Una tormenta geomagnética o, popularmente, una "tormenta solar", es una variación pronunciada del campo magnético terrestre debido a que porciones de la energía solar son transferidas a nuestra magnetosfera; habitualmente en conexión a grandes llamaradas solares que emiten materia en nuestra dirección.
La gran mayoría de las tormentas solares suelen ser algo común e inofensivo cuyo único efecto es ofrecernos imagenes de gran belleza en los cielos nórdicos (las famosas "auroras boreales").
En muy contadas ocasiones, sin embargo, pueden llegar a producir efectos de inducción electromagnética muy similares a un EMP (pulso electromagnético por sus siglas en inglés) que incluso podrían llegar a dañar las redes e infraestructuras eléctricas, sistemas satelitares y de GPS. Pero nunca a las personas, salvo los astronautas situados fuera de la protección que nos da la tierra y que cuentan con medidas específicas.
Debido al actual incremento de la actividad solar se ha estimado en un 5% la posibilidad de que un tal fenómeno pudiese tener lugar en los próximos 24 meses.
El siguiente Decálogo de buenas prácticas formulado por el Observatorio del Clima Espacial se basa en las previsiones de distintos estudios y simulacros de NASA, OCDE y Comisión Europea, y en las recomendaciones de FEMA y otros organismos; contar con varias de las recomendaciones y elementos preventivos que siguen pueden ser igualmente de ayuda ante otros escenario.
1- Verificar con calma la concreta situación que nos afecta.
Ante todo conservar la calma y proceder con tranquilidad a verificar que realmente se ha producido un apagón generalizado a todos los niveles (4 factores de comprobación: a- electricidad doméstica, b-telefonía móvil, c-emisoras de radio y d- internet) y no una interrupción puntual por otra causa distinta, como un apagón normal de corriente doméstica en el barrio que no afectará, por ejemplo, al funcionamiento normal de la telefonía móvil o las antenas de radio; o un problema técnico de tu operadora móvil que no afectará, por tanto, a la iluminación de tu cocina, etc.
Una tormenta solar, incluso una severa, no tiene por qué dar lugar necesariamente a ningún "colapso" y, de hecho, puede limitarse a dar lugar a otros efectos perjudiciales pero "menores" para nosotros; en tanto que sin apenas consecuencias directas en nuestro día a día (como apagones de radio, o afectación de algún satélite).
Afortunadamente nuestra atmósfera y magnetosfera nos protegen las 24 horas del día. Lo vienen haciendo de forma efectiva desde siempre.
De hecho, puede que incluso de haberse producido un efecto electromagnético realmente severo que consiga alcanzar la superficie de la tierra - y hasta produzca alguna distorsión en sistemas eléctricos - éste se produzca en latitudes mucho más al norte de nuestro país.