Japeto es la tercera luna más grande de Saturno, con unos 1.400 km de diámetro, y su nombre corresponde al dios romano de la agricultura Iapetvs, aunque también (cosas de la liosa mitología griega y transcripciones grecorromanas) a uno de los titanes hermanos de Kronos (Saturno), éste en cuestión padre de Atlas, Menoecio, Prometeo y Epimeteo (ya vale de mitología). La sonda espacial ha obtenido, como cabía esperar, sorprendentes imágenes.Ya en el siglo XVII Cassini, con un rudimentario telescopio, observó que Japeto desaparecía cada 40 días. Justificó este hecho afirmando que, como nuestra propia Luna, el satélite tenía una cara oculta que mostraba a la Tierra cada cierto tiempo. En 1980 la misión Voyager 1 realizaba la primera fotografía sobre Japeto confirmando la teoría de la mitad oscura de la luna, que le valió el sobrenombre de Yin-Yang.Llama la atención la singularidad de su órbita alrededor de Saturno. A diferencia de la inmensa mayoría de sus hermanos celestes, su trayectoria (que lo aleja a una distancia tres veces mayor que todo el sistema saturnal) es prácticamente circular, con una inclinación de quince grados sobre el plano de giro del resto de satélites y planetas y su forma, más que esférica, es esferoide (difiere un 5% de una esfera).En cuanto a su composición, la mitad diurna se compone básicamente de hielo, mientras que la parte oscura está formada por una “costra” rica en material orgánico. Las zonas de transición muestran manchas negras sobre la superficie blancaSu densidad es de 1,21, casi como el agua (la de nuestra Luna es 3,34).La región oscura recibe el nombre de Cassini Regio y la región clara el de Roncevaux Terra.Pero sin duda lo más impactante a simple vista es su gran “muro”, una franja de 20 kilómetros de altura y 200 metros de anchura situada en su ecuador a lo largo de 1221 kilómetros en línea recta. Algo nunca visto en ningún otro satélite del sistema solar. Según la Nasa no se sabe si se trata de una cordillera o de una fractura provocada por actividad volcánica. Algunos reconocidos científicos admiten que una formación tan regular inspira cierta intencionalidadOtras imágenes captadas por la sonda Cassini muestran cráteres de forma cuadrada (aunque este efecto podría deberse a la altitud a la que fueron hechas las fotos) e incluso una “torre” de un kilómetro de altura cerca del polo sur. También cabe mencionar que una imagen tomada en 2004 mostraba a Japeto de forma “poligonal”, es decir, mostraba un perfil formadopor “paneles” rectos en vez de una curva, aunque no fue posible captar de nuevo ese “efecto”. Una prueba a favor de esta estructura sería la capacidad de la luna de absorver las radiaciones como un avión invisible al radar, cuya superficie es también poligonal. De confirmarse este hecho, estaríamos ¡ante un satéliteartificial!.Dos analistas de la NASA escribieron que Japeto es el único cuerpo del sistema solar susceptible de tener un origen artificial.Y por si todo esto fuera poco, resulta que Arthur C. Clarke ya había “visto” Japeto en 1968 (doce años antes de la primera imagen tomada por la sonda Voyager). En su “, al más puro estilo Verne, escribía lo siguiente:el astronauta Dave Bowman encuentra un enigmático monolito alienígena esperándole en la superficie de Iapetus. Una vasta elipse blanca se haya en la superficie de la luna, con el monolito apareciendo como un punto negro en el centro. Extraordinariamente, cuando la sonda espacial Voyager llegó a Iapetus dieciocho años más tarde, realmente fotografió una enorme región blanca aproximadamente circular con una mancha negra en su interior.Es curioso que los resultados de los experimentos de radar que realizó la sonda Cassini el 31 de diciembre de 2004 sobre Iapetus no hayan sido aún publicados (mientras los que realizó sobre Phoebe se publicaron al cabo de unos días), cuando éstos podrían resolver el misterio del extraño comportamiento al radar de la luna, así que no cabe más que preguntarse qué está ocultando la NASA, quizás lo que ya he sugerido, que Iapetus es de hecho artificial.”La hipótesis del origen artificial de Japeto lleva siendo defendida desde hace años por Richard C. Hoagland desde su página Enterprise Mission. Observad también la curiosa comparación que hace Hoagland entre la Estrella de la Muerte de la película Star Wars y Japeto.http://veritas-boss.blogspot.com.es/2012/08/japetoel-enigma.html
Japeto es la tercera luna más grande de Saturno, con unos 1.400 km de diámetro, y su nombre corresponde al dios romano de la agricultura Iapetvs, aunque también (cosas de la liosa mitología griega y transcripciones grecorromanas) a uno de los titanes hermanos de Kronos (Saturno), éste en cuestión padre de Atlas, Menoecio, Prometeo y Epimeteo (ya vale de mitología). La sonda espacial ha obtenido, como cabía esperar, sorprendentes imágenes.Ya en el siglo XVII Cassini, con un rudimentario telescopio, observó que Japeto desaparecía cada 40 días. Justificó este hecho afirmando que, como nuestra propia Luna, el satélite tenía una cara oculta que mostraba a la Tierra cada cierto tiempo. En 1980 la misión Voyager 1 realizaba la primera fotografía sobre Japeto confirmando la teoría de la mitad oscura de la luna, que le valió el sobrenombre de Yin-Yang.Llama la atención la singularidad de su órbita alrededor de Saturno. A diferencia de la inmensa mayoría de sus hermanos celestes, su trayectoria (que lo aleja a una distancia tres veces mayor que todo el sistema saturnal) es prácticamente circular, con una inclinación de quince grados sobre el plano de giro del resto de satélites y planetas y su forma, más que esférica, es esferoide (difiere un 5% de una esfera).En cuanto a su composición, la mitad diurna se compone básicamente de hielo, mientras que la parte oscura está formada por una “costra” rica en material orgánico. Las zonas de transición muestran manchas negras sobre la superficie blancaSu densidad es de 1,21, casi como el agua (la de nuestra Luna es 3,34).La región oscura recibe el nombre de Cassini Regio y la región clara el de Roncevaux Terra.Pero sin duda lo más impactante a simple vista es su gran “muro”, una franja de 20 kilómetros de altura y 200 metros de anchura situada en su ecuador a lo largo de 1221 kilómetros en línea recta. Algo nunca visto en ningún otro satélite del sistema solar. Según la Nasa no se sabe si se trata de una cordillera o de una fractura provocada por actividad volcánica. Algunos reconocidos científicos admiten que una formación tan regular inspira cierta intencionalidadOtras imágenes captadas por la sonda Cassini muestran cráteres de forma cuadrada (aunque este efecto podría deberse a la altitud a la que fueron hechas las fotos) e incluso una “torre” de un kilómetro de altura cerca del polo sur. También cabe mencionar que una imagen tomada en 2004 mostraba a Japeto de forma “poligonal”, es decir, mostraba un perfil formadopor “paneles” rectos en vez de una curva, aunque no fue posible captar de nuevo ese “efecto”. Una prueba a favor de esta estructura sería la capacidad de la luna de absorver las radiaciones como un avión invisible al radar, cuya superficie es también poligonal. De confirmarse este hecho, estaríamos ¡ante un satélite
artificial!.
Dos analistas de la NASA escribieron que Japeto es el único cuerpo del sistema solar susceptible de tener un origen artificial.Y por si todo esto fuera poco, resulta que Arthur C. Clarke ya había “visto” Japeto en 1968 (doce años antes de la primera imagen tomada por la sonda Voyager). En su “, al más puro estilo Verne, escribía lo siguiente:el astronauta Dave Bowman encuentra un enigmático monolito alienígena esperándole en la superficie de Iapetus. Una vasta elipse blanca se haya en la superficie de la luna, con el monolito apareciendo como un punto negro en el centro. Extraordinariamente, cuando la sonda espacial Voyager llegó a Iapetus dieciocho años más tarde, realmente fotografió una enorme región blanca aproximadamente circular con una mancha negra en su interior.Es curioso que los resultados de los experimentos de radar que realizó la sonda Cassini el 31 de diciembre de 2004 sobre Iapetus no hayan sido aún publicados (mientras los que realizó sobre Phoebe se publicaron al cabo de unos días), cuando éstos podrían resolver el misterio del extraño comportamiento al radar de la luna, así que no cabe más que preguntarse qué está ocultando la NASA, quizás lo que ya he sugerido, que Iapetus es de hecho artificial.”La hipótesis del origen artificial de Japeto lleva siendo defendida desde hace años por Richard C. Hoagland desde su página Enterprise Mission. Observad también la curiosa comparación que hace Hoagland entre la Estrella de la Muerte de la película Star Wars y Japeto.
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