendo nuestras emociones y con ello estamos tomando solo una parte de la vivencia. Si sentimos tristeza, no debemos evitarla, debemos aceptarla: “Estoy triste”, cuando lo hacemos la carga se aligera. Lo contrario ocurre cuando obligatoriamente queremos sentirnos felices, queremos pasarnos un interruptor y terminamos por colocarnos una fachada de sonrisa que nos puede hacer sentir más tristes que antes.


Si sentimos una emoción, así sea negativa, reconozcámosla y aceptémosla, no hagamos de ello un drama, no tiene nada de malo el sentir miedo, el sentir frustración, el querer escapar o llorar, es la petición de nuestro cuerpo, démosle cabida, es eso lo que necesita en ese momento, cuando lo aceptamos el problema desaparece.

13 Pensamientos de Louise Hay para inspirar tu vida


Louise Hay ha sido para quienes tuvieron la dicha de conocerla, inclusive a través de alguno de sus textos una fuente de inspiración, que destila la sabiduría que solo poseen quienes pareciesen entender con claridad el propósito de la vida e ir tras él. Famosa escritora y oradora, coach de vida, haciendo ver los caminos que siempre han estado allí, disponibles para todos.

Hace poco esta ejemplar mujer nos dijo adiós, pero un gran legado al cual tendremos acceso siempre, como una parte de ella que estará disponible para nosotros. Acá hemos querido hacer una recopilación de sus pensamientos plasmados en sus libros o conferencias, que sin duda son gotas de todo ese mar de información que nos dejó:

1 - El amor es la gran cura milagrosa. Amarnos a nosotros mismos hace milagros en nuestras vidas.

2 - Cada día declárate lo que quieres en tu vida.

3 - A medida que mi mente puede concebir más bien, las barreras y los bloques se disuelven. Mi vida está llena de pequeños milagros apareciendo de la nada.

4 - Yo no corrijo problemas, corrijo mi pensamiento. Luego los problemas se corrigen a sí mismos.

5 - Soy uno/a con la vida, y toda la vida me ama y apoya. Por eso tengo derecho a tener un corazón     lleno de amor que está abierto a los demás. Todos actuamos lo mejor posible en cualquier momento, incluso yo. El pasado ha quedado atrás y ya no volverá. Yo no soy mis padres ni manifiesto sus patrones de resentimiento. Tengo mi propio y único ser, y elijo abrir mi corazón para que se llene de amor, compasión y compresión, y expulsar de él todos los recuerdos dolorosos del pasado. Tengo la libertad para ser todo cuanto puedo ser. Ésta es la verdad de mi ser, y la acepto tal como es. En mi vida todo va bien.

6 - Todos los eventos que has experimentado en tu vida hasta este momento han sido creados por tus pensamientos y creencias que has tenido en el pasado. Fueron creados por los pensamientos y palabras que usaste ayer, la pasada semana, el pasado mes, el pasado año.


7 - Comienza a reconocer la prosperidad en todas partes y regocíjate con ella.

8 - Aprendemos nuestro sistema de creencias desde muy pequeños y luego nos movemos a través de la vida creando experiencias para enlazar nuestras creencias. Mira atrás en tu propia vida y date cuenta lo a menudo que has pasado a través de la misma experiencia.

9 - Me he dado cuenta de que el universo ama la gratitud. Cuanto más agradecido eres, más bien tendrás.

10 - Si no te amas total, entera y plenamente, es porque en algún momento aprendiste a no amarte. Pero puedes desaprenderlo. Empieza a ser amable contigo ahora mismo.

lunes, 4 de septiembre de 2017

¿Qué es la Empatía?


“La capacidad de clocarse en el lugar del otro 
es una de las funciones más importantes de la inteligencia. 
Demuestra el grado de madurez del ser humano.”


¿Qué es la empatía y para qué sirve?

La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de entenderlo, de tratar de comprender qué pasa por su mente, cómo y por qué se siente así, pero no desde nuestra perspectiva sino intentando pensar como piensa él, con sus creencias, sus valores…

La empatía parte de la validación, de comprender que los sentimientos de una persona son posibles en la situación en la que se encuentra, aunque nosotros en su misma situación tuviéramos otros.

Dicho en palabras más sencillas y con un ejemplo, para nosotros puede no ser muy importante el hecho de no tener hermanos pero para otra persona sí puede serlo. En esta situación, la persona empática apartaría su “escala de importancia” para entender el sufrimiento del otro desde “su escala de importancia”.


El grado de empatía

Hay personas que tienen una facilidad natural para hacer lo que anteriormente hemos descrito pero hay otras que son incapaces de hacerlo. Sin embargo, ¡cuidado!

A veces confundimos la empatía con otro concepto que si bien no es lo mismo, es una parte fundamental para que se produzca la empatía. Hablamos del reconocimiento de emociones.
Nos referimos a reconocer la tristeza, la alegría, el miedo, el enfado. Hay personas que son capaces de identificar rápidamente el estado emocional en el que se encuentra otra persona y hay otras que no consiguen identificarlo, siendo un poco exagerados, aunque se lo escriban en la frente.

Lógicamente, en este paso previo a la parte más cognitiva de la empatía, influyen muchas variables: la familiaridad que tenemos con la persona que tiene la emoción, nuestro grado de cansancio, su predisposición comunicativa, etc.

La empatía tiene muchos aspectos positivos: facilita la comunicación, el consuelo, la resolución de problemas, etc. Pero también tiene otro extremo, el negativo.
Vivir continuamente en el resto de zapatos del mundo que no son los nuestros puede hacer que creemos una desconexión emocional con nosotros mismos que nos puede pasar una factura muy importante.

Así, es bueno practicar y entrenar la acción mental de ponernos en el lugar del otro, pero sin olvidar que es el otro y sin quedarnos permanentemente allí. Los primeros que tenemos que cuidar de nosotros somos nosotros mismos.


¿Cuándo demostramos empatía?

Podemos ser una personas muy empáticas, pero si no lo demostramos, si no lo ponemos en práctica no sirve para nada. Dicho esto vamos a enumerar algunas ocasiones en la que podemos utilizarla:


Cuando sabemos escuchar y comprender los sentimientos del otro sin estar tan pendiente de nosotros mismos y de nuestras propias palabras.

Cuando no sólo utilizamos las palabras para consolar. También un abrazo, una palmada en el hombro, un beso o una caricia nos hace ser más empáticos.

Cuando estamos con alguien que tiene un problema y le ayudamos con el sentido del humor por ejemplo.

Cuando nos expresamos con delicadeza y cortesía.

Cuando no mostramos gestos de aburrimiento, irritación, cansancio hacia lo que nos cuentan los demás.

Cuando no hacemos un comentario, una broma o un chiste que sabemos que le va a molestar al otro.

Cuando hacemos entender a un anciano o a un niño por ejemplo que lo entendemos, que lo comprendemos.

Cuando ayudamos a resolver problemas y somos capaces de calmar a los demás.



¿Cuándo no demostramos empatía?

LIBERACIÓN


El ego es una energía…
es la energía de la intención…
es la energía de lo conceptual, de lo limitado, 
de aquello que desea y controla,
de aquello que hace y participa,
es la misma involucración del movimiento energético.

Cuando esta energía del ego desaparece,
lo que queda es lo que ya Es…
aquello simple e ilimitado,
aquello libre y sin rumbo fijo,
aquello que es puro y virgen,
y que no es nunca afectado por el movimiento.

El movimiento danza y baila en el espacio de lo que ya Es…
hay un continuo fluir energético,
donde todo es bello, todo es perfecto…
donde no existe ningún tipo de manipulación
ni intención de control…
es aquello que siempre Es…
la libertad en su total y pleno esplendor…

Pero cuando surge la energía del control,
cuando surge la intención de apropiarse,
esa ansia de manipulación y perversión,
esa energía que todo lo desea y todo lo posee,
entonces, la esclavitud surge
y la Libertad queda ocultada y escondida,
sin poder ser reconocida por lo que Es.

viernes, 1 de septiembre de 2017

No es cuando tú quieras, es cuando te toca


Es prácticamente imposible vivir sin planificar, sin buscar esa seguridad necesaria para cada ser humano, no solo desde el ámbito material, sino desde la esencia humana, de la luz, del progreso y de la plenitud como seres creadores que somos.


Todos los pozos profundos viven con lentitud sus experiencias: tienen que esperar largo tiempo hasta saber qué fue lo que cayó en su profundidad. Friedrich Nietzsche


Qué difícil resulta aceptar, darse cuenta de manera consciente que todo tiene un espacio, lugar y tiempo, que está medido y pesado y que no se trata de exigir porque creemos merecer, sino de ser pacientes y saber esperar nuestro momento.

Cuando hacemos planes y nos proyectamos, se inicia una espera inconsciente, de aquello que ideamos para nuestro futuro cercano o lejano, unas vacaciones, un empleo, una acción o decisión importante para nuestra vida, la adquisición de algún bien o cualquier otra cosa que ideamos. Comenzamos a esperar, que se concrete, que se logre, que podamos disfrutar de lo que nos planteamos.

Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida. Arthur Schnitzler


Cuando nos enamoramos de manera inesperada, nos sorprenden gratamente, nos llegan cosas que no esperábamos, disfrutamos de una manera excepcional lo que estamos experimentando, esto ocurre porque no nos hicimos expectativas previas, simplemente sucedió y nos tocó vivirlo, por lo que todo nos resulta nuevo y excitante.

Debemos hacer un esfuerzo por dejar de adelantarnos a las cosas, de suponer, de comparar y de tratar de controlarlo todo, debemos dejar un espacio para la sorpresa, el misterio y la fluidez natural de las cosas. Pretender que todo ocurra como y cuando lo queremos, nos agotará inevitablemente y no ayudará a entender lo que nos toca, que es donde radica el verdadero provecho de lo que se vive, las cosas llegan cuando estamos preparados para recibirlas, aunque nos parezca lo contrario.


El que esperar puede, alcanza lo que quiere. Anónimo

CÓMO SUPERAR EL MIEDO A LO DESCONOCIDO SEGÚN UN MONJE BUDISTA


LA COMPASIÓN ES EL ANTÍDOTO AL MIEDO, Y EL KARMA UN MÉTODO PARA COMPRENDER SU EFECTIVIDAD

Hemos sido testigos y víctimas de cómo el miedo provoca atentados, guerras, actos de intolerancia, discriminación, matanzas, acosos, violencia. Hemos vivido la apabullante reacción del miedo: inmediata, torpe, autodestructiva. Hemos abrazado al miedo como un único modo de vida, olvidando que es tan sólo una alternativa de supervivencia. Hemos sufrido el miedo.

Para Gyalwang Drukpa, director de la Drukpa School of Tibetan Buddhism, el miedo en la actualidad navega entre elementos extremistas, inestabilidad geopolítica y recursos naturales limitados; entre las comparaciones, las inseguridades y la envidia. Sin embargo, ¿cómo combatir el miedo que destruye todo lo bueno que hay en el mundo? La respuesta reside, según Drukpa, en la compasión. 

La compasión es el antídoto al miedo, y el karma un método para comprender su efectividad. Drukpa explica que el karma no es un destino predeterminado ni la aceptación de la injusticia o inequidad, sino el fenómeno de la naturaleza de la causa y el efecto: “El karma significa empoderamiento, y puede ser parte de la solución. El karma nos da un método para combatir miedo, terror, injusticia e inequidad. El karma significa que no estamos definidos por una situación, sino por las decisiones que realizamos”.

Esta idea abre la posibilidad de que un individuo no sólo elija el coraje y la compasión –en vez del miedo y el odio; también reduce la expectativa y la pasividad de que los líderes o gobernadores establezcan la paz. Es decir que una persona, como el lector mismo, puede “construir paz, y es fuerte, es duradera y es genuina”, pero requiere acciones, “un verdadero sentido de urgencia, coraje y mucho trabajo duro”. Porque, para Drukpa:

La paz significa que cada uno de nosotros tiene una obligación de construir un entendimiento mutuo y una obligación a rechazar el miedo. La paz nos requiere no sólo aceptar, sino celebrar las diferencias entre nosotros. El miedo necesita que rechacemos las diferencias. La paz nos motiva a aprehender las diferencias.

jueves, 31 de agosto de 2017

La mejor cura para el cuerpo, es saber curar el alma


Muchas veces nos vemos afligidos de salud, nuestro cuerpo, compañero e instrumento de lucha en la vida, nos comienza a mostrar síntomas de que no se encuentra bien, de que requiere algún tipo de atención, por ello, ante las manifestaciones del cuerpo, menester es saber escuchar, pues si bien, algo puede estar fallando o verse afectado, algunas veces no encontramos la cura tan fácilmente.


Me llamas tu vida, llámame tu alma;
porque el alma es inmortal, y la vida es un día. 
Paul Charles Bourget


Así que toca revisar la mente, los pensamientos, las angustias y las decisiones que tomamos en la vida, conviene ver el alma, buscar dentro de nosotros, aquello que nos está generando una alerta a través de nuestra salud. El alma alberga todo, cada pensamiento, sentimiento y percepción de la vida, queda grabado en ella cada acción, cuál cera, donde todo lo que nos llega anida su recuerdo vivamente en el alma.

Además de ello, están los instintos, que se albergan en nuestra alma, que se activan ante los sucesos que nos tocan en la vida o que bien van manifestándose de distintas maneras y finalmente, están aquellas cargas que sumamos a nuestro equipaje en el viaje de la vida, con o sin intención, en la vida cada persona que se presenta deja una enseñanza y no parte de nuestra vida hasta que la hemos aprendido, pues en este transcurso las emociones se van haciendo sentimiento, en tanto son positivas, excelente, pero es prácticamente inevitable, no tomar también, emociones y sentimientos tóxicos y por ende negativos, que más que sumar, restan a nuestra persona, y la salud es un reflejo de ello.



¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma? Blaise Pascal


Existen enfermedades de las cuales no nos podemos librar de manera tan simple, aunque recurrimos a muchos remedios y alternativas, no se marchan, el mal persiste, entonces nos preguntamos ¿Qué pasa con nuestro cuerpo? cuando en realidad se trata del alma y lo que no logramos sanar en ella.

Es necesario que aprendamos a conocernos, sin temor y sin prejuicios, revisar cada pensamiento de nuestra mente y sentir como se manifiesta, que oculta nuestra alma, a donde nos lleva el recorrido de aquello que nos estamos permitiendo vivir.

Entre ser feliz y tener razón, elijo ser feliz


La vida se basa en las elecciones en hacemos, en los caminos que tomamos y en la forma en la cual decidimos vivir. Siempre estamos eligiendo y tomando decisiones, desde las más sencillas hasta las más complejas, tenemos la facultad y la potestad de elegir, por lo que no debemos tomarnos tan a la ligera lo que hacemos, pensamos y decimos hoy, pues será lo que cultivemos para recoger mañana. ¿Has pensado en lo que vas a recoger tu?…


Todos tenemos un poder especial: la facultad de elegir. 
Og Mandino


Al momento de elegir en nuestra vida, en circunstancias importantes y significativas, siempre se eleva la razón, parece ser está la condición más lógica y coherente de la acción humana, sin embargo, no siempre las decisiones más razonables nos hacen feliz.

Entonces, entramos en el conflicto de qué es realmente lo que deberíamos hacer, lo que deberíamos elegir. Yo elegí ser feliz por sobre la razón, sin herir, sin lastimar a nadie, pero siempre enalteciendo el cuidado que debo tener conmigo mismo, resguardando mi paz y desechando todo aquello que contamina mi vida. Elijo empezar de nuevo una y otra vez de ser necesario, levantarme tantas veces como caídas tenga, esquivar y enfrentar todo aquello que me encuentre en mi camino, y más allá de todo elijo ser feliz.



No tenía miedo a las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros. Paulo Coelho


No importa que no siempre las cosas salgan como esperamos, tienes la capacidad de dejar entrar y de dejar salir de tu vida todo aquello que no necesitas o que te genera angustia, ansiedad, temores y dudas. La razón revela nuestro nivel de coherencia y nuestra felicidad manifiesta la mejor condición del ser humano.

Elige tu felicidad y aparta aquello que te lástima, actúa siempre con bondad y humildad, no juzgues jamás, tener razón no es imponer, algunas veces es preferible mantener la ignorancia para preservar la tranquilidad interior.



Cuando debemos hacer una elección y no la hacemos, esto ya es una elección. William James

miércoles, 30 de agosto de 2017

Y aprendí a vivir cuando entendí que la magia está en los detalles


La vida es un regalo tan hermoso, pero que podemos desperdiciar con tan facilidad, que asusta.  El estar hoy y no poder disfrutarlo porque nuestra mente raras veces hace cosas diferentes a escaparse a otro sitio o a otro tiempo, nos roba las experiencias, nos quita la posibilidad de saborear el momento, de sentir, de estar realmente.

La magia de la vida está en la forma en que la vemos, en esa manera particular de darnos cuenta de lo afortunados que somos, del milagro que somos, de todas las bendiciones que nos rodean y que nos forman. Nosotros de por sí somos un sistema perfecto, digno de admirar, por el cual debemos agradecer, mucho más allá de si estamos gorditos, si somos bajos o altos, si somos de un color u otro… Lo importante es la funcionalidad y lo esencial lo que llevamos dentro, lo que podemos dar y lo que somos capaces de recibir.


Muchos pasan la vida esperando los grandes acontecimientos, espera a ser mayores, esperan graduarse, esperan casarse, esperan tener hijos, esperan jubilarse, esperan, esperan y esperan… hasta que lo único que queda es esperar la muerte…

Así se pasan la vida a la expectativa de un acontecimiento futuro, en donde por algún motivo tienen esperanzas de cambio, porque aparte de todo, por lo general se sienten inconformes con lo que viven y lo más triste es que cuando llega eso que han esperado y no resulta como creían no les sirve de motivación para cambiar la manera de vivir las cosas, sino que el único cambio que generan en sus vidas es esperar un acontecimiento diferente.


La felicidad no se puede postergar, debemos aprender a ser felices sin importar las circunstancias, en el camino y cuando llegamos a la meta, cuando las cosas van como queremos y cuando no. Ser felices cuando todo está bien es mucho más sencillo, pero de decirlo, porque a nivel mental siempre encontramos la manera de limitar ese todo, de hallar problemas y puntos negros, encontramos la manera de sabotearnos y alejar la felicidad “sencilla”.

Cuando en las malas podemos ser felices, ahí sí es que hemos aprendido a apreciar la vida, eso significa que no importa lo que ocurra, entendemos que la felicidad está dentro de nosotros mismos, que solo depende de nosotros, de nada, ni de nadie. De esta forma entendemos que aun en los malos momentos hay cosas buenas que rescatar, pequeños milagros que agradecer, gestos que nos sacan sonrisas, abrazos que nos calientan el alma, presencias que nos dan soporte…

Quédate con esa paz que da el haber hecho lo correcto, aunque no te lo agradezcan


Muchas veces luego de haber hecho cualquier cosa que consideramos correcta, podemos caer en la tentación de arrepentirnos por la reacción o posición que otras personas adopten en relación a ello.

Debemos rescatar que cuando nosotros tomamos la decisión de actuar de una determinada manera, esto habla especialmente de nosotros y de las personas que de alguna manera han tenido influencia en nuestras vidas, pero no debemos llevar a cabo buenas acciones bajo la expectativa de que despertaremos en los demás agradecimiento, consideración, admiración o cualquier otra cosa, inclusive dependencia. El estar esperando una reacción de reconocimiento resta un tato de valor a nuestras buenas acciones.



Debemos actuar por convicción, porque sabemos que es lo correcto, debemos participar para bien en la vida de los demás porque somos capaces y queremos, porque nos sentimos cómodos aportando a la vida de alguien algo que resulte en un beneficio para su vida.

Aunque no hagamos las cosas pensando en una recompensa, el universo siempre se encarga de mantener nuestras vidas en equilibrio y nos aporta cosas muy similares a lo que nosotros damos, sin distinguir la fuente, lo cual quiere decir que el hecho de que yo entregue algo particular a alguien, no significa que ese alguien nos lo retribuirá. Así que por donde se vea, resultará enriquecedor hacer el bien, sin mirar mucho a quien, porque el universo sí lleva nuestro balance.



Hacer las cosas en armonía con nuestra consciencia, nos genera una paz y un bienestar que se convierten en estímulo, para cualquier otra oportunidad en donde tengamos la posibilidad de hacer las cosas bien, de aportar, de facilitar, de sumar a un escenario específico o la vida de alguien más.

Evidentemente el agradecimiento es fundamental en la vida del ser humano, de hecho la mejor manera de pedirle al universo es justamente agradeciendo, pero esto no debe convertirse en algo a revisar, ni evaluar en los demás, sino en nosotros mismos. Debemos ocuparnos de agradecer todo lo bueno que nos ocurre, las experiencias que nos hicieron más sabios o más fuertes, las personas que tenemos alrededor, los milagros grandes o pequeños que siempre nos rodean… Pero no preocuparnos o juzgar a quienes no tienen el hábito, aun cuando se trate de agradecer nuestras acciones.

martes, 29 de agosto de 2017

20 frases budistas para vencer el miedo


Tanto mujeres como hombres experimentan cierta presión social en un momento determinado de sus vidas. Al convertirse en adultos, las únicas palabras que escuchan de quienes los rodean son “¿Para cuándo el/la novio/a?” , “¿Para cuándo la boda?”, “¿Para cuándo los hijos?”, pero, ¿si estos no son nuestros planes a futuro? Las generaciones se han transformado con los años, así como las prioridades, las metas y el estilo de vida; sin embargo, “el qué dirán” aún prevalece.


Lo importante de la vida es prestar atención a aquello que nos saca una lágrima de felicidad y dejar de vivir los sueños de los demás. El éxito se construye desde cero, y si tus metas son por completo distintas a lo que quiere el resto, no significa que debas cambiar de dirección, sino que has elegido tu camino. No permitas que la frustración invada tu vida por no poder complacer a todos, la vida no se trata de eso, sino de viajar, trabajar en lo que te gusta, ganar dinero, conocer personas y culturas nuevas, tener tiempo para ti, aprender un idioma, disfrutar de la rutina… en fin, una vida independiente.

El tiempo y la edad son términos relativos; todo se acomoda según nuestras condiciones y nuestra historia. Cada persona es un universo distinto, por lo tanto, los eventos que experimentará no serán iguales.

Es por ello que la filosofía budista nos enseña lecciones valiosas, que nos ayudan a encontrar la felicidad de una manera más espiritual, y a través del entendimiento de las causas por las que sufrimos.

1. “Así como una serpiente muda su piel, debemos mudarnos de nuestro pasado una y otra vez”.

2. “Ustedes son la comunidad ahora. Sed una lámpara para vosotros. Sé tu refugio. No busques otra cosa. Todas las cosas deben pasar. Esfuérzate diligentemente. No te rindas”.

3. “Si quieres conocer el pasado, entonces mira tu presente que es el resultado. Si quieres conocer tu futuro mira tu presente que es la causa”.

4. “Tu peor enemigo no te puede dañar tanto como tus pensamientos. Ni tu padre, ni tu madre, ni tu amigo más querido, te pueden ayudar tanto como tu mente disciplinada”.

5. “Nunca veo lo que ha sido hecho; sólo veo lo que sigue sin hacerse”.

6. “El único fracaso real en la vida es no ser fiel a lo que uno sabe”.

7. “El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional”.

8. “Sólo hay dos errores que uno puede cometer a través del camino a la verdad; no avanzar todo el camino y no empezarlo”.

9. “La paz viene de dentro. No la busques fuera”.

10. “Nadie nos salva excepto nosotros. Nadie puede y nadie debería. Nosotros debemos andar el camino”.

11. “Si tiene solución, ¿por qué lloras? Si no tiene solución, ¿por qué lloras?”

LA MATERIA Y EL TIEMPO-ESPACIO SON MERAS ILUSIONES GENERADAS POR LA CONCIENCIA, EXPLICA CIENTÍFICO


EL PROFESOR DE CIENCIAS COGNITIVAS DONALD HOFFMAN EXPLICA POR QUÉ ES ALTAMENTE PROBABLE QUE LA MATERIA Y EL TIEMPO-ESPACIO SEAN SÓLO ILUSIONES FUNCIONALES PRODUCIDAS POR LA CONCIENCIA, JUSTAMENTE COMO LOS ICONOS QUE NOS AYUDAN A NAVEGAR UN PROGRAMA DE COMPUTADORA

Donald Hoffman, profesor de ciencias cognitivas de la Universidad de California en Irvine y doctor en informática y psicología por el MIT, es uno de los científicos que más han estudiado el problema mente-cuerpo o la razón por la cual la ciencia no tiene una teoría satisfactoria para explicar la conciencia. Hoffman sugiere que esto se debe a que la conciencia es fundamental, no así la materia y el tiempo-espacio (y la ciencia busca explicar la conciencia desde una perspectiva física reduccionista, lo cual la coloca en un callejón sin salida).

Hoffman sostiene que el tiempo-espacio, los campos y la materia misma son apenas manifestaciones secundarias que se producen como contenidos dependientes de la conciencia, de la misma manera que los iconos e interfaces de una computadora nos permiten interactuar con los programas pero realmente no tienen una existencia intrínseca ni reflejan una realidad subyacente. Lo que es notable de Hoffman es que tiene una hipótesis sumamente sugerente basada en la noción evolutiva de que una especie no evoluciona para percibir la realidad sino para sobrevivir y, por lo tanto, es lógico pensar que el mundo material que percibimos no es el mundo real, sino solamente un modelo funcional que genera la conciencia.

A continuación traducimos la intervención de Hoffman en la revista Edge, la cual reúne a las mejores mentes de la ciencia para responder a preguntas que considera esenciales para la discusión contemporánea:

La conciencia y sus contenidos son todo lo que existe. El espacio-tiempo, la materia y sus campos nunca han sido ciudadanos fundamentales del universo sino que han sido, desde el principio, entre los contenidos más humildes de la conciencia, dependientes de ella para su propio comienzo.

El mundo de nuestra experiencia diaria --el mundo de las mesas, sillas, estrellas y personas, con sus formas auxiliares, olores, sensaciones y sonidos-- es una interfaz, específica a la especie, de un reino mucho más complejo, cuya característica esencial es consciente. Es improbable que los contenidos de nuestra interfaz en alguna forma semejen ese reino. De hecho, la utilidad de una interfaz requiere, en general, que no lo hagan. Ya que el sentido de una interfaz, como la interfaz Windows en una computadora, es una simplificación y facilidad de uso. Hacemos clic en iconos, ya que esto es más rápido y menos propenso al error que editar megabytes de software o alternar voltajes en circuitos. Las presiones evolutivas dictan que nuestra interfaz específica a la especie, este mundo de nuestra experiencia diaria, debe de ser una radical simplificación, seleccionada no por su representación exhaustiva de la realidad sino por su mutable pragmatismo de supervivencia.

Si esto es correcto, y la conciencia es fundamental, entonces no nos debería sorprender que, pese a siglos del esfuerzo de las mentes más brillantes, no tenemos una teoría física de la conciencia, ninguna teoría que explique cómo la materia no-mental o campos o energías son o pueden causar la experiencia consciente. Existen, evidentemente, muchas propuestas sobre dónde encontrar dicha teoría --tal vez en la información, en la complejidad, en la neurobiología, en el darwinismo neural, en mecanismos discriminativos, en efectos cuánticos o en organización funcional. Pero ninguna propuesta se aproxima remotamente a los estándares de una teoría científica: precisión cuantitativa y predicción novedosa. Si la materia es uno de los productos más humildes de la conciencia, entonces debemos de esperar que la conciencia no pueda ser derivada teoréticamente de la materia. El problema cuerpo-mente será a la ontología física [o fisicalista] lo que la radiación de cuerpos negros fue a la mecánica clásica: primero una provocación para su defensa heroica, luego el origen de su sustitución final.

lunes, 28 de agosto de 2017

8 LEYES UNIVERSALES QUE QUITARÁN EL MAL KARMA DE TU VIDA



LA LEY UNIVERSAL DE LA ARMONÍA

En primer lugar, debes saber que esta ley derroca incluso la ley fundamental del Karma, porque la armonía es el potencial supremo del equilibrio. Y sí, el propósito principal de Karma es alcanzar la armonía.

Cómo esto trabaja – si usted lanza una roca en un estanque usted perturba la armonía del estanque. Sí, tú eres la causa, el efecto es el chapoteo y las ondulaciones que repican y retroceden hasta que la armonía se restaura. De manera similar, sus acciones desarmoniosas se liberan en el Universo y vuelven sobre ustedes, vida tras vida, hasta que finalmente se restablezca su propia armonía.



LA LEY DE LA LA TIERRA

Usted y usted solo deciden lo que más necesitan aprender y en sus estancias terrenales, y para cada experiencia de vida buscan otras almas, a menudo con historias compartidas, y siempre con conáguraciones kármicas que corresponden a sus necesidades. Y, cada vez que actúas con intención, creas Karma. Las acciones son consideradas como pensamientos, emociones, palabras y hechos, y el motivo, el deseo y la intención detrás de cada uno. Los actos desarmoniosos deben ser equilibrados en el futuro en esta vida o en una vida futura, para tener crecimiento del Alma.

LA LEY UNIVERSAL DE LA SABIDURÍA

Sí, la sabiduría borra el Karma. Por lo tanto, si usted tiene la sabiduría para aprender sus lecciones a través del amor y la sabiduría, puede mitigar su sufrimiento. Y, por desgracia, parece que aprendemos el más rápido a través del dolor (experimentando directamente las consecuencias de nuestras acciones).

Usted puede tomar esto como un ejemplo -usted toma con avidez de los demás, y en lugar de aprender a través de la sabiduría y el amor que esto está mal, usted tiene que experimentar de los demás que avariciosamente tomar de usted, ya sea en esta vida o en una vida futura.

LA LEY UNIVERSAL DE LA GRACIA

Sí, también debes saber que el Karma puede ser experimentado a la letra de la ley o en la misericordia y la gracia. En otras palabras, si usted da amor, misericordia y gracia a los demás, recibirá lo mismo a cambio.

LA LEY UNIVERSAL DE LA EVOLUCIÓN DEL ALMA

La meta de la evolución del Alma – todo el mundo en este planeta comparte este objetivo, si se dan cuenta o no. Y recuerde, hemos reencarnado porque deseamos evolucionar espiritualmente. Al elevarnos por encima de todas nuestras emociones basadas en el miedo y al hacerlo aprendiendo a expresar el amor incondicional, elevamos nuestra velocidad vibratoria y nos acercamos a un estado de armonía.

Incluso cuando parece que no estamos evolucionando estamos en realidad haciendo progresos. Aprendemos a través del dolor de nuestros actos desarmoniosos, que pueden ser vistos como nuestros errores o fracasos.



LA LEY UNIVERSAL DEL LIBRE ALBEDRÍO NOTA:

Esta ley opera de tres maneras.

Todos sabemos que muchos de los eventos más importantes en su vida son predestinados por la astrología.
Pero, lo más importante para que usted se dé cuenta es que siempre tiene libre albedrío para cambiar el impacto del evento, o para trascenderlo por completo. Esto será el resultado de cómo vives tu vida hasta la situación que has destinado a experimentar.
Si da gracia y misericordia a los demás, sea positivo, amoroso, compasivo y demuestre por su acción que ha aprendido lecciones pasadas, ¡puede minimizar las experiencias desarmoniosas! Cuando usted se convierte en Maestro de la conciencia de la vida y desarrolla el desapego consciente, será mucho menos afectado por eventos mundanos que en el pasado. Un Maestro de la Vida goza de toda la calidez y alegría que la vida tiene para ofrecer, pero se desprende de la negatividad al permitirle a través de él sin afectarlo. Y por último, pero no menos importante – siempre tienes libre albedrío en cómo responder a cualquier situación. Si usted responde con emociones positivas, compasión e integridad, probablemente ha aprendido sus lecciones kármicas y no tendrá que experimentar una situación similar en el futuro.

LA LEY DE UNO

Hay almas que no se sueltan… ni con las vueltas que da la vida


Resulta una buena explicación para nexos que lo superan todo, aplicar teorías que tienen que ver con cosas más allá de las tangibles, que las evidentes o demostrables. Muchas veces sabemos que existe una conexión especial con otra persona desde el simple momento en el cual la vemos, es una energía que nos recorre y prácticamente nos recuerda que esa persona es parte de alguna manera de nosotros.

No sabemos cómo, pero no es necesario hablar para escucharse, no es necesario estar para sentirse, sencillamente a través del espacio, del tiempo, hay una energía presente conectándonos a ese ser que pareciese pertenecernos y no de ahora, sino de siempre, con la extensión más prolongada posible del tiempo.



Se dice que los acuerdos de almas se efectúan antes de las encarnaciones con el fin de colaborar en conjunto con el desarrollo de las otras almas. Tendremos cosas que sanar, que aprender, que dar y que recibir en  cada nuevo ciclo. Con esas almas estamos unidos a través de un pacto y no importa mucho el rol que juguemos en esta oportunidad, las reconocemos, los sentimos e inclusive podemos presentir su llegada a nuestras vidas.

Sabemos que de alguna manera no importa que nos separemos, que nos dejemos de ver, que hagamos vidas muy diferentes, porque ese nexo está allí, no se rompe, no se quiebra, son los nexos generados por la energía del amor en su forma más pura, tanto que muchas veces no podremos explicar lo que sentimos y para otros resultará inclusive absurdo.



Los acuerdos que establecemos con nuestras almas, no tienen caducidad, lo que debemos sanar lo haremos, lo que debemos aprender lo haremos, aunque nos tome más de un ciclo hacerlo. Las almas gemelas también encajan en estos acuerdos, con mayor sensibilidad ante su presencia, con la seguridad de que antes de amarla, ya la hemos amado.

Un alma gemela no necesariamente es una pareja, puede ser cualquier vínculo, una relación padre o madre – hijo, una relación de amistad, pero siempre resulta en una persona significativa en nuestras vidas.

sábado, 26 de agosto de 2017

Yo Soy, el Yo Soy (CAMBIOS FUTUROS)


ULTIMO VÍDEO QUE HEMOS CREADO, ESPERO QUE OS GUSTE Y OS AYUDE.


CAMBIOS FUTUROS.

Los cambios mencionados anteriormente se darán dentro de los próximos diez años. Hasta ahora se han requerido largos períodos para la construcción de la nueva actividad. 
Esta vez, en pocos años se logrará lo que hasta ahora había requerido siglos de trabajo —ya que la perfección mecánica, para aquellos que todavía la requieren, no se perderá como antes. 



SI QUIERES SUSCRIBIRTE, PINCHA EL SIGUIENTE ENLACE:
https://www.youtube.com/user/TheIsmavision

SI QUIERES RECIBIR NOTIFICACIÓN CUANDO SUBAMOS UN NUEVO VÍDEO,
HAZ CLIC EN LA CAMPANA QUE SALE A LA DERECHA DEBAJO DE CADA VÍDEO

viernes, 25 de agosto de 2017

Adiós a los malos hábitos mentales


Vivimos constantemente preocupados de lo que sucederá, siempre enfocados en nuestros patrones de aprendizajes anteriores para poder manifestarnos en nuestra vida presente, influenciando nuestras propias percepciones.

El tema aquí es: ¿Cómo puedo actuar en el mundo sin que se impongan en mí esos patrones de conducta y pensamientos del pasado, provenientes desde nuestra más remota infancia?


Es simple, hacer consciente esta situación es el primer paso para la “desprogramación” de pensamiento repetitivo y represivo que traemos en los hombros desde hace años. No olvidemos que tenemos la capacidad de crear nuestra propia realidad y esta no tiene porque ser la de mi padre, madre, hermanos, abuelos, antepasados, etc. Cada uno posee en el mundo su propia responsabilidad de crear y co crear su destino, su felicidad o su camino.

Reprogramar la mente tiene que ver con el desafío de entender que nuestros padres nos intentaron enseñar de acuerdo con como ellos veían, sentían y experimentaban la vida de acuerdo con su propia experiencia, de acuerdo con sus propias frustraciones, deseos, limitaciones, anhelos, etc.

Ahora nos toca a nosotros, a cada uno de nosotros hacernos responsables de nuestros actos, conductas, pensamientos y que cada una de estas tendrá a su vez una gran influencia en nuestro propio destino.

Deja atrás tus limitaciones, tus inseguridades, tus miedos, estos son solo espejos, barreras que crea tu mente y solo tu mente. Los hábitos solo desaparecen cuando son suplantados por otros nuevos, que se repiten costantemente hasta que se pueden reañizar sin consumir gran parte de nuestras fuerzas o de nuestra atención.

Repaso al proceso de desprogramación y eliminando la rutina de reticencia a aceptar cosas nuevas


El trabajo de desprogramación que estamos intentando explicar desde hace algunos artículos es mucho más simple de lo que estamos entendiendo que es. Vamos a partir de cero, para desarrollar porque funciona, cómo funciona y la falta de necesidad de ejecutar ningún tipo de ritual personal o lo que sea para ello.


Conectando con nuestro Yo Superior

Volvemos a la casilla de inicio. Todos nosotros somos seres multidimensionales, no somos nuestro cuerpo, ni nuestra personalidad. Nos identificamos con esta última, y cuando hablamos de otras partes de nosotros mismos las ponemos en tercera persona, y está bien que así sea, es una forma de entendernos, pero es solo terminología.

Imaginaros una goma elástica, la estiramos todo lo que podemos, enganchamos la parte inferior al suelo, y mantenemos la parte superior una distancia por encima de este. ¿Hay diferencia entre las partes de la goma elástica porque un trozo esté tocando el suelo físico y otro trozo se encuentre en suspensión en el aire? No la hay, así que, muy a groso modo, cuando trabajamos con nosotros mismos, estamos trabajando con esa parte de la goma elástica, la estructura multidimensional que nos forma, para que, la parte en suspensión, la parte “alta”, ayude a la parte “baja”.

Analogía aparte, esto quiere decir que cuando decimos “pedir al ser o al Yo Superior que desprograme algo“, solo hay que hacer eso, pedirlo. No hay que hacer una meditación, no hay que poner velas, no hay que poner música y vestirse con colores de ningún tipo. Es una única petición consciente, focalizada, concentrada, desde la personalidad (la parte baja de la goma elástica), hacia el ser, Yo Superior, la parte ”divina” y elevada de nosotros mismos (la parte alta de la misma goma). No hay un segundo de nuestras vidas y existencias donde nuestro ser no esté atento a lo que nuestra personalidad hace, vive, experimenta o solicita, pero hay unas reglas del juego evolutivo, que indican que no se puede violar el libre albedrío, ni siquiera entre partes de uno mismo. Esto significa que si no se solicita conscientemente a nuestro ser que nos ayude con algo, no se produce esa ayuda, al menos no directamente. En este caso, puesto que nuestra personalidad ha obtenido el conocimiento de lo que puede solicitar, por medio de los artículos anteriores, y que es aquello que nuestro ser desea y está listo para desprogramar en nosotros sin peligro, solo con la petición de hacerlo, ya se ejecuta esa desprogramación.

Espero que con esto se comprenda cómo funciona el proceso para futuros artículos, y todos podáis trabajar con ello.


Eliminando los bloqueos a aceptar nuevas cosas

Entonces, dicho esto, vamos a seguir con la desprogramación de cosas que están presentes en todos nosotros, y que a todos nos viene bien eliminar. Solo publicamos aquello que es más común para todos los seres humanos, pues las programaciones individuales y personalizadas que cada uno haya recibido por medio de sus vivencias, experiencias y demás se han de averiguar, trabajar y eliminar individualmente.

La siguiente rutina o programa que nos va a ayudar de nuevo a soltar algo de carga de nuestra psique es la rutina que vamos a llamar de “reticencia a dejar entrar nuevas ideas que choquen con lo establecido y programado en nosotros.” ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que todos tenemos un paradigma base con una programación más o menos estándar y una serie de creencias imbuidas solo por el hecho de tomar cuerpo físico en cada encarnación, ya que, al nacer, y al conectarnos al inconsciente colectivo, se descargan automáticamente todas esas programaciones y arquetipos que nos han de colorear, según la zona del mundo donde vivimos, cómo vemos la vida y cómo decodificamos la realidad común, para luego reforzar su estado con la proyección de nuestra realidad individual en base a esa programación.


Una rutina repartida en varias esferas

Así, hay instalados en diferentes esferas mentales, principalmente la inconsciente, la subconsciente y la consciente, los tres niveles de la psique que rigen la creación de la realidad de forma más directa en el plano físico, varios programas que, unidos, forman una sola “rutina” (conjunto de instrucciones) y que, por mucho que le digamos a Fulanito que la hierba es verde, si Fulanito tiene este programa activo, y le han programado que la hierba es rosa con topos azules, no aceptará nunca aquello que le llegue y contradiga su programación.

Entonces, la rutina de “reticencia a aceptar ideas o conceptos nuevos” está protegida de nuevo por cuatro programas de protección de arquetipos, así que primero, hemos de hacer la petición consciente a nuestro Yo Superior de que elimine estos cuatro programas de protección, no es necesario saber que son ni donde están, porque estás dando indicaciones precisas al indicar que son los que protegen la rutina anterior.

Una vez estáis seguros de que ya no están, con cualquier herramienta o medio que tengáis (sugería por ejemplo que pidáis una sincronicidad en vuestra realidad para aquellos que no tengáis otras herramientas de comprobación a mano), entonces solicitamos que se elimine la rutina que genera resistencias a aceptar información nueva.


Información protegida, no datos inservibles

Ojo, con información nueva, aquí no me estoy refiriendo a que entre información sobre el número de habitantes que hay en la ciudad tal, que puede ser información nueva y no conocida para vosotros, pero no es lo que se filtra con esta rutina, pues, de nuevo, estamos hablando de información sobre el sistema de control, información sobre el funcionamiento de la realidad, información sobre quiénes somos y cómo estamos hechos, etc.

Este tipo de información es la que esta rutina filtra y borra, dirige a lugares de la mente donde se almacena temporalmente, y si no ha “calado” y se ha integrado en nosotros, la borra como si fueran archivos basura, así que, aunque nos hayan contado la verdad más verdad sobre nuestra existencia en la Tierra como seres humanos, en muchos casos habrá durado en la psique lo que dura el tiempo que pasamos a leer otra cosa, y luego desaparece y se borra por procesos automáticos de limpieza una vez, la mente consciente, se ha olvidado de ella.

De esta manera, solo se fomenta el conocimiento de muchos datos que solo sirven de forma temporal (aprender las capitales de todos los países de memoria, por ejemplo), mientras que se bloquea que se conozca lo que realmente es importante para facilitarnos la desconexión del sistema de control en el planeta.


jueves, 24 de agosto de 2017

Desprogramando el miedo a los demás


La desprogramación de partes de nuestra psique es solo uno de los múltiples pasos que son necesarios para recuperar todo nuestro potencial, nuestro poder, nuestra libertad, y nuestras capacidades y habilidades latentes. Ya hemos visto dos rutinas que forman parte de aquello que hemos de quitar, y, aquellos que lo hayáis hecho, aunque no lo notéis, habéis dado un pequeño paso para reducir la influencia que tiene el sistema bajo el que vivimos sobre nosotros.

Vamos pues con otra más, vamos a ir descubriendo cómo desprogramar aquello que no se desea que sea desprogramado, y vamos a ir equilibrando el juego, liberándonos un poquito, en cada paso, de aquello que ya no es necesario que llevemos a cuestas.


Evitando que nos entendamos

Si el miedo al cambio y la rutina de supervivencia se instalaron para evitar que las primeras “unidades” de seres humanos, lhumanus, como eran llamados, pudieran salirse de las tareas impuestas, y de aquello para lo que eran requeridos, en otra parte de la psique se instauró otra rutina para que esos lhumanus tuvieran reticencias a entenderse entre ellos, cooperar más de lo necesario y unirse más de lo permitido.

Esto facilitaba, y ha facilitado a lo largo de la historia, que no hubiera grandes revueltas (a no ser que fueran provocadas a propósito), que no se pudieran ejecutar rebeliones masivas, y que siempre existiera la posibilidad de que, activando los programas adecuados en la mente de las personas, igual que sucede ahora, se las pueda poner a unas en contra de otras. Esta rutina o programa que vamos a llamar de “miedo a los demás”, es, de nuevo, inconsciente, y por lo tanto, actúa por debajo del radar de la mente racional, en forma de comportamientos que no controlamos y que se activan por estímulos subliminales, tanto visuales, como auditivos, como energéticos, de forma que, si era necesario, porque se veía por ejemplo que muchos lhumanus estaban cooperando o yendo más allá de lo permitido en sus “reivindicaciones” sociales de entonces, se les podía activar el “miedo a los demás”, y entonces cualquier cosa les hacía ponerse a unos en contra de otros, exactamente igual que hacen ahora, y como siempre se ha hecho.


Programas complementarios

Este “miedo a los demás”, tiene otras dos rutinas asociadas, la primera, engloba el miedo a la escasez y a perder lo que uno tiene, que así te aseguras que se active el miedo al otro si percibes que eso puede suceder, y, por otro lado, está conectado con la rutina del miedo a no sobrevivir, que habíamos explicado en un artículo anterior. Así, cuando tenías enfrente alguien no conocido, alguien que potencialmente era un peligro, un competidor o alguien que pudiera representar una amenaza, el miedo a los demás, junto con el miedo a perder lo que posees, más la rutina de supervivencia, activaban todos los mecanismos de separación, alejamiento, defensa, etc., contra esa persona o ese grupo.

Desprogramando el miedo al cambio


Como ya habéis visto por los anteriores artículos, las rutinas de la mente del ser humano están estructuradas y programadas a muchos niveles, a muchas capas, y con muchas protecciones. Estas protecciones, que no son más que otros programas que cubren el acceso a patrones de comportamiento, creencias limitadoras y sistemas de programación mental, están diseñadas para que no podamos acceder, al  menos no sin ayuda de nuestro Yo Superior, o de alguna otra técnica potente de desprogramación mental, a áreas consideradas “peligrosas” por el sistema de control, es decir, que si las tocamos y las eliminamos, nos liberamos un poquito más del poder que este tiene sobre nosotros.

Ya hemos visto esa mini rutina de supervivencia, que así la llamamos en el último post, que nos impide que podamos ejecutar cambios en nosotros mismos con relativa facilidad, y hay muchas otras que están funcionando simultáneamente con el mismo objetivo o parecidos. Hoy vamos a tratar de desmontar otra de ellas, procurando que, poco a poco, el software que gestiona nuestra mente y nuestra personalidad, abra puertas de entrada para que la conexión de nuestro ser sea más efectiva y más fácil de cara a la comunicación con nuestro yo observador, y que, a partir de aquí, y cumpliendo las reglas y directrices del libre albedrío, todo aquello que nuestro yo observador note en nosotros, pueda ser redirigido a nuestro ser, y este, entonces, a partir del trabajo con peticiones conscientes, pueda ir eliminándolo, como hemos hecho en los ejemplos de los artículos anteriores.


Miedo al cambio en la forma en la que vemos la realidad

Bien, ¿y que rutina (conjunto de instrucciones) vamos a intentar desprogramar un poco hoy? La rutina del miedo al cambio, pues si la rutina de “supervivencia” intenta que no cambie nada, la rutina y programa que lo protege es el software de “miedo al cambio”, para que, superpuesta a esta, no se ejecute ninguna desprogramación no autorizada en nosotros. Puesto que el miedo al cambio no es consciente, no basta con decirnos a nosotros mismos que no tenemos miedo a cambiar, que puede ser verdad, pero no estamos hablando de cambiar el color del pelo, o cambiar la forma en la que vestimos, sino estamos hablando de cambiar nuestro sistema de creencias y los andamios que sostienen nuestra visión de la realidad, que es algo mucho más profundo.

Esta rutina “informática” de miedo al cambio está insertada en la esfera mental inconsciente, así que trabaja sobre todo con el paradigma instalado en nosotros conteniendo las estructuras globales de la realidad consensuada. Recordad que tenemos varios niveles de programación insertados que nos permiten a todos vivir en un macro escenario común, de lo contrario, sería imposible que nuestras realidades personales pudieran interactuar, y ese componente que sienta las estructuras principales es el llamado paradigma mental, imbuido y programado en el inconsciente. Esto nos da la base para la estructura general de la realidad, y luego, los detalles de la misma, están programados en el subconsciente, donde ya cada uno puede colorear la vida y su proyección holocuántica según sus propios filtros y creencias, pero sobre un sustrato común para todos.

El miedo al cambio se imbuyó sobre la rutina de supervivencia ya que esta es crucial para el programa ego, tan crucial es, que por eso se puso en la zona que le corresponde al cerebro instintivo, el cerebro reptílico o complejo R, que es el que está más protegido de los componentes cerebrales que poseemos. Además, el miedo al cambio se nutre del miedo general que poseemos en el cuerpo emocional, de forma que cualquier tipo de miedo que tengamos a cuestas, autogenerado, o proyectado externamente sobre nosotros, sirve como combustible para mantener este trozo de programación intacto y funcionando constantemente.


Eliminando los guardaespaldas

Para eliminar el miedo al cambio, también hemos de eliminar dos programas que lo protegen, pero estos son muy sencillos, son simples programas de protección de arquetipos, siendo el “cambio” un arquetipo como energía y como concepto, de forma que, primero, hemos de solicitar a nuestro ser, a nuestro YS, que elimine los dos programas de protección en la esfera mental inconsciente que bloquean el acceso a la rutina de miedo al cambio.

miércoles, 23 de agosto de 2017

EL PROPÓSITO DE LA VIDA NO ES SER "ALGUIEN", ES SER NADIE


¿PARA QUE QUIERES SER ALGUIEN SI PUEDES SER NADIE? ¿QUIERES TODO? ENTONCES HAZTE NADA Y DISFRUTA LO QUE QUEDA. EL GOZO DE LA VACUIDAD RADIANTE

Todos queremos ser famosos, pero en el momento en el que queremos ser algo ya no somos libres.

(Krishnamurti)

El orgullo que uno tiene por las cosas buenas que hace es el verdadero archienemigo del aspirante. Este orgullo es el enemigo que obstruye el camino a la Verdad Última. [...] El aspirante debe de entender que la razón por la cual alberga orgullo por los objetos es porque cree que los objetos son reales. Si uno entiende que los objetos son sólo apariencias temporales, y se convence de que los objetos no pueden proveer realmente una felicidad verdadera entonces la realidad aparente de los objetos automáticamente se desvanece.

(Sadguru Siddharameshwar)

Somos algo y no somos todo; aquel poco que poseemos de ser nos impide el conocimiento de los primeros principios que nacen de la nada; y el poco ser que tenemos nos esconde la vista del infinito.

(Pascal)


El Ser resplandece en la Nada.

(Jorge Eduardo Rivera, glosando a Martin Heidegger)




Al encontrarse con lo infinito,

el individuo con gusto desaparece,

entonces toda pena se disuelve,

en vez de deseos fervientes y salvaje apetito,

en vez de cansadas peticiones

y estrictas obligaciones 

-renunciar a uno mismo es dicha.

(Goethe, "Ein un Alles")



Tengo la certidumbre de que mi mente es Buda. No hay nada que ganar o lograr.

Milarepa







El mundo en el que vivimos nos impulsa a ser "alguien", a lograr el éxito, la admiración, a ser reconocidos como alguien de importancia, a que nuestro nombre sea recordado. Ser reconocido como alguien que se destaca por sobre los demás, para muchas personas es la más profunda motivación existencial.

Esta necesidad de ser reconocidos, de consolidar nuestra identidad a través de la percepción de los demás que, como un espejo, nos regresan nuestra imagen y confirman y dan lustre a nuestra existencia (haciéndonos saber que somos "alguien"), aunque es alimentada y conservada por la presión social tiene un origen aún más profundo. La misma manera en la que percibimos la afianza. El hecho de que una persona se perciba como un sujeto en el centro de mundo de objetos refuerza la mentalidad de que somos el centro del universo, y que lo importante es conquistar ese mundo de objetos (y objetivos), a través del cual obtenemos nuestra sensación de ser.

Nos alimentamos de los objetos y la admiración de las personas que así confirman y robustecen nuestra identidad, nuestro deseo de ser especiales, de despuntar conspicuamente, para no ser nadie, para no perdernos en el vacío. Empezamos a disfrutar las cosas sólo a través de la mirada del otro que aprueba nuestra existencia. Alimentándonos de esta admiración, de este éxito que creemos nos merecemos, cultivamos orgullo por lo que somos, por todo lo que hemos logrado, y esto es el principal obstáculo para alcanzar el entendimiento de la realidad, incluso cuando el orgullo viene por los actos virtuosos que hacemos, como explica Siddharameshwar (maestro de Nisargadatta Maharaj) en el epígrafe de este texto. Y es que el orgullo por lo bueno es lo que más refuerza nuestra sensación de ser un "alguien" que sobresale de los demás.

Pero aunque esta es nuestra realidad relativa (construida y sustentada consensualmente), que somos el centro de un universo de objetos que giran alrededor de nuestra percepción, en los cuales nos vemos, a través de los cuales construimos nuestra identidad y de cuya manera de responder a nuestros deseos depende nuestra felicidad, este estado, esta realidad relativa es esencialmente insatisfactoria. Y es que, por más que logremos apuntalarnos por sobre el universo de objetos y consolidemos nuestra identidad de manera exitosa (en la cima de ese universo de objetos y otredades), todo lo que podamos conseguir de esta manera está siempre al borde de desaparecer e inevitablemente desaparecerá. En otras palabras, por más admiración y posesiones que consigamos para darle seguridad a nuestra identidad, la realidad es que esta identidad que depende del reconocimiento de los demás está siempre en un estado de extrema fragilidad.

En cualquier momento podremos dejar de ser el mejor en algo, o ya no ser más que otro, o dejar de tener algo que nadie tiene y perder cualquier tipo de etiqueta o persona que da realidad a esa identidad y, lo que es más, en cualquier momento dejaremos de ser "alguien", puesto que inevitablemente moriremos. Y si acaso existe una vida después de la muerte, las religiones que se han dedicado a pensar en esto coinciden en que no nos llevaremos lo que hemos apilado sino solamente, acaso, lo que hemos dado desinteresadamente. El orden del mundo material se invierte en el mundo espiritual; la dialéctica celestial del amo y el esclavo: el verdadero privilegio yace en servir y la verdadera fortuna yace en no tener nada (para, así, tener el corazón ligero a la hora de la balanza, que en Egipto se pesaba contra la pluma de Maat). San Juan de la Cruz escribió: "En el ocaso de nuestra vida seremos juzgados en el amor". Sin que haya un juicio o un juez, uno intuye que el amor es ya el proceso determinante de nuestra existencia, y el amor pide que nos demos, incluso que nos vaciemos. Esto mismo lo expresa de manera insuperable la mística del siglo XIII Hadewijch de Amberes:

Antes yo era rica, pero todo se pierde en el amor.

Nada de mí misma queda, todo se pierde en el amor.

El amor me ha subyugado y esto no es para mí una sorpresa,

puesto que él es fuerte y yo soy débil,

me deshace y me libera de mí misma...

*     *     *

El vacío nos produce pánico, horror vacui. Blaise Pascal escribió sobre el terror que le produce al hombre la inmensidad: "Me veo abismado en la infinita inmensidad de los espacios que ignoro y que me ignoran. [...] El silencio eterno de los espacios infinitos me aterra". Pero a quien le aterra lo infinito es solamente a quien se identifica con lo finito, y a quien le genera temor el vacío es solamente a quien se cree sólido. El mismo Pascal explica que si somos algo o alguien no podemos ser todo y, sin embargo, siempre nuestra existencia como "alguien" está marcada por nuestra sed de totalidad -de lo cual se deriva la insatisfacción consustancial (que llevó al Buda a decir que el mundo es sufrimiento (dukha)). La causa del sufrimiento en su origen más profundo es justamente esta separación entre el sujeto y los objetos, este vano esfuerzo de erigirse sobre un mundo impermanente.

7 IDEAS ERRÓNEAS QUE TIENES Y QUE NO TE PERMITEN ALCANZAR LA PAZ INTERIOR


ALGUNAS DE TUS CREENCIAS PODRÍAN ESTAR OBSTACULIZANDO LA POSIBILIDAD DE VIVIR PLENAMENTE; DETÉCTALAS Y TRANSFÓRMALAS

La forma en que entendemos el mundo, en la que nos percibimos y en la que definimos los criterios para tomar las desiciones que darán forma a nuestra vida, es un aspecto fundamental para determinar nuestra existencia individual. Por eso vale la pena, de vez en cuando, revisar nuestras concepciones y cuestionar las creencias o ideas que más peso tienen a la hora de determinar nuestra postura ante la vida. 

De hecho, ¿sabías que algunas de estas creencias podrían estar literalmente obstaculizando la posibilidad de que vivas de forma plena y en paz?

A continuación te compartimos siete ideas, reunidas por Brian Zeng para Tiny Buddha, tan erróneas como comunes, que realmente podrían estar evitando que alcances ese estado idóneo para cualquier ser humano: la paz interior. 



1. El dinero te hará feliz

Este mantra capitalista, promovido o insinuado fervientemente por el mercado, es un obstáculo muy común para alcanzar la plenitud. 



2. No debes equivocarte

Los errores son un aspecto fundamental de la vida y de la posibilidad de vivir en paz –tras aceptarlos y aprender de ellos.



3. Luchar contra tus emociones negativas

Todos tenemos emociones negativas y la clave no es luchar contra ellas sino contemplarlas, entenderlas y luego transformarlas.



4. Llegar primero o ser el mejor

Dos "valores" nefastos que se nos han inculcado, y que nada tienen que ver con la evolución personal. 



5. Sujetarte al pasado para planear tu futuro

viernes, 11 de agosto de 2017

Yo Soy, el Yo Soy (CONCIENCIA DE FELICIDAD)


ULTIMO VÍDEO QUE HEMOS CREADO, ESPERO QUE OS GUSTE Y OS AYUDE.

La felicidad es la gran recompensa que todo individuo está buscando. Algunos orientales dicen que el arrobamiento es el estado último. Es sólo otra manera de expresar Felicidad, pero no le resulta tan potente a la mente occidental. 
Para los occidentales, la Felicidad es Dios en Acción. ESTAR CONSCIENTE DE QUE SE BUSCA LA FELICIDAD ES ESTAR CONSCIENTE DE QUE SE BUSCA, A DIOS.



SI QUIERES SUSCRIBIRTE, PINCHA EL SIGUIENTE ENLACE:
https://www.youtube.com/user/TheIsmavision

SI QUIERES RECIBIR NOTIFICACIÓN CUANDO SUBAMOS UN NUEVO VÍDEO, HAZ CLIC EN LA CAMPANA QUE SALE  A LA DERECHA DEBAJO DE CADA VÍDEO

Nos vamos 2 semanas de vacaciones


Nos vamos de vacaciones pero seguimos compartiendo. 
Como ya sabéis estaremos en México, mas exactamente en Ciudad de México,
así compartiremos con los que puedan acercarse a Mandala Academy  esos dos días 18 y 19 de Agosto.

Si podéis estar esos días nos veremos, si no es así que disfrutéis si tenéis unos días, 
y si tampoco tenéis vacaciones, seguir trabajando en conciencia, viviendo desde la Divina Presencia Interior.

Nos encontraremos al regreso.

Gracias  INFINITAS mis AMADOS

jueves, 10 de agosto de 2017

Reconocer nuestros errores nos brinda la oportunidad de aprender de ellos


Dijo Confucio que “cometer un error y no corregirlo es otro error”. Siguiendo este razonamiento, ¿es cierto que dejamos de aprender de nuestros errores al negarlos? Es decir, ¿negar un error es el primer obstáculo para reparar las consecuencias de un error que hayamos cometido?

Al fin y al cabo, cuando decimos la célebre frase “yo no he sido”, la cual entraña en muchos casos una negación evidente de nuestra posible responsabilidad, ¿no estamos intentando en el fondo justificar un error? Y el hecho de justificarlo, ¿no es una forma de no reconocer algo mal hecho? Así que, al fin y al cabo, ¿no estaríamos ante una negación?


“Me gustan mis errores, no quiero renunciar a la libertad deliciosa de equivocarme”
-Charles Chaplin-


¿Qué sucede al negar un error?

Es decir, al no entonar “el mea culpa” ante nuestros errores, muchas veces lo que intentamos es poner distancia entre lo que ha ocurrido y sus consecuencias. Sin embargo, no es menos cierto que esta misma distancia dificulta la posibilidad de aprender de lo que ha ocurrido. Aleja así la posibilidad de revisar el proceso e identificar los fallos.



Por otra parte, esta distancia también puede producir que en un primer momento suspiremos de alivio. Un alivio que se trasformará en ansiedad en el caso de que tengamos que volver a afrontar el mismo reto, cuando nos tiremos de los pelos por no haber puesto los medios suficientes para subsanar nuestras carencias.

Por ejemplo, si el departamento de la empresa en el que trabajamos se tiene que comunicar con un país de otro idioma y nosotros como máximos responsables no asumimos que debería haber alguien (o nosotros mismos) que estuviera en disposición de hacer tal comunicación, difícilmente lo asumiremos como nuestra responsabilidad, difícilmente se hará la comunicación en esa ocasión y difícilmente se hará en las siguientes ocasiones.


Además de imposibilitarnos para el futuro, renunciar a la tarea de explorar nuestros fallos, por no reconocerlos, es una actitud que supone un obstáculo para el autoconocimiento. Al renunciar a este proceso, también renunciamos a aceptar la responsabilidad de los aciertos que también se han dado, ignorando así nuestras capacidades más destacadas y evitando que las potenciemos.


Formas en que la negación provoca no aprender de nuestros errores

Llegados a este punto, merece la pena recordar un estudio llevado en equipo entre investigadores de la Universidad de California y Nueva York. En el mismo, se desveló que el hecho de no asumir nuestros propios errores se relaciona con nuestra personalidad, y hace disminuir nuestro potencial de crecimientos.

Para llegar a estas conclusiones, analizaron miles de perfiles. En ellos, trataban de identificar los tipos de personalidad dominantes según las reacciones que adoptaban ante los errores.

Definitivamente, el estudio arrojó curiosos resultados. Dentro de los mismos, se estimaba que el 70% de la población podía ser perfectamente catalogada dentro de tres grandes grupos según sus reacciones al error:

La culpa es de otra persona

Una frase tan recurrida en niños, el clásico “yo no he sido”, sigue siendo muy usada por un gran número de adultos. Es decir, al cometer el error, deciden obviar su responsabilidad y la atribuyen a una segunda persona.



O sea, que, al culpar a otros de sus propios errores, en cierto modo los están negando. De esta forma, al no tener la madurez necesaria para reconocerlos, tampoco la tienen para mejorar en su propio conocimiento interior cualitativo. Suelen optar por actitudes victimistas, incapaces de asumir culpas, y sin un criterio constructivo sobre el hecho en sí.

Aquí no ha pasado nada