El día más bello? Hoy
• El obstáculo más grande? El miedo.
• La cosa más fácil? Equivocarse.
• El error mayor? Abandonarse.
• La raíz de todos los males? El egoísmo.
• La distracción más bella? El trabajo.
• La peor derrota? El desaliento.
• Los mejores profesores? Los niños.
• La primera necesidad? Comunicarse.
• Lo que más hace feliz? Ser útil a los demás.
• El misterio más grande? La muerte.
• El peor defecto? El mal humor.
• La persona más peligrosa? La mentirosa.
• El sentimiento más ruin? El rencor.
• El regalo más bello? El perdón.
• Lo más imprescindible? El hogar.
• La ruta más rápida? El camino correcto.
• La sensación más grata? La paz interior.
• El resguardo más eficaz? La sonrisa.
• El mejor remedio? El optimismo.
• La mayor satisfacción? El deber cumplido.
• La fuerza más potente? La fe.
• Las personas más necesarias? Los padres.
• La cosa más bella de todas? El amor.
• El obstáculo más grande? El miedo.
• La cosa más fácil? Equivocarse.
• El error mayor? Abandonarse.
• La raíz de todos los males? El egoísmo.
• La distracción más bella? El trabajo.
• La peor derrota? El desaliento.
• Los mejores profesores? Los niños.
• La primera necesidad? Comunicarse.
• Lo que más hace feliz? Ser útil a los demás.
• El misterio más grande? La muerte.
• El peor defecto? El mal humor.
• La persona más peligrosa? La mentirosa.
• El sentimiento más ruin? El rencor.
• El regalo más bello? El perdón.
• Lo más imprescindible? El hogar.
• La ruta más rápida? El camino correcto.
• La sensación más grata? La paz interior.
• El resguardo más eficaz? La sonrisa.
• El mejor remedio? El optimismo.
• La mayor satisfacción? El deber cumplido.
• La fuerza más potente? La fe.
• Las personas más necesarias? Los padres.
• La cosa más bella de todas? El amor.
La generosidad: Para el otro, lo mejor
Era un matrimonio pobre. Ella hilaba a la puerta de su choza pensando en su marido. Todo el que pasaba se quedaba prendado de la belleza de su cabello negro, largo como hebras brillantes salidas de su rueca. Él iba cada día al mercado con algunas frutas. A la sombra de un árbol, se sentaba a esperar, sujetando entre los dientes su pipa vacía. No llegaba el dinero para comprar un pellizco de tabaco.
Se acercaba el día del aniversario de la boda y ella no cesaba de preguntarse qué podría regalar a su marido. Y, además, ¿con qué dinero? Una idea cruzó su mente. Sintió un escalofrío al pensarlo, pero, al decidirse, todo su cuerpo se estremeció de gozo; vendería su pelo para comprarle tabaco.
Ya imaginaba a su hombre en la plaza, sentado ante sus frutas, dando largas bocanadas a su pipa: aromas de incienso y de jazmín darían al dueño del puestecillo la solemnidad y prestigio de un verdadero comerciante.
Sólo obtuvo por su pelo unas cuantas monedas, pero eligió con cuidado el más fino estuche de tabaco. El perfume de hojas arrugadas compensaba largamente el sacrificio de su pelo.
Al llegar la tarde, regresó el marido. Venía cantando por el camino. Traía en su mano un pequeño envoltorio: eran unos peines para su mujer, que acababa de comprar tras vender su vieja pipa… Abrazados, rieron hasta el amanecer.
Se acercaba el día del aniversario de la boda y ella no cesaba de preguntarse qué podría regalar a su marido. Y, además, ¿con qué dinero? Una idea cruzó su mente. Sintió un escalofrío al pensarlo, pero, al decidirse, todo su cuerpo se estremeció de gozo; vendería su pelo para comprarle tabaco.
Ya imaginaba a su hombre en la plaza, sentado ante sus frutas, dando largas bocanadas a su pipa: aromas de incienso y de jazmín darían al dueño del puestecillo la solemnidad y prestigio de un verdadero comerciante.
Sólo obtuvo por su pelo unas cuantas monedas, pero eligió con cuidado el más fino estuche de tabaco. El perfume de hojas arrugadas compensaba largamente el sacrificio de su pelo.
Al llegar la tarde, regresó el marido. Venía cantando por el camino. Traía en su mano un pequeño envoltorio: eran unos peines para su mujer, que acababa de comprar tras vender su vieja pipa… Abrazados, rieron hasta el amanecer.
El pensamiento positivo: La fábula del aguilucho