Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Y entonces celebramos este día. Celebramos las cosas pequeñas. Celebramos la alegría y la risa. Tantas veces hemos hablado de esto, la energía de la risa y la alegría es sagrada y pueden sentirla; excede a cualquier otra emoción que genera el ser humano, excepto el amor. Las emociones tienen una Física; literalmente existen ondas energéticas que absolutamente se difunden a partir de la emoción. Ustedes lo notan: si alguien ríe, es contagioso. Así es la alegría. Si alguna vez se preguntan si hay alegría del otro lado del velo, ciertamente la hay. Es una emoción santa, les es dada. Queridos, es necesariamente porque tienen inteligencia que tienen alegría. Pueden ver que los animales tienen emoción; es difícil verlos reír ante un concepto. Eso es santo, un forma absolutamente dada por Dios para que puedan mostrar que tienen a Dios en su interior.
Lo que tengo esta noche es breve; hay tres cosas que quiero discutir. Vamos a ver muy brevemente la diferencia entre viejos y nuevos paradigmas. Antes de ver eso, sin embargo, quiero hacer un comentario que para mí es divertido y alegre (se ríe) porque en la audiencia hay un físico. Lo desafío a descubrir la regla de los doces. Estás acostumbrado a estudiar toda la energía y las piezas y partes, y te pido que empieces a buscar la confluencia de los doces. La Naturaleza está de a doce; el ADN debió haberte mostrado eso; no está de a diez; estás sesgado para contar en base decimal. La Física está verdaderamente en base duodecimal. Ahora bien, no todas las energías pueden verse e identificarse, pero sí las reacciones, para saber si algo está allí; si las cuentas, te sorprenderás de descubrir que hay una confluencia de doces.
Esto debiera decirte algo sobre las leyes que faltan en la Física y lo que revelará y explicará algunas cosas que no puedes ver. Si examinas las lecciones de Kryon, descubrirás que muy a menudo entregamos las cosas de a tres, de a cuatro y de a seis. Nadie se ha dado cuenta realmente de esto. Lo hacemos por una razón: esa es la estructura de todo; no de a diez, sino de a doce. Hoy presentamos tres cosas. Fáciles, y sin embargo difíciles.
Queridos, la diferencia entre lo que ha existido y lo que se aproxima es verdaderamente un cambio de paradigma. Es verdaderamente la forma en que ven las cosas, cómo las perciben y reaccionan a ellas. La naturaleza humana básica cae dentro del patrón acostumbrado, y aquello a que estás acostumbrado incluso como sanador y trabajador de luz, como discutimos ayer, puede ser un hábito, puede ser una tradición, y puede ser algo que te enseñaron. Quiero que sepas esto: que en el proceso de la vida, lo que te enseña alguien que aprecias y honras e incluso amas, se graba en tu mente como algo en cierto modo sagrado, y cuando las cosas cambian y eso ya no es válido, algunos se sienten desilusionados. Incluso tal vez sientas que hay una traición en cambiar tu paradigma, como un bofetón en la cara del que te enseñó. Eso es un hábito; es una emoción; y no es así.
Se respeta a quienes te enseñaron cómo debías ser, qué hacer, o qué funciona y qué no en la vieja energía; porque eso funcionaba en la vieja energía. En la nueva energía, tú devienes maestro. Debes aprender a reajustar tus reacciones y cómo piensas.
Tres cosas. Empezamos con la más fácil: la creencia. Cuando crees en algo, hay una reacción instantánea y automática. Si tu creencia es fuerte, si es algo espiritual, tienes reglas al respecto, organizaciones, doctrina, acciones, lo que sea. En una vieja energía, lo primero que deseas hacer es compartirla con otros. Ahora bien, ¿qué tal si te digo que eso es una reacción de vieja energía y que compartirla con otros ya no es lo que tienes que hacer?