La Sonrisa Interior es una verdadera sonrisa dirigida a todas las partes del cuerpo, incluyendo los órganos, glándulas y músculos, así como el sistema nervioso.
Una auténtica sonrisa transmite energía afectuosa, que tiene el poder de animar y curar. Sólo hay que recordar alguna ocasión en que nos hemos sentido preocupados o enfermos y alguien, quizá un extraño, nos ha dedicado una sonrisa amplia: súbitamente nos hemos sentido mejor.
En la antigua China, los Maestros taoístas ya conocían el poder de la energía de la sonrisa. Practicaban la Sonrisa Interior, para mover la energía chi y producir un alto nivel de ésta y obtenían como resultado salud, felicidad y longevidad. Sonreírse a sí mismo es como dejarse acariciar por el amor, y el amor puede curar y rejuvenecer.
La Sonrisa Interior dirige la energía de la sonrisa a los órganos y glándulas fundamentales para la vida. Irónicamente, aunque prestamos mucha atención a la apariencia externa, pocos somos conscientes del aspecto de los órganos internos, de su localización o de sus funciones. Es más, somos insensibles a los sutiles avisos que nos envían cuando los maltratamos con dietas inadecuadas y con formas de vida poco saludables. Somos como un jefe que nunca prestara atención a sus empleados y que se enfadara cuando algo sale mal. Si nos familiarizamos con los órganos y glándulas, apreciamos lo que hacen y aprendemos a descifrar sus mensajes.
Desarrollo de la meditación
Cierra los ojos e inhala por la nariz profundamente y exhala por la nariz pasando por la tráquea intentado sacar sonido desde ahí, es la respiración conocida en yoga como respiración ujjay. Esta respiración se mantendrá ligeramente durante toda la meditación. La exhalación es profunda y lenta.
·Imagina una estrella sobre tú cabeza, unos 5 cm por encima. Siente su energía bañando cada parte de tu cuerpo.
·Sonríe e imagina enfrente de ti una sonrisa (puedes ser tu misma sonriendo, o alguien querido con una gran sonrisa, o una bola de luz radiante) sonriendo a cada parte de tu cuerpo.
Respira conscientemente, deja que el sentimiento de la sonrisa interior relaje tu cara, ojos, tu entrecejo, la frente, nariz, boca, y vas bajando hacia la garganta. Sonríele a todo tu cuerpo y siente como se relaja.
·Sonríe al corazón y que el te devuelve la sonrisa. Para ello sitúa las manos sobre este chakra.
Al sonreír al corazón consigues que el odio se transmute. Siente compasión y perdón, por nosotros mismos y hacia los demás. Visualiza un color rojo brillante que te cargue de amor, felicidad y alegría. Respira y sonríe. Siente tu corazón expandirse, e irradiar amor desde el corazón a los pulmones.
·Sitúa las manos sobre el pecho, para conectar con los pulmones. Sonríe a tus pulmones, combina la energía de la sonrisa con el color blanco perlado, y mantente de 1 a 2 minutos sonriendo. Reconoce tus tristezas, la depresión y los sentimientos de nostalgia que te impiden estar alegre y optimista. ¿Qué hay ahí? ¿Qué hace que te entristezcas? Y contrarresta SONRIENDO, para cambiar esa energía.
·Permite que esa misma energía baje por tu lado derecho justo debajo de tus costillas: Pon las manos en la zona del hígado y la vesícula biliar. Sonríe a la ira, a los enfados, a las frustraciones, a los celos…
¿Desde cuando te sientes así? Visualiza el color verde, que te llena de amabilidad y generosidad. Permanece de 1-2 minutos sonriéndole.
·Coloca las manos en la zona de los riñones, a ambos lados de la columna vertebral, a la altura de las vertebras lumbares. Sonríe a los riñones, siente tus miedos, tu carga genética. Los temores paralizan, bloquean deseos y acciones, e impiden avanzar con seguridad hacia el camino que anhelamos. Visualiza el color azul oscuro brillante y siente quietud, tranquilidad y paz.
·Permite esa energía dirigirse hacia la izquierda y pon las manos en la zona del bazo y el páncreas y un poco más atrás hacia el estomago. Sonríe a tus preocupaciones, a las obsesiones. ¿Por qué no te permites estar tranquilo? Continúa sonriendo… Visualiza el color amarillo, sintiendo equilibrio y paz interior. Mantén la atención sonriendo a cada uno de los órganos.
·Poco a poco baja conectando con tu ombligo y centro. Lleva tu atención al bajo abdomen y se consciente de tu respiración, sintiendo como la parte baja de tu espalda se llena con tu respiración. Exhala y permite a tu abdomen relajar la espalda y toda tu espina dorsal. Manteniendo tu respiración lenta y suave.