Muchas veces nos vemos afligidos de salud, nuestro cuerpo, compañero e instrumento de lucha en la vida, nos comienza a mostrar síntomas de que no se encuentra bien, de que requiere algún tipo de atención, por ello, ante las manifestaciones del cuerpo, menester es saber escuchar, pues si bien, algo puede estar fallando o verse afectado, algunas veces no encontramos la cura tan fácilmente.
Me llamas tu vida, llámame tu alma;
porque el alma es inmortal, y la vida es un día.
Paul Charles Bourget
Así que toca revisar la mente, los pensamientos, las angustias y las decisiones que tomamos en la vida, conviene ver el alma, buscar dentro de nosotros, aquello que nos está generando una alerta a través de nuestra salud. El alma alberga todo, cada pensamiento, sentimiento y percepción de la vida, queda grabado en ella cada acción, cuál cera, donde todo lo que nos llega anida su recuerdo vivamente en el alma.
Además de ello, están los instintos, que se albergan en nuestra alma, que se activan ante los sucesos que nos tocan en la vida o que bien van manifestándose de distintas maneras y finalmente, están aquellas cargas que sumamos a nuestro equipaje en el viaje de la vida, con o sin intención, en la vida cada persona que se presenta deja una enseñanza y no parte de nuestra vida hasta que la hemos aprendido, pues en este transcurso las emociones se van haciendo sentimiento, en tanto son positivas, excelente, pero es prácticamente inevitable, no tomar también, emociones y sentimientos tóxicos y por ende negativos, que más que sumar, restan a nuestra persona, y la salud es un reflejo de ello.
¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma? Blaise Pascal
Existen enfermedades de las cuales no nos podemos librar de manera tan simple, aunque recurrimos a muchos remedios y alternativas, no se marchan, el mal persiste, entonces nos preguntamos ¿Qué pasa con nuestro cuerpo? cuando en realidad se trata del alma y lo que no logramos sanar en ella.
Es necesario que aprendamos a conocernos, sin temor y sin prejuicios, revisar cada pensamiento de nuestra mente y sentir como se manifiesta, que oculta nuestra alma, a donde nos lleva el recorrido de aquello que nos estamos permitiendo vivir.
Hay dos miradas: La mirada del cuerpo puede olvidar a veces, pero la del alma recuerda siempre. Alejandro Dumas
Consiste en ver, de manera sincera y transparente, lo que somos capaces de hacer, de sentir y hasta donde necesitamos buscar dentro de nosotros para hallar la causa de aquello que nos aqueja.
¿Fácil?…no lo es, pero si necesario para estar en paz con nosotros mismos.
Marvi Martínez
http://rincondeltibet.com/blog/p-la-mejor-cura-para-el-cuerpo-es-saber-curar-el-alma-27658
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