lunes, 10 de octubre de 2016

Ya eres Divino


Tú eres divino, pero todavía no has conocido tu divinidad. De hecho te es tan difícil conocerla porque eres divino. Está en el mismo núcleo de tu ser. Si se tratara de algo fuera de ti, ya lo habrías encontrado. Si fuera algo objetivo, podrías haberlo visto.
Pero no está fuera y no es un objeto, es tu subjetividad. No es algo que pueda ser visto, es algo que está escondido en el que ve. Es un atestiguar.

Hasta que no vayas detrás de ti mismo no te será posible conocerlo.

Hay tres cosas en el mundo. Una es el mundo del objeto; las cosas que te rodean. Cerca de él, según te vas acercando a ti mismo, está el mundo de los pensamientos, los sueños y los deseos. Eso también te rodea.

Eso es lo que tú normalmente llamas el mundo interior, también esta afuera. Hay dos tipos de exteriores, el que ves con los ojos abiertos y el que ves con los ojos cerrados. Pero ambos son exteriores porque todo lo que se puede ver tiene que estar en el exterior. Para ser visto, tiene que estar en el exterior, tiene que ser diferente a ti. El objeto tiene que ser diferente del sujeto.

Y luego está la tercera, el mundo de tu núcleo interno, tu subjetividad, desde donde el ego esta viendo. Llegar a eso es realizar la divinidad de uno. Uno tiene que convertirse en un testigo de objetos y pensamientos, y observando poco a poco llega el momento en que ocurre el cambio.

Cuando no quedan ni objetos ni pensamientos en tu conciencia, cuando tu conciencia es pura, da un giro; un giro de ciento ochenta grados, cuando no hay nada que ver, el que ve empieza a verse a sí mismo.

Recuerda solo estoy usando palabras, y no son adecuadas. <<El que ve empieza a verse a sí mismo>> no es la expresión correcta, porque, de nuevo, las palabras indican una división: el que ve y lo que ve. Y ahora no hay división, hay solo tú y tú y tú; no hay algo que esté viendo y algo que sea visto. Es pura conciencia.

Divinidad significa pura conciencia. Primero tendrás que pasar del mundo de los objetos al mundo de los pensamientos, y luego tendrás que dar otro paso; tendrás que abandonar el pensamiento, deja que los pensamientos desaparezcan deja que no haya nada.

Y en esa nada ocurre el giro. Tú no puedes hacerlo. Tú solo puedes hacer dos cosas: cerrar los ojos al mundo y cerrar tu conciencia al constante tráfico de pensamientos. Eso es todo lo que tienes que hacer. Luego la tercera cosa ocurre por sí misma. De repente eres conciente de que eres un Dios. Dios es conciencia.
En el mismo centro del yo, en la capilla mas interna, no encontraras tu ser; y así es como uno se encuentra a sí mismo. Cuando se pierde el yo se encuentra elyo.

Por eso en ese punto todos los grandes maestros se vuelven contradictorios y paradójicos. Jesús dice: <<si quieres encontrarte a ti mismo, piérdete a ti mismo. Si quieres perderte a ti mimo, síguete aferrando a ti mismo>>. Es muy paradójico. Los que se aferren, perderán, y los que estén dispuestos a perder triunfaran.



Vosotros sois dioses pero no os habéis dado cuenta, falta el reconocimiento, no es que lo hayáis olvidado



El hombre

domingo, 9 de octubre de 2016

El despertar de la conciencia


En esta lección hablaremos sobre el despertar de la conciencia, lo cual justamente con los temas del auto conocimiento y de cambio interior, viene a ser uno de los tópicos principales del curso.
Vamos a estudiar inicialmente el siguiente texto de Samael Aun Weor:



Toda la humanidad vive en un sueño profundo.

“Todo ser humano puede llegar a la experiencia de la realidad. Todo ser humano tiene derecho a las grandes vivencias del espíritu, a conocer los reinos y las naciones de las regiones moleculares y electrónicas.

Todo aspirante tiene derecho a estudiar a los pies del Maestro, a entrar por las puertas espléndidas de los Templos de Misterios Mayores, a conversar con los brillantes hijos de la aurora del Maha-Manvantara de la creación cara a cara.

Con todo, hay que empezar por despertar la conciencia.

Es imposible estar despiertos en los Mundos Superiores si aquí en este mundo celular, físico, material, el aspirante está dormido. Quien quiera despertar la conciencia en los mundos internos, debe despertar aquí y ahora, en este mundo denso.
Si el aspirante no despertó conciencia aquí en este mundo físico, mucho menos lo hará en los mundos superiores.
Quien despierta conciencia aquí y ahora, despierta en todas las partes. Quien despierta conciencia aquí en este mundo físico, de hecho y por derecho, permanecerá despierto en los Mundos Superiores.

Lo primero que se necesita para despertar conciencia es saber que se está adormecido.
Eso de comprender que está durmiendo es muy difícil, porque normalmente todas las personas están absolutamente convencidas de que están despiertas.
Cuando un hombre comprende que está adormecido, inicia entonces el proceso del auto despertar.

Estamos diciendo algo que nadie acepta. Si a cualquier hombre intelectual se le dijera que está adormecido, podéis estar seguro que podrá ofenderse.

Las personas están completamente convencidas de que están despiertas.

Las personas trabajan adormecidas, soñando… manejan carros adormecidas, soñando… se casan adormecidas, viven adormecidas, soñando… y no obstante, están totalmente convencidas de que están despiertas.

Quien quiera despertar la conciencia aquí ahora, debe empezar por comprender los tres factores subconscientes llamados: identificación, fascinación y sueño.
Todo tipo de identificación produce fascinación y sueño.

Si vamos andando por la calle, de repente nos encontramos con una multitud que está protestando enfrente del palacio del señor Presidente.
Si no estamos en estado de alerta (auto-observación) nos identificamos con el desfile, nos mezclamos con la multitud, quedamos fascinados y a seguir viene el sueño: gritamos, lanzamos piedras, hacemos cosas que en otras circunstancias no haríamos, ni por un millón de dólares.

Olvidarnos de nosotros mismos es un error de incalculables consecuencias. Identificarse con algo es el cúmulo de la estupidez porque el resultado es la fascinación y el sueño.
Es imposible que alguien pueda despertar conciencia si se deja fascinar, si cae en el sueño.”

Ya vimos en las lecciones anteriores que nuestra constitución psicológica de un modo general es:

3% de Esencia libre, pero adormecida.
97% de Esencia adormecida aprisionada en los defectos psicológicos.

Esto significa que no tenemos absolutamente nada de conciencia despierta, que vivimos adormecidos todo el tiempo.

Pero podemos preguntar:

¿Cómo puedo estar adormecido si ahora estoy leyendo este texto, si puedo operar el ordenador, hacer las tareas domésticas, etc.?

Nunca juzgues a los demás



¡Qué tendencia más hipócrita es la de juzgar a los demás! A nosotros no nos gusta que se entrometan en nuestra vida, que intenten manipularnos, que juzguen nuestras acciones y decisiones. En cambio, lo hacemos constantemente sin ser conscientes de ello, ¿o sí lo somos, pero nos lo negamos constantemente?
Nunca podemos juzgar la vida de los demás, porque cada uno sabe de su propio dolor y de su propia renuncia. Una cosa es suponer que uno está en el camino cierto; otra es suponer que ese camino es el único
-Paulo Coelho-

Juzgamos y nos juzgan constantemente


Aunque no queramos asumirlo, nos juzgan y juzgamos de forma constante. Lo curioso, es que no somos conscientes del daño que provocamos, muchas veces, al hacerlo.
Menos juzgar y más mirarnos a nosotros mismos, debería de ser una constante en nuestras vidas. A veces, pasamos tanto tiempo “viviendo” la vida de los demás, que nos olvidamos de la nuestra propia. ¿Quién soy? ¿Dónde están mis limitaciones? No lo sé, porque pierdo mi tiempo juzgando a los demás.
Quizás alguna vez te haya ocurrido, pero no hayas sido consciente de ello, por eso vamos a cambiar el punto de vista. ¿Alguna vez una persona que hayas visto juzgar a otra haya acabado haciendo eso que tanto juzgaba?
No me llegan los dedos de las manos y de los pies para contar la de veces que esto ocurre y se cumple. Seguramente, también te haya pasado a ti, pero siempre es preferible ver la paja en el ojo ajeno. ¿Qué tal si empezamos a ver un poco para nosotros mismos? ¿Qué tal si ahora empiezas a centrarte en ti?

¿Por qué no debemos juzgar a los demás?

Quizás necesites tener razones para mirar un poco hacia ti mismo y empezar a dejar que las demás personas vivan su vida como quieran. ¿Qué está bien y qué está mal? ¿Qué es correcto y qué incorrecto? La sociedad impone sus normas, sus creencias, pero luego las cosas cambian.
de-todo-lo-que-llevas-puesto-tu-acitud-es-lo-más-importante (1)
Un ejemplo puede ser que tú veas un trabajo o una actitud como algo negativo. Pero, ¿y si a la otra persona le hace feliz? ¿Quién eres tú para determinar que está bien o qué está mal?
En ocasiones, nos creemos ser “dioses” con el poder de decir “tú lo estás haciendo mal”, “tú lo estás haciendo bien”. Esto solo causa el miedo de muchos para realizar lo que realmente quieren, para llevar a cabo sus sueños, sus propósitos, sus metas…

Nadie es perfecto

La Abundancia y la Espiritualidad van de la mano


Tus pensamientos y creencias crean materia, “antes que pidas ya se te ha concedido”. Nuestro cerebro va atrás en el tiempo, antes de que tu pidas, el universo ya sabe que petición vas a hacer. Si nosotros creemos una verdad, el universo nos traerá experiencias para confirmar nuestra realidad.

Voy a vivir experiencias que ya tengo programadas, es vital adquirir conciencia, coger el timón de nuestro avatar. ¿Qué es lo que observas a tu alrededor en tu vida cotidiana?. Si voy hacia el victimismo estoy afirmando los mismos pensamientos. ¿Por qué vivimos el mundo que vivimos?. La masa crítica lo ha decidido. Las crisis son las grandes oportunidades para hacerse rico, ya que el hombre tiende al inmovilismo, y las crisis agudizan el ingenio.

El desapego al resultado

Si realmente quieres algo, es la renuncia al resultado final, si yo creo la necesidad del resultado, el universo me traerá la necesidad como respuesta. Si me apego al resultado, lo retraso. Piensen, deseen, creen, crean puede ser que aquello que deseen no funcione, pero sigan intentando. “Declara quien eres, y reclama tu herencia” que sientes que eres, quien sientes que eres, aquello que tu sientas, es aquello que vas a vivir.


Envíame la luz para gestionar esa abundancia.

Todas las necesidades que tengas, el espíritu santo te las colmará, pero es necesario que tú entregues estas necesidades a él, y te dará todo los recursos para que tu hagas la función en este mundo, y sobre todo te dará el desapego, vivirás una situación sin apego, y lo disfrutas sin apego. (Un Curso de Milagros).



La abundancia son intuiciones. Las ideas y la imaginación es abundancia. ¿Cómo te imaginas que vas a vivir los próximos 10 años?. Tus peticiones deben ser precisas, para el universo, ¿sabes pedir?, ¿eres preciso en tus peticiones?, ¿ya pides sin miedo?, ¿ya pides sin necesidad?, ¿ya pides sin motivos ocultos?, ¿ya pides sin entrometerte en la vida de los demás?.

El dinero físico es apenas el 4% del dinero mundial.

Si luchamos contra algo lo reforzamos. No le debemos tener miedo, al miedo, mirarlo de frente, te está hablando de un aspecto de ti. La única forma de que esa fuerza se pierda es aceptar ese miedo para ver que hay detrás de este miedo, sino este miedo te creará situaciones de pobreza, cuando hay una emoción, observarla que hay detrás de ella, y transmutarla. Integrarla.

Si quieres que el mundo te sonría, sonríele a él.

Tu sonrisa, cambia la composición del universo, y el enfado también, por eso es más rentable sonreír. Haz bien y no mires a quién, que tu mano derecha no sepa lo que hace la izquierda. Nunca mires para atrás con aquello que has hecho, no busques reconocimientos, no busques aplausos, pero los reconocimientos y lo aplausos vendrán en su momento. Porque aquello que das es aquello que vas a recibir.

Si no sabes lo que das, observa lo que estas recibiendo.

Observa lo que recibes y así sabrás lo que estás dando. Decía Jesús: “Si queremos vino nuevo, tenemos que vaciar los odres viejos”. Si nos vamos acumulando de riqueza, podemos enfermar, tienen un conflicto de guardar, guardan cosas por si algún día lo necesito, cada vez que guardo algo las neuronas se ocupan de eso. Una de las cosas que deberíamos vaciarnos, serian de pensamientos viejos. Como un acto de inteligencia, empezar a mirar a las personas de otra forma, ver las virtudes de las otras personas, si quieres ser bendecido bendice.

La mente está creando continuamente, todo pensamiento crea forma en cualquier nivel.

No te dejes llevar por las corrientes del pensamiento. Cuanto más en contra estemos de una situación, mas viviremos su opuesto, viviremos los juicios que hacemos los demás.




Aquello que yo bendigo es lo que viviré, y aquello que juzgo lo viviré.

sábado, 8 de octubre de 2016

“Manifestaciones de afecto”


“Darse un apretón de manos, abrazarse o cualquier otra manifestación de afecto cuando nos encontramos, requiere que les prestemos una atención especial. 

Si no, es inútil, y no sólo inútil, sino también perjudicial. Porque esta forma de inconsciencia en las relaciones humanas ejerce en el psiquismo de unos y otros efectos negativos.

Los signos exteriores de amistad, de ternura, manifestados sin poner el pensamiento y el alma, arrebatan algo, tanto a quien los da como a quien los recibe. 

Este algo es ciertamente imponderable, pero lo esencial para nuestra alegría, para nuestro desarrollo es siempre imponderable. 

Sólo el Ser es


Ser es lo que tú eres.
Tú eres Ese profundo Misterio
en donde las experiencias y los conceptos se manifiestan.

El Ser es el Momento donde nada viene y va.
Es el Corazón, el Atman, el Vacío.
Brilla para Sí, desde Sí, dentro de Sí.

El Ser es lo que da aliento a la Vida.
No necesitas buscarlo porque está Aquí.
Eres el Vehículo de tu búsqueda.
¡Eres lo que estás buscando!
Y Eso es Todo lo que hay.

Sólo el Ser es.


Antes del comienzo, ya eres la Consciencia pura.
Eres la Plenitud del Amor en el Amor
y el Vacío de la Consciencia.
Eres Existencia y la Paz más allá de la paz.
Tú eres la pantalla donde todo es proyectado.

Eres la Luz del Conocimiento,
Aquel que le dio el concepto de la creación al creador.
Olvida lo olvidable y reconócete
como aquello que jamás se puede olvidar.
Tú eres el Sustrato sobre el que todo se mueve.
Deja que se mueva.

Tú eres Esto.
Tú eres Ahora, tu eres la cualidad del Ahora.
¿Qué "Yo" puede existir fuera de este Ahora?
Tú eres la Verdad y solo la Verdad Es.

Nunca has nacido, y aunque es sólo el deseo el que se encarna,
¡nunca ha sucedido nada, nunca ha existido nada!
Tú eres esta Nada, y esta es la Verdad suprema.
Te encuentras totalmente solo, porque sólo la Belleza es.

Sólo el Ser es.


Todo aquello a lo que estás apegado, todo aquello que amas,
todo aquello que conoces, desaparecerá algún día.

Ser consciente de esto, y de que el mundo es tu mente,
con la que creas, actúas y sufres,
se conoce como discriminación.

Discrimina entre lo real y lo irreal.
Lo conocido es irreal y así como viene se va,
permanece en lo Desconocido, en la Verdad Inmutable.

La discriminación destruye el apego
exponiendo lo transitorio, la naturaleza ilusoria,
del objeto al que te apegas.

Todo lo que aparece y desaparece no es Real,
y carece de todo néctar, así que no te aferres a ello.

Una vez que lo hayas soltado no retornes a ello.
Permanece como Eternidad en tu propio Ser.


Sé como eres donde quiera que estés.

Si haces esto en un instante comprenderás
que tú eres lo que has estado buscando
durante millones de años.

No hay búsqueda.
La búsqueda es para encontrar aquello que anda perdido,
pero cuando no se ha perdido nada
no tiene sentido la búsqueda de un objeto.

Aquí simplemente Aquiétate.
No remuevas ningún pensamiento en tu mente,
y Entonces sabrás quién Eres realmente.


Hay tres razones por las que la búsqueda y la práctica
son una soberana tontería, sirviendo solo para confundir
con el ardid de la aguda mente postergando la Liberación.

La primera es porque crea un buscador.
Lo cual, reafirma la idea de que existe un individuo sufriente
separado de la Libertad, y de que el Ser
es "otra cosa" que está fuera del Aquí y el Ahora.

La segunda es la búsqueda.

Conviértete en lo que eres


Se ha dicho que la sabiduría más elevada estriba en el desapego, o según palabras de Chuang-tse: El hombre perfecto utiliza su mente como un espejo; no se aferra a nada, no rechaza nada; sólo recibe, pero no retiene.

El desapego significa no sentir ningún remordimiento por el pasado ni miedo por el futuro; dejar que la vida siga su curso sin intentar interferir en su movimiento y cambio, sin intentar prolongar las cosas placenteras ni provocar la desaparición de las desagradables. Actuar de este modo es moverse al ritmo de la vida, estar en perfecta armonía con su música cambiante, a esto se llama iluminación.

Dicho brevemente; es no apegarse al pasado ni al futuro y vivir en el eterno ahora. Ya que, en realidad, ni el pasado ni el futuro tienen una existencia separada de este ahora; por sí mismos son una ilusión. La vida existe sólo en este preciso momento, y es en este momento cuando es infinita y eterna. Ya que el momento presente es infinitamente pequeño, antes de que podamos medirlo ha desaparecido, y sin embargo persiste para siempre.

Este movimiento y este cambio ha sido llamado Tao por los chinos pero, en realidad, no hay movimiento, ya que el movimiento es la única realidad y no existe nada más allá en relación a lo cual pueda decirse que se mueve. De ahí que, en definitiva pueda denominarse el eterno movimiento y el eterno reposo.

¿Cómo podemos vivir en armonía con el Tao? Un sabio dijo que si pretendemos vivir en armonía con el Tao, debemos alejarnos de él. Pero no acababa de estar en lo cierto. Ya que lo curioso del caso es que no podemos alejarnos de él aunque queramos; aunque tus pensamientos huyan hacia el pasado o corran hacia el futuro, no pueden escapar del momento presente.

Por mucho que quieran retroceder o avanzar para escapar, nunca pueden separarse del momento, ya que esos pensamientos se hallan en el momento; al igual que todo cuanto comparten, de hecho son el movimiento de la vida, que no es otra cosa que el Tao.

Quizá te creas fuera de la armonía de la vida y de su eterno ahora; pero no podrías existir, ya que tú eres vida y existes ahora, de otro modo no estarías aquí. De ahí que no sea posible escapar ni atrapar el Tao infinito; no hay ni un acercarse a él, ni un alejarse de él, simplemente es, y tú lo eres. Por lo tanto, conviértete en lo que eres.


Una vez Chesterson dijo que los ángeles saben volar porque se toman a sí mismos a la ligera. Uno ve tantos rostros ensombrecidos por la seriedad que sería comprensible si estuviera provocada por el dolor. Pero esta clase de seriedad que arrastra al ser humano a la tierra y mata la vida de su espíritu no es hija del dolor, sino de cierto tipo de representación en la que el actor se engaña al identificarse con su papel. Cuando los niños participan en la representación también lo hacen con seriedad, pero es diferente, porque el niño es consciente de que solamente es un juego y su seriedad es una forma indirecta de divertirse.

Pero en el adulto esta seriedad se convierte en vicio, porque transforma el juego en religión, identificándose con el papel o posición en la vida que tanto teme perder. Esto ocurre especialmente cuando la persona no iluminada alcanza cualquier nivel de responsabilidad; desarrolla una falta de ligereza, de abandono, y una rigidez que indica que está utilizando su dignidad como unos zancos para mantener la cabeza por encima de la adversidad. El problema estriba en que, en lugar de representar su papel, es éste el que lo representa a él, convirtiéndole en el hazmerreír de todos cuantos le observan a través de su disfraz.

El mensaje de la sabiduría oriental es que las formas de la vida son maya y, por lo tanto, desde el punto de vista de la realidad, carecen profundamente de seriedad. Pues el mundo de la forma y de la ilusión que la mayoría toma como reales, no es otra cosa que una especie de representación teatral del Espíritu, o, como lo han denominado los hindúes, la danza de Siva. Él es el iluminado que se une a ella siendo consciente de que es un juego, ya que el ser humano sufre sólo porque se toma en serio lo que los dioses han creado por pura diversión.