Muchas veces te habrás cuestionado si eres bueno o malo, si estas en el camino correcto, si tu modo de actuar y de afrontar tus situaciones cotidianas son las adecuadas. Cuantas veces te habrás preguntado si lo estas haciendo bien, si existe el pecado o habrá castigo. Nada de lo que pueda decir a partir de ahora puede quizá, hacerte cambiar de opinión, desde siempre hemos creído que ser bueno es sinónimo de santo.
Un ser inmaculado e intachable que actúa de forma ecuánime y correcta de forma perenne, y por defecto, alguien tocado por la mano divina, que hace milagros o es capaz de cosas asombrosas. Estamos tan engañosamente extraviados en esos programas, que olvidamos que lo importante no esta en la santidad, ni en lo espiritual y milagroso que seas. La simbología crística ha empañado la verdadera esencia de como caminar de forma correcta por este mundo, hemos andado ciegos, confusos y perdidos por toda esa cantidad de información inútil que se nos da y nos atora.
Ser muy espiritual y tener conocimientos avanzados en estos temas no te hace estar tocado por lo divino, empollarte los chakras y saber al dedillo cientos de mantras no te da la llave de la divinidad. Esto no es una competición, no se eleva nadie por conocimientos y dominio de técnicas, todo esto es accesorio y para nada el no saber que es la Kundalini, te privara de tu trozo de cielo.
Yo diría que quizá, se es mas espiritual no teorizando y si practicando, de nada sirve saber donde se sitúa el sexto chakra y el color que tiene, si luego eres un interesado que solo persigues un interés físico o monetario. Hay muchos “espirituales” expertos de Reiki, Yoga chamaneria o cualquier otra técnica, que en realidad solo buscan carne o pasta en su menú. La religión tampoco te hace mas espiritual, es mas, diría que te aleja y mucho de esa meta, el alma no es propiedad de la religión y solo profesar una creencia de estas es un verdadero insulto a la inteligencia que portas en tu interior.
El camino correcto, el verdadero camino cristico que ningún maestro ascendido o canalización te contara, es mas sencillo y común de lo que a priori pareciera. Te puedes leer cientos de libros de esos populares gurus de la espiritualidad, y en ninguno de ellos encontraras la verdad, el verdadero camino hacia la elevación es, una pequeña escalera que solo consta de tres peldaños, tres modos complementarios de actuar ante la vida que te aportara las enseñanzas necesarias en tu proceso espiritual evolutivo.
No necesitas meditar si no quieres, no tienes que estar despierto, no tienes que salvar a nadie, ni tienes que leerte cientos de canalizaciones inútiles, solo necesitas ser honrado, ser humilde y ser honesto. Has pensado en el amor, a que si, esa palabra comodín tan manoseada y que se coloca en cualquier hueco, que lo soluciona todo y que sirve para todo, pero que nadie te dice como lo has de emplear, pues bien, la honradez, la honestidad y la humildad, son tres formas de expresar amor, de hecho son las formas con la que el amor ha de ser expresado en nuestras relaciones sociales, cotidianas y mundanas. Nuestro día a día, ha de ser mirado a través del prisma que forman estos tres elementos.
Esas tres haches (HHH) son las que deben marcar el rumbo de tu vida si quieres llevarla a buen puerto:
Honrado:
Vivir en el respeto hacia si mismo y hacia los demás, procede y actúa de forma honrada, obviando segundas y enrevesadas intenciones, tratando de engañar o de sacar un provecho del ajeno. Ser honrado no solo es que no robes o engañes, es que no te robes, ni te engañes a ti mismo tampoco, respétate lo suficiente como para afrontar tu verdadero reflejo, tu verdadero Ser. Ser honrado en tus actos implica un pequeño esfuerzo y un verdadero cambio en tus hábitos, ya que dentro de tus programaciones mentales te inculcaron la mentira y la trampa como medio para lograr tus metas. No ascender en tu estatus a costa de pisar al resto es difícil, pero es lo honrado. Actuar de forma honrada es un camino difícil, en una sociedad diseñada para que el atajo y la trampa, sea el modo natural de conseguir las cosas. Actúa y se honrado y habrás subido el primer peldaño.