viernes, 10 de abril de 2015

LA PAZ INTERIOR


Uno de los objetivos más elevados en el viaje de la Página de la Vida es conseguir transmitir las herramientas para alcanzar la paz; la paz interior, “la paz que supera toda comprensión”.

Pero uno de nuestros primeros descubrimientos cuando emprendemos el camino de la superación es la guerra que mantenemos con nosotros mismos. Nos enfadamos por nuestros errores; estamos resentidos por nuestras debilidades; nos resistimos a hacer realidad nuestras aspiraciones más elevadas. Queremos progresar en todas las áreas de la vida, pero no nos gusta su precio.

La resolución de estos conflictos estriba en el discernimiento de “lo que es” y ello nos lleva ineludiblemente a la Paz Interior.

La Paz Interior. Vivir conociendo esta cualidad profunda, aunque sutil, es estar tan bien sintonizado con el poder espiritual de la compasión y del amor que seamos contados entre los más próximos a vivir la plenitud de sus posibilidades Divinas. Pero ¿qué es esta paz personal e interior? Y ¿cómo podemos encontrarla?

La paz personal es ese sentido interior, etéreo, de bienestar emocional y espiritual, esa tranquilidad profunda que nos llega cuando somos capaces de desconectarnos de los pensamientos inquietantes, inútiles o amenazantes, y alcanzar a comprender la realidad de “lo que es”.

La paz personal subjetiva, pero muy real, es el sentimiento bien fundado y de unión que tenemos cuando nos liberamos de las preocupaciones, el sufrimiento, el dolor, el estrés y el miedo y somos conscientes de las incontables maravillas que nos ofrece la vida.

La paz interior es el conocimiento de que todo está bien, la compresión de que el Ser Universal lo tiene todo bajo control, aun cuando nuestro mundo parezca a punto de explotar. Nos llega cuando nos apartamos mental, emocional y espiritualmente, y a veces físicamente, de los embrollos mundanos, de los conflictos o de nuestras responsabilidades mal comprendidas.

La paz interior se convierte en una realidad cuando trasladamos nuestro centro desde los problemas que no podemos resolver hasta una visión más elevada de compresión del porque. Trascendemos. En este traslado, dejamos caer la tristeza y las preocupaciones. La dicha que queda es la paz.

Si queremos recorrer con éxito el camino que nos lleva a la paz interior, tendremos que desmontar algunos de los obstáculos personales que nos atenazan; el miedo al futuro y las lamentaciones por el pasado no son más que los primarios. El viaje completo a la paz interior significa que también tenemos que superar los baches de la envidia, los desvíos de la impaciencia, las calles sin salida de la terquedad y los puentes helados de la rigidez. Pero debemos viajar. El viaje hacia la paz personal no se realiza en un coche aparcado.

¿El camino de la paz? Pasa por la meditación trascendental o la oración en meditación, que es una disciplina olvidada y mal comprendida. La meditación en oración es una manera excelente de desarrollar la conciencia aumentada en todas las áreas de la vida. Pero es fundamental para alcanzar la paz interior y para conservarla.

Cuando nos atrapan las preocupaciones, o las actitudes de ataque o defensa, estamos desertando, en la práctica, de nuestras posibilidades de alcanzar ese bienestar. La persona que está bien no está en casa. Por ejemplo, podemos estar conduciendo, rabiosos por el tráfico, y perdernos por completo la hermosa puesta de sol. En lugar de verla, nos centramos en escenas interiores de preocupación y de miedo.

EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA (LOS SÍNTOMAS)


Para todos aquellos que sienten cambios en su ALIMENTACIÓN, CARÁCTER, ACTITUDES, y no pueden DORMIR. Síntomas Energéticos: 


1) Encuentro con personas del mismo grupo de almas. 
Nos encontramos con una o varias personas con las cuales nos sentimos totalmente conectados o compenetrados. Sensación de corazón abierto, mucha emoción y deseos de fundirnos con el o los otros. Esto se puede dar en grupos grandes.

2) Encuentro con gemelos del mismo rayo. 
Nos encontramos con una persona de nuestra misma vibración, no se necesitan palabras para comunicarnos, establecemos una comunicación telepática, amorosa, sin compromiso, no nos importa su historia personal, hay una aceptación total, no establecemos agendas ni estrategias, fluimos en el momento. Cuando nos encontramos físicamente se genera una energía que los demás notan algo así como eléctrica.

3) Sueños muy placenteros. 
Nos despertamos con la sensación de haber estado en un lugar muy hermosos y con seres maravillosos, recordamos con mucho detalle el lugar, la naturaleza es exuberante y hermosa, hay luces de colores, cristales, dorados, platinos... algunas veces nos dan mensajes muy claros, otras simplemente sentimos la energía amorosa y gozosa. Nos despertamos felices, la sensación se prolonga por el día.

4) Visualización de energía. 
Vemos flotando a nuestro alrededor esferas de colores, ORBS o geometrías de luz, vemos los destellos de luz en el aura de otros. Otros ven el chacra del corazón con el mandala de triángulos tántrico iluminado en el pecho o el tercer ojo con su color índigo.

5) Sensación de sincronicidad. 
Todo fluye sincrónicamente, salimos a la calle, los semáforos todos en verde, siempre hay sitio para nuestro vehículo. Los relojes marcan 11.11, 2:22, 3:33, 4:44 hasta 5:55, las placas de los autos también con números maestros. Pensamos en que necesitamos solucionar algo, y se presenta sola la solución. Pensamos en alguien que queremos llamar o ver, y se nos aparece. Todo fluye en sincronía, somos como el agua.

6) Confianza en que todo está bien. 
Actitud de observación. Mirar la realidad externa y a pesar de lo que vemos, mantenemos la confianza internamente de que todo está bien, sentimiento de certeza absoluta.

7) Visualización y sensación de que todo se funde alrededor.
La realidad común comienza a vibrar y se hace transparente, todo parece vivo. Sensación muy fuerte de Unidad, no hay separación en estos estados de vibración, nuestro cuerpo vibra con todo. Éxtasis.

8) Amor incondicional por todo y todos, necesidad de dar gracias. 
Nuestro corazón está abierto y nos sentimos amorosos con todo. Las lágrimas se saltan por cualquier cosa y nos sentimos vulnerables pero tranquilos. Todo es divino, todo es sagrado.

9) Aromas de rosas y otras flores. 
La madre divina, los ángeles y muchos otros maestros sensibles, nos dan el regalo de la manifestación de su aroma, muchas veces cuando estamos en grupos de meditación o sanación. El bálsamo del aroma permite que nos centremos y relajemos. Nos rompe las estructuras racionales, el escepticismo y nos hace pensar en los milagros.

10) Experiencias extáticas espontáneas. 
En forma inesperada nuestro cuerpo físico nos regala una sensación de bienestar, nuestro kundalini se pasea por todo el cuerpo y nos produce mucho placer. Éxtasis individual. Aquí enumeraremos algunos síntomas físicos no tan agradables, estos suceden especialmente cuando no estamos en el centro y hemos perdido la confianza de que todo está bien, es parte del crecimiento de una a otra dimensión, es un pendular hasta que volvemos al centro:


jueves, 9 de abril de 2015

Relaciones adictivas & Relaciones iluminadas ~ Eckhart Tolle


Eckhart Tolle: Lo que convencionalmente llamamos “amor” es una estrategia del ego para evitar rendirse. Estás buscando a alguien para que te dé eso que sólo puede venirte en el estado de rendición. El ego utiliza a esa persona como un sustituto para no tener que rendirse. El idioma español es el más honesto a este respecto. Utiliza el mismo verbo ‘querer’, para decir “te amo” y “te quiero”. Para el ego, amar y querer (desear) son lo mismo, mientras que el amor verdadero no tiene ningún deseo, ningún deseo de poseer o que tu pareja cambie. El ego escoge a alguien y lo hace especial. Utiliza a esa persona para tapar el constante sentimiento subyacente de descontento, de “no suficiente”, de ira y odio, que están estrechamente relacionados entre sí. Estas son facetas de un sentimiento profundamente arraigado subyacente en los seres humanos, que es inseparable del estado egoico.

Cuando el ego escoge algo y dice “yo amo” esto o aquello, es un intento inconsciente de ocultar o eliminar los sentimientos profundos que siempre acompañan al ego: el descontento, la infelicidad, la sensación de insuficiencia que es tan familiar . Por un tiempo, la ilusión realmente funciona. Pero entonces, inevitablemente, en algún momento, la persona que has elegido, o has hecho especial a tus ojos, deja de funcionar como una tapadera para tu dolor, el odio, el descontento o la insatisfacción que tienen su origen en la sensación de insuficiencia y de sentirse incompleto. Entonces, surge la sensación que estaba oculta, y se proyecta sobre la persona que había sido elegida y hecha especial – quien pensabas que en última instancia iba a “salvarte”. De repente, el amor se convierte en odio. El ego no se da cuenta de que el odio es una proyección del dolor universal que sientes dentro. El ego cree que esta persona es la causa del dolor. No se da cuenta de que el dolor es el sentimiento universal de no estar conectado con el nivel más profundo de tu ser – no ser uno con uno mismo.

El objeto del amor es intercambiable, tan intercambiable como el objeto del deseo egoico. Algunas personas pasan por muchas relaciones. Se enamoran y desenamoran muchas veces. Aman a una persona por un tiempo hasta que ya no funciona, porque ninguna persona puede de forma permanente ocultar ese dolor.

Sólo la rendición puede darte lo que estabas buscando en el objeto de tu amor. El ego dice que la rendición no es necesaria porque amo a esta persona. Es un proceso inconsciente, por supuesto. En el momento en que aceptas completamente lo que es, algo dentro de ti emerge que había sido ocultado por el deseo del ego. Es una paz innata que mora en el interior, quietud, vitalidad. Es lo incondicionado, lo que eres en tu esencia. Es lo que habías estado buscando en el objeto de amor. Es tú mismo. Cuando esto sucede, un tipo completamente diferente de amor está presente, que no está sujeto al amor/odio. No elige a una cosa o una persona como algo especial. Es absurdo incluso usar la misma palabra para eso. Ahora bien, puede suceder que, incluso en una relación normal amor/odio, de vez en cuando, introduces el estado de rendición. Temporalmente, brevemente, sucede: experimentas un profundo amor universal y una plena aceptación que a veces puede brillar a través, incluso en una relación egoica. Sin embargo, si la rendición no continúa, se cubre de nuevo con los viejos patrones egoicos. Por lo tanto, no estoy diciendo que el verdadero amor profundo no se pueda presentar de vez en cuando, incluso en una relación normal de amor/odio. Pero es raro y por lo general de corta duración.

Siempre que aceptas lo que es, algo más profundo emerge en ese instante. Así, puedes quedar atrapado en el dilema más doloroso, externo o interno, en los sentimientos o situación más dolorosos, y en el momento en que aceptas lo que es, vas más allá de ellos, los trasciendes. Incluso si sientes odio, en el momento en que aceptas que esto es lo que sientes, lo trasciendes. Todavía puede estar ahí, pero de repente estás en un lugar más profundo donde nada de eso importa ya.

El universo fenoménico entero existe debido a la tensión entre los opuestos. Caliente y frío, crecimiento y decadencia, ganancia y pérdida, éxito y fracaso, las polaridades que forman parte de la existencia, y por supuesto parte de todas las relaciones.


La ley del desapego ¿Qué nos enseña el budismo?


Un turista americano fue a El Cairo, con el único objetivo de visitar a un famoso sabio. El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuarto muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.

- ¿Dónde están sus muebles? – preguntó el turista.

Y el sabio también preguntó: – ¿Y dónde están los suyos?

- ¿Los míos? – se sorprendió el turista -¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!

- Yo también… – concluyó el sabio.

Esta fábula representa a la perfección uno de los pilares del budismo, filosofía de la cual ha bebido en los últimos tiempos la Psicología, el desapego, que se convierte en una de las principales vías para alcanzar la tranquilidad espiritual, el bienestar y la felicidad. No obstante, también es uno de los mandamientos más difíciles de seguir.

El apego es una expresión de inseguridad

La ley del desapego nos indica que debemos renunciar a nuestro apego a las cosas, lo cual no significa que renunciemos a nuestras metas, no renunciamos a la intención sino más bien al interés por el resultado. A primera vista, puede parecer una nimiedad o un cambio insustancial pero en realidad, se trata de una transformación colosal en nuestra forma de comprender el mundo y en nuestra manera de vivir.

De hecho, en el mismo momento en que renunciamos al interés por el resultado, nos desligamos del deseo, que a menudo confundimos con la necesidad y que nos conduce a perseguir metas que realmente no nos satisfacen. En ese momento, adoptamos una actitud más relajada y, a pesar de que puede parecer un contrasentido, nos resulta más fácil conseguir lo que deseamos. Esto se debe a que el desapego sienta sus bases en la confianza en nuestras potencialidades, mientras que el apego se basa en el miedo a la pérdida y la inseguridad.

Cuando nos sentimos inseguros, nos apegamos a las cosas o a las personas. Sin embargo, lo curioso es que mientras más desarrollamos ese apego, más se acrecienta nuestro miedo a la pérdida. Ese miedo no solo afecta nuestra estabilidad emocional, sino que también nos puede llevar a crear patrones de comportamiento disfuncionales.

Por ejemplo, podemos desarrollar un apego enfermizo a las cosas, como las personas que no pueden vivir sin su smartphone e incluso sufren alucinaciones auditivas provocadas por el hábito de estar siempre pendientes de la próxima llamada o mensaje. Y también podemos caer en patrones relacionales dañinos, que ahoguen a la persona que amamos y terminen dañando profundamente la relación.

Sin embargo, el desapego implica no depender de lo que tenemos o de esa persona con la cual hemos establecido vínculos afectivos. No significa no amar, sino ser autónomos, liberarnos del miedo a la pérdida para comenzar a disfrutar realmente de lo que tenemos o de la persona que amamos.
La incertidumbre como camino

El apego es el producto de una concencia de pobreza, que se focaliza en los símbolos. De hecho, para el budismo, la vivienda, la ropa, los coches y los objetos en sentido general, son símbolos transitorios, que vienen y van. Perseguir esos símbolos equivale a esforzarse por atesorar el mapa, pero no implica disfrutar del territorio. Por eso, terminamos sintiéndonos vacíos por dentro. En práctica, cambiamos nuestro “yo” por los símbolos de ese “yo”.

¿Por qué perseguimos esos símbolos? Básicamente, porque nos han hecho pensar que en las posesiones materiales radica la seguridad. Pensamos que al tener una casa y ganar mucho dinero, nos sentiremos seguros. De hecho, hay quienes piensan: “Me sentiré seguro cuando tenga X cantidad de dinero. Entonces seré libre económicamente y podré hacer lo que me gusta”. Sin embargo, lo curioso es que en muchos casos, mientras más dinero se posee, más inseguras se sienten las personas.
Esto se debe a que identificar la seguridad con las posesiones no es más que una señal de inseguridad y, obviamente, la tranquilidad que pueden brindar es efímera. Quienes buscan la seguridad, la persiguen durante toda su vida, sin llegar a encontrarla.

NUEVE SECRETOS PARA DESPERTAR EL ALMA


Todo el mundo sin excepción tiene un alma.

Esta esencia de luz es el común denominador que une la creación, el cosmos y la vida. Deberíamos darnos cuenta que en el fondo somos Luz en movimiento. Pero no somos conscientes de esa Luz, de nuestro origen y nos enredamos en los laberintos de la personalidad. La búsqueda espiritual es la búsqueda de nuestra conciencia, de nuestra divinidad interior.

Todo el mundo quiere ser feliz.

Si la felicidad nos la da un objeto o persona externa, nos volvemos dependientes, y la dependencia nos hace perder la libertad.

Necesitamos usar la inteligencia para ir para ir en búsqueda del espacio interior que genera nuestro estado de felicidad, la conexión con lo divino.

En algunos casos, la persona debe enfrentarse con todas las experiencias del pasado que han dejado cicatrices y huellas emocionales. La meditación, el trabajo interior es el antídoto que sana nuestros patrones negativos.

No hay recetas extraordinarias, sino caminos individuales, diferentes grados evolutivos de cada ser. Tenemos que tener en claro que lo que se busca ya lo poseemos, pero no nos damos cuenta que está allí.

No hay formulas exactas en esta búsqueda, cada camino es una aventura individual, pero tratemos de elaborar algunos puntos que pueden encaminarnos hacia el alma
Los nueve secretos develados:

1) Primer secreto, Respirar consciente: La respiración es un mecanismo muy particular, puede ser automático o consciente. Cuando es automático sobrevives, continuas viviendo sin darte cuenta. Cuando la respiración pasa a ser consciente, te das cuenta de que estás vivo, presente, consciente. La respiración siempre ocurre en el presente, no en el pasado o el futuro. Y en el presente eterno está nuestra divinidad interior. Respirar en forma consciente en todo momento para estar más alerta de nosotros mismos, más conectados.

2) Segundo secreto, Siente a tu corazón: El corazón humano es algo que despierta mucho mi atención. Siempre me pregunto ¿qué es lo que lo hace latir? Aparentemente no vemos nada que nos diga qué es. Este segundo paso consiste en colocar las manos en tu pecho, sentir los latidos, pero poco a poco ir más profundo para intentar percibir esa fuerza mágica que lo impulsa. En el corazón situamos nuestros anhelos y deseos.

Necesitamos preguntarnos honestamente ¿Es feliz mi corazón?, está viviendo la vida que quiere vivir?, siente entusiasmo o bajó los brazos? Y por último siente AMOR, está vivo más allá de los latidos, ama a alguien?

3) Tercer secreto, Ámate a ti Mismo: Mucha gente busca alguien que los ame, alguien que tape los agujeros, los vacíos. Hay que cambiar el enfoque, hay que buscar gente a quien amar. En estos tiempos que corren la mayoría de las personas se encuentran tan cerradas que ha veces es tan difícil entrar en su mundo igual que si una puerta estuviese cerrada. Primero tenemos que sentir amor hacia nosotros mismos, para luego poder compartirlo. Amar nuestro cuerpo, nuestros órganos, funciones vitales, amar nuestra vida., nuestro pasado, nuestro presente y futuro. Amarnos es aceptarnos, liberarnos de los miedos, iluminar el fuego del espíritu que arde cuando amas.
Amar es una invitación a conocerte, porque esta VIDA ES UNA ESCUELA donde venimos a aprender que la vida es sinónimo de AMOR y AMOR es sinónimo de energía y felicidad. Cuando te amas a ti mismo que te conduce a la felicidad, porque estás contigo mismo, en lo profundo.

miércoles, 8 de abril de 2015

30 COSAS QUE DEBES DEJAR DE HACERTE A TI MISMO


Cuando dejes de perseguir las cosas incorrectas, estarás permitiendo que te alcancen las adecuadas.”

Como María Robinson dijo una vez: «Nadie puede volver atrás e iniciar un nuevo comienzo, pero cualquiera puede comenzar hoy mismo y hacer un nuevo final». No hay verdad mayor que ésta pero, antes de que comiences este proceso de transformación, debes dejar de hacer las cosas que han estado impidiéndote avanzar.

Aquí te dejo unas ideas para ir empezando:

1. Deja de pasar tiempo con la gente equivocada.- La vida es demasiado corta como para pasarla con la gente que te succiona la felicidad. Si alguien te quiere en su vida te hará un hueco, pero tú no tendrías porqué forcejear por ello. Así que, nunca le insistas a alguien que continuamente te está subestimando. Y recuerda, tus verdaderos amigos no son los que están a tu lado cuando mejor te van las cosas, sino aquellos que permanecen contigo cuando estás en tu peor momento.

2. Deja de huir de tus problemas. – Afróntalos. No, no será fácil. No hay ni una sola persona en el mundo capaz de encajar a la perfección cada golpe que le da la vida. No estamos programados para solucionar los problemas al instante.

Simplemente, no somos así. Es más, estamos hechos para enfadarnos, entristecernos, herir, tropezar y caer. Pues esa es la finalidad de la vida: afrontar los problemas, aprender, adaptarnos y solucionarlos con el paso del tiempo. Eso es lo que, en última instancia, nos convierte en lo que somos.

3. Deja de engañarte a ti mismo. – Puedes engañar a cualquier persona del mundo, pero no a ti mismo. Nuestras vidas solo mejoran cuando corremos riesgos y el primer y más difícil riesgo que podemos correr es empezar a ser honestos con nosotros mismos. Lee The Road Less Traveled.

4. Deja de poner tus propias necesidades en último lugar. – Lo más doloroso de todo es perderte en el proceso de amar demasiado a otros, tanto como para olvidarte de que tú también eres especial. Sí, ayuda a los demás, pero ayúdate a ti mismo también. Si hay un momento para perseguir tu pasión y hacer algo que sea importante para ti, ese momento es ahora.

5. Deja de intentar ser alguien que no eres. – Uno de los mayores desafíos de la vida es ser uno mismo en un mundo que intenta convertirte en otra persona. Siempre habrá alguien más guapo que tú, más inteligente que tú o más joven que tú pero ellos nunca serán tú. No cambies para que los demás te acepten. Sé tú mismo, y las personas adecuadas querrán a tu «yo» auténtico.

6. Deja de vivir en el pasado. – No puedes iniciar un nuevo capítulo en tu vida si permaneces anclado releyendo el anterior.

7. Deja de asustarte por cometer errores. – Hacer algo y equivocarse es por lo menos diez veces más productivo que no hacer nada. Todos los éxitos esconden tras de sí una lista de errores y, cada nuevo error, te conduce al éxito. Al final, te arrepentirás más de las cosas que NO hiciste que de las que sí hiciste.

8. Deja de regañarte por los errores que cometiste. – Podemos amar a la persona equivocada y llorar por lo malo que nos ha ocurrido, pero no importa cómo de mal nos haya ido porque una cosa es segura: los errores nos ayudan a dar con las personas y las cosas que nos convienen. Todos cometemos errores, tenemos problemas e incluso lamentamos sucesos de nuestro pasado. Pero tú no eres tus errores, ni tus problemas y AHORA es cuando tú estás aquí, con la posibilidad de modelar tu día y tu futuro. Todas y cada una de las cosas que suceden en tu vida te preparan para un momento que aún está por llegar.

9. Deja de intentar comprar la felicidad. – Muchas de las cosas que deseamos son caras. Pero lo cierto es que las cosas que verdaderamente nos satisfacen son completamente gratis: el amor, reírse y trabajar en lo que nos apasiona.

10. Deja de buscar la felicidad exclusivamente en los demás. – Si no estás a gusto contigo mismo, tampoco serás feliz en una relación a largo plazo con otra persona. En primer lugar, tienes que crear la estabilidad en tu propia vida antes de poder compartirlo con alguien más. Lee Stumbling on Happiness.

11. Deja la pereza. – No pienses demasiado porque, si no, generarás un problema que ni siquiera estaba ahí. Analiza las situaciones y pasa a la acción. No puedes cambiar aquello a lo que te resistes a afrontar. Progresar implica riesgo. ¡Punto! No puedes llegar a la segunda base si todavía tienes un pie en la primera.

12. Deja de pensar que no estás listo. – Nadie se siente nunca listo al 100% cuando se presenta una oportunidad. Y es que la mayoría de las grandes oportunidades de la vida nos obligan a salir de nuestra zona de confort, lo que significa que no nos sentiremos completamente cómodos al principio.

13. Deja de implicarte en relaciones por motivos equivocados. – Las relaciones deben escogerse sabiamente. Más vale estar solo que mal acompañado. No hay ninguna necesidad de precipitarse. Si algo tiene que ser, será: en el momento adecuado, con la persona adecuada y por el motivo adecuado. Enamórate cuando estés listo, no porque te sientas solo.

14. Deja de rechazar nuevas relaciones solo porque las anteriores no funcionaron. – En la vida te darás cuenta de que conoces a las personas por un motivo. Algunas te otras te usarán y otras te enseñarán. Pero lo más importante, algunas sacarán lo mejor que hay en ti.

15. Deja de competir con los demás.- No te preocupes de lo que otros hacen mejor que tú. Concéntrate en batir tus propios records día a día. El éxito es una batalla en la que solo compites TÚ CONTIGO MISMO.

RENUNCIEMOS A LO QUE NOS HACE DAÑO

En mi opinión, a veces tardamos demasiado en deshacernos de ciertas cosas que nos perjudican.

No sé si es falta de resolución, si es pereza, o si es masoquismo. Cada uno sabrá o averiguará, si es honrado, cuál es su razón o su excusa.

Pero renunciar a lo que nos hace daño debiera ser un asunto prioritario.

Si nos hace daño –o nos molesta mucho, que viene a ser lo mismo- cómo nos trata alguien, tenemos la opción de hacérselo saber y pedirle que reconsidere el modo en que lo hace y rectifique.

Si nos hace daño la desatención de alguna persona, se lo podremos decir.

Si nos hace daño nuestra propia pereza o desorden, la falta de voluntad o nuestro carácter; si es la relación con alguien con quien estamos por motivos de trabajo o familiares; si es… sea lo que sea, casi siempre es posible remediarlo.

Para ello es conveniente usar la asertividad – que es “la habilidad de expresar nuestros deseos de una manera amable, franca, abierta, directa y adecuada, logrando decir lo que queremos sin atentar contra los demás y negociando con ellos su cumplimiento”-.

Cada uno tiene sus derechos –como los tienen los otros- y exigir, o, cuanto menos solicitar que sean respetados es un potestad inalienable de cada Ser Humano.

Es bueno, y loable, acostumbrarse a solicitar los derechos personales en vez de quedarse en la rabia silenciada que provoca quedarse callado y soportando que los otros pisoteen los derechos propios.

El respeto a la propia dignidad personal es un derecho que debiera ser irrenunciable.

Y esto conviene tenerlo claro: respeto por parte de los otros y respeto, también, por parte de un mismo.

Los derechos de uno terminan donde comienzan los derechos de los otros. Y, por supuesto, y esto es muy importante, viceversa.

No se han de invadir ni deshonrar los derechos de los otros, así como también se ha de ser bastante riguroso en la exigencia de que los otros hagan lo mismo.

Hay que cuidar mucho la dignidad personal –en esto insisto mucho pero es que para mí es muy importante-.

LA CIENCIA DE LA PALABRA HABLADA


Cuando era adolescente, aprendí a utilizar un poder universal, un poder que está al alcance de todos. En 1957, siendo estudiante de primer curso en la universidad de Antioch, en Yellow Springs (Ohio), tuve una de las varias experiencias asombrosas que he tenido con este poder.

Era a comienzos del verano. A última hora me di cuenta de que no quería pasar las vacaciones en mi dormitorio. Quería volver a casa, regresar a Red Bank, a Nueva Jersey, pero no tenia a nadie que me llevara allí, ni dinero para el viaje.

Me fui a dar un paseo y llame a Dios en voz alta: Dios, tengo que volver a casa y tu me vas a llevar allí! De regreso a mi dormitorio subí corriendo los tres pisos de escaleras hasta llegar a mi cuarto. La respuesta a mi petición surgió tan de repente que me dejo casi sin aliento, porque, al llegar al ultimo escalón, una voz grito: Alguien necesita viajar a Nueva Jersey?   Yo! dije.

La voz era de un hombre de las fuerzas aéreas de la base de Wright-Patterson.  ¿Era conveniente que aceptara la invitación de un extraño? Mis compañeras de habitación estaban preocupadas, pero yo sabía que estaría segura con aquel hombre porque era la respuesta a mi petición.

Preparé mis cosas y me metí en el automóvil. Después de los exámenes finales me encontraba agotada, así que me eche a dormir en el asiento trasero. Dormí durante la mayor parte del viaje y el conductor que Dios me había enviado me llevo sana y salva hasta la puerta de mi casa.

Sabía que tenía algo importante en mis manos. Había accedido a un poder del universo pronunciando una orden. Cuando hago una petición directa en voz alta, Dios responde.

Varios años atrás, había leído sobre un método de oración llamado decreto en los libros de Guy y Edna Ballard del movimiento religioso YO SOY. Los decretos se basan en un sistema de afirmaciones positivas que usan el nombre de Dios YO SOY EL QUE YO SOY

En 1961, asistí a una reunión de la organización The Summit Lighthouse, en la que me encontré con su fundador, Mark Prophet, quien más tarde se convertiría en mi instructor y esposo. Mark recibía revelaciones inspiradas por los maestros ascendidos. Los maestros le dieron a Mark muchos decretos, que él después publicó. Cuando yo también comencé a recibir revelaciones de los maestros ascendidos, añadí otros decretos.

Los decretos forman parte de un sistema dinámico de oraciones llamado la ciencia de la Palabra hablada. Cuando usas la ciencia de la Palabra hablada, te asocias con Dios. El Señor le dijo a Job:
Él [el Todopoderoso] escuchara cuando le invoques [...].Todo lo que emprendas [decretaras algo] te saldrá bien [se manifestará]. E Isaías nos dice: Así dice el Señor, el Santo de Israel, y su modelador: Vais a pedirme señales acerca de mis hijos y a darme órdenes acerca de la obra de mis manos?

El propósito del uso de la ciencia de la Palabra hablada, como veras, no es hacer que sucedan cosas buenas como conseguir que alguien me llevara a casa o un auto nuevo sino ponerte en contacto con los maestros ascendidos, los arcángeles y tu Ser Superior. Una vez que se ha producido este contacto, puedes atraer el poder de Dios para conseguir aquello que necesites a fin de cumplir el plan de tu vida y ayudar a otros.

Pero lo más especial es que puedes usar la ciencia de la Palabra hablada para invocar la llama violeta con el fin de evitar los efectos negativos del karma que regresa, profetizado por las señales celestiales y los profetas antiguos y actuales.

El poder creativo del sonido

Ciertos avances y estudios científicos recientes indican lo que los sabios conocían miles de años atrás: el sonido guarda la clave de los misterios del universo. El sonido puede crear y cambiar la materia. Y puede ocasionar cambios espirituales y materiales en nuestras vidas.

Sabemos que el sonido puede ser una espectacular fuerza de destrucción. Una nota muy aguda puede hacer añicos una copa de cristal, un estampido supersónico puede agrietar una pared de yeso, un disparo puede provocar una avalancha. No obstante, el sonido también es una fuerza constructiva, como los médicos y los especialistas en salud están descubriendo cada día. El ultrasonido (sonido de muy alta frecuencia) se esta usando desde para desinfectar heridas hasta para diagnosticar tumores o pulverizar cálculos en el riñón. Algún día podrá incluso usarse para introducir medicamentos en el cuerpo, haciendo que las inyecciones sean obsoletas.

Actualmente los científicos están investigando los efectos del sonido en el cerebro. Piezas de música clásica de compositores como Bach, Mozart y Beethoven, tienen una serie de efectos positivos, entre ellos el aumento del coeficiente de inteligencia y de la memoria, así como la aceleración en el aprendizaje. Algunos especialistas en medicinas alternativas están experimentando con el uso de tonos específicos para la curación de órganos.

Un grupo de monjes benedictinos descubrieron un beneficio inesperado del uso del sonido al entonar cantos gregorianos: al parecer sus cantos energizaban sus cuerpos.

Durante cientos de años, los monjes benedictinos habían mantenido un riguroso horario, solo dormían unas pocas horas cada noche y cantaban entre seis y ocho horas al día. Cuando un nuevo abad cambio el horario y redujo las horas de canto, los monjes estaban cansados y letárgicos. Cuanto más dormían, mas cansados parecían estar2.


En 1967, se le pidió a Alfred Tomatis, un físico Francés, psicólogo y especialista en el oído, que averiguara lo que les pasaba. Lo que hallo me que los monjes en realidad habían cantado para recargarse. Se reintrodujo el canto, junto con un programa de audiciones de sonidos estimulantes, y en poco tiempo los monjes recuperaron la energía para volver a su horario normal.

Los místicos hindúes y budistas creen que los mantras* pueden liberar fuerzas que pueden crear o destruir. Los escritos hindúes nos dicen que los yoguis han usado los mantras, junto con las visualizaciones, para encender fuegos, materializar objetos físicos (por ejemplo alimentos), hacer que llueva e incluso influir en el resultado de algunas batallas.

No obstante, su principal objetivo no era producir cambios físicos. Creían que los mantras les daban protección y sabiduría, aumentaban su capacidad, de concentración y meditación, y les ayudaban a lograr la iluminación y la unidad con Dios.

Algunas de las mejores lecciones sobre el efecto transformador del sonido y de la ciencia de la Palabra hablada se encuentran en la Biblia: Cuando el pueblo israelita prorrumpió en gran clamor, el muro de Jericó se vino abajo; al pronunciar Jesús una orden, los enfermos se curaban y los espíritus inmundos eran expulsados; y el hombre cojo de nacimiento camino por primera vez cuando Pedro le ordeno: En el nombre de Jesucristo, el Nazareno, ponte a andar.

El sonido que puede transformar nuestros mundos espiritual y material no es cualquier sonido. Es la palabra de Dios. En los antiguos Vedas hindúes leemos: En el principio era Brahman con quien estaba Vac, el Verbo, y el Verbo es Brahman. De forma similar, el apóstol Juan escribió: En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Y el Génesis nos dice que cuando Dios pronuncia las palabras,Haya luz, el proceso de la creación comienza.



La ciencia de la Palabra hablada: Una relación interactiva entre Dios y tú.